tengo fiebre y escribo.
Escribo haciendo rechinar los dientes, fiera ante la belleza de esto,
ante la belleza de esto que desconocían totalmente los antiguos.
Ah, poder expresarme como se expresa un motor!
¡Ser completo como una máquina!
¡Ir por la vida triunfante como un automóvil último modelo!
¡Poder dejarme penetrar al menos físicamente por todo esto,
desgarrarme todo, abrirme completamente, volverme poroso
a todos los perfumes de aceites y calores de carbón
de esta flora estupenda, negra, artificial e insaciable!
¡Oh telas de los escaparates! ¡Oh maniquíes! ¡Oh revistas de modas
¡Oh artículos inútiles que todo el mundo quiere comprar!
¡Hola grandes almacenes con varias secciones!
¡Hola todo lo que hoy se construye, lo que nos hace diferentes de ayer!
Eh, cemento armado, hormigón, nuevos procesos!
¡Avances de los armamentos gloriosamente mortíferos!
¡Blindados, cañones, ametralladoras, submarinos, aeroplanos!
Los amo a todos, a todo, como una fiera.
¡Los amo carnívoramente,
pervertidamente y enroscando la vista
en ustedes, oh cosas grandes, banales, útiles, inútiles,
oh cosas del todo modernas,
oh mis contemporáneas, forma actual y próxima
del sistema inmediato del Universo!
¡Nueva revelación metálica y dinámica de Dios!
¡Oh artículos inútiles que todo el mundo quiere comprar!
¡Hola grandes almacenes con varias secciones!
¡Hola todo lo que hoy se construye, lo que nos hace diferentes de ayer!
Eh, cemento armado, hormigón, nuevos procesos!
¡Avances de los armamentos gloriosamente mortíferos!
¡Blindados, cañones, ametralladoras, submarinos, aeroplanos!
Los amo a todos, a todo, como una fiera.
¡Los amo carnívoramente,
pervertidamente y enroscando la vista
en ustedes, oh cosas grandes, banales, útiles, inútiles,
oh cosas del todo modernas,
oh mis contemporáneas, forma actual y próxima
del sistema inmediato del Universo!
¡Nueva revelación metálica y dinámica de Dios!
¡Oh tranvías, funiculares, metropolitanos,
frótense contra mí hasta el espasmo!
¡Huiji! ¡Huiji! ¡Huiji uh!
¡Dénme carcajadas en plena cara,
oh automóviles atestados de atorrantes y de putas,
oh multitudes cotidianas ni alegres ni tristes de las calles,
anónimo río multicolor donde puedo bañarme como quiera!
¡Ah, qué vidas complejas, cuánto de todo esto por las casas!
¡Ah, conocerles la vida a todos, las dificultades de dinero,
las diferencias domésticas, las depravaciones que ni se sospechan,
los pensamientos que cada uno tiene a solas en su pieza
y los gestos que hace cuando no puede verlo nadie!
las diferencias domésticas, las depravaciones que ni se sospechan,
los pensamientos que cada uno tiene a solas en su pieza
y los gestos que hace cuando no puede verlo nadie!
¡No saber esto es ignorarlo todo, oh rabia,
oh rabia que como una fiebre y un celo y un hambre
me enflaquece el rostro y me agita a veces las manos
en crispaciones absurdas en medio de la turba
en las calles repletas de empujones!
oh rabia que como una fiebre y un celo y un hambre
me enflaquece el rostro y me agita a veces las manos
en crispaciones absurdas en medio de la turba
en las calles repletas de empujones!
de la Oda Triunfal de Alvaro de Campos
Esta entrada la publiqué en octubre del 2006. En aquel entonces, empecé con el linfedema en mi mano derecha, vivía con la esperanza de que el problema mejoraría y desapareciera. Ahora, después de casi cinco años con este padecimiento ya ni siquiera lo pienso, vivo con las limitaciones y sorpresas que esto representa. Es de lo más impredecible; va de regular, mal, estable, grave, a veces sorpresivo, doloroso e incómodo. Aun así trabajo en la casa, en el jardín, cocino y cuando puedo me ejercito, hago literalmente TODO LO QUE ESTÁ EN MIS MANOS, este inconveniente se volvió parte de mí. Mi actitud no conoce la resignación, (despreciable palabra), pero no me quejo, ni me solazo en el dolor, por fortuna hay aparatos maravillosos que, fielmente, ME DAN UNA MANO. Los panes de esta chunche salen buenos, nunca se podrán comparar con uno amasado a mano y con procesos más lentos de fermentación, pero de que son sabrosos, son sabrosos. Cuando no tengo ganas de complicarme mucho la vida, que bienvenidas son las máquinas de este mundo moderno. Este pan me encantó por la vista y después por el contenido. Aunque este no se hornea en la máquina (se forma y hornea por fuera) es una gran ayuda con el amasado. Mini panecillos de habas y queso de cabra
275 ml de agua
3 cucharadas de aceite de oliva
3 cucharaditas de cebollinos contados con tijera ( yo no tenía y entonces le puse pápalo pípisca, que es un quelite aromático más sutil que el pápalo quelite)
½ cucharadita de pimienta negra, más un poco más para espolvorear
1 ½ cucharaditas de sal
475 gr de harina blanca
1 cucharadita de azúcar
1 ¼ cucharadita de levadura seca en polvo
para el acabado
100 gr. de habas tiernas
200 gr de queso de cabra blando, en dados
Leche para pintar
Se ponen todos los ingredientes en orden dentro de la cubeta de la máquina del pan y se elige el programa para amasar. Las habas se cuecen en agua por 8 minutos. Se enjuagan y se secan. Finalizado el programa, volcar la masa sobre una superficie enharinada, esparcir las habas y el queso y mezclar amasando hasta que queden distribuidos en forma uniforme. Cortar la masa en 10 pedazos iguales.
Se engrasan moldes para pan individuales o se pueden hacer bolas de masa y se colocan sobre bandeja o charola si no dispone de éstos. Dejar que suban su tamaño en un lugar cálido.
Pintar con un poco de leche, espolvorear con un poco de pimienta negra. Precalentar el horno a 200° C y hornear durante 20-25 hasta que suban y se doren ligeramente y pasarlos por una rejilla para que se enfrien.
Receta tomada del libro: 200 recetas de pan Joanna Farrow Edit. Blume