Poesía y sexo / El celo de los gatos
Sábado 01 de Marzo de 2008. ¿Cuánto de sexo hay en tu poesía?, me pregunta inopinadamente un amigo. Balbuceo, comienzo a decirle que así, interrogado de sopetón, respondería que nada, pero que si consideremos la teoría freudiana de la sublimación, entonces vaya a saber cuánto, seguramente mucho. Se ríe de buena gana y me dice que me quede con la primera respuesta, que la sublimación no está probada, y que, además, el sexo es sólo sexo, un tema pobre para le poesía y la literatura en general. Añade: "¿Por qué convertir la literatura en afrodisíaco? Puede ser algo más que eso, ¿no?" Le digo bueno bueno no tanto… No está mal que además de otras cosas la literatura haga cosquillas en los genitales… Se vuelve a reír. "El sexo es absoluto, aunque depende de unos centímetros más o menos", dice. "Un amigo gay me confesó que en El Prado quedó extasiado con el pene de una escultura clásica, y no podía desviar la vista del relativamente pequeño adminículo. Soñaba con l