¿Pero dónde leches está? La maldita puerta, la del texto de arriba, la que --estoy de acuerdo con A J-- debería aparecer en algún momento. ¿Dónde c*jones han metido la mía?
Estoy harta de laberintos, de pasadizos, de callejones sin salida. Muy bien, muy divertido, el viaje a Itaca precioso, PRE-CIO-SO. Pero ya está, suficiente, como broma ya ha valido. Ya he aprendido, ya me he transformado, ya he hecho renuncias, ya he aceptado que lo que no puede ser no puede ser. Ahora le toca mover a otro, darme algo, lo que sea. Algo con el suficiente tamaño para que no necesite mi lupa de 16 aumentos para verlo.
No puedo más, de verdad. Estoy rendida, agotada, exhausta. Necesito llegar a puerto y que alguien me abra una puerta por la que entrar a tomarme un descanso. ¿A quién se la tengo que pedir, a la fábrica de Sulley y Mike? ¡Dadme la dirección!
Gritemos fuerte: "Ábrete, sésamo".
ResponderEliminarSi encuentras la forma avisa, jejeje
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