lunes, 11 de diciembre de 2006

Triste

Hoy ha sido un día triste.

Mucho.

Se ha muerto Pinochet.Y eso es motivo de tristeza para todos los que consideramos que una dictadura (cualquier dictadura, del signo que sea) es mala por definición.

Y no es una mala noticia porque ese montón de mierda, esa escoria subhumana, ese desgraciado, ese criminal, ese traidor, ese infame deshecho a quien no puedo llamar hijo de puta porque sería un insulto hacia los hijos de puta (y estoy hablando siempre en lenguaje figurado) haya muerto en la lujosa cama de su lujosa mansión, conseguida mediante el robo y el asesinato en masa, rodeado por los suyos, en lugar de pudriéndose en el fondo de una celda de la que hubiesen tirado la llave al fondo del océano pacífico desde lo alto de un avión. Cosa de la que, por cierto, ya se encargaron algunos que luego tienen los santos cojones de ir por la vida dando lecciones de "demócratas" a los demás, mal rayo les parta.

Después de todo, el nuestro también murió en la cama. Y en el poder. No soy quien (no somos quienes) para exigir a otros lo que no fuimos capaces de hacer aquí.

Es una mala noticia, es una noticia triste, porque se ha muerto demasiado pronto.

Porque tendría que haber llegado a los ciento veinte años de vida, reducido a un guiñapo, entubado hasta las gafas, deshaciéndose entre hemorragias internas y heces en melena, viendo como aquellos a los que asesinó recuperan por las urnas las instituciones y el poder que les robó por las armas, rabiando de dolor por dentro y por fuera todos y cada uno de los segundos de una vida que debió ser más larga, mucho más larga, solamente para que sufriera más, mucho más. Ni aunque fuese la centésima parte de lo que hizo sufrir.

Y ni la justicia poética de que haya muerto el día del cumpleaños de la zorra de su mujer puede reparar esa putada del destino.

Sinceramente, espero que la extremaunción que el representante de la Iglesia Católica, Apostólica, Romana y Amiga de los Dictadores le ha administrado haga efecto y, efectivamente, vaya a sentarse a la derecha del Padre.

No quiero encontrarme en con él en los Infiernos.

Y ahora, con su permiso, me voy a pisar las calles nuevamente...

Hace 309 posts...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Con, con él. No "en él".

Por lo demás, tienes más razón que un santo.

Anónimo dijo...

contundente, si señor. sabes que todos opinamos lo mismo que tu aunque no tengamos la verborrea tuya que tan bien ha descrito al situacion.

Urui dijo...

Bueno, murió el día de los Derechos Humanos.

Algo bueno tenía que pasar ese día.

Sota dijo...

Pryrios, tienes razón. Corregido. Gracias.

Nanyu, lo malo es que no todo el mundo piensa como yo. Véase el enlace del texto, por ejemplo. Verborrea? Moi? Diarrea mental, más bien. Te borro las repeticiones, si no te importa.

Urui, pues si es por lo del dia de los Derechos Humanos, podrían haberlo juzgado y condenado como se merecía. Mira, ni siquiera que fuese a la carcel. Con que lo hubiesen embreado y cubierto de plumas me habría bastado...

Anónimo dijo...

Pues a mí me vino a la cabeza una frase del Maestro Pratchett (disculpad las mayúsculas, es que el personaje que la dice habla así):
LA JUSTICIA NO EXISTE. SOLO EXISTO YO.

Sota dijo...

Comtessa, insisto: No existirá la justicia, pero las torturas de la Quisición Ohmniana no le hubiesen venido mal a Pinocho...

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