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miércoles, 21 de agosto de 2024

Libro de Josué 20,1-9: Ciudades refugio

Libro de Josué
Capítulo 20

Ciudades refugio
Ex 21,13ss; Nm 35,9-14; Dt 19,1-13

1 El Señor dijo a Josué: 
2 –Di a los israelitas: Determinen cuáles serán las ciudades de refugio, 
   de las que les habló Moisés, 
3 donde pueda buscar asilo el que haya matado a alguien sin intención. 
   Ellas les servirán de refugio contra el vengador de la sangre. 
4 El que busque asilo en una de esas ciudades, 
   se colocará en la plaza junto a la puerta de la ciudad y expondrá su caso a los ancianos, 
   éstos lo admitirán en la población y le señalarán una casa para vivir entre ellos. 
5 Si el vengador de la sangre llega en su persecución, no le entregarán al homicida, 
   porque mató involuntariamente, sin estar enemistado con el otro. 
6 Vivirá en aquella ciudad mientras no comparezca a juicio ante la asamblea, 
   hasta que muera el sumo sacerdote en funciones por entonces. 
   Después el asesino podrá volver a su ciudad y a su casa, a la ciudad de la que huyó. 
7 Entonces los israelitas consagraron las siguientes ciudades: 
   Cades de Galilea, en los montes de Neftalí; 
   Siquén, en la serranía de Efraín; 
   Villa Arbá –o sea, Hebrón–, en la serranía de Judá. 
8 En Transjordania, al este de Jericó, sañalaron Béser Bamidbar, en la llanura de la tribu de Rubén; 
   Ramot de Galaad, en la tribu de Gad, y Golán de Basán, en la tribu de Manasés. 
9 Ésas fueron las ciudades designadas para los israelitas y emigrantes que vivieran entre ellos, 
   con el fin de que pudiera encontrar asilo en ellas el homicida involuntario, 
   librándose de morir a manos del vengador de la sangre, antes de comparecer ante la asamblea. 

martes, 20 de agosto de 2024

Libro de Josué 15,1-63: La tribu de Judá. Hebrón

Libro de Josué
Capítulo 15

La tribu de Judá
Gn 49,8-12; Dt 33,7

1 Suerte de la tribu de Judá por clanes. 
   El territorio que recibieron quedaba hacia la frontera de Edom, al sur del desierto de Sin, 
   en el extremo sur. 
2 Su límite sur partía de la punta del Mar Muerto, desde el cabo que mira hacia el sur; 
3 salía luego frente a Maale Acrabbim, pasaba por Sin, subía al sur de Cades Barnea, 
   pasaba Jesrón, subía a Adar, rodeaba Carcá, 
4 pasaba después por Asmón y venía a salir al río de Egipto, para acabar en el mar: 
   Ésa era la frontera por el sur. 
5 Su límite oriental era el Mar Muerto, hasta la desembocadura del Jordán. 
   Su límite norte iba desde el cabo que hay en la desembocadura del Jordán, 
6 subía a Bet-Joglá, pasaba por encima de Bet-Arabá, subía por la Piedra de Bohán, hijo de Rubén, 
7 hasta Debir, por el Valle de Acor, dirigiéndose luego hacia Guilgal, frente a Maale Adumim, que 
   queda al sur del arroyo; pasaba junto a las aguas de En Semes, para acabar en En-Roguel; 
8 después subía por el valle de Ben-Hinón, por la vertiente sur de los jebuseos, o sea, Jerusalén; 
   subía a la cima del monte que hay sobre el valle Hinnón a oeste 
   y que llega por el norte al extremo del valle de Refaín; 
9 luego torcía desde la cima del monte hacia la fuente del arroyo Neftoj 
   y venía a salir a los pueblos del monte Efrón, torcía por Baalá, o sea, Quiriat Yearim, 
10 rodeaba desde Baalá por el oeste hacia los montes de Seír, 
     y pasando la vertiente norte de Har Yearim, o sea, Quislón, bajaba a Bet-Semes, 
     pasaba Timná, 
11 la frontera salía a la vertiente norte de Ecrón, giraba hacia Sicrín, cruzaba el monte Baalá, 
     salía a Yabneel y terminaba en el mar. 
12 El Mar Mediterráneo era el límite. Esos eran los límites del territorio de los hijos de Judá, 
     por clanes. 

Los calebitas ocupan el territorio de Hebrón 
(Jue 1,10-15; Jos 14,6ss)

13 Josué, siguiendo la orden del Señor, asignó a Caleb, hijo de Jefoné, un lote en medio de Judá: 
     Quiriat Arbá –el padre de Enac–, o sea, Hebrón. 
14 Caleb expulsó de allí a los tres hijos de Anac, descendientes de Enaq: Sesay, Ajimán y Talmay. 
15 Desde allí subió contra los de Debir, llamada antiguamente Quiriat Sefer, 
16 y prometió: –Al que tome al asalto Quiriat Sefer le doy por esposa a mi hija Acsá. 
17 Otoniel, hijo de Quenaz, pariente de Caleb, tomó la ciudad, y Caleb le dio por esposa a su hija Acsá. 
18 Cuando ella llegó, Otoniel la convenció para que pidiera a su padre un terreno de cultivo; 
     ella se bajó del burro, y Caleb le preguntó: –¿Qué te pasa? 
19 Contestó: –Hazme un regalo. La tierra que me has dado es desértica, 
     dame también tierra con manantiales. 
     Y Caleb le dio el manantial de Arriba y el manantial de Abajo. 
20 Ésa fue la heredad de la tribu de Judá, por clanes.

Nombres de las localidades del la tribu de Judá
 
21 Poblaciones de la tribu de Judá. En la frontera del sur, junto a Edom: Cabseel, Eder, Yagur, 
22 Quina, Dimón, Adadá, 
23 Cades, Jasor, Yitnán, 
24 Zif, Telán, Baalot, 
25 Jasor Jadatá, Quiriat Jesron, o sea Jasor, 
26 Amán, Semá, Moladá, 
27 Jasar Gadda, Jesmón, Bet-Pelet, 
28 Jasar Sual, Berseba, Biziotía, 
29 Baalá, Iyim, Esen, 
30 Eltolad, Quesil, Jorma, 
31 Sicelag, Madmaná, Sansaná, 
32 Lebaot, Siljim, En Rimón. Veintinueve ciudades con sus poblados. 
33 En la Sefela: Estaol, Sorá, Asená, 
34 Zanoj, En Gannim, Tapuj y Enán, 
35 Yarmut, Adulán, Socó y Azecá, 
36 Saaraym, Aditaym, Guedera, Gederotaym. Catorce ciudades con sus poblados. 
37 Sanán, Jadasá, Migdal Gad, 
38 Dileán, Hammispè, Yoctael, 
39 Laquis, Boscat, Eglón, 
40 Cabón, Lajmás, Quitlis, 
41 Gederot, Bet-Dagón, Naamá, Maquedá. Dieciséis ciudades con sus poblados. 
42 Libná, Eter, Asán, 
43 Yiptaj, Esná, Nasib, 
44 Queilá, Aczib, Maresa. Nueve ciudades con sus poblados. 
45 Ecrón con sus poblados. 
46 Y desde Ecrón hasta el mar todas las ciudades que quedan al lado de Asdod, con sus poblados. 
47 Asdod y sus poblados, Gaza y sus poblados hasta el río de Egipto. El Mediterráneo era el límite. 
48 En la montaña: Samir, Yatir, Socó, 
49 Daná, Quiriat Saná –o sea, Debir–, 
50 Anab, Estemó, Anim, 
51 Gosén, Jalón, Guiló. Once ciudades con sus poblados. 
52 Arab, Rumá, Eseán, 
53 Yanim, Bet-Tapúa, Afec, 
54 Jumtá, Quiriat Arbá –o sea, Hebrón– y Sior. Nueve ciudades con sus poblados. 
55 Maón, Carmel, Zif, Yutá, 
56 Yezrael, Yocdeán, Zanoj, 
57 Caín, Guibeá, Timná. Diez ciudades con sus poblados. 
58 Jaljul, Bet-Sur, Guedor, 
59 Maarat, Bet-Anot, Eltecón. Seis ciudades con sus poblados. Tecua, Efrata 
      –o sea, Belén, Fegor, Etam, Quilón, Tatam, Sores, Querem, Galim, Beter, Manoc. 
     Once ciudades con sus poblados. 
60 Quiriat-Baal –o sea, Quiriat Yearim–, Rabá. Dos ciudades con sus poblados. 
61 En el desierto: Bet-Arabá, Medín, Secacá, 
62 Nibsán, Ir Hammélaj, Engadí. Seis ciudades con sus poblados. 
63 Pero la tribu de Judá no pudo expulsar a los jebuseos que habitaban en Jerusalén; 
     por eso han seguido viviendo en Jerusalén, en medio de Judá, hasta hoy. 

Libro de Josué 14,1-15: Tres grandes tribus al oeste del Jordán

Libro de Josué
Capítulo 14

DESCRIPCIÓN DE LAS TRES GRANDES TRIBUS AL OESTE DEL JORDÁN


1 Éstos son los territorios que los israelitas recibieron como herencia en el país de Canaán, 
   repartidos por el sacerdote Eleazar, Josué, hijo de Nun, 
   y los cabezas de familias de las tribus de Israel. 
2 Ellos lo repartieron echando suertes, como había ordenado el Señor, por medio de Moisés, ´
   a las nueve tribus y media. 
3 Ya antes Moisés les había asignado herencia en Transjordania 
   a dos tribus y media pero a los levitas no les asignó ninguna herencia en medio de ellos. 
4 Los descendientes de José formaban dos tribus: Manasés y Efraín; 
   pero a los levitas no les asignaron ningún territorio en el país, 
   sino ciudades para habitar con sus correspondientes campos para criar sus ganados y rebaños. 
5 Los israelitas hicieron el reparto de tierra como el Señor había mandado a Moisés. 

La parte de Caleb 
Nm 14

6 Los de Judá se acercaron a Josué en Guilgal, y Caleb, hijo de Jefoné, el queniceo, le dijo: 
   –Ya sabes el encargo que, por orden del Señor, te dio para mí, 
   Moisés hombre de Dios en Cades Barnea. 
7 Cuarenta años tenía yo cuando Moisés, siervo del Señor, 
   me envió desde Cades Barnea a reconocer el país, y volví con una información fidedigna. 
8 Los compañeros que habían ido conmigo desanimaron a la gente; 
   yo, en cambio, seguí plenamente al Señor, mi Dios, 
9 y Moisés juró aquel día: 
   La tierra que han pisado tus pies será tu herencia y la de tus hijos por siempre, 
   porque has seguido plenamente al Señor, mi Dios. 
10 Ahora ves que el Señor me ha conservado la vida, como prometió. 
     Cuarenta y cinco años han pasado desde que el Señor se lo dijo a Moisés, 
     cuando Israel andaba por el desierto; hoy cumplo ochenta y cinco años, 
11 y todavía estoy tan fuerte como el día en que me envió Moisés: 
     me siento ahora tan fuerte como entonces para luchar y para emprender lo que sea. 
12 Por eso, dame ese monte que me prometió aquel día el Señor. 
     Tú lo oíste: que aquí vivían los enaquitas y que sus ciudades eran grandes y fortificadas. 
     Ojalá el Señor esté conmigo y logre expulsarlos como él prometió. 
13 Entonces Josué lo bendijo y dio Hebrón en herencia a Caleb, hijo de Jefoné. 
14 Por eso Hebrón pertenece por herencia a Caleb, hijo de Jefoné, el queniceo, hasta el día de hoy, 
     por haber seguido plenamente al Señor, Dios de Israel. 
15 Hebrón se llamaba antiguamente Quiriat Arbá, por el gigante enaquita. Y el país quedó en paz. 

Libro de Josué 10,1-43: Conquista del sur de Palestina

Libro de Josué
Capítulo 10

COALICIÓN DE LOS CINCO REYES AMORREOS
CONSQUISTA DEL SUR DE PALESTINA
Jc 1,1-8

Cinco Reyes hacen la guerra contra Gabaón

1 Cuando Adoni-Sedec, rey de Jerusalén, oyó que Josué había tomado Ay y la había arrasado 
   y que había hecho con ella y con su rey lo mismo que con Jericó y su rey y que los de Gabaón 
   habían hecho las paces con Israel y vivían con los israelitas, 
2 se asustó enormemente. Porque Gabaón era toda una ciudad, como una de las capitales reales, 
   mayor que Ay, y todos sus hombres eran valientes. 
3 Entonces envió este mensaje a Ohán, rey de Hebrón; 
   a Pirán, rey de Yarmut; a Yafía, rey de Laquis, y a Debir, rey de Eglón: 
4 –Vengan con refuerzos para derrotar a Gabaón, que ha hecho las paces con Josué y los israelitas. 
5 Entonces se aliaron los cinco reyes amorreos –el de Jerusalén, el de Hebrón, el de Yarmut, 
   el de Laquis y el de Eglón– subieron con sus ejércitos, acamparon frente a Gabaón y la atacaron. 

Josué socorre a Gabaón

6 Los de Gabaón despacharon emisarios a Josué, al campamento de Guilgal, con este ruego: 
   –No dejes solos a tus vasallos. Ven en seguida a salvarnos. 
   Ayúdanos, porque se han aliado contra nosotros los reyes amorreos de la montaña. 
7 Entonces Josué subió desde Guilgal con todo su ejército, todos sus guerreros, 
8 y el Señor le dijo: –No les tengas miedo, que yo te los entrego; ni uno de ellos podrá resistirte. 
9 Josué caminó toda la noche desde Guilgal y cayó sobre ellos de repente; 

El socorro de lo alto

10 el Señor los desbarató ante Israel, que les infligió una gran derrota junto a Gabaón, 
     y los persiguió por la Cuesta de Bet-Jorón, destrozándolos hasta Azecá y Maqueda. 
11 Y cuando iban huyendo de los israelitas por la cuesta de Bet-Jorón, 
     el Señor les lanzó desde el cielo un pedrisco fuerte y mortífero en el camino hasta Azecá; 
     murieron más por la granizada que por la espada de los israelitas. 
12 Cuando el Señor puso en manos de los israelitas a los amorreos, 
     Josué habló al Señor y gritó en presencia de Israel: 
     –¡Sol, quieto en Gabaón! ¡Y tú, luna, en el valle de Ayalón! 
13 Y el sol quedó quieto y la luna inmóvil, hasta que se vengó el pueblo de sus enemigos. 
     Así consta en el libro de Yasar: 
     El sol se detuvo en medio del cielo y tardó un día entero en ponerse. 
14 Ni antes ni después ha habido un día como aquél, 
     cuando el Señor obedeció a la voz de un hombre, porque el Señor luchaba por Israel. 
15 Josué y los israelitas se volvieron al campamento de Guilgal. 

Los cinco reyes en la cueva de Maqueda

16 Los cinco reyes lograron huir y se escondieron en la cueva de Maqueda. 
17 Avisaron a Josué: –Los cinco reyes están escondidos en la cueva de Maqueda. 
18 Josué ordenó: –Hagan rodar piedras grandes hasta la entrada de la cueva 
     y dejen allí apostados algunos centinelas para que los vigilen. 
19 Ustedes no dejen de perseguir al enemigo, córtenles la retirada; 
     no los dejen llegar a sus poblados, porque el Señor, su Dios, se los entrega. 
20 Cuando Josué y los israelitas los derrotaron hasta acabar con ellos –fue una gran derrota–, 
     los que lograron salvarse huyendo se refugiaron en las ciudades fortificadas. 
21 Todo el ejército volvió victorioso al campamento de Josué, en Maqueda. 
     Nadie se atrevió a hablar mal de los israelitas. 
22 Josué ordenó: –Destapen la entrada de la cueva y saquen a esos cinco reyes. 
23 Cumpliendo sus órdenes, sacaron de la cueva a los cinco reyes: 
     el de Jerusalén, el de Hebrón, el de Yarmut, el de Laquis y el de Eglón. 
24 Cuando se los presentaron, Josué convocó a todos los israelitas y dijo a sus oficiales:
     –Acérquense y pisen la nuca a esos reyes. 
     Ellos se acercaron y pusieron el pie en la nuca de los reyes. 
25 Josué les dijo: –No teman ni se acobarden. ¡Sean fuertes y valientes!, 
     que así tratará el Señor a todos los enemigos con los que van a luchar. 
26 Dicho esto, los ajustició y los colgó de cinco árboles; allí estuvieron colgados hasta la tarde. 
27 A la puesta del sol mandó bajarlos de los árboles y tirarlos a la cueva donde se habían escondido; después colocaron grandes piedras a la entrada de la cueva, y allí están todavía hoy. 

Conquista de las ciudades meridionales de Canaán

28 Aquel día Josué tomó Maqueda. La pasó a cuchillo, consagrando al exterminio a su rey 
     y a todos sus habitantes. No quedó un superviviente; trató al rey de Maqueda como al de Jericó. 
29 Desde Maqueda Josué y los israelitas pasaron a Libná y la atacaron. 
30 El Señor les entregó también Libna y a su rey, y pasaron a cuchillo a todos los habitantes. 
     No quedó en ella un superviviente; a su rey lo trató Josué como al de Jericó. 
31 Desde Libna Josué y los israelitas pasaron a Laquis, acamparon frente a ella y la atacaron. 
32 El Señor se la entregó: tomaron Laquis al segundo día y pasaron a cuchillo a todos los habitantes, 
     lo mismo que habían hecho en Libna. 
33 Horán, rey de Guézer, subió en auxilio de Laquis, pero Josué lo derrotó a él y a su ejército, 
     sin dejarle un superviviente. 
34 Desde Laquis Josué y los israelitas pasaron a Eglón; acamparon frente a ella y la atacaron. 
35 La tomaron aquel mismo día y la pasaron a cuchillo, consagrando al exterminio a todos sus 
     habitantes, lo mismo que habían hecho con Laquis. 
36 Desde Eglón, Josué y los israelitas con él, pasaron a Hebrón y la atacaron. 
37 La tomaron y pasaron a cuchillo a su rey y a toda la población. 
     No quedó un superviviente, lo mismo que habían hecho en Eglón; 
     la consagraron al exterminio con todos sus habitantes. 
38 Después Josué y los israelitas con él se volvieron contra Debir y la atacaron. 
39 Se apoderaron de ella, del rey y sus poblados y los pasaron a cuchillo, 
     consagrando al exterminio a todos sus habitantes. 
     No quedó un superviviente; trataron a Debir y a su rey lo mismo que a Hebrón y a su rey, 
     a Libna y a su rey. 

Recapitulación de las conquistas del sur

40 Así fue como conquistó Josué toda la montaña, el Negueb y la Sefela 
     y las estribaciones de la sierra, con sus reyes. No quedó un superviviente. 
     Consagraron al exterminio a todo ser viviente, como había mandado el Señor, Dios de Israel. 
41 Josué conquistó desde Cades Barnea hasta Gaza, y todo el país de Gosén hasta Gabaón. 
42 En una sola ofensiva se apoderó de todos aquellos reyes y sus tierras, porque el Señor, 
     Dios de Israel, combatía por Israel. 
43 Josué y los israelitas que iban con él se volvieron después al campamento de Guilgal. 


miércoles, 5 de abril de 2023

Génesis 37,1-36: José vendido por sus hermanos

Génesis 37,1-36:
Sueños de gloria de José. José vendido por sus hermanos

Gn 37,3-4.12-13a.17b-28:

Génesis 37,1-11: Sueños de gloria de José

1 Jacob, por su parte, se estableció en el que fue país residencial de su padre, el país de Canaán.
2 Esta es la historia de Jacob. José tenía diecisiete años. 
   Estaba de pastor de ovejas con sus hermanos, él, muchacho todavía, 
   con los hijos de Bilhá y los de Zilpá, mujeres de su padre. 
   Y José comunicó a su padre lo mal que se hablaba de ellos.
3 Israel amaba a José más que a todos los demás hijos, por ser para él el hijo de la ancianidad. 
   Le había hecho una túnica de manga larga.
4 Vieron sus hermanos cómo le prefería su padre a todos sus otros hijos 
   y le aborrecieron hasta el punto de no poder ni siquiera saludarle.
5 José tuvo un sueño y lo manifestó a sus hermanos, quienes le odiaron más aún.
6 Les dijo: "Oíd el sueño que he tenido.
7 Me parecía que nosotros estábamos atando gavillas en el campo, 
   y he aquí que mi gavilla se levantaba y se tenía derecha, 
   mientras que vuestras gavillas le hacían rueda y se inclinaban hacia la mía."
8 Sus hermanos le dijeron: "¿Será que vas a reinar sobre nosotros o que vas a tenernos domeñados?" 
   Y acumularon todavía más odio contra él por causa de sus sueños y de su palabras.
9 Volvió a tener otro sueño, y se lo contó a sus hermanos. 
   Díjoles: "He tenido otro sueño: Resulta que el sol, la luna y once estrellas se inclinaban ante mí".
10 Se lo contó a su padre y a sus hermanos, y su padre le reprendió y le dijo: 
     "¿Qué sueño es ése que has tenido? 
     ¿Es que yo, tu madre y tus hermanos vamos a venir a inclinarnos ante ti hasta el suelo?"
11 Sus hermanos le tenían envidia, mientras que su padre reflexionaba.

Génesis 37,12-36: José vendido por sus hermanos

12 Fueron sus hermanos a apacentar las ovejas de su padre en Siquem,
13 y dijo Israel a José: "¿No están tus hermanos pastoreando en Siquem? 
     Ve de mi parte a donde ellos." Dijo: "Estoy listo."
14 Díjole: "Anda, vete a ver si tus hermanos siguen sin novedad, y lo mismo el ganado, 
     y tráeme noticias." Le envió, pues, desde el valle de Hebrón, y José fue a Siquem.
15 Encontróse con él un hombre mientras estaba discurriendo por el campo. 
     El hombre le preguntó: "¿Qué buscas?"
16 Díjole: "Estoy buscando a mis hermanos. Indícame, por favor, dónde están pastoreando."
17 El hombre le dijo: "Partieron de aquí, pues yo les oí decir: "Vamos a Dotán."" 
     José fue detrás de sus hermanos y los encontró en Dotán.
18 Ellos le vieron de lejos, y antes que se les acercara, conspiraron contra él para matarle,
19 y se decían mutuamente: "Por ahí viene el soñador.
20 Ahora, pues, venid, matémosle y echémosle en un pozo cualquiera, 
     y diremos que algún animal feroz le devoró. Veremos entonces en qué paran sus sueños."
21 Rubén lo oyó y le libró de sus manos. Dijo: "No atentemos contra su vida."
22 Rubén les dijo: "No derraméis sangre. Echadle a ese pozo que hay en el páramo, 
     pero no pongáis la mano sobre él." 
     Su intención era de salvarle de sus hermanos para devolverle a su padre.
23 Y ocurrió, que cuando llegó José donde sus hermanos, éstos despojaron a José de su túnica 
     —aquella túnica de manga larga que llevaba puesta—,
24 y echándole mano le arrojaron al pozo. Aquel pozo estaba vacío, sin agua.
25 Luego se sentaron a comer. Y levantando los ojos divisaron una caravana de ismaelitas 
     que venían de Galaad, con camellos cargados de almáciga, sandáraca y ládano, 
     que iban bajando hacia Egipto.
26 Entonces dijo Judá a sus hermanos: 
     "¿Qué aprovecha el que asesinemos a nuestro hermano y luego tapemos su sangre?
27 Venid vamos a venderle a los ismaelitas, pero no pongamos la mano en él, 
     porque es nuestro hermano, carne nuestra." Y sus hermanos asintieron.
28 Pasaron unos madianitas mercaderes, y descubriéndole subieron a José del pozo. 
     Vendieron a José a los ismaelitas  por veinte piezas de plata, y éstos se llevaron a José a Egipto.
29 Vuelve Rubén al pozo, y he aquí que José no estaba en el pozo. El desgarró sus ropas,
30 y volviendo donde sus hermanos les dijo: "El niño no aparece, y yo ¿qué hago ahora?"
31 Entonces tomaron la túnica de José, y degollando un cabrito, tiñeron la túnica en sangre,
32 y enviaron la túnica de manga larga, haciéndola llegar hasta su padre con este recado: 
     "Esto hemos encontrado: examina si se trata de la túnica de tu hijo, o no."
33 El la examinó y dijo: "¡Es la túnica de mi hijo! ¡Algún animal feroz le ha devorado! 
     ¡José ha sido despedazado!"
34 Jacob desgarró su vestido, se echó un sayal a la cintura 
     e hizo duelo por su hijo durante muchos días.
35 Todos sus hijos e hijas acudieron a consolarle, pero él rehusaba consolarse y decía: 
     "Voy a bajar en duelo al seol donde mi hijo." Y su padre le lloraba.
36 Por su parte, los madianitas, llegados a Egipto, 
     le vendieron a Putifar, eunuco de Faraón y capitán de los guardias.

SOBRE EL MISMO TEMA:

martes, 19 de julio de 2022

Números 13,1-24: La exploración de Canaán

Números 13,1-24:
La exploración de Canaán

1 El Señor dijo a Moisés:
2 «Envía unos hombres a explorar el país de Canaán, que yo doy a los israelitas; 
   enviarás a un hombre por cada una de sus tribus paternas, todos ellos jefes de tribu».
3 Entonces Moisés los envió desde el desierto de Parán, según la orden del Señor. 
   Todos estos hombres eran jefes de los israelitas,
4 y sus nombres eran los siguientes: Por la tribu de Rubén, Samuá, hijo de Zacur;
5 por la tribu de Simeón, Safat, hijo de Jorí,
6 por la tribu de Judá, Caleb, hijo de Iefuné;
7 por la tribu de Isacar, Igal, hijo de José;
8 por la tribu de Efraím, Oseas, hijo de Nun;
9 por la tribu de Benjamín, Paltí, hijo de Rafú;
10 por la tribu de Zabulón, Gadiel, hijo de Sodí;
11 por la tribu de José, o sea, por la tribu de Manasés, Gadí, hijo de Susí;
12 por la tribu de Dan, Amiel, hijo de Guemalí;
13 por la tribu de Aser, Setur, hijo de Miguel;
14 por la tribu de Neftalí, Najbí, hijo de Vofsí;
15 por la tribu de Gad, Gueuel, hijo de Maquí.
16 Estos son los nombres de las personas que envió Moisés a explorar el país. 
     Y a Oseas, hijo de Nun, Moisés lo llamó Josué.
17 Cuando Moisés los envió a explorar el territorio de Canaán, les dijo: 
     «Suban ahí, por el Négueb, y luego avancen hasta la región montañosa.
18 Observen cómo es el país, y la gente que lo ocupa es fuerte o débil, escasa o numerosa.
19 Fíjense también si la tierra donde viven es buena o mala, 
     y si las ciudades en que habitan son abiertas o fortificadas;
20 si el suelo es fértil o árido, y si está arbolado o no. 
     Tengan valor, y traigan algunos frutos de la región». 
     Esto sucedió en el tiempo de las primeras uvas.
21 Los hombres fueron a explorar el país, desde el desierto de Sin hasta Rejob, 
     a la Entrada de Jamat.
22 Subieron por el Negueb y llegaron a Hebrón, donde vivían Ajimán, Sesai y Talmai, 
     descendientes de Anac –Hebrón había sido fundada siete años antes que Tanis de Egipto–.
23 Cuando llegaron al valle de Escol, cortaron una rama de vi con un racimo de uvas, 
     y tuvieron que llevarla entre dos, sostenida con una vara. También recogieron granadas e higos.
24 Ese lugar fue llamado valle de Escol –que significa Racimo– 
     a causa del racimo que los israelitas habían cortado allí.

viernes, 14 de julio de 2017

Génesis 13,1-18: Lot se separa de Abram

Gn 13,2.5-18
Martes de la 12 Semana del Tiempo Ordinario, Año II

13:1 De Egipto subió Abram al Négueb, junto con su mujer y todo lo suyo, y acompañado de Lot.
13:2 Abram era muy rico en ganado, plata y oro.
13:3 Caminando de acampada en acampada se dirigió desde el Négueb hasta Betel, hasta el lugar donde estuvo su tienda entre Betel y Ay,
13:4 el lugar donde había invocado Abram el nombre del Señor.
13:5 También Lot, que iba con Abram, tenía ovejas, vacadas y tiendas.
13:6 Ya la tierra no les permitía vivir juntos, porque su hacienda se había multiplicado, de modo que no podían vivir juntos.
13:7 Hubo riña entre los pastores del ganado de Abram y los del ganado de Lot. (Además los cananeos y los perizitas habitaban por entonces en el país.)
13:8 Dijo, pues, Abram a Lot: "Ea, no haya disputas entre nosotros ni entre mis pastores y tus pastores, pues somos hermanos.
13:9 ¿No tienes todo el país por delante? Pues bien, apártate de mi lado. Si tomas por la izquierda, yo iré por la derecha; y si tú por la derecha, yo por la izquierda."
13:10 Lot levantó los ojos y vio toda la vega del Jordán, toda ella de regadío —eran antes de destruir el Señor a Sodoma y Gomorra— como el jardín del Señor, como Egipto, hasta llegar a Soar.
13:11 Eligió, pues, Lot para sí toda la vega del Jordán, y se trasladó al oriente; así se apartaron el uno del otro.
13:12 Abram se estableció en Canaán y Lot en las ciudades de la vega, donde plantó sus tiendas hasta Sodoma.
13:13 Los habitantes de Sodoma eran muy malos y pecadores contra el Señor.
13:14 Dijo el Señor a Abram, después que Lot se separó de él: "Alza tus ojos y mira desde el lugar en donde estás hacia el norte, el mediodía, el oriente y el poniente.
13:15 Pues bien, toda la tierra que ves te la daré a ti y a tu descendencia por siempre.          
13:16 Haré tu descendencia como el polvo de la tierra: tal que si alguien puede contar el polvo de la tierra, también podrá contar tu descendencia.
13:17 Levántate, recorre el país a lo largo y a lo ancho, porque a ti te lo he de dar".
13:18 Y Abram vino a establecerse con sus tiendas junto a la encina de Mambré, que está en Hebrón, y edificó allí un altar al Señor. 

lunes, 27 de enero de 2014

2 Samuel 5,1-10: " Las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David y le dijeron: Hueso y carne tuya somos (...) Ellos ungieron a David como rey de Israel (...) Tenía treinta años cuando empezó a reinar y reinó cuarenta años (...) David iba creciendo en poderío y el Señor de los ejércitos estaba con él".

2 Samuel 5,1-10
Lunes del 3 semana del tiempo ordinario (ciclo II),

En aquellos días, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David y le dijeron: "Hueso y carne tuya somos; ya hace tiempo, cuando todavía Saúl era nuestro rey, eras tú quien dirigías las entradas y salidas de Israel. Además, el Señor te ha prometido "Tú serás el pastor de mi pueblo Israel, tu serás el jefe de Israel"". Todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver al rey, y el rey David hizo con ellos un pacto en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos ungieron a David como rey de Israel. Tenía treinta años cuando empezó a reinar y reinó cuarenta años; en Hebrón reinó sobre Judá siete años y medio, y en Jerusalén reinó treinta y tres años sobre Israel y Judá. El rey y sus hombres marcharon sobre Jerusalén, contra los jebuseos que habitaban el país. Los jebuseos dijeron a David: "No entrarás aquí. Te rechazarán los ciegos y los cojos. (Era una manera de decir que David no entraría)". Pero David conquistó el alcázar de Sión, o sea, la llamada: "Ciudad de David". David iba creciendo en poderío y el Señor de los ejércitos estaba con él.