SINOPSIS En la Europa del siglo XIX, un
joven oficial francés del ejército de Napoleón es salvado de la muerte por una
bella mujer que, a continuación, desaparece. El teniente, obsesionado con la
muchacha, sigue sus huellas hasta llegar al remoto y solitario castillo del
Barón Von Leppe (Boris Karloff), un lugar que esconde un terrible misterio.
El
fuerte oleaje, los acantilados y la costa escarpada, densa niebla en el espeso
bosque. Una bruja que habita una mísera covacha. Un castillo venido a menos
donde sufre un achacoso barón (Karloff), puertas levadizas, cripta con las
tumbas, ruidos en la noche. Caballo que huye durante la tormenta. Bella
muchacha poseída que aparece y desaparece. Un amor traicionado. Un pájaro
maléfico. Secretos y rencores.
Roger
Corman de inmediato unido al cine denominado de serie B. Y esta película sería
una de sus obras menores, o sea, sólo para verdaderos fans o gente con una
curiosidad descontrolada. Con un mísero presupuesto, trabajo entre colegas
(partes dirigidas por Coppola o Nicholson), reutilizando decorados de
anteriores rodajes.
Para
mi es una experiencia extraña, es como volver a las lecturas góticas, a las
leyendas, a los bosques encantados, a la vida de pasadizos de los castillos. Un
universo de fantasía. Reconozco mi debilidad por este tipo de cine, aunque en
dosis reducidas y espaciadas en el tiempo. Me devuelve a la juventud, a no
tener en cuenta la calidad, sino al dejarse llevar. Y a pesar del título, nada
de miedo, ni tan siquiera inquietud. Es como un cuento lejano y extraviado.
TÍTULO ORIGINAL The Terror. DIRECTOR Roger Corman. GUIÓN Leo Gordon. MÚSICA Ronald Stein. FOTOGRAFÍA John Nickolaus Jr. REPARTO Boris Karloff, Jack Nicholson, Sandra Knight, Dick Miller, Jonathon Haze. EE UU 1963, 81 min.
Durante esta semana publicaré
dos entradas más dedicadas al género del terror, con una obra mítica y otra
para los más peques de la casa (o para los adultos más asustadizos). Que nadie
salga corriendo, que no es para tanto, con lo miedica que soy yo…