La supuesta paz que tanto se desea, se canta y se pregona en estas fechas queda desvanecida al mirar el tránsito, acudir a cualquier mercado, supermercado o centro comercial. Es por eso que siempre, al comenzar diciembre, lo que tengo ganas es de adquirir la condición biológica de los osos que hibernan, se desaparecen de su entorno, se aíslan, duermen y luego regresan más flacos y hambrientos. Pero lo que realmente me ocurre es todo lo contrario; tengo que soportar desde noviembre preguntas de gente sobre los supuestos “planes” de algo que no tengo ni la más remota idea de cómo voy a pasar la navidad, aggh. Eso no se vale, digo yo. Déjenme descansar, es lo único que quiero. No quiero saber de platillos, de recetas, de preparaciones complicadas y manos hinchadas por tanto trabajo. Pero no, no descanso, hasta pongo mi nacimiento y trato de estar en sintonía con esa “paz” que nos deseamos todos.
Buscando llenarme de entusiasmo para estas fechas, nada como hacer pan. El olor apacigua mi ansiedad, me relaja, a pasar de los platos sucios y andar comprando los ingredientes. Ni modo, es lo malo de no poseer la capacidad para hibernar y ahorrar recursos. Tonteando en la red, vi un video sobre la elaboración de un pan de pesto y ese video me llevó a otro de espinacas. La virtud que tienen es que son baratos y con una presencia espectacular. No requieren grandes ingredientes. A este sólo es necesario tener antes un buen pesto casero. Mirando este video del pan, vi que hay la opción para hacerlo dulce y rellenarlo de Nutela, pero eso no me entusiasmó.
Es un reto hacer este pan, lo hice dos veces y todavía no domino a la perfección el dobles de las puntas. Tendré que seguir intentando.
Pan de Pesto
¿Qué necesito?
500 gr. de harina blanca
1 cucharada de sal
1 taza de agua o más
4 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharadita de azúcar
27 gr. de levadura fresca o 7 gr. seca
1 ½ tazas de pesto*
¿Cómo hago el pesto?
Se compra albahaca fresca, aproximadamente 300 gr. Se lavan se deshojan, se dejan secar bien y luego se licuan con 2 dientes de ajo grandes, sal al gusto, 1 taza o más de aceite de oliva y se le ponen 3 cucharadas de piñones. Como los piñones están carísimos y yo no tenía le puse nuez de macadamias porque fue lo que mejor encontré para sustituirlos. También lleva queso parmesano, unos 80 gr. aproximadamente. Yo no le puse. Todos los ingredientes se muelen en la licuadora y se obtiene una salsa espesa y aromática que puede guardarse varias semanas en el refrigerador.
¿Cómo hago la masa?
Se mezcla la sal con la harina, luego con esta se hace un pequeño volcán sobre la mesa en el centro se agregan el aceite de oliva, azúcar y la levadura fresca se disuelve en ¼ de agua ligeramente tibia. Definitivamente me quedo con el sabor y los resultados de la levadura fresca. Así como dicen que el cine se ve mejor en el cine, el pan sabe mejor con levadura fresca. Se va amasando poco a poco agregando la taza de agua según se requiera. Debe quedar manejable y suave. Si requiere más agua se añade con precaución de no excederse. Con unas 200 vueltas de amasado quedará una masa tersa y manejable. Se deja reposar cubriéndola con un trapo o papel film, en un lugar lejos de corrientes de aire, hasta que la masa haya subido el doble de volumen.
Después se divide la masa en tres partes iguales y se extienden con un rodillo hasta hacer tres discos del mismo tamaño. Yo utilicé un molde con orilla y eso me estorbó, recomiendo extenderlo sobre papel encerado y luego trasladarlo a una bandeja plana con mucho cuidado. Como se ve en el video recomendado. Lo tienen que ver porque sólo así se perfecciona la manera de doblar este pan: http://www.youtube.com/watch?v=JPfynIBvOLY
Se deja fermentar por segunda vez ya doblada y se mete a horno precalentado unos 20 min. a 180°. Es un poco engañosa la masa, asegurarse que quede bien cocida, a mi la segunda vez me quedó algo cruda. Ah sí, sobre todo cuando te quieres lucir, todo te sale al revés.
Y viendo el video, descubrí otro pan igual llamativo
Sol de espinaca
Como la receta está en alemán le pedí a un amigo que me ayudara en la traducción, pero sinceramente yo no lo hice así. Utilicé la misma masa de la receta anterior y la masa la dividí en dos círculos. Por tal razón queda más grande el pan y alcanza para más gente. Lo curioso de la receta en alemán es que no lleva levadura, sólo con el vino. La probaré así para la próxima vez..
¿Cómo lo hago?
Masa
500g de harina
90g de aceite de oliva (extra virgen)
200ml de vino blanco seco, templado
2 cucharas de sal
Se pone todo en un cuenco y luego se amasa sobre una mesa, con fuerza hasta lograr una pasta manejable y que se deprenda de la superficie. Repartir la masa en dos partes y estirarla formando dos círculos con un diámetro de 30 cm. Poner un círculo en una bandeja que lleva papel de horno, mientras apartas el segundo círculo.
Relleno:
100 gr. de queso parmesano
350 gr. de espinacas
350g de queso ricotta o requesón
1 huevo
2 cucharitas de sal
1 cucharita de pimienta negra
nuez moscada a discreción
Aparte, se ralla 100g de queso parmesano.
Luego triturar 350g de espinaca bien exprimida (yo no la trituré cruda, acitroné la espinaca un poco con cebolla en un sartén y luego la licué)
Mezclar con una espátula la espinaca y el queso. Agregar los ingredientes que faltan. Mezclar bien.
Precalienta el horno en 180°C.
Pon una parte del relleno en el centro del círculo de masa. Distribuye el resto del relleno alrededor del centro. Pon encime el segundo círculo sobre el primero. Aprieta el margen de la masa con un tenedor y corta la masa que sobra. Encasqueta un vaso grande sobre la loma en el centro.
Corta la masa periférica con un cuchillo en 16 partes, como si fueran los rayos de una bicicleta. Gíra los trozos para colocarlos con el relleno hacia arriba.
Después usa un tenedor para pinchar unos pequeños agujeros en la masa de la loma.
Cuécelas por 30 a 40 minutos a 180°C. ¡Va muy bien con una salsa de ajo!
El video es este: http://www.youtube.com/watch?v=O9QO-mw_pCg
Tanto este sol de espinacas como el de pesto requieren mucha paciencia. Es ahí donde encuentro esa paz tan sobada de la que habla la gente. Esta es la paz que yo hallo en el cuidado que se requiere para amasar, dejar fermentar, rellenar, cortar, doblar, dejar reposar. Ese tiempo que trascurre entre estas preparaciones es mío. En el están los pensamientos y las ideas que acuden a mí sobre estas épocas de fin de ciclos, de años, de retos, de pasarse en limpio otra vez; como el calendario que estrenamos cada año.
Les deseo a ustedes que encuentren esa paz de la manera que mejor les plazca. Que tengan una feliz Navidad, que el año nuevo sea benévolo con todos. Y, sobre todo, está presente el deseo que este país no se nos desmorone entre las manos.