Mostrando entradas con la etiqueta diez. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta diez. Mostrar todas las entradas

miércoles, 7 de octubre de 2009

Diez (X) (Edición especial Tijeras No!)

Los diez motivos por los cuales es inaceptable un recorte en los fondos destinados por el Presupuesto del Estado en Investigación, Desarrollo e Innovación, son (en mi humilde opinión, que como tal es la correcta y no acepta discursión alguna. Eso sí, la lista está abierta a cambios y se aceptan sugerencias):


1.- Porque este país no puede seguir siendo el país de Unamuno, el del "que inventen ellos".

2.- Porque no podemos seguir viviendo entre el monocultivo del ladrillo y el monocultivo turístico. Aunque sea porque son dos cultivos incompatibles entre sí.

3.- Porque nos estamos dejando todos una pasta en formar magníficos investigadores sólo para que luego se vayan a investigar (y producir riqueza) en el extranjero. O para que se coman los mocos.

4.- Porque el conocimiento es la única materia prima que tiene valor añadido. Y de las pocas de las que quedan reservas en España.

5.- Porque estamos perdiendo dinero a chorro pagando patentes en el extranjero, en lugar de crearlas aquí.

6.- Porque nos perdimos la Primera Revolución Industrial, tocamos la Segunda sólo de rondón y porque el resto de Europa estaba en guerra, llegamos tarde, mal y nunca a la Tecnológica, y no podemos permitirnos el lujo de no estar en primera fila en la próxima.

7.- Porque todavía estamos pagando los años de oscurantismo (también) científico del Franquismo (no me voy a ir más allá, la ciencia española a principios de siglo estaba en una situación más que respetable) como para seguir aumentando la deuda.

8.- Porque la industria española no podrá levantar cabeza mientras en realidad sea industria extranjera radicada en España, y no podrá ser industria española mientras el producto que fabrique sea extranjero (ver punto 5).

9.- Porque la sociedad española es científicamente muy analfabeta, y la única forma de intentar corregirlo es formando científicos e investigadores a cascoporro.

10.- Porque es insufrible vivir en un país que parece sacado de una canción de Los Vegetales.



TIJERAS NO!

jueves, 22 de febrero de 2007

Diez (IX)

Las diez preguntas típicas de entrevista de trabajo más odiadas por cualquier persona de bien y digna de ser llamada por ese nombre, y ante las cuales se le queda cara de estúpido mientras piensa qué contestar que quede bien y cómo contener las ganas de asesinar de una forma cruel, lenta y espantosa a su interlocutor, son (en mi humilde opinión, que como tal es la correcta y no acepta discursión alguna. Eso sí, la lista está abierta a cambios y se aceptan sugerencias):

1.- "Cómo te definirías a ti mismo?": Oiga, caballero/señorita... acaso me ve cara de diccionario? Las definiciones, en los diccionarios! Además, no le enseñaron a usted en el colegio que, por definición (valga la rebuznancia), lo definido no puede estar incluido en la definición?

2.- "Dime tus principales puntos fuertes y tus principales puntos débiles": Pero a ver, alma de cántaro... para preguntar eso, por qué no te vas directamente a los clásicos y me dices aquello tan bonito de "dime que me quieres. Mienteme, Johnny, pero dime que me quieres"? Total, el resultado va a ser el mismo, ahorraremos tiempo y queda mucho mejor...

3.- "Te he hecho esperar mucho?": Hombre, pues teniendo en cuenta que me habías citado aquí hace dos horas... . Capullo.

4.- "Dónde te ves dentro de diez años?": Acaso tengo cara de Aramís Fuster? Yo echo maldiciones, no leo el futuro! Y te estás ganando una!

5.- "Estás casado, tienes novia...?": Salvo que sea una proposición deshonesta... y a ti qué coños te importa?

6.- "Cual sería tu trabajo ideal?": Pues uno en que se trabajara poco y se cobrase mucho, claro. En serio me estás preguntando esto? Si estoy postulando a este puesto de trabajo, es porque me interesa este puesto de trabajo, y ofertas para trabajar de rentista diletante en la Vanguardia salen pocas!

7.- "Tienes carnet de conducir?": Sí. Lo pone en mi currículum. Arriba del todo. Os los miráis antes de empezar a hacer entrevistas, o los pedís sólo por joder y concertáis las citas a boleo?

8.- "Conoces la empresa?": Teniendo en cuenta que el anuncio lo puso una consultoría, sin indicar cual era la empresa demandante, que estoy haciendo la entrevista en la consultoría y que no me has dicho de que empresa se trata... Ver pregunta cuatro.

9.- "Cuales son tus pretensiones económicas?": Salir de mileurista. Aparte de eso... cuánto pagan?

10.- "Tienes alguna otra pregunta?": Sin comentarios...

Hace 309 posts...

viernes, 17 de marzo de 2006

Diez (VIII)

Los diez alimentos cuyo sabor sin duda es pecado, y que deberían ser degustados, apreciados e idolatrados por cualquier persona de bien y digna de ser llamada por ese nombre, y que no tenga el paladar de cemento, son (en mi humilde opinión, que como tal es la correcta y no acepta discursión alguna. Eso sí, la lista está abierta a cambios y se aceptan sugerencias):

1.- El chocolate Santocildes. El negro, para hacer, sin leche, almendras ni mariconadas por el estilo. En la imagen, el segundo por arriba de la columna de la izquierda. Theobroma en el pleno sentido de la palabra.

2.- El ron de Arehucas. Señores, cuando pido "ron" quiero decir "ron", no "aguarrás". No me sirvan Bacardí blanco, por los clavos de Cristo!

3.- Las catanias. Almendra. Garrapiñado. Chocolate negro. Chocolate blanco. Cacao en polvo. (/me babea)

4.- El granizado de café (también conocido como cafécafécafécafécafé!!!!) de El tio ché, probablemente la mejor horchatería de Barcelona y, sin duda, el mejor granizado de café del mundo (y encima queda en el camino entre la playa y el metro, lo cual en verano es muuuuuy peligroso...)

5.- El helado de ron con pasas de Mercadona, uno de los poquitos con una carga de ron apreciable. Por qué ya no se venden cornetes de ron con pasas en las tiendas? El de Frigo estava de vicio...

6.- La androlla, también conocida como "botillo" (nombre, como se puede apreciar, totalmente absurdo e inapropiado). Ideal para cuando hace frio, ahí, cocida con su col y sus patatas...

7.- El allioli. Y he dicho allioli, no "mayonesa con ajo". All-i-oli. Ajo, aceite, mano de almirez, tiempo y paciencia. Como mucho, les acepto un poquito de sal.

8.- El vino turbio bien frio. Abstenerse cualquiera que tenga que hacer algo después de beberlo, es peligroso.

9.- El mojo picón. El rojo de toda la vida de dios. Las papas arrugás son optativas, siempre se puede comer a cucharadas.

10.- La tabla de embutidos conformada por jamón de Guijuelo, chorizo de León (picante, en su defecto se acepta el de Salamanca, pero mejor el de León) y cecina (de dónde sea, pero que esté bien seca).

lunes, 27 de febrero de 2006

Diez (VI) (Edición especial Carnaval)

Los diez disfraces de Carnaval que pasarán este año a la historia y que recordará cualquier persona de bien y digna de ser llamada por ese nombre son (en mi humilde opinión, que como tal es la correcta y no acepta discursión alguna. Eso sí, la lista está abierta a cambios y se aceptan sugerencias) son:

1.- El (convincente) disfraz de Rain Man de don Mariano Rajoy Brey, presidente tercero del PP y lider de la oposición al Gobierno de la Nación (con mayúsculas, para que nadie se cabree, y si alguien se cabrea es su puto problema), durante la entrevista que le realizó Mònica Terribes en el programa "La Nit al Dia" de la televisión Catalana, todo balbuceos y nada de coherencia. Las malas lenguas dicen que, después de eso, Acebes ha pedido su destitución. Las lenguas peores afirman que Zaplana lo que ha exigido es que parezca un accidente.


2.- El (deslumbrante) disfraz de diario de niñata pija, tonta y con el gusto en el culo y el culo de vacaciones (y perdonen la reiteración) de la ministra de Cultura, doña Carmen Calvo, durante la gala de entrega de los premios Goya (adelantando el Carnaval!)


3.- El (patético) disfraz de caperucita azul (no podría ser de otro color) del (patético) César Vidal durante la rua de Carnaval madrileña.


4.- Los (espectaculares) trajes de las reinas del Carnaval de esos sitios donde son gente civilizada que aún le da a esta fiesta el valor que merece.



5.- El (siempre socorrido) disfraz de vampiro chupasangres, que tantas tarde-noches de diversión carnavalera nos ha dado.


6.- Los (hermosamente breves) trajes de las garotas del Carnaval de Rio. Recordemos que "Carnaval" viene de "carne"...


7.- La (eterna) máscara de Anónimo Veneziano (y sí, pueden considerar esto un egopost, si quieren).


8.- El (curradísimo) disfraz de curas de esta entrañable pareja gai toledana de avanzada edad. Discutible el gusto a la hora de poner una foto del Papa como motivo en la carroza, pero... (cómo? Que no eran una pareja gai? Que son dos arzobispos? Y se dan el pico de esa manera? Ay, madre, que cambios está dando la iglesia... Si ej que ya nada es lo que era.)


9.- El (GENIAL!) disfraz de Estrelladoradadammman visto en los Carnavales de Santako. Desgraciadamente, no dispongo de fotografías, así que se tendrán que conformar con este triste imitador.


10.- El (pobre) disfraz de demócratas de toda la vida escogido por las gentes del PP para su rua en el Carnaval madrileño. Posición honorífica que se han ganado por el esfuerzo puesto por sus mamás en la confección del traje, que aunque se le vean las costuras por todas partes, el curro bien se lo merece. (y de qué se rie este gilipollas? No era por las víctimas? Eso es serio...)

miércoles, 8 de junio de 2005

Diez (edición especial primer aniversario)

Se que les había dicho que seguiría con el post de respuesta al troll de sacristía (mi primer troll chispas! Snif!), pero es que, tal día como hoy, este, su blog, cumple un añito, así que, con su permiso, y para celebrarlo:

Los diez nombres que podría haber tenido este blog, de haber sido creado cinco minutos antes, cinco minutos después o en un universo paralelo (en mi humilde opinión, que como tal es la correcta y no acepta discusión alguna. Eso sí, la lista está abierta a cambios y se aceptan sugerencias) son:

1.- Mayores con reparos: Con un fondo con las imágenes de Betty Page y Joe D'Alessandro, o P'Gell y Tom de Finlandia.

2.- La collada del Borgo: Con lobos aullando a la luna, carruajes a punto de despeñarse por un barranco, zíngaros y un castillo siniestro y ominoso de fondo… Ah, sí, es una referencia a Drácula, claro.

3.- Carne, huesos y yo: Donde, en lugar de ser recibidos por el Embajador de la República, lo serían por el enterrador de la comarca. Referencia a una de las canciones más raras (y más bonitas) de Alaska y Dinarama.

4.- Siete fobias para siete enanos: Ridículo y surrealista, qué más quieren?.

5.- Cosas que la Humanidad no debería conocer: Sí, bueno, alguien no se había dado cuenta aún que me gusta la ciencia ficción?

6.- Viva el Mal! Viva el Capital!: Por motivos obvios, y con un fondo evidente.

7.- Tekeli-lí! Tekeli-lí!: Recordar a Lovecraft nunca está de más (posible variante: Tras las montañas de la Cordura).

8.- Por qué tanto odio?: No creo que Edika haya sido nunca consciente de la joya que acuñó cuando escribió por primera vez esa frase…

9.- Jódete y baila: De un tiempo a esta parte, es una de las expresiones que más uso… (posible variante: Nos ha jodido Mayo con sus flores).

10.- Cosicosas: Broma familiar privada. Quizá peque de demasiado neutro.

lunes, 30 de mayo de 2005

Diez (IV)

Las diez películas de terror a reivindicar en cualquier circunstancia por cualquier persona con un mínimo de coherencia, buen gusto y ganas de que no despertarse cualquier dia de estos con una cabeza de caballo cortada entre las sábanas (en mi humilde opinión, que como tal es la correcta y no acepta discursión alguna. Eso sí, la lista está abierta a cambios y se aceptan sugerencias) son:

1.- En compañía de lobos (The company of wolves, Neil Jordan, 1984). Por perversa. Por ser el cuento de caperucita de verdad. Por la mejor transformación en hombre lobo de la historia del cine. Porque sale Ángela Lansbury. Por la escena de la muerte de Ángela Lansbury. Por las cejas unidas en forma de V.

2.- Jóvenes Ocultos (The lost boys, Joel Schumaker, 1987). Porque son vampiros que se comportan como se comportarian los vampiros. Por la canción de the Sisters of Mercy. Por el bol de arroz que se convierte en gusanos. Por el amigote gilipollas. Por el abuelo que lo sabía todo. Porque a mi me gusta, qué pasa.

3.- Pesadilla en Elm Street (A nightmare on Elm Street, Wes Craven, 1984). Por el mejor villano carismático de la historia de las stab movies. Por un guión sólido y coherente. Por los efectos especiales. Porque da mal rollo. Por freudiana. Porque es la única saga de la época que dio lugar a secuelas que no incitaban al llanto y el crujir de dientes. Por la cancioncita de los niños, que se clava en el cerebro y no quiere salir.

4.- La noche de Walpurgis (León Klimowsky, 1971). Por cutre, y sin embargo, bonita. Por la cruz de Mayenza. Por las vampiresas en deshabillé rodadas en noche americana con ralentí. Por el castillo. Por los nombres imposibles de director, actores y personajes. Porque la ví con trece años, en casa de mis abuelos, una noche de luna llena con un viento que se te llevaba y fiebre, y esas cosas marcan.

5.- La máscara de la Muerte Roja (The masque of the Red Death, Roger Corman, 1964). Por estar basada en el mejor cuento de Poe, parecerse a él como un huevo a una castaña y sin embargo serle totalmente fiel. Por un Vincent Price tocado de la mano de dios (o del diablo). Por la muerte leyendo el tarot. Porque sale Hop Frog. Por el diseño del palacio del Príncipe Próspero. Por el disfraz de la Muerte Roja. Porque demuestra que no hace falta gastarse tropocientos mil millones de dólares en decorados hechos por ordenador, sólo unos focos de colores debidamente dispuestos. Por la Santa Compaña de muertes de colores.

6.- La novia de Frankenstein (Bride of Frankenstein, James Whale, 1935). Por el peinado y la forma de gritar de Elsa Lanchester. Por los dos enterradores. Por los homúnculos del doctor Pretorius. Por los comentarios fuera de tono de la campesina vieja. Por el glorioso blanco y negro. Porque el Frankenstein de Kenneth Branagh hubiese hecho buena cualquier cosa en comparación. Porque es sencillamente perfecta.

7.- La noche de los muertos vivientes (Night of the living dead, George A. Romero, 1968). Por la doble lectura. Por la doble lectura de la doble lectura. Por la niña zombie. Porque apenas si sale sangre, y maldita la falta que le hace. Por el final seco, cruel y desesperanzador. Porque gracias a ella sabemos cómo tratar con los zombies. Por el primer ataque de un zombie en el cementerio. Porque no hay motivo, y si lo hay no importa. Porque muere hasta el apuntador. Porque las pelis de zombies siempre dejan muy mal cuerpo. Porque es creible, y eso deja peor cuerpo todavía.

8.- Los Pájaros (The Birds, Alfred Hitchcock, 1963). Por irreal. Por surreal. Por hiperreal. Porque al final no hay ningún virus mutante ni ningún científico loco detrás. Por el ataque sobre la cabina de teléfonos. Por el cadáver al que se le han comido los ojos. Por las escenas en silencio absoluto, y las escenas con los trinos. Porque después de verlas, una bandada de palomas puede hacerte estremecer.

9.- Remando al viento (Gonzalo Suarez, 1988). Porque cuadra perfectamente con La fuerza de su mirada de Tim Powers. Por la caracterización de la Critura. Por los paisajes. Por Venezia. Por la jirafa en el palazzo. Por la forma en que Byron trata al Patriarca de Venezia. Por Bibí Andersen. Porque no es bueno dejar al perro fuera de casa cuando llueve.

10.- Angustia (Bigas Luna, 1987). Porque da lo que promete el título. Por Zelda Rubinstein. Por la película dentro de la película dentro de la película. Porque los ojos dan muy mal rollo. Por las espirales. Porque fue injustamente maltratada y olvidada.

lunes, 29 de noviembre de 2004

Diez (III)

Los diez cómics que deberían formar parte nuclear de la biblioteca de cualquier persona que merezca ser considerada como tal (en mi humilde opinión, que como tal es la correcta y no acepta discursión alguna. Eso sí, la lista está abierta a cambios y se aceptan sugerencias) son:

1.- V de Vendetta (Alan Moore/David Lloyd). Por ser un puñetazo al plexo solar. Por ser gráficamente impecable. Por atreverse a hacer un héroe de alguien a quien muchos sólo considerarían un terrorista. Porque la verdad viene de las setas alucinógenas. Por subversiva. Por el Vicioso Cabaret. Por los juegos de palabras. Por Evey. Por Guy Fawkes. Porque nunca se sabe quién es V, y porque todos somos V.

2.- Maus (Art Spiegelman). Por los ratones. Porque si no fuera porque son ratones, la historia se haría insoportable de leer. Por la memoria. Por la autocrítica. Porque debería ser de lectura obligada en las escuelas

3-. Blacksad, un lugar en las tinieblas/Blacksad, Artic-Nation (Juan Díaz Canales/Juanjo Guarnido). Porque es novela negra en estado puro. Porque los personajes consiguen ser humanos sin dejar de ser animales. Porque el dibujo es, sencillamente, perfecto. Porque el guión encaja como un mecanismo de relojería. Porque es un gato, y a mi me gustan los gatos.

4.- Watchmen (Alan Moore/Dave Gibbons). Por cruel. Por profética. Por ser la última vuelta de tuerca al género de superhéroes. Por el síndrome de estocolmo de la Silk Spectre original. Por la chapa del Comediante manchada de sangre. Por la frase promocional de Rorschach. Por los relatos del Navío Negro. Por la botella de Nostalgia. Porque una cabeza de perro partida tiene la misma forma que una bonita mariposa.

5.- El Condón Asesino (Ralf Köning). Porque el autor se rie de todo y de todos, empezando por sí mismo. Porque logró arrancarme carcajadas la primera vez que lo leí, y logra arrancarmelas cada vez que lo releo. Por gore. Porque Luigi Mackarroni es el perfecto estereotipo de "poli duro". Por el montaje de telefilm llevado al cómic. Porque tiene una secuela que no le desmerece. Porque con él descubrí a Köning.

6.- Abrázame [Hellblazer nº27] (Neil Gaiman/Dave McKean). Por melancólica. Porque logra que la temperatura de la habitación donde se esté leyendo baje varios grados de golpe. Por la pareja de lesbianas. Por el exorcismo más triste de la historia. Porque la imagen del fantasma pidiendo un abrazo se te clava en las retinas. Por el título.

7.- 999 (José Beroy). Porque funciona tanto como historia en capítulos como como volumen. Por el diseño de la Catedral de los Sueños. Por la enfermedad venérea provocada por los fanáticos religiosos. Porque las cinco páginas del Apocalipsis según Juan no tienen precio.

8.- Corto Maltese, toda la saga (Hugo Pratt). Por Rasputín. Por Venecia. Por Boca Dorada. Por los paisajes. Por el rabino de Granada. Por los protagonistas. Por los secundarios. Por la minuciosidad del detalle en dibujos que son poco más que bocetos. Por la mirada de las mujeres. Por las gaviotas. Por el mar.

9.- El sueño de un millar de gatos [Sandman nº18] (Neil Gaiman/Kelley Jones). Por los gatos. Por el viaje iniciático del protagonista a través de su sueño. Porque plantea la Revolución desde los sueños. Porque mientras uno de nosotros crea, hay esperanza. Porque el trabajo del dibujante es cuasi fotográfico. Porque es un cuento de hadas de los que ya no se hacen.

10.- American Gothic [Swamp Thing nº35-50] (Alan Moore/Stephen Bissette/John Totleben). Por darle sangre nueva a los viejos (o no tanto) mitos del terror. Porque episodios como el de la mujer-lobo maltratada, el de la casa encantada o el del zombie radioactivo funcionan perfectamente fuera de la saga como historias propias. Por lograr introducir de rondón una macrosaga externa (la muy estimable también Crisis en Tierras infinitas de Marv Wolfman y George Perez) sin que la historia principal se resienta (más aún, sale reforzada). Por el maravilloso final, donde llega el Apocalipsis, y este resulta ser menos temible de lo que parecía. Por la armadura de Eitrigan. Porque aún no sabemos donde está el mal. Porque me ha hecho elegir esta saga por encima de la Saga de Arcane (S.T. nº29-31 y Annual 2, mismos autores) o la Lección de Anatomía (S.T. nº21, mismos autores).

martes, 5 de octubre de 2004

Diez (II)

Las diez diez novelas de lectura imprescindible para cualquier persona que merezca ser considerada como tal (en mi humilde opinión, que como tal es la correcta y no acepta discursión alguna. Eso sí, la lista está abierta a cambios y se aceptan sugerencias) son:

1.- La casa de los cocodrilos (Das Haus der Krokodile), de Helmut Ballot. Una delicia de novela infantil, con niñas muertas, misterios, relojes de péndulo que guardan secretos, grandes caserones sombrios, misterios familiares, partituras de Chopin, psicópatas infantiles, maniquies de modistilla y cocodrilos discados con los ojos de cristal. No he encontrado información en internete acerca de ninguna edición en castellano. La mia es de Editorial Miñón (Valladolid), del 77. Una rareza que me compraron con cinco o seis años, y que es probablemente el libro al que más cariño tengo en el mundo.

2.- Carrie, de Stephen King. Adolescentes telekinéticas, fanáticas religiosas, sangre de cerdo, el baile de fin de curso convertido en una carnicería, niñatas estúpidas, la parábola sobre la adolescencia y el despertar de la vida sexual, una atmósfera depresiva y malsana que planea sobre toda la novela, y una adaptación al cine absolutamente fantástica. Lo mejor de Stephen King.

3.- Scaramouche, de Rafael Sabatini. Capa y espada. La Revolución Francesa y la gestación de El Terror. Amores y odios de los de antes. El Peligroso Don de la Elocuencia. Cómicos de la Legua. Duelos tras de la Catedral a las seis. Qué más puede querer alguien?

4.- Las edades de Lulú, de Almudena Grandes. Erótica. Pansexual. Bien escrita. Yo de mayor quiero ser como Lulú. Y escribir como Almudena Grandes.

5.- Frankenstein (Frankenstein or, The Modern Prometheus), de Mary Wollstonecraft Shelley. Científicos enloquecidos que van donde la humanidad no debería ir nunca, quimeras redividas mediante electricidad, los horrores a los que nos tenía que llevar la ciencia mal aplicada vistos casi dos siglos antes y frases que justificarían una novela que valiese una cuarta parte de lo que vale esta.

6.- Juliano el apóstata (Julian), de Gore Vidal. Novela histórica de la de verdad, bien documentada, bien escrita y ambientada en un momento histórico realemente interesante. La decadencia del Imperio Romano, comido desde dentro por una jerarquía eclesiástica en alza. Las luchas entre arrianos y atanasianos. El intento, por parte de un emperador que no quería serlo, de recuperar el esplendor imperial y los antiguos cultos. Un señor tocho que se lee de una sentada y te deja con ganas de más.

7.- En costas extrañas (On Stranger Tides), de Tim Powers. Piratas del caribe. Vudú. Antihéroes. Damiselas desprotegidas. Fuego Lento. Zombies. Tesoros. Barbanegra. Grandes barcos mercantes. La rehostia en verso, oigan.

8.- La filosofía en el tocador (La Philosophie dans le boudoir), de Donatien Alphonse François, marqués de Sade. Un tratado de filosofía en toda regla, con algunos polvos sexualmente polimórficos para hacer más amena la lectura. Hace pensar, que es algo que ya quisieran muchos.

9.- Sin noticias de Gurb, de Eduardo Mendoza. Un extraterrestre llega a la tierra y se dedica a buscar a Gurb. Surrealista y descacharrante. Una novela maldita para mí, la he comprado ya dos veces y dos veces me ha desaparecido el libro.

10.- El testamento de un excéntrico (Le Testament d’un excentrique), de Jules Verne. Un viaje a lo largo y lo ancho de unos Estados Unidos convertidos para la ocasión en tablero de la Oca para hacerse con la fortuna de un millonario chalao y sin herederos. Todos los tipos sociales (literarios o reales) de la época perfectamente perfilados: La feminista, el aventurero excéntrico, el que aún no se ha dado cuenta de que la época colonial ha terminado, el calzonazos, el niño de papá con buen corazón... Como los autos locos, pero tomado en serio.

jueves, 2 de septiembre de 2004

Diez

Las diez escenas más eróticas de la historia del cine (en mi humilde opinión, que como tal es la correcta y no acepta discursión alguna. Eso sí, la lista está abierta a cambios y se aceptan sugerencias) son:

1.- Rita Hayworth quitándose los guantes al ritmo del Put the blame on mame. (Gilda, 1946, Charles Vidor)

2.- Salma Hayeck bailando con la serpiente en el escenario de La Teta Enroscada y dándole de beber a Tarantino con el pie. (From dusk till dawn, 1996, Robert Rodriguez)

3.- Michelle Pfeiffer embutida en látex y diciendo Mew! un segundo antes de que todo explote detrás suyo. (Batman Returns, 1992, Tim Burton)

4.- El polvo a tres entre Daktari Lorenz, Susa Kohlstedt y un cadaver en avanzado estado de descomposición. (Nekromantik, 1987, Jörg Buttgereit)

5.- Ingrid Thulin haciendo su número de cabaret berlinés con estatuas vivientes. (Salon Kitty, 1976, Tinto Brass)

6.- La danza de Ygraine. (Excalibur, 1981, John Boorman)

7.- El polvo entre Penélope Cruz y Javier Bardem bajo el toro de Osborne en mitad de una tormenta. (Jamón, Jamón, 1992, Bigas Luna)

8.-Marilyn Monroe meneando el culo a lo largo de un andén de tren y asustándose con una salida de vapor súbita. (Some like it hot, 1959, Billy Wilder)

9.- Sigourney Weaver jugando a baloncesto después de ser clonada. (Alien: Resurrection, 1997, Jean-Pierre Jeunet)

10.- Lauren Bacall diciendo aquello de si me necesitas, silba. Sabes como se hace, no? Simplemente has de juntar los labios y soplar (sí, me ponen las mujeres con carácter, qué pasa?). (To have and have not, 1944, Howard Hawks)

(Gracias al Internet Movie Database por ayudarme con los años y los directores, que si no mi cabeza no da pa' tanto...)
Powered By Blogger