APERTURA DE TEMPORADA EN PORTUGAL

Hola amigos, por fin he estado en el río a quitarme el mono de pesca, que desde julio ya esta bien, mi nuevo cambio de residencia me ha privado de poder pescar ya el año pasado mis queridos ríos aragoneses, pero me ha dado la oportunidad de conocer nuevos enclaves como el que hoy os traigo.
Se trata ni mas ni menos que de un río de Portugal pegado a la raya con España. 

El día amanece nublado, con esporádicos chubascos y unos 3 grados de temperatura que al llegar al río sobre las 8 de la mañana han subido hasta los 5Cº para luego mantenerse el la raya de los 6 a 8 Cº toda la mañana.

Para mi el río es nuevo, tan solo las instrucciones de Vicente mi compañero en esta jornada, mi sirven para hacerme una idea de como es el tramo que vamos a hacer y de las posibilidades de ver alguna trucha Portuguesa jejejeje.

El río baja crecido, muy crecido me dice Vicente y con el agua fría y transparente como pocas, lo cual me hace sospechar que la jornada no va a ser lo esperado.

A primera vista el río me parece precioso, un río estrecho con pesqueras cada 500 metros mas o menos, y con la vegetación entresacada, lo que facilita el lanzado de las ninfas en posturas muy buenas pero las amigas no están por la labor, y ni tan si siquiera me atrevería a decir que me pareció sentir algún toque.

Mientras veo pescar a Vicente hablamos del río, de las normas de Portugal, de los pescadores de la zona y de lo mal gestionada que esta la pesca en Portugal ya que este río no tiene cupo de capturas y la única restricción es el tamaño que tienen que ser de 19 cm.
Según me va contando me dice que es un río difícil y que no es fácil dar con las truchas, que la población ya no es lo que era debido al furtivismo de los lugareños y los españoles que no son pocos los que acuden a estas aguas a empezar la temporada ya que en Portugal empieza el día uno de marzo.

Como podéis ver en la foto me encontré una dormidera que había sido arrastrada por la crecida y que no explicare aquí como funciona.

Otra de las múltiples pesqueras del río, carente de escala para peces, lo cual hace muy difícil el remonte de los peces que solo lo consiguen cuando el río se desborda mucho.
Entre lance y charla llegamos al final de nuestra jornada, sin conocer a las truchas Portuguesas, pero con la satisfacción de haber conocido un río precioso con un potencial que si se cuidara y respetara un poco seria una maravilla, con las ganas de repetir cuando las condiciones meteorológicas sean mas favorables y el río tenga un caudal mas llevadero y pescable ya que no se podía vadear casi por ningún sitio y las corrientes eran muy fuertes.
Lo mas curioso del día fue ver que en este río a pesar del poco respeto que  tienen a las truchas le tienen zonas habilitadas para entrenarse con bicicleta estática.

Esto a sido todo por el momento, pero prometo traer otra jornada de este espectacular río.

Un saludo.