Ayer en la prensa salía publicado el perfil y los métodos educativos de Amy Chua, una escritora coreana que recientemente ha publicado su libro El himno de batalla de la madre tigre. En su libro explica que hay que educar con mano dura. Sin errores, ni caprichos, ni amigos. Defiende que inculcar el sentido de la competitividad y del éxito contribuye a que el niño madure más rápido. Castigar y humillar.
Mi sueño de madre es que mis hijos sean felices. Nobles y generosos, firmes pero flexibles, y que aprendan a sacar lo mejor de sí mismos. Educar a mis hijos creo que no será tarea fácil y me pregunto cómo hacerlo mejor: Cariño y disciplina, comprensión y autoridad, imaginación y sentido común. Está comprobado que la extrema rigidez acerca al desaliento y al vacío, de la misma forma que la pasividad va directamente hacia la frustración. Lo ideal está en encontrar ese punto intermedio.
Pero tengo claro, clarísimo, que jamás trataré a un niño indefenso bajo la humillación y la tortura, como tampoco haría con un adulto. Después de leer diversos comentarios sobre la polémica persona de Amy Chua, no me queda más que pensar, que ella pertenece a otra cultura, la coreana, que quizás ella lo vivió así y por ello lo encuentra natural para sus hijas. Pero pienso que, un niño es un niño en cualquier parte del mundo, y debe vivir como tal, no como un proyecto de padres ambiciosos. Qué triste me resulta que en ciertos lugares del mundo se pongan de moda estos métodos para conseguir futuros éxitos. No sé vosotras que pensais al respecto...pero creo que no estaréis muy a favor de estas formas extrictas...
Este es un enlace de prensa de los Métodos de Amy Chua.