There are *no* inconsistencies in the Discworld books; ocassionally,
however, there are alternate pasts. (Sir Terry Pratchett, alt.fan.pratchett)
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Saga Muerte (V) - Ladrón del Tiempo


Imagen | Paulkidby.net

I AM SORRY, he said, TO HAVE TRESPASSED ON YOUR TIME.

Veintiseis novelas del Mundodisco, la última hasta la fecha de la subserie de la Muerte, y a la que se le ha criticado, sobre todo, que no consiguiera cerrar una historia en la que se abrieron demasiados hilos argumentales en una historia, quizá, demasiado abstracta. Y con esto termina la crítica destructiva a Ladrón del Tiempo. Pasemos a lo bueno.

Tiendo a asociar Ladrón del Tiempo con una especie de punto de inflexión en la historia del Mundodisco en España, porque si la memoria no me falla (es posible que sí), es a partir de esta novela cuando el ritmo de publicaciones y el aumento de calidad de las ediciones y traducciones fue haciéndose cada vez más palpable. Es posible que no fuera a partir de esta novela, pero puedo asegurar que es la novela del Mundodisco que más he visto en kioskos y liberías en estos últimos años.

Como este post debe aportar algo a una novela reseñada hasta la saciedad (especialmente recomendables son las reviews en La Concha como en ZonaFandom), he pensado en ir contando cuatro curiosidades de aquí y allá relacionadas con la novela que puede que no conozcáis.

La Muerte es una personficiación de un hecho. Una reificación. A medida que va apareciendo en más y más historias, el personaje adquiere unas señas de identidad propias que van cincelando su personalidad hasta el punto de hacer de la Muerte del Mundodisco un personaje más, comparable a cualquiera de carne y hueso, y convirtiéndolo en uno de los iconos de la saga. Representa la fatalidad que a todos nos espera, es extremadamente parca (ja!) en palabras, y sus frases cortas y sus muchos puntos y seguidos encierran una sabiduría aplicable tanto al Mundodisco como a nuestro mundo. Además, e increíblemente, es responsable de algo a lo que podríamos llamar familia, y se ha encargado de mantener el equilibrio universal enfrentándose a rivales, en principio, muchísimo más poderosos que ella. En esta novela se enfrenta a los Auditores, esos monstruos indefinibles que siempre que pueden intentan deshacerse de la humanidad de una forma o de otra. Esta vez, sin embargo, la Muerte buscará ayuda a sus antiguos compañeros de correrías (los otros tres jinetes del apocalipsis, y una aparición sorpresa muy divertida al final).

En Ladrón del Tiempo hay un momento muy revelador. Spoilerofóbico, sal de aquí. Mientras la Muerte va intentando convencer a sus antiguos compañeros (los jinetes) para que se unan a ella en su lucha contra los Auditores, y mostrando una gran frustración (a su manera) por las sistemáticas negativas que recibe de Peste, Guerra o Hambre, dice esto, en uno de los momentos cumbres de la novela.

THANK GOODNESS, thought Death, THAT I AM COMPLETELY UNCHANGED AND EXACTLY THE SAME AS I EVER WAS.
Y es que esta autoafirmación de cómo se ve a sí misma es, yo creo, el motor que empuja a la Muerte a enfrascarse en mil y una aventuras, para regocijo nuestro. Porque estoy seguro de que en el momento en el que la Muerte fuera consciente de que sus actos encierran un riesgo para el equilibrio del Multiverso, no lo haría. En la 26ª novela, la Muerte aún se ve a sí misma como a un elemento ineludible dentro de la jerarquía metafísica que rige el Mundodisco. Sin embargo, todos sabemos (y es ahí donde reside la grandeza de esa frase) que la Muerte hace mucho que dejó de ser una mera reificación, y que es una pieza más de ese juego alocado y arbitrario al que juegan los dioses.

Cambiando radicalmente de tercio, ¿qué os parece esta cita, 11 libros antes de que apareciera Unseen Academicals?

Lu-Tze had long considered that everything happens for a reason, except possibly football.
El interés de Pratchett por el fútbol parece que empezaba a dejarse ver en las novelas del Mundodisco a partir de aquí, ya que estoy casi seguro de que es la primera referencia directa a este deporte en el Mundodisco. Aunque hablo de memoria (y con el Mundodisco esto es una temeridad). || Corrijo gracias a un amable comentario. En Jingo hay menciones específicas al fútbol, y más de una además. Ahora, mi pregunta (nada retórica, por cierto) es ¿cuál fue la primera referencia al fútbol en el Mundodisco? ¿Fue en Jingo? ¿O fue incluso antes? ¿Alguien con memoria elefantina? Como habéis visto, ¡yo no!

Por cierto, ¿conocíais la existencia de un libro a medio camino entre el ensayo científico y la autoayuda llamado The Tief of Time, centrado en los males de la procrastinación y cómo afectan en trabajos como, por ejemplo, el de escritor? Y es que en inglés se dice que "procrastination is the thief of time".

Por supuesto, siendo una historia en la que hay monjes calvos vestidos con túnicas y que llevan una vida de recogimiento, no faltan las referencias a kung-fu y a ciertas técnicas de artes marciales que para los que conozcáis mínimamente las pelis ochenteras fetiche sobre este tema os harán reír mucho.

Finalmente, decir que un tal Marcus Soto se ganó el derecho de aparecer en la novela como Master Soto, uno de los monjes del templo de Lu-Tze, gracias a un concurso organizado por la editorial. La verdad es que es una pasada poder ver tu nombre en una de las novelas de Pratchett. ¿Os imagináis tener la oportunidad de ser uno de los personajes de Snuff siendo maltratado psicológicamente por Vimes mientras descarga su frustración por estar de vacaciones y no estar al mando de las cosas? Qué ganas, ¿verdad?

Saga Muerte (IV) - Papá Puerco


Imagen | Paulkdiby.net

Real children don't go hoppity-skip unless they are on drugs. - Susan, Hogfather

Papá Puerco es la vigésima novela del Mundodisco y la cuarta de la subserie de la Muerte. Tuvo el honor de ser la primera novela del Mundodisco en ser convertida en película, para el canal británico Sky, producida por The Mob.

Los Auditores de la Realidad vuelven a la carga en su cruzada para aplastar todo aquello que no encaje en su visión, esta vez utilizando a uno de los psicópatas más retorcidos que pueblan el Mundodisco, Jonathan Teatime, para "matar" a Papá Puerco. Este Papá Puerco es el equivalente mundodisquero de Papá Noel, que en la Noche de la Vigilia de los Puercos reparte panceta, salchichas y embutidos de todo tipo a los niños buenos. A los malos, por su parte, les deja unos cuantos huesos con restos de sangre y vísceras.

Con el Papá Puerco desaparecido empiezan a pasar un montón de cosas desternillantes: la Muerte lo sustituye, Susan se embarca en una aventura muy aventuresca para recuperarlo, la creencia que queda por el Mundodisco sin utilizar termina cristalizando en la personificación de Hombres del Saco y otros seres que viven en nuestras cabezas, y muchas más cosas.

Es una historia muy fresca (y no sólo por la época del año en que está ambientada), es muy rápida, se deja leer estupendamente bien, los secundarios son increíbles (Teatime debe de ser uno de los malos más carismáticos que ha pasado por el Mundodisco), Susan ya es una heroína con todas las letras, etc.

Además de todo, quisiera remarcar que es la novela del Mundodisco de cuyo comienzo me acordaba mejor antes de empezar con este blog y revisar los libros sobre los que escribía. Las primeras líneas son inteligentes y profundas, y en cuatro párrafos ya tenemos preparado el argumento de una de las mejores novelas del Maestro. Además, hay un par de pies de página tan pratchettianos antes siquiera de la cuarta página que uno entra en esta novela ya embriagado y entusiasmado por todo lo que queda por delante. Como dice la Muerte en esta misma novela, no hay mejor regalo que un futuro, y el futuro que nos prometen las primeras líneas de Papá Puerco no puede ser más atractivo.

Leí el libro en inglés, y claro, no entendí muchas de las referencias a la creencia popular británica sobre hadas de los dientes (ésta un poco más porque me sonaba de alguna película que era como nuestro ratoncito pérez) u hombres de arena. Pero sí que disfruté con el divertidísimo dios de las resacas, que hace muy buena pareja con Susan, y la aparición estelar de ese bichejo que se nos come los calcetines en los cajones, dejándonos sólo uno por pareja.

Recomendadísimo leerse las anotaciones de Hogfather y Soul Music, y luego releerse el libro, y así se disfruta muchísimo más. Quien quiera empaparse más de todo lo que rodea la celebración navideña del Mundodisco y el porqué de ciertas cosas, también puede recurrir al capítulo sobre la Vigilia de los Puercos en The Folklore of Discworld, en donde hay un extenso recorrido sobre los paralelismos entre las celebraciones populares en el Mundobola y las del Mundodisco. Y, como siempre, las anotaciones en TVTropes.

Y bueno, con esta rápida reseña de Papá Puerco os emplazo a, seguramente, finales de Agosto, que será cuando escriba el siguiente post. Ahora que ya es verano por fin me puedo ir a un chiringuito a la orilla del Ankh, aunque me han dicho que últimamente los chiringuitos los tienen puestos sobre el mismo río.

Saga Muerte (III) - Soul Music



The Patrician was a pragmatist. He never tried to fix things that worked. Things that didn't work, however, got broken.
-- (Terry Pratchett, Soul Music)

No tengo demasiados buenos recuerdos de Soul Music. Y me siento casi obligado a volver a leérmela antes de escribir sobre ella, porque casi no me acuerdo de nada. Fue una de mis primeras y no dejó en mí una impronta muy significativa, que digamos. Pero allá voy: me aburrí un poco.Tengo la sensación de que, si te la lees antes que Imágenes en Acción te gustará ésta más porque verás en ella la novedad, y si es al revés (como fue mi caso), te deshaces en elogios hacia la inteligentísima inclusión del cine en el Mundodisco mientras que te parece plana, repetitiva y predecible la novela sobre "música con rocas dentro".

La mencionada Imágenes en Acción, Unseen Academicals o Making Money son otras de las obras en las que algo nuevo llega al Mundodisco y que de alguna manera supone una amenaza global. Aunque las amenazas también se han ido adaptando a los nuevos tiempos, y afortunadamente no vemos últimamente a muchos bichos de las Dimensiones Mazmorras. En Soul Music, que es la que nos ocupa, hay una guitarra mágica que prácticamente se adueña del músico que la toca, un grupo rock de lo más heterogéneo que se convertirá en un fenómeno de masas, un puñado de magos de la Universidad Invisible haciendo algunas de sus intervenciones más ridículas, divertidas y absurdas y, sobre todo, la llegada de un personaje increíblemente poderoso: Susan, la nieta de la Muerte. En ella recae la responsabilidad de hacerse cargo de las tareas mortuorias correspondientes debido a una nueva espantada de nuestro ente cadavérico favorito. Susan se parece mucho a Tiffany Aching: pertenece a un linaje increíblemente particular, no demasiado aceptado socialmente, y encima tiende a reflexionar demasiado sobre las implicaciones morales que su condición le empuja a hacer. Estas reflexiones llevan a un terreno que Pratchett domina muy bien, utilizando su mundo imaginario para cuestionarse el porqué de las cosas y el funcionamiento de la naturaleza de las personas.

El principal problema de la novela es que es demasiado parecida a El Segador, y estoy de acuerdo en alguna que otra reseña que he leído por ahí, en que la historia está bastante más deshilvanada. La parte de Susan, a pesar de la importancia del personaje (que alcanzará su momento culminante en Papá Puerco), no termina de arrancar nunca mientras que por otro lado hay una increíble locura en el Mundodisco (instigada sobre todo por el Decano y Mustrum Ridcully por un lado, y la propia Muerte por otro). El hilo argumental no termina de enganchar. Termina siendo un claro ejemplo de lo que más critican a Pratchett los críticos con Pratchett (entre los que no nos incluímos ninguno de los lectores del blog ¿no?): que sus novelas van a tirones para ir de un gag a otro de forma demasiado inconexa y sin fluidez.

No deja de ser muy divertida, y aunque esté enmarcada dentro de la subserie de la Muerte, creo que su punto más fuerte es la aparición de los magos. De verdad. Son tremendos.

Sobre las referencias musicales, pues sí, las hay. Nombres paródicos de grupos que a cualquiera que haya escuchado un poco de rock de los 70 y 80 le harán mucha gracia. Y referencias a la cultura pop de décadas anteriores. Aunque ahora que lo pienso yo me la leí en inglés y no sé si están traducidos los nombres de los grupos, y si lo están, a saber cuál habrá sido la solución del pobre traductor que tuviera que enfrentarse con ello. Tiene que ser muy gratificante traducir a Pratchett, porque vamos, a mí sólo de pensarlo se me caen los palos del chozo.

Además, creo que el enfoque sobre lo que supone la música en los adolescentes es discutible. Creo que el prisma es demasiado simplista, centrado sólo en cómo la gente pierde los papeles, la masa se convierte en un ser irracional y bastante estúpido, y deja de lado aspectos que darían mucho juego sobre la reivindicación social, la canción protesta, las tribus urbanas o los macrofestivales de música. No parece que Pratchett haya sido demasiado rockero en su juventud, de la misma forma que al leer Unseen Academicals uno tiene la sensación de que Pratchett aborda el tema del fútbol dese una perspectiva amable y romántica, sí, pero evidenciando un desconocimiento que, si eres un pelín fundamentalista, te puede hasta sentar mal.

Saga Muerte (II) - El Segador


Reaper Man (El Segador) es la décima novela del Mundodisco de Terry Pratchett
Imagen | The Wertzone
"Bonsai!"
(Terry Pratchett, Reaper Man)
La décima novela del Mundodisco, una de las más profundas y duras de la subserie cuenta, curiosamente, con La Muerte como protagonista, un personaje no dado precisamente al sentimentalismo.

En Mort ya se dan los primeros pasos en pos de ilustrar qué ocurriría en el Mundodisco si no fuera la Muerte misma quien se encargara de segar las almas de los muertos. Sin embargo, esto llega a una situación extrema en El Segador, cuando los Auditores de la realidad (gestores del mundo, del destino y la causalidad, y poco amigos de la humanización de reificaciones como la Muerte o hechos como el Tiempo) "despiden" a la muerte por profesar algo paracido a sentimientos humanos, fruto de haber estado toda una eternidad en contacto con nosotros. Bueno, con otros humanos, conmigo aún no. El caso es que este movimiento, corporativamente discutible, termina con La Muerte segando con maestría los campos de trigo de la Srta. Flitzworth pero con problemas bastante importantes en lo tocante a comer o dormir.

En este periodo de "vacío de poder" calavérico los muertos no terminan de morirse, se reafirman en su condición de no muertos puesto que nadie les puede llevar la contraria (es fácil perder un debate sobre si alguien está o no muerto cuando la persona en cuestión te asegura constantemente que acaba de tomarse un sandwich de pollo), y el mago Windle Poons se erige en uno de los agitadores sociales más divertidos del Mundodisco. Porque los magos sí que pueden ver a quien les va a llevar al otro mundo, y Windle no acepta a nadie más que a la propia Muerte. Faltaba más. Y esto termina con la creación del Sindicato de los No Muertos, un colectivo cuya popularidad ha saltado hasta nuestro mundo, ya que incluso tuvo representación en las recientes elecciones en Inglaterra. Los habituales peligros para la estabilidad del Mundodisco (la causa es lo de menos) son una excusa estupenda para contar una historia sobre la humanidad (nombre y adjetivo) y la deshumanización de la humanidad (nombre y adjetivo). El Segador es una novela profundamente conmovedora, dura, ambiciosa, delirante como la que más, pero que al mismo tiempo se enfrenta a uno de los tabús más recurrentes de la cultura popular de cualquier sociedad en cualquier momento de la historia de una forma brillante.

También es una novela muy divertida, con un montón de chistes, con los magos de la Universidad Invisible ganando importancia en novelas en las que Rincewind no es  protagonista. El argumento es algo errático, no es una novela que rezume un ritmo trepidante, y en ocasiones puede chirriar un pelín los saltos entre tópicos, digamos, trascendentales y bromas extremadamente terrenales. Pero personalmente nunca he encontrado el genio de Pratchett en lo que se le critica a esta novela en algunas reseñas, de manera que no me valen, y aunque la leí en 2004 y no la he vuelto a tocar, la recuerdo como divertida, sobrecogedora y a pesar de todo, coherente y concorde.

Y para terminar, una curiosidad extraída de la imprescindible (otra vez lo digo, y me quedo corto si lo digo un millón de veces) The Folklore of Discworld, coescrita por Terry Pratchett y Jacqueline Simpson:

La entidad que sustituye a la Muerte en El Segador es descrita más o menos como una entidad sin rostro, sin siquiera una calavera, constantemente humeante, vestido con una toga y portando una corona dorada. Esto enfada enormemente a Bill Puerta (seudónimo de La Muerte en su retiro terrenal), que lleno de furia grita "¿UNA CORONA? YO NUNCA TUVE UNA CORONA", a lo que su sustituto contesta "Tú nunca quisiste reinar". Esta nueva Muerte, más majestuosa y más iconográfica, no es gratuita, ya que bebe directamente del Paraíso Perdido de John Milton, en donde se describe a la Muerte así.

What seems his head
The likeness of a kingly crown had on

Tengo muchas ganas de escribir sobre Binky, los relojes de arena y otros mitos que rodean a la Parca. Todo llega. Mejor dicho... 'TODO LLEGA'.

Saga Muerte (I) - Mort


Mort, novela del Mundodisco/Discworld en la que la Muerte/Death es el personaje protagonista, junto con Mort, Ysabell, Albert o Rincewind, entre otros
"It would seem that you have no useful skill or talent whatsoever," he said. "Have you thought of going into teaching?"
La cuarta novela del Mundodisco, la considerada primera gran novela de toda la saga, sin duda una de las mejores de las primeras que aparecieron, la primera en que el tremendo e implacable segador se nos muestra como ese personaje tan complejo y carismático que todos conocemos... En definitiva, Mort es una de las novelas más importantes del Mundodisco por marcar un punto de inflexión entre la sátira despiadada e irresoluta de El Color de la Magia o La Luz Fantástica y todo lo que vino después.

Hacer una sinopsis de la novela me resulta imposible sin llenar el post de spoilers, y sería una pena para quien no la haya leído. Muy resumidamente os puedo contar que Mort es un chaval bastante inepto que, en una feria de empleo, se queda el último de los aspirantes y, cuando parece que ya no tendrá ninguna posibilidad de ser contratado por nadie, la Muerte en persona (o en personificación antropomórfica, como queráis) aparece y se lo lleva con ella. Mientras el segador de almas decide tomarse unas vacaciones, Mort debe empezar a sustituirlo, cometiendo el error de alterar el curso natural del universo al matar al asesino y dejar vivir a la princesa. Esto provoca un sinfín de situaciones grotescas que prefiero no desvelar.

Quienes hayan jugado a Mundodisco II: Presuntamente Desaparecido reconocerán en Mort una fuente de inspiración incuestionable, no sólo por el argumento principal, sino por la divertidísima escena del Rito de Preguntente/Cuestiente.

También es importante, sobre todo para futuras novelas (incluso alguna peli) la aparición de Isobel (es así, no?), la hija adoptiva de la Muerte y con la que Mort, como no podía ser de otra manera, no conecta en absoluto al principio. Y claro, como en buena sátira pratchettiana esto sólo puede desembocar en una cosa.

La relación de Pratchett con la Muerte, como todos sabemos, es muy especial. Ha creado un personaje amado y admirado por millones de lectores en todo el mundo, dotando a esta situación de una humanidad que pocos autores (si hay alguno) han conseguido. La Muerte del Mundodisco se mueve en una escala de valores muy extrapolable al propio autor, y aún así, éste es el autor que se ha erigido como cabeza visible de un movimiento de opinión en el Reino Unido en favor de una muerte digna, de la creación de tribunales específicos, y de un montón de cosas más de las que pudimos disfrutar hace no demasiado en su Discurso Dimbleby.

En el momento de su publicación, el lejano 1987, nadie esperaba que la recién nacida saga de la Muerte se convertiría en una de las más representativas de las inquietudes de su autor, y aunque habitualmente esto suele ser negado por cualquier autor, creo que releer las novelas más oscuras del Mundodisco considerando la situación personal del Maestro les da una nueva dimensión.

Mort es, precisamente, una novela que si bien no es explícitamente negra, y en la que encontramos un porcentaje importante de situaciones cómicas, ofrece inconfundibles elementos propios del canon gótico, algo que incluso le valió para ser galardonada con un Children of the Night Award. Pratchett, por cierto, se mostró ligeramente contrariado por esto y aseguró que Mort no es una novela gótica. Esto da para un debate bastante más profundo y teórico sobre qué es la literatura gótica y por qué Mort es/no es un buen ejemplo.

Por lo que significa, por su influencia en novelas anteriores, por ser la primera de una de las subseries más populares y por ser una novela muy divertida, Mort debe estar en todas las estanterías de aficionados a la literatura de Pratchett.

El discurso Dimbleby, un emotivo canto a la vida



When the time comes I'll sit on my lawn, brandy in hand and Thomas Tallis on my iPod. And then I'll shake hands with Death - Sir Terry Pratchett

Sir Terry Pratchett pronunció hace pocas horas el discurso Dimbleby (Dimbleby Lecture), un evento anual en el que una figura importante (ya sea del mundo de la ciencia, la política o la economía, entre otros) pronuncia un discurso en el Real Colegio de Médicos de Londres. La importancia de este evento se puede percibir simplemente echando un vistazo a la lista de oradores que han participado: Richard Dawkings, Bill Clinton o Dominique de Villepin son algunas de las personalidades que han pasado por el púlpito.

En 2010, Terry Pratchett ha sido el elegido, convirtiéndose en el primer escritor en tener este privilegio. Ha sido un discurso precioso, y me comprometo a intentar tenerlo traducido en breve para poder compartirlo con la comunidad hispanohablante de fans de Pratchett. Pero hasta entonces, sí que se puede comentar lo que uno ha oído, y vaticinar que se abre una nueva era en la sociedad occidental: podríamos estar superando la obligatoriedad cristiana de preservar la vida (desde un punto de vista exclusivamente biológico, y siempre con el argumento de que sólo Dios nos la puede quitar). Y es que nuestra concepción convencional de la vida, así como su valor y su significado pueden estar en un momento clave en la historia, pueden estar redefiniéndose, principalmente por esa corriente de pensamiento que está cuestionando cada vez con más energía la escala de valores cristiana y que tiene en la vida y en la concepción uno de sus máximos argumentos frente al racionalismo o el ateísmo. Pero esto es otra historia muy diferente. Sigamos con Pratchett.

En primer lugar, el hecho de que no fueraTerry quien leyera el discurso, sino el actor Tony Robinson, aunque fuera ligeramente predecible, no deja de ser un elemento enternecedor. Es lógica esta decisión, puesto que, debido a su condición, Pratchett se ha visto anteriormente con ciertos problemas para leer en público (hay un vídeo circulando en Internet en el que aparece en una convención leyendo un fragmento de una de sus novelas, y reajustando una y otra vez el flexo que le ilumina. Finalmente admite que es una sombra que su cerebro está creando lo que le impide leer con claridad - aunque teniendo en cuenta de quién estamos hablando no sorprendería que esto fuera una forma de quitarle hierro al asunto).

En cualquier caso, el discurso, aunque no esté pronunciado por él, es inconfundible. El estilo está salpicado por no pocos juegos de palabras y por un sentido del humor que hacen de la tragedia algo aún más dulce si cabe. En ocasiones, su discurso ha sido realmente divertido, otras muchas conmovedor y, lo más difícil, acertado y adecuado. Difícilmente alguien podrá estar en contra de unos argumentos así esgrimidos por una persona que es capaz de expresar con palabras lo que muchos piensan y querrían leer. Y no olvidemos que es el creador de la reificación de la Muerte, y que ha convertido a este hecho en un personaje de ficción querido y admirado por millones de lectores en todo el mundo. Toda una proeza, tratándose de quien se trata. En defintiva, una delicia escucharlo, y fenomenalmente reproducido por Tony Robinson (actor que aparece en Hogfather, por ejemplo).

En Shaking Hands With Death, Pratchett nos habla, claro, de la Muerte (no sabía si escribirlo con mayúsculas o con minúsculas, me decanté por el primero al fin), de cómo vivió experiencias de este tipo con familiares cercanos, y cómo le inspiraron tanto la vida como la muerte de Richard Dimbleby. También dedica unos preciosos párrafos a la enfermedad de Alzheimer's, concretamente de la forma rara que le afecta, conocida en inglés como PCA.

Mientras sigue el discurso intercalando frases lapidarias y en ocasiones sentenciosas, el exquisito escritor desgrana los motivos por los que se posiciona claramente a favor de la eutanasia, eufemísiticamente conocida desde hace no mucho tiempo como muerte asistida. Además de sugerir la creación de tribunales específicos que determinen la idoneidad de mantener a un enfermo terminal con vida, también se ofrece como caso de prueba, mostrando una gran valentía, autoconfianza y determinación. Determinación en su pelea por vivir, pero desde luego no por sobrevivir.

Claramente, Terry Pratchett quiere vivir mucho, cuanto más mejor, pero también pide el derecho a poder escoger sobre cómo, dónde y con quién exhalamos nuestro último suspiro. La polémica está servida, y también un debate subyaciente en el que la religión, la ciencia, la moral y la ética se podrían liar a tortas durante mucho, mucho tiempo.

El discurso:

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