HOMENAJE A "EL QUIJOTE"
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jueves, 4 de febrero de 2010

EL QUIJOTE y.....las cosas de los duques

Es que la obra que comentamos ha dado pie una buena mercadotecnia ¿cobrará la SGAE por ello??
"De la tradición a los blogs"

Grupo de Lectura de el Quijote



CAPITULO XXXII: la Defensa del honor

Ante la afrenta que cree recibir del clérigo, justifica su no desagravio, por la indefensión que cree que los religiosos tienen con respecto a las armas ¿lógica o cobardía?...para mi que lo justifica innecesariamente cuando nadie se lo pide.

Siguiendo la burla, el duque concede ! la esperada ínsula ¡ a Sancho; que propia la mofa del que tiene sobre el que carece... además se agregan más adeptos: los servidores.

La duquesa toca la vena sensible de Don Quijote: Dulcinea; nuestro protagonista argumenta su existencia a través de la fuerza de su imaginación. Tras la broma de la limpieza de barbas, Sancho prefiere perder las 5 horas de siesta ( que para mi es patrimonio de la Humanidad)...eso si...me imagino que por no hacer el feo a la esposa del que le concede la ínsula....



CAPÍTULO XXXIII:El escudero gobernador.

Que poder el del PODER, el pobre Sancho no sabe a lo que se busca sincerándose en exceso con la Duquesa; para empezar es tomado por bobo por servir a un loco... pero pronto rectifica seguramente le carcome la conciencia... ya que no "va de gratis" siempre intenta sacar tajada de sus acciones... y es que el futuro gobernador es como la rémora vive a costa de las miserias de su señor.

A veces pienso que Cervantes no nos pintó tan tonto a Sancho que se cree sus propias mentiras, sino que creó un personaje que va buscando no perder lo que aparentemente va consiguiendo... ya se "sienta como un gobernador, aunque hable como escudero"




CAPÍTULO XXXIV: La montería accidentada.


El plan sin duda está trazado, el escenario preparado y los actores a punto de comenzar la función: una montería.

El cuidado que Sancho tiene y exige de su montura, queda en agua de borrajas y lo cambie por la rama de una encina... lo que provoca la risa a lectores y presentes. Esta situación incita a la discusión de Sancho con el duque sobre la conveniencia o no de ejercitarse en la caza como entrenamiento para la guerra. De nuevo hace aparición la teatralidad, con todo un elenco de personajes de lo más pintoresco que dan fuerza a la vena caballeresca de nuestro protagonista. Enfrente Sancho amedrentado, no lo reconoce más bien busca la justificación de las "apariciones" como positivas justificándolas como seres de bien...ya veremos.

CAPÍTULO XXXV: la culminación de la burla.

De tenebroso calificaría el pasaje... que pondría "pies en polvorosa" a cualquiera que se preste en la noche al "admirar" dicho tablado.. Pero la burla está servida... y ahora a costa de Sancho con los 3300 azotes en donde la espalda pierde su bello nombre.

Me llama la atención que Sancho vuelva a ser pasto de sus propias llamas, cayendo en la burla de su propia mentira. Para mi que accede al "autoflagelo" no por la amistad que tiene con su señor... sino por miedo a perder el gobierno de la supuesta ínsula.

Me imagino que el propio Cervantes plasma en su obra lo que los hombres somos capaces de hacer por no perder el poder....