Bueno amigos pues como os iba contando, el Águeda un río que contaba con gran cantidad de barbos, bogas, jaramugos, colmillejas, cangrejo autóctono, y alguna que otra carpa que en su día poblaban sus aguas no declaradas trucheras han casi desaparecido por completo.
¿Como se explica?.Pues veréis cuando yo empece a pescar este río, no hacia falta saber mucho para pasar un rato entretenido en sus preciosas orillas, bastaba con una caña de bambú y un trozo de sedal con su bollita de corcho y un anzuelo pequeñito con su bolita de pan para sacar un centenar de jaramugos, alguna boga y de vez en cuando algún machete de barbo, pues era tal la riqueza de sus aguas que podían vivir todos estos peces en perfecta armonia y en un numero bastante alto de ejemplares.Pero claro tanta pesca en el río no podía pasar inadvertida para los furtivos, que metían las redes y trasmallos en el río cuando sus aguas en verano bajaban de caudal y sacaban todo lo que podían para luego gran parte de esa extracción fuera a parar al contenedor de la basura inexplicablemente y eso que estoy convencido de que en aquellos años (hará 20 años) había más necesidad que ahora y que por lo tanto parte de ese pescado se consumía.
Pero el fin no justifica los medios utilizados y ni mucho menos que los peces acaben en la basura.
Aunque lo que verdaderamente ha acabado con sus especies autóctonas y es verdaderamente vergonzoso fue la introducción por parte de algún descerebrado del famoso lucio que en diez años más o menos se ha hecho dueño y señor de sus aguas quedando solo aquellos barbos que por su tamaño no se puede comer el lucio, que triste es ver como se puede acabar con un río lleno de vida con tampoco esfuerzo y quedando impune ante tanta maldad;y sobre esto que os voy ha contar no tengo constancia de como fue o quien fue que como medida combativa contra el lucio aparecieron en el río las perca-soles porque decían que se comería las huevas del lucio pero no debieron pensar que también se comería las huevas de las demás especies con lo cual dos depredadores en el río la esperanza de recuperación de sus especies autóctonas se me antoja un tanto imposible.
Aunque yo seguiré bajando a la pesquera en Ciudad Rodrigo como todos los veranos con la esperanza de que algún barbo me de por unos instantes esa descarga de adrenalina y me transporte en el tiempo para no olvidar los buenos ratos vividos en sus aguas, pero con la pena de que en los últimos dos años ya me ha resultado casi imposible tener enganchado en mi caña uno de esos magníficos barbos.
Soy Mirobrigense y por lo tanto este articulo se refiere a la parte del río que discurre por esta bella tierra, pero se que el lucio acabara por conquistar el río hasta su desembocadura en el Duero todo es cuestión de tiempo.Gracias a tod@s los que halláis decidido dedicarle unos minutos a la lectura de este articulo.