Mostrando entradas con la etiqueta menudo drama. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta menudo drama. Mostrar todas las entradas

viernes, 18 de mayo de 2018

Ohhhhhhh, síiiiiiiiiii, menudo drama: un estado de la cuestión

Actualización mensual de los niveles de drama por centímetro cuadrado. Os voy a poner al día.

Obviando el minúsculo detalle de que no tengo ni repajolera idea de qué hacer con mi vida y que estoy más perdida que un pulpo en un garaje (ambos asuntos menores y sin la más mínima importancia), ahora mismo tengo dos problemas principales:

-Mi báscula me ha lanzado un ataque unilateral e inesperadamente contundente que me tiene cabreada como una mona. Y es que la cabrona de ella aprovechó una época que estuve en la parra sin controlarme para disparar a mi línea de flotación un cargamento de kilos que se me colaron al abordaje y que han decidido quedarse en plan okupa. Pese a mis denonados esfuerzos por echarlos los cabritos siguen aferrados al puente al más puro estilo "Del barco de Chanquete no nos moverán" y, efectivamente, no hay manera de moverlos. He probado a matarlos de hambre quitándoles el avituallamiento de bollos, azúcar, pan y chocolate que tanto les gusta y a matarlos de cansancio con infinitas e interminables sesiones de gimnasio y patinaje, pero oye, como si quieres arroz, Catalina. Y lo peor de todo es que el tiempo apremia porque al revés que en Juego de Tronos "smmer is comming" y minifaldas y bañadores asoman la patita por debajo de la puerta, así que está empezando a cundir el pánico. Yo, en concreto, estoy harta de polizones, de verdad. Haaaaarrrrrta.

-La vida no me cunde pero nada de nada, o sea, a un nivel ya de preocupar. Y para colmo he desarrollado en los últimos tiempos una exagerada adicción a twitter que me colapsa máximamente, así que me queda otra que implementar medidas drásticas. Voy a ponerme un horario de ocio. Así como os lo cuento. En plan: ahora toca leer, ahora toca escribir, ahora toca ver series... a ver si consigo que los días se me alarguen un poco, porque hijos míos, qué horror...

Bueno, que ahora que estoy pensando, igual la mejor opción sería internarme en una clínica de desintoxicación con tarifa plana en la que me hicieran un completo: me desengancharan de la comida basura, de los 280 caracteres y de paso me ordenaran un poco la cabeza, que buena falta me hace.

En fin, que no quería que acabara la semana sin actualizar. Que terminéis bien el viernes y eso.

Se viene finde en 3, 2, 1...


miércoles, 3 de enero de 2018

"OHHH SIIIII, MENUDO DRAMA". EPISODIO PILOTO.

Bueno, colegas, pues ya está aquí 2018, un año nuevecito y reluciente para estrenar. Bienvenido sea.

Si os digo la verdad yo al 2017 lo he mandado a escaparrar con un "a tomar aire fresco" que me ha salido del alma. No porque haya sido especialmente malo, en realidad. Pero tampoco bueno. Ha sido un año meh. Soso. Sin intensidad. Sin emociones fuertes. Sin mucha chicha, vaya. Si la vida no se cuenta por los momentos en los que respiras sino por los que te dejan sin respiración este año lo he vivido tirando a poco. Así que, oye, si se va para dejar espacio a algo mejor pues por mi estupendo, tanta paz lleves como descanso dejas, hijo mío. Así te lo digo.

También es cierto que que 2017 haya sido un poco meh probablemente no es culpa de 2017 sino mía, que he estado a medio gas o yo que sé. No tengo muy claro qué ha pasado, la verdad, pero lo que está fuera de toda duda es que algo habré tenido yo que ver, que para eso estoy a los mandos de la nave. Y de esta revelación esclarecedora que me ha venido en un momento de lucidez mental extrema se desprende mi PROPÓSITO para 2018. 

Sí, sí, propósitO, en singular, que quien mucho abarca poco aprieta y dado mi discreto porcentaje de cumplimiento de propósitos anteriores más me vale concentrar mis escasas fuerzas en un único objetivo. Uno, pero gordo: dejar de ser una víctima. Ahí lo llevas. Con eso no te digo nada y te lo digo toco.

Lo he estado pensando mucho y creo que la razón de fondo por la que mi vida es manifiestamente mejorable es porque soy una drama queen a la que le gusta demasiado que le pasen la manita por el lomo en plan compasión. Me doy mucha pena a mí misma, demasiada. Y esto se tiene que acabar.

Y ahora vosotros os preguntaréis: ¿Por qué nos suelta esta chapa Speedy, si no tenemos nada que ver con sus revelaciones mentales? Y yo os respondo: porque somos un equipo. Se me ha ocurrido un plan y necesito vuestra colaboración. Os cuento.

Tengo tan interiorizado el dramatismo absurdo y el" pobrecita de mi" que me sale automático, como parpadear o los estornudos. No me doy ni cuenta. Por eso mismo necesito tomar conciencia, para señalar el sinsentido de la mayoría de mis actitudes y poder reírme de ellas. Y no hay mejor sitio para reírme de mi misma  que éste mi querido blog.

Así pues declaro oficialmente inaugurado este pantano y una nueva serie de entradas que se llamarán "OHHH SIIIII, MENUDO DRAMA". La idea es ir contando aquí, en plan coña, los megaproblemones que me complican el día a día a ver si así me doy cuenta de lo ridícula que puedo llegar a ser a veces y que más se perdió en Cuba y volvieron cantando. Yo ya me voy a meter mucha caña a mí misma en estos posts, pero será bienvenida vuestra colaboración: a todo el que le apetezca, que se una a la fiesta y le quite hierro a la tontada que sea que os cuente en cada uno de los textos. De hecho, molaría que todos los comentarios de esas entradas empezaran por el nombre de la serie: "OHHH SIIIII, MENUDO DRAMA" y luego lo que queráis añadir. Quedaría muy en plan equipo, ¿no? jajaja

En fin, que espero que vosotros hayáis empezado bien 2018 y que os traiga todo lo mejor. Yo tengo muchas esperanzas en el nuevo.