Mostrando entradas con la etiqueta Divertimento sobre foto. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Divertimento sobre foto. Mostrar todas las entradas

viernes, 25 de noviembre de 2011

LA CASA Y EL ÁRBOL

Bloody tree by WizzO the Green Cat/ Xavi Serrat
Atardece . El rojo se derrama sobre los campos y le da a la casa y a el árbol un rutilante color encarnado. Manuel se ha parado un instante en un escollo del camino .En un gesto lento saca un pulcro pañuelo del bolsillo de su adusto traje negro y se seca las nimias gotas de sudor que surcan su frente. Allí quieto , se alegra de sentir ese súbito silencio cayendo sobre sus hombros como un velo.Todo está quieto,en calma,ni una mínima brisa, congelado el paisaje como en una fotografía, solo alterado por el runrún de las cigalas , los grillos y el zumbido de algún insecto cruzando raudo por su oído.Presencia la escena desde lejos, el caserón de su infancia y el árbol, guardián de secretos, mentiras, amoríos y refriegas fraternales repletas de los celos y las competencias por los primeros besos imberbes de la adolescencia .

Aquel maravilloso árbol, observador y testigo, erguido contra los elementos, hermoso por su entereza, sólido, vigoroso, inmenso protagonista de la vida de los endebles humanos que correteaban entre sus raíces.Su tronco rugoso , áspero y grosero,fué durante décadas apoyo de los recreos de los niños,de sus escondites, de los numerosos corazones labrados en su madera. El mismo árbol protector y refugio, que atrapaba la brisa fresca del verano y la convertía en la sombra apacible que te acunaba en la siesta.

Manuel retoma sus pasos, lentos y cortos, pasos de octogenario, y con cada golpe de gravilla en la suela de sus zapatos se arremolinan en su cabeza los recuerdos de su dulce infancia. Recuerda a su madre peinándolo para ir al colegio, a su padre sujetándole por los hombros mientras le habla del abuelo, a su hermano Luis antes de marcharse a la guerra, sonriendo mientras mordisqueaba una ramita de olivo, con aquella sonrisa de medio lado tan suya, recuerda sobre todo a Rosa, frágil y pequeña, mirándolo con sus hermosos y enormes ojos negros, desproporcionados en aquella carita tan pequeña. Rosa, su recuerdo más mimado, más profundo e intenso, lo guarda en la cajita de su corazón cansado, y lo tantea con sus arrugados y torcidos dedos de abuelo como quien acaricia una talismán, buscando el sortilegio , el encantamiento que le devuelva su presencia, su cálido cuerpo, su pelo, sus manos, su risa como el agua, todos aquellos primeros besos que se dieron con el permiso del árbol, y los últimos que les negaron en aquella fría y aséptica habitación de hospital.

Ya llegó Manuel al pie de la casa y el árbol, se sienta en el banco de piedra que aún sigue allí indemne al tiempo, y observa sin prisa todo lo lejos que le permite la presbicia alojada en el azul de sus ojos. Y ahí se queda, respirando despacio, al abrigo de ese ronroneo cálido de su memoria.

lunes, 15 de marzo de 2010

Amnesia en el parque

Running out of time by stoneth
www.flickr.com/photos/stoneth/148080523/in/photostream/page2

El síndrome de Korsakoff ( síndrome amnésico-confabulación) es una enfermedad mental producida por ausencia de tiamina (vitamina B1), causada frecuentemente por el alcoholismo y la desnutrición.Cursa con amnesia anterógrada, donde los nuevos acontecimientos no se guardan en la memoria a largo plazo.



No recuerda en que momento empezó a beber. Siempre había bebido. Desde adolescente , en las fiestas, en los encuentros en el parque con los amigos, en la universidad, las noches de sábado sin fin... Era algo divertido y habitual. La cosa se convirtió en algo realmente frecuente cuando lo dejó Beatriz. Entonces hizo lo que vulgarmente se conoce como" ahogar las penas en alcohol". Bebía al principio para olvidar , luego para soportar el dolor agudo de su pecho, luego por costumbre , hasta que al fin olvidó porqué bebía , quién era, de dónde venía y a dónde iba, y sobre todo consiguió olvidar el motivo de su miseria y su amargura. En esa época dejó de comer, punzantes dolores gástricos le impedían probar bocado y dejó de asearse y de ir al trabajo.Un día llegó a tal estado de embriaguez que alguien lo recogió, de madrugada, tirado en un portal, a punto de la hipotermia y en coma etílico.Lo ingresaron varios días en un hospital, nadie vino a verlo, la relación con su familia había sido siempre casi inexistente desde que su madre murió. Luego le dieron el alta y volvió a la calle, malvivió durmiendo en contenedores, comiendo sobras de los supermercados, y pidiendo monedas para comprar algún tetrabrick de vino barato con que volver a emborracharse..una vez más.
Un día agredió a un peatón que le pisó los cartones donde dormía y acabó en la comisaría.Al fin le vio una asistenta social que intentó averiguar quien era y si tenía a alguien que cuidara de él, pero ya lo había perdido y olvidado todo, y no hubo más que hacer que ingresarlo de nuevo, esta vez en el psiquiátrico de Saint Germain. Allí le restringieron de la libertad por un tiempo pero por lo menos se dio el baño que no se había dado en meses y tenía una cama caliente donde dormir. Para su desgracia duró solo un par de semanas, cuando la unidad de agudos consideró que podía reinsertarse a la sociedad, que simplemente tenía el Sd. de Korsakoff, una incapacidad para retener los acontecimientos recientes. Por eso siempre olvidaba donde había dormido la noche anterior, quienes eran los compañeros que lo ayudaron la tarde siguiente o porque se encontraba en una u otra calle tras vagar desconcertado horas enteras por la ciudad...
Así una mañana de marzo acabó con sus huesos en un parque, era pequeño pero acogedor,tenía una fuente en medio de la que podía beber agua, y unos arbustos bajos donde protegerse durante la noche. Decidió adoptar como campamento base un banco cara al sol donde pasar el día, y se aseguró que hubiera una tienda de alimentación de chinos no demasiado lejos para comprar vino .Allí se quedó durante meses.
El primer día que la vio llegar se quedó mirándola como una polilla que sigue a la luz...Aquella muchacha le recordaba a alguien, alguien que le removía ese hueco donde se hallaba su corazón, una sensación casi olvidada y remota.Se evocó en su cabeza una presencia familiar en cuanto la miró, pero no pudo precisar nada más. Esa tarde se entretuvo en observarla largo rato,no entendía a quien esperaba la chica, pero estaba claro que le habían dado plantón. Era rubia, pequeña y delgada, vestía un amplio abrigo negro y una pañuelo anudado al cuello. Estuvo sentada frente a él, en un banco, sin mirarlo, durante la casi media hora larga que permaneció allí , revolviéndose en el asiento, echando ojeadas al reloj y luego a los lados de la calle algo inquieta y enfadada .Él la miraba, la admiraba, extasiado,le parecía la mujer más hermosa , dulce y desamparada que había visto nunca. Allí sola, esperando a algún desagradecido que no apreciaba su espera, su desesperación, porque había una mirada líquida en sus ojos rojos que la delataban. Estaba triste y sola, casi como él.Se acercó entonces muy despacio, casi cojeando, no tenía nada que perder, era sólo un simple vagabundo:
-Hola ¿tienes una monedas?
Ella negó con la cabeza sin mirarlo.
Él se sentó a su lado, muy pegado al borde del banco, guardando una excesiva distancia , como para no asustarla.
-No estés triste, no vale la pena.
Ella se giró para mirarlo entre asustada y confusa.
-Perdón ¿como dice?
-Nada, nada..¿seguro que no tienes monedas?
-No,lo siento.
-Que ojos más bonitos tienes, son enormes , como el mar...
Ella no dijo nada, y volvió a mirar impaciente hacia la salida del parque, movió una rodilla como si tuviera un tic, de arriba abajo nerviosamente. De repente se levantó, pero no se fue.
-Eres preciosa, yo nunca hubiera hecho esperar a una chica como tú. Miento. La memoria a veces me traiciona ¿sabes?Sí que hice esperar a una chica como tu, guapa, inteligente, decidida,valiente, me quería,y yo a ella, me comporté como un niño consentido, la hice daño, no supe retenerla, yo era demasiado egoísta, un iluso que creía que se comería el mundo...y el mundo me comió a mi..me dio inmenso bocado..-se rió un poco y se calló. Permaneció así durante casi 5 minutos.
La chica se había vuelto a sentar en el banco abstraída en sus pensamientos, se frotaba las manos, jugueteba con una piedrecilla de la baldosa a sus pies, de vez en cuando cogía una ramita de romero del seto y la hacía pedacitos pequeños. De repente él le volvió a hablar.
-Hola ¿ tienes monedas?
-No, no, ya le he dicho que no tengo...
-Que ojos más bonitos, son enormes, como el mar... Eres preciosa, ¿que haces aquí tan sola?
Esta vez la chica se levantó, un poco asustada y se fue.
Él se tomó la botella de vino y se quedó dormido, poco después empezó a caer el frío de la noche.
Al día siguiente ella volvió a cruzar el parque y le vio tirado sobre los cartones con unas babas marrones en la comisura de los labios. Le observó desde más cerca, animada por la forma en que dormía a pleno ronquido. Era bastante guapo para ser un vagabundo, llevaba ropas de marca , sucias y descoloridas, pero de marca, los zapatos eran de piel, y sus manos aunque con las uñas negras y sucias eran finas y sin callos. Le resultó un vagabundo curioso, extrañamente turbador. Al volver a casa comenzó entonces a pasar siempre por el parque.
-Hola-se atrevió un día a decirle al cruzárselo más de cerca.
-Hola-dijo él con la boca abierta-¿tienes una monedas?
-Si, toma.
-Gracias rubia, que ojos más bonitos..son enormes, como el mar..¿te lo han dicho alguna vez?
Sí, se lo habían dicho muchas veces, todas y cada una de las que había pasado por aquel parque .Se lo decía él , siempre que la veía, como si fuera la primera vez , siempre con la misma profunda y sincera admiración, siempre como sorprendido, como si nunca la hubiera visto en su vida, y lo hacía con la misma emoción de alguien que se encuentra con una perla en el mar, con una pepita de oro en el río,con una gema maravillosa, única e irrepetible. Nunca, nunca más encontró a nadie con una capacidad de asombro como la del aquel individuo, nunca nadie alabó sus ojos con un tono más sincero y sentido que el de aquel vagabundo, el eterno sorprendido ante su belleza.
Siempre... siempre con el asombro de la primera vez.


"Buscad la belleza, es lo único que merece la pena en este asqueroso mundo"





Para B.
un final feliz...


domingo, 14 de marzo de 2010

Cosas de la mente...

http://musasdesordenadas.blogspot.com/2010/01/musa-anonima-11.html

Se despertó sudando y con una extraño sentimiento, como cuando percibes el calor tibio de la tragedia. Cogió aire y se quedó tumbado un rato en la cama mirando al techo, intentando recordar.Una vez más se repetía aquel sueño,no era precisamente una pesadilla , pero siempre se levantaba con una incómoda sensación de caída y abismo.
Iba en el coche con Laura,aquel Mustang del 74 que su hermano recuperó de un desguace y que luego convirtió en una joya digna de exposición.Su carrocería rojo brillante , sus niquelados resplandecientes y su tapicería de skay blanco, imitando a la piel original.Era precioso!! En verano recordaba aquellos sillones pegados a la piel sudorosa de sus muslos mientras su hermano y él ,en pantalones cortos y camiseta,recorrían sin prisa el largo trayecto hasta la playa.Que tiempos aquellos!!
De nuevo intenta fijar su memoria en el sueño. Laura y él van por una carretera bordeada de encinas, es algo sinuosa y algunas curvas se cierran peligrosamente, pero ello no impide que vayan a una velocidad considerable. El día es luminoso y soleado. En el radio-cassette suena Billy Joel. Laura va con su sedosa cabellera negra al viento, lleva la ventanilla abierta y de vez en cuando saca la mano haciendo siluetas con el aire, como un pájaro que quisiera sobrevolar los árboles y el campo. De repente se gira para mirarme, me regala su hermoso rostro y sonríe entre la maraña de pelo que le cruza la cara.Luego dice algo gracioso, alguna tontería que me hace reír y apartar unos segundos la atención sobre la carretera, justo al entrar en la curva. Miro de nuevo hacia adelante y de pronto... sólo oscuridad, y entonces me despierto. Curioso sueño que se repite y se repite...Piensa.
-Mario, levántate anda- la escucha gritarle desde el baño-vamos a llegar tarde .
-Voy-dice arrastrando un poco las sílabas.Se incorpora despacio, sentándose al borde de la cama mientras observa el suelo, como buscando algo.
-Cariño ¿donde está mi otra zapatilla?-le grita.
Ella aparece entonces por la puerta y se queda mirándolo con los ojos desorbitados. Una mueca de tristeza le ensombrece el rostro.Él sigue hablando desde el suelo donde se ha tirado para mirar debajo de la cama.
-No la encuentro, debe haberla cogido de nuevo el perro, le voy a dar cuando lo pille...
Laura corre a levantarlo del suelo, lo sienta de nuevo en la cama, le abraza y comienza a sollozar.
-Ey, ey, preciosa...¿qué pasa? ¿qué pasa?..-le dice cogiéndola de los hombros y separándola un poco para encontrarse con sus ojos.
-Mario, cariño, en serio...no bromees con esto...
-¿Qué no bromee con qué? ¿Qué pasa?
-Mario ¿que zapatilla...? ¿Qué zapatilla buscas? Cariño, sólo necesitas una ¿no recuerdas?..-Hace una pausa ,un segundo infinito-..perdiste una pierna en el accidente...