En este caso, la única y verdadera razón de esta entrada es la nostalgia en su estado más puro. Mis recuerdos sobre este título eran más bien vagos, y la única razón para perseguirlo era fa firme creencia de que me hizo pasar un buen rato frente al televisor una lluviosa mañana de sábado, en la que probablemente no pude salir a jugar a la calle y me tuve que quedar en casa.
Todos sabemos que la memoria es selectiva y traicionera, y he podido comprobarlo años más tarde al sentarme de nuevo frente a la pantalla, cambiando la tele por el monitor y la mañana de sábado por un viernes por la noche. Seré directo: Tecnopolicía es bastante mala. La animación es mala, el guión es malo, los diseños son malos, los mechas... Lo único bueno es el doblaje español, que allá por los ochenta alcanzó unas cotas de la calidad en el anime que llegaba por estos lares que no han vuelto a ser igualadas (y el inconfundible timbre de aquellas voces de doblaje también funciona como un potente evocador,una suerte de magdanela proussiana).
"Alma de cántaro, espero que esto no sea un trasunto de El Séptimo sello...".
La peli responde internacionalmente al nombre de Techno Police 21 C; en Japón, Tekunoporisu Nijūisseki; en España fue bautizada Tecnopolicía, o incluso Tecnopolicía en acción (según se apunta en el animenewsnetwork). Sea como fuere, hay algunas cosas interesantes que se pueden decir sobre este título: en primer lugar, el diseño de los personajes resulta un tanto extraño, y no se ajusta exactamente al típico look de anime clásico, no sé muy bien cómo explicarlo, pero cualquiera que le eche un ojo seguro que tiene una impresión rara los primeros minutos, hay algo ahí que no parece del todo japonés; en segundo lugar, la cinta conserva, especialmente en las escenas de acción, esa animación un tanto sucia, imperfecta, pero a la vez vigorosa y enérgica, del anime de los setenta (aunque sea ya de los ochenta), una animación llena de gruesas líneas cinéticas en la que se podían sentir los trazos del animador anónimo, una animación que se caracterizaba por crear el volumen de los objetos a base de rayas paralelas, en lugar de las sombras o la degradación del color, como se haría más tarde, y que aún no había alcanzado los característicos brillos metálicos de los ochenta; sólo hay que pensar en títulos como Judo boy, El hombre tigre o incluso Remi para entender lo que digo, la animación de hoy es demasiado limpia, echo de menos los setenta...; por último, señalar un par de nombres que brillan con luz propia entre los miembros del staff: Joe Hisahi, que se encargó de la música, y Shoji Kawamori (Macross, Escaflowne, Spring and Cahos...), que aparece en algunos créditos como "Action Choreography Assistance", ahí es nada.
Techno police 21 C se adelanta cinco años a Madox 01, que toma prestada la idea de un tanque como arma de destrucción masiva haciendo estragos por la ciudad cual Godzilla mecanizado.
Lo dicho: ¡Búsquenla!¡Disfrútenla!
