Esta semana, comparto con vosotros esta entrevista a Francesc Ribes Gegúndez, a colación de su libro Paseos entre viñedos (Anaya Touring). El mundo del vino me ha atraído desde mi época universitaria, cuando realicé incluso algún curso de cata. Si a ello le sumamos mi devoción por los viajes, este libro me llamó enseguida y, desde aquí, mi gratitud al autor y a Alicia Hernández, de la editorial, por “maridar” esta oportunidad entre ambos.
P.: Si pudiéramos trazar un hilo conductor en este libro, creo que sería el del vino con el paisaje y la historia. Concretamente, haciendo hincapié en una serie de rutas de enoturismo por nuestra piel de toro. ¿Es así?
R.: Efectivamente, en Paseos entre viñedos, si algo caracteriza al vino es el paso del tiempo: el suyo propio mientras reposa y se convierte en un reserva o adquiere solera; el de la bodega que lo elabora, a veces en manos de una misma familia durante generaciones, y el del paraje de donde procede la uva, cuya primera viña quizá la plantara un colono romano o un monje cisterciense. La conexión del vino con el paisaje y la historia es el hilo conductor de este libro, porque desde que llegó a la península Ibérica con los fenicios, ha formado parte de todas las culturas hasta hoy. Algunos de los paisajes que propongo visitar en estas rutas enoturísticas no eran muy distintos en la Edad Media, aunque el vino de hoy nada tenga que ver con el de entonces.
P.: ¿A qué es debido, con lo rica que es nuestra tradición vitivinícola, que España no cuente con ningún paisaje vitícola inscrito como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO? Sorprende, quizá, frente a otros países que sí gozan de ese reconocimiento, como: Italia, Francia o Portugal.
R.: El paréntesis de la dictadura supuso un retraso en la modernización del mundo del vino, y, exceptuando las menciones históricas (La Rioja, Jerez…), el actual mapa de las denominaciones de origen empezó a tener forma en los años ochenta. Y el paisaje vinícola como atractivo y destino turístico no comenzó a desarrollarse hasta finales del siglo pasado. Solos las bodegas históricas de Jerez, Penedès o La Rioja tenían una amplia experiencia en recibir visitantes, y estos se limitaban a conocer las bodegas (que no es poco). Recuerdo que cuando preparaba mi primera guía de enoturismo, que se publicó en 2006, en muchas bodegas aún tenía que explicarles qué era el enoturismo. Yo creo que esa es la razón fundamental de que no tengamos todavía paisajes que sean patrimonio de la humanidad.
P.: Y, ya puestos, ¿cuáles cree que serían nuestros paisajes o regiones vitícolas candidatas a formar parte de tan selecto club?
R.: Hemos llegado con algo de retraso, pero no creo que tardemos mucho en ver ese reconocimiento para los viñedos de Montsant-Priorat, La Rioja y Rioja Alavesa o la Ribeira Sacra. Las tres zonas tienen una candidatura en lo que se llama la Tentative List del Patrimonio Mundial de la Unesco y tarde o temprano lograrán el reconocimiento. A esta se añade además la candidatura El Vino en Iberia* que incluye los vestigios más remotos de la cultura del vino en Andalucía, Murcia y Valencia.
P.: Además de este Paseos entre viñedos, ha publicado otros libros alrededor del vino. ¿Qué van a encontrar los lectores en aquí, en especial, amén de esas rutas e itinerarios comentados?
R.: Efectivamente, he publicado otros títulos relacionados con el turismo del vino o con el turismo de los alimentos de calidad (aceite, queso…). La diferencia, tanto de Paseos entre viñedos como del que publiqué el pasado año, Paisajes de la despensa española (2022), es que no contiene rutas concretas para ir del punto A al B, sino una serie de apuntes sobre los parajes, vinícolas en este caso, que merecen ser visitados, a mi juicio. En cada comunidad autónoma describo los más interesantes, junto con las características de sus vinos y algunas de las bodegas que se pueden visitar, e incluyo pistas sobre otros menos conocidos y quizá por ello más cautivadores. Con estos mimbres, cada cual puede confeccionar las rutas por los paisajes que más le seduzcan.
P.: Como creo que también ha elaborado recetarios con cocineros de prestigio, para terminar, me permito la licencia de solicitarle un maridaje un poco especial. Si se anima. Me refiero a que nos recomiende una receta o dos donde el vino sea protagonista, quizá acompañándolas con alguna anécdota que guarde mientras gestaba este delicioso libro, agradecido.
R.: Uf. Es una propuesta que habría aceptado encantado hace unos años, pero debo decir que cada vez me interesa más la materia prima, el producto, y menos su posterior elaboración. Y el tema del maridaje me temo que es algo que realmente solo aprecia un público muy reducido. Si cualquier persona quiere percibir de una manera sencilla los diferentes matices de los vinos combinados con los alimentos, yo le propondría que probara esos vinos con una tabla variada de quesos españoles (azules, manchegos, etc.). Yo creo que es una forma fácil y clara de notar los contrastes de sabores y sensaciones. Por lo demás, el disfrute del vino va más allá del propio producto o del maridaje, tiene que ver con la compañía, el entorno y el momento. Es una bebida social, y yo creo que recordamos con más cariño un vino baratito que compartimos con unas tapas en una reunión de amigos que el carísimo gran reserva que nos dieron a probar en una comida de trabajo.
Francesc Ribes (1964) es periodista, editor y traductor. Ha escrito libros como Rutas por los Vinos de España, Guía de los Hoteles del Vino en España y guías sobre las costas de la Comunidad Valenciana y Murcia; ha colaborado como autor y editor en todas las ediciones de Guía del Turismo del Vino en España y Guía del Turismo Gastronómico en España. Asimismo, ha traducido y editado numerosas guías de viaje para Trotamundos Routard, y trabaja regularmente para editoriales como Anaya Touring y Desnivel.
Paseos entre viñedos. Francesc Ribes. Anaya Touring
(*) Por cercanía a esta candidatura, os dejo este enlace acerca de este proyecto de El Vino de Iberia.