Muchas veces nos aprovisionamos de artículos de puericultura y cuidado de bebés que realmente luego utilizamos poco y en contadas ocasiones. Otros en cambio, son útiles, prácticos y necesarios. El Cojín de Lactancia me ha sorprendido en cuanto a su uso, pues le he dado variadas utilidades, y lo creo totalmente conveniente en el caso de parto múltiple.
Para alimentar a los bebés me ha ido estupendamente, el cojín nos sirve de apoyo, bien para mi brazo y para la cabeza del bebé. Cuando el Nen y la Nena eran más pequeños, recostados en el cojín me era más fácil darles el biberón a los dos a la vez. También lo he utilizado como protección, cuando dejaba a los bebés acostados sobre el sofá, el cojín hacía de barrera. A medida que los bebés han ido creciendo, le he ido sacando otras sencillas utilidades. Ahora que los peques ya no lo necesitan se ha convertido en compañero de juegos y parte del mobiliario del piso, ya sea encima del sofá o en el suelo.
En ocasiones las marcas de puericultura sacan al mercado productos o artilugios de dudosa utilidad, muchos de ellos suelen ser caros y no siempre necesarios. Me regalaron un columpio para sujetar al marco de la puerta, bastante inútil en un piso pequeño y en el paso de las habitaciones. La hamaca para recostar a los bebés dentro de la bañera tampoco la empleé ¡ni el termómetro de agua! El walki vigila bebés depende…del tamaño de la vivienda y de la potencia del llanto del bebé. Pero cabe destacar especialmente como artefacto extraño, el perforador de tetinas –de venta en farmacias- para hacer el agujero más grande para el biberón de cereales ¡os aseguro que existe, lo he tenido en casa, lo probé y fue directamente a la basura!
Seguramente alguno de estos artículos que he nombrado puede que le hayan funcionado bien a otras madres/padres. También hay que pensar si hablamos de un bebé o más, ya que muchos de los aptos si se han de comprar doble, pierden interés. No obstante, creo muy positivo valorar cuales son realmente necesarios y si nos proporcionan tranquilidad, bienestar y comodidad. ¿O como me ha ocurrido, nos dejamos deslumbrar y enamorar?