Hoy me apetece sacar a relucir mis dotes como crítico gastronómico. La razón de ello es que estoy harto de leer lo que desayuna Dorian Gray, lo que almuerza Dorian Gray, y todo lo demás que ingiere en cada capítulo Dorian gray. El libro no está mal, y no es demasiado difícil de leer, teniendo en cuenta la época en la que lo escribieron. La historia mola, y la trama no es complicada, pero en mi opinión el libro flojea cuándo llevas ya cuarenta páginas leyendo lo bello que es Dorian Gray, lo hermoso que es todo lo que hace Dorian Gray, y como se alimenta el maldito.
Pero bueno, a lo que íbamos. Cuándo la gente habla de comida exótica generalmente se refiere a comida china, japonesa, india, o incluso mexicana. Y lo cierto es que si nos salimos de esos tópicos, es difícil encontrar otro país cuya tradición gastronómica sea fácilmente accesible en España.
El viernes cené por segunda vez en un restaurante de comida rusa que me encanta llamado "El cosaco". Si, si, exacto. Comida Rusa. Eso mismo pensé yo en su momento. (¿Pero qué comen los rusos? ¿Patatas? ¿Algún sucedáneo de vodka sólido?)
Lo primero que me impresionó del sitio fue su buen aspecto. Si tenemos en cuenta que ya había mirado la carta por internet (se puede comer por unos 20 euros), me costaba creer que un lugar tan barato pudiera tener tan buena pinta. Parecía sacado del palacio de algún Zar. Es un sitio muy bien ambientado que te hace creer que estás en alguna parte de la Rusia profunda, con cuadros, tapices y velas por todas partes. Y además da una increíble sensación de limpieza.
Luego vino la comida, y el sitio terminó de enamorarme de una vez por todas. Unos platos deliciosos, sorprendentes, y con abundantes guarniciones (I Love It) se ganaron mi corazón. Aves de caza, filetes rusos (vale, puede parecer muy típico, pero vienen acompañados por salsa stroganoff, y os juro que está de muerte), setas con queso fundido... en fin, una delicia de sitio.
Otra cosa buena que tiene es el precio de las bebidas. Si eres bebedor de cerveza, que es mi caso, puedes tener un botellín de medio litro de cerveza rusa (no sabría decir cómo se llamaba, no entiendo ese maldito alfabeto) por 3 euros. Sabor sorprendente, mucho cuerpo, y bastante rica, por cierto.
Lo peor del sitio, que alguna pega tenía que tener, es que las mesas son pequeñas, y los postres no son nada del otro mundo. Por eso, en lugar de postre nosotros pedimos unos chupitos de vodka de la casa. Estaban bastante ricos, y eso que detesto el vodka con toda mi alma.
En fin, yo le doy un notable muy alto como poco. Muy recomendable para cualquier tipo de gustos, en serio. Si sois de Madrid o venís a pasar unos días, merece la pena visitar “El Cosaco”.
Dejo aquí el link de la web, por si os interesa.
www.restauranteelcosaco.com
Pero bueno, a lo que íbamos. Cuándo la gente habla de comida exótica generalmente se refiere a comida china, japonesa, india, o incluso mexicana. Y lo cierto es que si nos salimos de esos tópicos, es difícil encontrar otro país cuya tradición gastronómica sea fácilmente accesible en España.
El viernes cené por segunda vez en un restaurante de comida rusa que me encanta llamado "El cosaco". Si, si, exacto. Comida Rusa. Eso mismo pensé yo en su momento. (¿Pero qué comen los rusos? ¿Patatas? ¿Algún sucedáneo de vodka sólido?)
Lo primero que me impresionó del sitio fue su buen aspecto. Si tenemos en cuenta que ya había mirado la carta por internet (se puede comer por unos 20 euros), me costaba creer que un lugar tan barato pudiera tener tan buena pinta. Parecía sacado del palacio de algún Zar. Es un sitio muy bien ambientado que te hace creer que estás en alguna parte de la Rusia profunda, con cuadros, tapices y velas por todas partes. Y además da una increíble sensación de limpieza.
Luego vino la comida, y el sitio terminó de enamorarme de una vez por todas. Unos platos deliciosos, sorprendentes, y con abundantes guarniciones (I Love It) se ganaron mi corazón. Aves de caza, filetes rusos (vale, puede parecer muy típico, pero vienen acompañados por salsa stroganoff, y os juro que está de muerte), setas con queso fundido... en fin, una delicia de sitio.
Otra cosa buena que tiene es el precio de las bebidas. Si eres bebedor de cerveza, que es mi caso, puedes tener un botellín de medio litro de cerveza rusa (no sabría decir cómo se llamaba, no entiendo ese maldito alfabeto) por 3 euros. Sabor sorprendente, mucho cuerpo, y bastante rica, por cierto.
Lo peor del sitio, que alguna pega tenía que tener, es que las mesas son pequeñas, y los postres no son nada del otro mundo. Por eso, en lugar de postre nosotros pedimos unos chupitos de vodka de la casa. Estaban bastante ricos, y eso que detesto el vodka con toda mi alma.
En fin, yo le doy un notable muy alto como poco. Muy recomendable para cualquier tipo de gustos, en serio. Si sois de Madrid o venís a pasar unos días, merece la pena visitar “El Cosaco”.
Dejo aquí el link de la web, por si os interesa.
www.restauranteelcosaco.com