http://www.flickr.com/photos/anomalous/115681037/
Es Nicolás un muchacho pequeño y menudo, algo famélico a sus 17 años. A pesar de eso no parece débil ni desvalido, su porte es atlético y fibroso, y eso que nunca practicó ningún deporte, posiblemente herencia de su bisabuelo materno, hombre de campo y agricultor. Camina Nicolás arrastrando un poco los pies pero erguido y orgulloso, siempre con la cabeza en alto,llenando bien el pecho, como bebiéndose el mundo, nunca en actitud engreída , pero tampoco humillando la mirada ante la magnitud de la vida que se le presenta enfrente. Su pelo claro, pero no rubio, corto, pero abundante y encrespado, termina en un flequillo rebelde sobre su frente. Enmarcando sus enormes ojos azul eléctrico se arquean dos pobladas cejas que acentuan la profundidad de su mirada. En el centro de su imberbe rostro de adolescente reina una poderosa y tallada nariz que le da a su perfil un aroma neo-romántico que hace suspirar a las niñas desde su más tierna infancia. Nicolás tiene una presencia poderosa y magnética. Su conversación hipnotizaba por esa cadencia en la voz que sugiere un aire místico , ya por las pocas veces que habla, ya por lo cuidado y pulcro de su lenguaje.Sus palabras siempre escasas, están inusualmente preñadas de significado para un chaval de su edad.En las contadas ocasiones que encuentra una razón para enfrascarse con vehemencia en una discusión, desarma con una contundencia limpia y sin acritud a su adversario con una argumentación tan bien presentada , que ennoblece las diferencias , y las elevaba hasta un punto en que no cabe más posibilidad que rendirse a la evidencia. Esas son sus armas secretas, la palabras, las dulces y siempre amigas palabras, las que le adornan las sienes mientras duerme, y le van susurrando en su cerebro todas las historias del mundo , repetidas por los siglos de los siglos en el Adn de sus neuronas humanas. Las leales , honestas y siempre fieles palabras, que luego él lanza al aire como flechas de letras, como un guerrero defendiéndose de lo vulgar, lo tópico y lo globalizador.
Nicolás vive obsesionado con crear, con diferenciarse, con trascender , aunque su aspecto tímido y reservado dice lo contrario, el rumia en lo más profundo de su ser un ensordecedor runrún creador que le taladraba la razón, hasta darle a su existencia un punto delirante .
Nicolás vive obsesionado con crear, con diferenciarse, con trascender , aunque su aspecto tímido y reservado dice lo contrario, el rumia en lo más profundo de su ser un ensordecedor runrún creador que le taladraba la razón, hasta darle a su existencia un punto delirante .