Enmanuel Roudier y la Guerre du Feu
A
Enmanuel Roudier ya lo conocemos por su magnífico trabajo en el cómic
Neandertal, una historia de aventuras, exploración y lucha de clanes, con reminiscencias de las tragedias de Shakespeare. Hace tiempo
escribí un post en este blog, reseñando la
versión en castellano del comic, publicado por la editorial
Norma.
En estos momentos,
Roudier está trabajando en la adaptación al cómic de una de las grandes obras de ficción sobre la Prehistoria,
la novela La Guerre du Feu, escrita por
J.-H. Rosny aîné. Enmanuel ya ha publicado
dos tomos de ese trabajo (
Dans la Nuit des Âges y
Sur les Rives du Grand Fleuve) y está ultimando la edición del
tercero.
En todo caso, se trata de una excelente obra que, una vez terminada, esperemos pueda ser publicada en castellano, como lo fue
Neandertal.
Aprovechando el trabajo de Roudier, me ha parecido interesante volver la vista atrás y hacer un
pequeño recorrido por la obra original y las adaptaciones que la novela ha tenido a lo largo de los años.
En su contexto
La novela original fue escrita, como decía, por J.-H. Rosny
aîné, el mayor de dos hermanos escritores de cuentos, novelas y obras de divulgación científica. Lo hizo en una fecha tan temprana como
1911. Por poner un poco de contexto, recordemos que el
"Viejo Neandertal" de
Chapelle-aux-Saints fue descubierto en
1908; y que entre finales del S. XIX y principios del XX se ponen las bases del estudio del Paleolítico: La fecha de
1902, con E. Cartahilhac admitiendo la autenticidad de las
pinturas de Altamira y por tanto del
arte rupestre en su conjunto, es bastante ilustrativa del ambiente de la época.
La obra y sus adaptaciones
La
Guerre du Feu es una obra novelesca, de tono épico, que al mismo tiempo trata de reflejar los conocimientos y las ideas científicas del momento, sobre la
Prehistoria. La obra trata de una épica búsqueda del fuego, punteada por luchas entres grupos y clanes. El fuego se presenta como un bien indispensable que los protagonistas de la historia saben utilizar y conservar, pero
no encender. Por supuesto, hoy muchas de las cosas que afirma o sugiere en sus páginas han quedado
superadas por el desarrollo de las investigaciones. La falta de control del fuego en la Prehistoria (y sobre todo, el no saber cómo encenderlo) es una de ellas.
Esto es algo que también sucede en las
adaptaciones: aunque intentan actualizar la visión original, no pueden sino estar limitadas por los conocimientos de su propia época, y también por su deseo de ser fieles a la obra original.
La primera adaptación es realmente temprana, una
película cinematográfica de 1914 (1915 según otras fuentes) del parisino
Georges Denola. Es un
corto de unos 20 minutos de cine mudo en blanco y negro.
En los
años cincuenta apareció la primera, y más bien discreta,
adaptación en cómic de la novela. Se trató de una historieta de cómic, casi más bien una serie de tiras dispuestas en páginas completas. Fue obra del autor español (afincado en Francia y Bélgica a lo largo de parte su vida)
Jose Ramón Larraz.
Finalmente, en los
años 80 del siglo XX llegó la adaptación al cine que daría a conocer esta obra en todo el mundo. Me refiero por supuesto a la película de
Jean-Jacques Annaud con el mismo título que la novela. En España se tradujo como
En Busca del Fuego, siendo más fiel al original la traducción hispanoamericana:
La Guerra del Fuego. Los anglosajones la llamaron al estilo español (o al revés):
Quest for fire.
En la película, algunos de los personajes son reminiscentes de los
Neandertales europeos, o incluso de otros homínidos más antiguos, mientras que otros se basan en las ideas de ese momento sobre los
Humanos Anatómicamente Modernos.
La película es un
fantástico espectáculo visual, con una estructura muy sólida y en general una gran obra del séptimo arte. Ganó un Oscar al mejor maquillaje, y es un clásico del cine de la Prehistoria, por derecho propio.
No por ello debemos asumir que, pasados los años, se la pueda considerar una obra de gran realismo o precisión científica. En ese sentido,
hoy en día es recomendable verla más bien como una ficción ambientada en el Paleolítico.