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martes, 15 de noviembre de 2016



Existe la falsa -¡falsísima!- creencia de que el ornitorrinco es el único animal mamífero que pone huevos. Admito que quizá sea uno de los animales más raros del planeta: híbrido perfecto entre pato y castor, pone huevos y carece de mamas por lo que suda la leche materna y las crías deben lamerla directamente de su vientre.

Además los machos, por algún capricho evolutivo o broma divina, tienen un espolón venenoso en las patas traseras. Y por si todo esto fuera poco, se trata del único vertebrado que no vive en el fondo marino capaz de detectar campos electromagnéticos.  En serio, es un bicho fascinante.

Pero no venimos aquí a hablar del ornitorrinco... ¡no! Ya ha acaparado demasiado vuestra atención y es que hay otro animal que también es rarísimo de la leche pero es incluso más desconocido

Redoble de tambores. Señores y señoras, damas y caballeros, niños y niñas: directamente traído desde lo más profundo del corazón australiano y para satisfacer su morbosa curiosidad con todos ustedes... ¡el equidna!

Aquí un magnífico ejemplar de equidna, aquí un grupo de blogueros

Mitad oso hormiguero y mitad puerco espín pero con una adorable trompita, este simpático animalito es el otro mamífero que pone huevos y que a al igual que el ornitorrinco carece de glándulas mamarias, por lo que 'suda' la imprescindible materna. Pero sus curiosidades reproductivas no terminan ahí, no.

Y es que, queridísimos lectores, los equidnas son además marsupiales. En efecto, habéis acertado: igual que los canguros. La mamá equidna, tras la puesta de huevos, los coloca en su bolsa o marsopa, donde las crías nacerán y vivirán sus primeros meses mientras disfrutan de un inmejorable servicio de transporte.

Si le das la vuelta a un equidna te hará burla con la lengua

Y por si todas estas rarezas reproductivas resultasen escasas para la morbosa curiosidad del espectador más audaz, permítanme comentar que los machos tienen penes de 4 cabezas. Ajá, buscadlo vosotros mismos en internet, no querréis que haga yo todo el trabajo sucio, ¿no? 

¿Cómo que nunca habíais oído hablar del equidna? Pero bueno, ¿es que vosotros no jugabais a videojuegos o qué? ¿Qué animal te crees que es el 'Sonic' rojo?

Knuckles el equidna. Más conocido como 'El Sonic rojo'

¿Qué te ha parecido? ¿Conocías al equidna? ¿Cuál es el animal más raro que conoces? Aparte del ornitorrinco y el equidna, se entiende. 

Más: anteriormente en La fabulosa gallina de goma,  De dioses y pollos

lunes, 5 de septiembre de 2016

El chistaco tonto de septiembre.

¡Maldición! ¡Alto! Aunque no lo pretendía, de mis vacaciones he malgastado ya hasta mi último día... ¡Menudo fallo! ¡Ahora me estruja las horas el despertador y me persigue de nuevo el calendario! 

¿Qué tal el veranito? ¿Bien? ¿Todos hemos engordado, nos hemos quemado y hemos procrastinado alegremente hasta no poder más? ¿Sí? ¿Alguien no ha disfrutado como es debido de las vacaciones estivales?

La gente normalmente hace un post de esos ligeritos diciendo 'Hola de nuevo' y contando sus maravillosas vacaciones. Yo no quiero daros envidia , claro, y por eso simplemente os voy a dejar un par de vídeos de mis gatitos, que son quienes más han sufrido mi abundante tiempo libre. Además, si los veis podréis escuchar mi dulce y aterciopelada voz. 


Por mi parte me voy de paseo por la blogosfera, a ver qué tal vuestras casitas virtuales y a pasaros lista. Como alguno lo haya dejado para siempre se va a enterar. ¡JA!


Próximamente prometo alegrar vuestras papilas gustativas con el post más dulce jamás escrito en la blogosfera y, si me animo, con una breve disertación sobre los horrorosos y traidores merengues. 

Más: anteriormente en La fabulosa gallina de goma, La ausencia


domingo, 26 de junio de 2016

¿Que no entro aquí? ¡JA!
Mamá gato nos ha abandonado a nuestra suerte. Que le importamos un bledo ya lo deja claro cada vez que nos da estúpido pienso en lugar de cualquiera de los manjares que saca de la caja del frío, pero es que lo de ahora es para nota: se ha marchado y nos ha dejado a cargo de una tarada que no tiene ni la más mínima noción de cómo tratar a un gato.

Para empezar, pretende que no durmamos en la cama, ¿pero qué se ha creído la loca esta? Luego se extraña de que la muerda la espinilla de madrugada, claro. No nos da las sobras de su comida, con lo que se ha ganado mi más sincera enemistad: 3 días tardé en robarla la comida directamente del plato. Para que aprenda. 

Nada, yo lo tengo claro: mamá gato ya no nos quiere. Voy a ser más subversivo que nunca, voy a convertir la palabra sabotaje en mi religión, voy a ser tormenta que se acerca. Seré tan temible como el Diox nórdico ese al que le pusieron mi nombre... ¡Por Odín!

Mello tiene galaxias en sus ojos

¿Por qué nos castigas con tu ausencia, oh Diox? Algo hemos debido hacer para provocar la ira divina, ¡te prometo que me portaré mejor esta semana pero no te vuelvas a marchar! 

La tristeza me inunda mientras vago por la soledad de la casa en la que nos hemos quedado. Que sí, que mi hermano me cuida y me provee de comida cuando la tarambana esa que ha ocupado nuestra casa no nos alimenta como es debido, pero es la primera vez desde que vivimos que nos abandonan así, algo hemos debido hacer mal.

Por eso la próxima vez que vuelva a casa  no me voy a separar de nuestro Diox: voy a dormir al lado de su cabeza, voy a tumbarme en sus pies mientras come, y voy a ronronearle y a mimarle sin parar para que se dé cuenta de lo que se pierde cada vez que sale por la estúpida puerta de los horrores esa.

Más: anteriormente en La fabulosa gallina de goma, De sol a sol

lunes, 9 de noviembre de 2015

¿Sabéis una cosa con la que me engañan siempre? Las promociones que regalan vasos o jarras, me tiro a por ellas con la misma avidez con la que se lanza una polilla a una llama. Así, mi vajilla de vasos es de lo más variopinto sin que llegue a haber 2 cosas iguales: jarras con el emblema de una hamburguesería, distintos tipos de vasos de cerveza con sus respectivos logos, tazas de gasolinera... de todo.

Hay más probabilidades de ganar la lotería que de hacerle una foto buena a un vaso

Pero sin duda alguna, el vaso que acaba de pasar a formar parte de mi ejército de continentes de bebida se lleva la palma. Aquí lo tenéis, ¿no es fabuloso?  Destila clase y elegancia por los cuatro costados, a la par que tiene un diseño exquisito que refleja buen gusto. Impecable confort en el tacto del vidrio con los labios, claro. 

Vale, admito que estoy presumiendo y fanfarroneando un poco porque mola tener un vaso tan simbolista y personalizado. No lo puedo evitar, me encanta recrearme en estas pequeñas comedias totalmente fingidas.

Ni poniendo un lindo gatito consigo hacerle una buena foto al cristal...

De hecho, como mi blog apenas lo conocen ni mis amigos ni mis familiares, quienes me vean usar el vaso en mi casa probablemente piensen que bebo una marca de refresco muy jodida. Holden, tío: ¿no podrías beber Pepsicola como el resto de los raritos normales? 

La autora de esta pequeña obra de arte es Kaun, os dejo el link a su web por si alguno quiere regalar un vaso personalizado, o un plato, o lo que se os ocurra. Talla prácticamente todo, como éste cuerno de maromo norteño en el que escribió una de mis frases preferidas en runas vikingas. Y además sus precios a mí me parecen baratos, lo que siempre mola. 

¡Por Odín!

¿Os mola mi vaso nuevo? ¿Hay alguna promoción que siempre os engañe a vosotros también? ¿No es Mello el gatito siamés más guapo del mundo? -¿Qué digo del mundo? ¡Del universo!-

Más: anteriormente en Lafabulosagallinadegoma, Un respeto por la fauna foránea

sábado, 24 de octubre de 2015

Quién lo iba a decir, queridos lectores. Si os tengo que ser sincero... nunca creí que me pudiera pasar esto. Y es que tengo que afrontarlo: nadie que se precie debería dignarse a leer el blog del único ser humano que no es capaz de reconocer al animalito más popular del mundo (y de internet).

Yo, que siempre me consideré un buen amante de los animales, que acaricio a toda criaturita mamífera que me lo permite, tengo que ir a descubrir una buena tarde que ignoro por completo el verdadero aspecto que tiene el animal que protagoniza más vídeos en toda la red...   
  
Fiel retrato de un gatito en todo su esplendor

... o eso, o no sé yo que concepto de gato tendrán en esta tienda...

Claro que también puede pasar otra cosa: como es una famosa tienda danesa, lo mismo es que en Dinamarca tienen otro tipo de gatos. Y por cierto, era el único modelo que había y esta claramente especificado que es con gato, no es que haya manipulado yo la foto.

Información adicional: esta popular tienda que todos tendemos a pronunciar igual que la palabra tigre en inglés,  se pronuncia en realidad casi como se lee en castellano (como el verbo tejer pero con "i"). Y su nombre, al margen de la raza de felinos más grande del mundo, viene a significar algo así como todo a 10 coronas. Lo que viene a ser un chino, pero a la danesa. 

Más: anteriormente en Lafabulosagallinadegoma, Costreando por carnaval

domingo, 30 de agosto de 2015


Odín, el fantástico gato lámpara

Atención: este post contiene una historia verídica narrada de la forma más realista posible. ¿La razón? Que cualquier persona cuya mascota sufra un accidente sepa cómo reaccionar lo mejor posible sin entrar en pánico. Por ello, y pese a que recomiendo encarecidamente leer el post para aprender de la mala experiencia, se avisa a los más sensibles de que después de este párrafo las cosas pueden ponerse desagradables. 


Ayer le cercené la punta de la cola a uno de mis gatos. Lo cuento así, sin suavizarlo, por si alguien se piensa aún que el párrafo anterior es una broma: ojalá lo fuera. Fue un accidente, de hecho el más típico con los gatos: entré en el baño y el minino, que me seguía, metió la punta de su rabo en el quicio de la puerta sin darse cuenta. Y lo peor de todo es que ocurrió estando de veraneo (lejos de nuestro veterinario habitual), en sábado y fuera de horario.

Que nadie piense que di un portazo: el extremo de casi todas las colas de los animales está preparado evolutivamente para separarse sin demasiado esfuerzo para huir en caso de ser atrapado por un depredador. En algunos casos como la lagartija o Piccolo vuelve a crecer, y en la mayoría no (como mi gatito por desgracia). No hubo portazo ni brusquedad, más bien al contrario, que aún había gente en la cama.

Salgo del baño y veo caer la puntita de la cola del quicio de la puerta: ¿qué hago? Me gustaría que llorar y llamar a mi mamá gritando fuese la opción que lo solucionara todo, pero resulta que no lo es: el animalito depende de nosotros. Muy importante estar calmado y preparado para lo que viene a continuación y sobretodo no culpar al animalito.

Odín, ahora conocido como 'Lampi'
Paso 1. Localizar al michino y evaluar los daños. En mi caso el gato estaba en la cocina bebiendo agua tranquilamente, cosa que me dio falsas esperanzas. Me acerqué con cuidado tratando de inspirarle calma y le miré la colita: encontré la mayor parte del último hueso de la cola pelado y recubierto de sangre. Compruebo que lo que tengo en mi mano es, en efecto, solo un trocito de hueso y mucha piel y pelos.

Paso 2. Seguimos sin considerar llorar y gritar desesperados mientras damos vueltas sobre nosotros mismos: hay que limpiar y curar la herida por muy desagradable que sea. Agua oxigenada le guste al gato o no. Lo normal, insisto, es que el gatito nos mire confuso y con cara de '¿Qué tocas? ¿Por qué tocas?'  

Paso 3. Cogemos el móvil y NO le hacemos una foto, NO la subimos a tuiter, y NO perdemos el tiempo con gilipolleces. Llamamos al veterinario de urgencias: como en casa somos previsores, siempre que vamos a algún sitio sabemos de antemano dónde está el veterinario más cercano y tenemos el número de urgencias de dicha clínica. Muy recomendable, ya que uno se pone algo nervioso tras amputar a su mascota y no es el mejor estado para buscar en Google.

Paso 4. Aún con mucha calma, se agarra al confundido animal que se ve alejado de su comedero sin previo aviso, y se le introduce en el transportín. Nos vestimos de personitas (o de marcianos, según raza) recordando que podemos mancharnos de sangre y acudimos a la cita.

 Paso 5. Tras entregar nuestro querido animalito al veterinario, le ofrecemos nuestra ayuda a la hora de anestesiar al animal (muy recomendable) y nos enteramos  bien de la hora de recogida y del precio: no existe la sanidad pública animal.

Paso 6. Tras recibir a nuestro gato lámpara, pagar al veterinario (50 euros en total), y acudir a la farmacia a por antibióticos o calmantes si fuera necesario (en mi caso no), procedemos a la devolución del animal a su hábitat natural: el sofá. 

El tiempo total transcurrido es una hora casi exacta. Lo desgloso: Le corto la cola, me doy cuenta, le limpiamos y llamo: 5 minutos. La cita con el veterinario es 20 minutos después. La operación tarda media hora. Volvemos a casa en otros 5 minutos.

Paso 7. Ahora que el gato está vivo, curado y mide unos centímetros menos, viene lo más desagradable: la sangre. Oh, sí. La sangre. Repasamos la ruta que siguió el animal desde que se pilló la cola hasta que le introdujimos al transportín y comprobamos que lo normal es que haya algunos chorros de sangre por las paredes y gotitas en el suelo. Sí: eran tan invisibles hasta ahora mismo que no te explicas cómo has podido no darte cuenta antes. Limpiamos y desinfectamos.

Paso 8 opcional. Los animales lámpara tras las operaciones a veces tienen la mala costumbre de no querer comer ni beber. Tras un tiempo prudente de verlo dejarse morir lánguidamente, se baja a la farmacia más cercana y se compra una jeringa de alimentación. Se le hace tragar agua por Tutatis. Si no se consigue que coma de ninguna manera, se puede hacer una papilla mezclando su pienso con agua en la batidora y se le introduce vía jeringa de alimentación.

Al borde de la muerte, sigue sin perdonarme
NO SE LE QUITA la lámpara al gato lámpara en el plazo que nos haya indicado el veterinario bajo ningún concepto. Le veremos sufrir, nos llorará y procurará darnos pena chocándose contra nosotros aparentemente sin querer, pero hay que ser inflexibles en este punto. Aconsejable mimar en exceso al animalito. 

Ahora ya es el momento de preocuparnos por nosotros mismos, de sentirnos culpables, de arrepentirnos de haber nacido, de hacerle fotos o de lo que nos dé la gana. También es el momento de intentar convencer al otro gato (si lo hubiera) de que la lámpara que le ha salido a su hermano no es contagiosa

Espero que ninguno tengáis que pasar por esta horrible experiencia, pero si os ocurriera al menos que Diox os pille confesados estéis preparados. Por cierto, el nombre real de la lámpara es collar isabelino, algo de lo que yo no tenía ni idea hasta ayer. Ojalá que yo no vuelve a verme en una de estas. ¿Alguna vez habéis pasado por algo parecido? 

Más: anteriormente en Lafabulosagallinadegoma,  Odín

jueves, 23 de enero de 2014


-¡Eh! ¡No! ¡Para!

Carrera trepidante con las orejas hacia atrás para ganar aerodinamismo seguida de salto grácil y sutil. Medalla de oro en salto olímpico.

-Odín, baja de la nevera y devuélveme ese salchichón.
-Oblígame.
-¡No! ¡Para! ¡Deja de comértelo!
-No se te oye bien desde aquí arriba.
-¡Bueno! ¡Ya está bien! ¡Esto se acabó!
-Sí, ¿cómo sabías que ya me lo he terminado? ¿Acaso vas a darme más?

Lametazos a las zarpitas con las que sujetaba el salchichón para masticarlo. Slurp, slurp. Cara de felicidad suprema. Slurp, slurp.

-Te odio.


sábado, 23 de noviembre de 2013


¡Un nuevo video hecho por mí!

En esta ocasión Odin, mi Dios nórdico en miniatura, acecha un delicioso trozo de empanada con intenciones nada amistosas. ¿Conseguirá un pedazo?

Más en https://www.facebook.com/ElSiamesOcioso