Estos revueltos los hago bastante a menudo, siempre con lo que pille por la nevera o el congelador. Tenía de primero una sopita de pollo y necesitaba algo más consistente de segundo. Me fui al congelador y saqué algunas verduritas de la temporada de invierno e improvisé con casi todo lo demás, sobre todo con unos huevitos de codorniz que me regalaron mis queridos vecinos cubanos y que había que utilizar.
Ingredientes:
Huevos (de gallina 4) de codorniz (8)
Una pechuga de pollo
200 gr de habichuelas
2 zanahorias medianas
100 gr. de guisantes
Un calabacín pequeño
1 cebolla mediana
Un trozo de pimiento verde
Aceite de oliva
Sal
Chorizo de untar
Cúrcuma
Albahaca
Preparación:
Ponemos en un caldero un poquito de agua, las habichuelas, las zanahorias, los guisantes y sal, hasta que estén guisados. Por otro lado en una sartén ponemos la pechuga cortada en dados para que se haga. Apartamos e incorporamos la cebolla y el calabacín partidos pequeños y añadimos un poquito de aceite si hace falta. Cuando veamos que ya están en su punto incorporamos un chorizo de untar y dejamos que se deshaga, así vamos incorporando el resto de ingredientes, dejando para el final los huevos que habremos batido bien con un poquito de perejil y sal. Poco a poco vamos añadiéndolos y revolviendo el revuelto (valga la redundancia), hasta que éstos estén completamente hechos.
Al final ponemos la sal y el toque de cúrcuma y como ahora soy adicta a la albahaca, (o sea que se la pongo a todo lo que puedo) pues unas ramitas cortadas bien finitas y listo para servir.
Al final ponemos la sal y el toque de cúrcuma y como ahora soy adicta a la albahaca, (o sea que se la pongo a todo lo que puedo) pues unas ramitas cortadas bien finitas y listo para servir.