Mostrando entradas con la etiqueta Espasa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Espasa. Mostrar todas las entradas

21 de diciembre de 2022

Los incomprendidos - Pedro Simón


El blog y yo vamos a coger unos días de vacaciones y volveremos en 2023 con las pilas cargadas y con el firme propósito de superar la pereza que me ha acompañado estos últimos meses para sentarme a contaros mis impresiones lectoras. Pero antes de eso la última reseña de 2022 es para una novela que ya os anticipo estará en mi entrada con las mejores lecturas del año que publicaré la próxima semana. Hoy os hablo de Los incomprendidos.

Mi opinión

Tras un viaje a los Pirineos todo cambia para la familia formada por Javier y Celia y sus dos hijos, Inés y Roberto.

Y no os cuento más, hay que adentrarse en Los incomprendidos sabiendo poco, mejor no sabiendo nada. Los que ya conocéis la anterior novela de Pedro Simón, Los ingratos, podéis intuir que estamos ante una de esas lecturas de las que no se sale indemne y es que el autor parece tener cierto don para tejer con palabras las emociones que nos mueven. Las emociones que en ocasiones nos asolan.

En Los incomprendidos podríamos decir que de viajes va la cosa. Del viaje, plagado de trampas, que son las relaciones entre padres e hijos. Lo son hoy, cuando nos enfrentamos en plena era digital a unos adolescentes totalmente expuestos para los que la comparación con los demás es más accesible que nunca, y lo fueron ayer para nosotros, con unos padres que empezamos a comprender hoy. Es también el viaje que nos conduce a todos desde la niñez a la adolescencia y de ahí a la madurez. Del viaje que transita por el dolor inasumible que nos desgarra y paraliza. Del viaje interior al que nos arrastra la culpa.

Y va también de silencios, de todo aquello que no decimos y que se instala como un elefante en medio de nuestro salón. En esta familia, que podría ser la de cualquiera, se evita hablar de lo que duele, quizá porque de lo que no se habla, no existe. Qué tristeza todo ¿verdad? Afortunadamente Los incomprendidos, a pesar de su tono melancólico, es también un viaje a la esperanza y esta lectora se queda con eso mientras sigue rumiando una y otra vez lo leído, lo vivido en una lectura de esas que llegan para quedarse.

Ficha técnica 

12 de mayo de 2022

Lágrimas de oro - José Luis Gil Soto

Poco más de un mes ha transcurrido desde que os contaba que a mí las historias relacionadas de cualquier modo con el descubrimiento y la conquista de América no me resultan atractivas y es que el Nuevo Mundo me da una pereza máxima. Pero siempre hay buenos motivos para saltarse las reglas que cada uno se autoimpone y en esta ocasión la novela venía firmada por un autor que hace justo tres años me conquistó con otra lectura que, en principio, nada tenía que ver con mis gustos habituales. Ese autor es José Luis Gil Soto y esa novela fue Madera de savia azul y hoy estoy encantada de hablaros de Lágrimas de oro.

Mi opinión

2019. El robo de un collar de origen inca en una iglesia de Conquista de la Sierra, un pequeño pueblo de Extremadura cercano a Trujillo, pone a trabajar a la teniente Rebeca Parma, del Grupo de Patrimonio histórico de la Guardia Civil, y su equipo para encontrar al responsable. Por otro lado, otra línea argumental que se extiende desde 1524 hasta 1533 nos acerca a la conquista del Imperio Inca alternando capítulos en los que conoceremos tanto el punto de vista español como el inca.

Una acertada combinación de géneros permite que el robo de un collar, en este caso ficticio, se convierta en el hilo conductor que nos permitirá viajar desde el siglo XXI hasta el XVI, haciendo que tres líneas argumentales totalmente independientes en un principio vayan convergiendo capítulo tras capítulo hasta fundirse en una sola. Siempre que con una lectura viajo entre pasado y presente hay una parte que se convierte en mi favorita y en esta ocasión, a pesar de mis reticencias sobre el Nuevo Mundo, no puedo negaros que ha sido el controvertido episodio de la conquista el que me ha cautivado de principio a fin.

Las penurias de Pizarro y todos aquellos que lo acompañaron, solo soportadas por su tesón y la ilusión de encontrar grandes riquezas; la terrible guerra civil que enfrentaba en aquellos momentos a Atahualpa y Huáscar; y el acercamiento al pensamiento y sentir del pueblo inca, especialmente a través de Quispe Sisa y Cuxirimay, dos grandes e inolvidables personajes femeninos, encierran entre las páginas de Lágrimas de oro la que sin duda alguna ha debido ser una ardua y larga labor de documentación que queda perfectamente integrada en la narración. No necesita Gil Soto darnos lecciones de Historia para regalarnos una novela cautivadoramente didáctica sin perder un ápice de la diversión y el entretenimiento que al menos yo busco siempre en mis lecturas.

Me ha gustado especialmente cómo de la forma más aséptica posible el autor intenta, y consigue, trasladar al lector los sentimientos de ambos pueblos en un episodio histórico tan polémico como el que aborda y es que es fácil en ocasiones, cuando echamos la vista atrás y miramos nuestra historia, caer en revisionismos absurdos si no nos ponemos, o al menos lo intentamos, en la situación y en la mentalidad de cinco siglos atrás. No cabe duda de que el autor consigue llevarnos hasta aquel momento y hasta aquel lugar y de ese modo el lector se pone en la piel de aquellos que, además de ansias de poder y riquezas, eso es innegable, tenían también el absoluto convencimiento de estar llevando la palabra del verdadero Dios.

Poco os cuento como veis de la búsqueda del collar robado y es que, aun siendo una línea argumental interesante, para mí eran capítulos que quería que pasaran lo más rápido posible y así poder volver al pasado y a la conquista. Y rápido pasan y no solo porque ocupen menos espacio, sino porque se trata de una parte que si bien en su inicio navega con velocidad de crucero poco a poco va adquiriendo más ritmo hasta alcanzar el paso de un thriller con una tensión creciente mientras nos adentramos en el turbio mundo del mercado negro de obras de arte.

En definitiva, Lágrimas de oro es una fantástica novela que, manejando distinto hilos temporales y espaciales, combina con acierto el género histórico y el policíaco. La conquista del Imperio Inca es, en manos de José Luis Gil Soto, un apasionante relato que enseña tanto como entretiene. Termino la reseña pensando  con qué volverá a sorprenderme un autor que parece empeñado en conquistarme con libros que yo creo que no son para mí.

Ficha técnica


16 de diciembre de 2021

Los ingratos - Pedro Simón


Esta reseña se quedó en el tintero. Leí esta novela poco antes de marcharme de vacaciones en julio y, aunque mi idea era publicarla a la vuelta, acumulé tantas que nunca veía el momento de sacarla a la luz hasta que finalmente, me olvidé de ella. Pero hace unos días, recapitulando cuáles habían sido mis mejores lecturas de este año que ya se acaba, me dije que ya no podía esperar más. Hoy os hablo de Los ingratos.

Mi opinión

Los ingratos nos cuenta la historia de David y su familia. Corren los años 70 y mientras el padre se queda trabajando en Madrid, David, junto a su madre, maestra, y sus hermanas, se traslada a un pequeño pueblo de Extremadura. Allí la madre contratará a Emérita para que le eche una mano con los niños y la casa y día tras día se establecerá una relación muy especial entre ella y el pequeño Daniel.

Alternando las voces en primera persona de Daniel y Emérita, Los ingratos nos traslada de forma fidedigna a la España rural de mediados de los 70 sumergiéndonos en la rutina de un pueblo pequeño que, aunque poco o nada tenga que ver con aquel en el que yo pasaba los veranos de mi infancia, rápidamente me retrotrajo hasta allí. Con una narración impregnada de un tono melancólico y en la que imperan las descripciones y múltiples reflexiones por encima de los diálogos, Los ingratos tiene mucho de novela de iniciación, pero es por encima de todo la historia de la relación que se establece entre David y Emérita.

Una historia llena de amor que deja un sabor agridulce en el lector ya que es también una historia de soledad y de olvido. Y sí, también de ingratitud, pero no de la que nace de una decisión premeditada y consciente, sino de aquella que el paso del tiempo impone, la ingratitud provocada por vidas que se alejan, por la distancia y el tiempo que van minando las relaciones, por las buenas intenciones que terminan quedándose en eso, en intenciones, hasta que un día despertamos sin saber si es demasiado tarde o si aún tenemos tiempo.

Poco tiempo después de leer esta novela llegó el turno de Las gratitudes, de la que os hablé la semana pasada, y siendo dos novelas tan distintas ambas tienen en su base la misma premisa: la importancia de las personas que de un modo u otro marcaron nuestras vidas y dejaron su huella para que hoy seamos los que somos. Lo poco que damos las gracias a quienes más se lo merecen. Lo ingratos que somos de una forma tan poco consciente como a menudo cruel.

Diría que Los ingratos es una lectura imprescindible, casi obligatoria. La historia de Daniel y Emérita me llegó a lo más profundo y me hizo reflexionar muchísimo porque Pedro Simón nos habla de emociones que son comunes a todos. También me dolió, sí. Ya he sumado unas cuantas ingratitudes en mi haber y lo peor es que algunos ya no están para darles las gracias, aunque sean tardías.

Ficha técnica

23 de septiembre de 2021

Minireseñas III (2021)

DONDE HAYA TINIEBLAS – MANUEL RÍOS SAN MARTÍN

Una modelo rusa menor de edad desaparece durante un viaje a Madrid y los inspectores Martínez y Pieldelobo se harán cargo del caso que, aunque comienza siendo una desaparición, pronto se convertirá en asesinato.

Esta es la tercera novela del autor y tras leer Círculos y La huella del mal, lecturas ambas que no terminaron de ser totalmente satisfactorias para mí, debo decir que Donde haya tinieblas me ha convencido totalmente. Con una prosa sencilla y una narración tan visual que con las palabras dibuja las escenas en nuestra cabeza, el autor nos lleva por distintas líneas de investigación en este thriller de acción que combina sin artificio elementos tan dispares como la Biblia y las redes sociales. Y lo hace de la mano de dos protagonistas tan antagónicos como complementarios resultan ser conforme avanzamos en la lectura. Una novela con una trama muy bien armada, de ritmo muy ágil y con una buena dosificación de la tensión narrativa. No me importaría nada volver a encontrarme con estos dos policías.

 

LOS AUSENTES – JUANA CORTÉS AMUNARRIZ

El secuestro de Bixen Alzola, profesor de universidad defensor de la vía pacífica para solucionar el conflicto vasco, golpea como un mazazo a su mujer, Leire. Pero esta no reacciona como los terroristas esperan. Y hasta aquí os cuento porque la decisión de Leire y su ejecución es mucho mejor que la descubráis por vosotros mismos.

Los ausentes es una de esas novelas que atrapan al lector desde las primeras páginas y a partir de ese momento la tensión no hace otra cosa que crecer y crecer. La autora nos va ofreciendo de forma alternativa los puntos de vista de los distintos personajes de forma que el lector tiene una visión global de todo lo que está ocurriendo dentro y fuera del zulo en el que Bixen está recluido y, sobre todo, nos hace ponernos en el lugar de todos ellos con suma facilidad, sobre todo en el de Leire, consiguiendo que nos preguntemos una y otra vez qué estaríamos dispuestos a hacer nosotros por salvar a un ser querido y cómo el contacto con la violencia puede cambiarnos.

 

LA CONGREGACIÓN – MIGUEL CONDE-LOBATO

Rafael y Guillermo son amigos desde la infancia y, aunque siguen conservando esa amistad, la vida los ha llevado por caminos muy distintos. Guillermo sintió la llamada de la vocación y tomó los hábitos, y Rafael, tras terminar la carrera de medicina, se dedicó a la investigación. Precisamente un estudio sobre la identificación de ADN en reliquias le ha llevado a desarrollar una tecnología con la que se ha conseguido clonar a Cristo.

Una novela sobre los límites éticos de la ciencia con cuyo comentario tampoco quiero extenderme demasiado y es que, partiendo de una premisa realmente interesante, su lectura ha sido una decepción. La presentación de los personajes, viajando para ello hasta el pasado cuando es necesario, es excesivamente extensa por lo que cuando por fin llegamos al meollo de la novela, mi interés era prácticamente nulo. Una pena porque el argumento prometía, pero me ha fallado la ejecución.

 

LO QUE LA MAREA ESCONDE – MARÍA ORUÑA

Judith Pombo, presidenta del Real Club de Tenis de Santander, aparece muerta en un camarote, cerrado por dentro y sin más accesos, de la goleta La Giralda. Valentina Redondo se hará cargo de la investigación mientras intenta retomar su vida tras un trágico suceso acaecido meses antes y que la ha cambiado de forma irreversible.

Tras Puerto escondido, Un lugar a donde ir y Donde fuimos invencibles, llega la última entrega de la saga Valentina Redondo en la que María Oruña nos presenta el clásico crimen de habitación cerrada. Muchos y variados son los sospechosos, cada cual con un posible móvil más o menos peregrino, de forma que la resolución personalmente me ha parecido un poco cogida con pinzas. Mucho más interesante me ha resultado el trasfondo psicológico que encierra Lo que la marea esconde y a través del cual la autora analiza el comportamiento y la evolución de la protagonista tras la tragedia personal vivida, ahondando en su sentimiento de culpabilidad.

 

 

27 de octubre de 2020

El último árbol del paraíso - Emma Lira


En 2019 Ponte en mi piel fue una de mis mejores lecturas de ese año. Con ella descubrí no solo una maravillosa historia, sino la magnífica prosa de Emma Lira, dando como resultado una novela  que me conquistó de principio a fin. Tenía claro que volvería a leer a la autora, que ya contaba con otras publicaciones anteriores, pero finalmente ha sido su último libro el que me ha dado la oportunidad de volver a sumergirme en sus letras. Hoy os hablo de El último árbol del paraíso.

Mi opinión

Corre el año 1756 y en Extremadura, Gabriel con tan solo 11 años, es el pequeño de tres hermanos y tiene que ingresar en un colegio de jesuitas como única alternativa para poder labrarse un futuro ya que su hermano mayor heredará las tierras, el mediano es soldado y al pequeño no le queda más opción que la carrera eclesiástica. Paralelamente, en Ternate, en las Islas Molucas, conoceremos a Cintia, una huérfana mestiza que se ha criado a cargo de sus tíos y junto a su inseparable prima Cornelia y que no termina de encajar ni en el mundo de estos ni en el de los nativos y para la que el futuro también es incierto.

Dos personajes separados por miles de kilómetros y que habitan mundos y culturas totalmente diferentes. Dos protagonistas redondos, fuertes, de esos que conquistan por sus ganas de comerse el mundo a bocados, por su arrojo, por su valentía, por su inconformismo y por su honestidad. Dos personajes que son el alma de El último árbol del paraíso y de los que me ha dado una pena tremenda despedirme porque son de esos que quieres tener a tu lado, de esos personajes con los que sufres cuando ellos lo hacen y con los que gozas cuando ellos gozan y eso solo se puede conseguir poniendo todo el mimo que se adivina en su trazado, con unos perfiles que quedan perfectamente dibujados por sus acciones y por sus sentimientos. Navegando de uno a otro en capítulos que se van alternando iremos descubriendo la vida de ambos e iremos creciendo con esos dos niños, cada cual con su historia hasta que estas se cruzan y si ya hasta entonces la lectura era ágil y fluida, a partir de ese momento solo me quedó terminar de caer rendida a los pies de ambos y a los de Emma Lira por regalar a los lectores una historia tan maravillosa como esta.

Si a unos personajes rotundos y profundos le sumas una historia emocionante el resultado no puede ser otro que una novela que se devora con pasión y para la que te faltan horas en el día en las que poder sumergirte en sus páginas y viajar a mundos desconocidos y exóticos retratados por Emma Lira con tal maestría que os aseguro que hasta he olido el clavo que en aquella época solo crecía en las lejanas Islas Molucas. Es este un trabajo en el que se adivina un ingente trabajo de documentación que la autora traslada e integra en la trama con total naturalidad, metiéndonos de lleno en las plantaciones y en el monopolio y la extorsión y brutalidad a la que se vieron sometidos los habitantes originarios de las islas en la época del colonialismo.

El último árbol del paraíso es una novela de ambientación histórica que podemos catalogar en el género de aventuras, un género al que ya sabéis que no soy demasiado aficionada y es que ciertamente quizá no me habría acercado a él de no ser por su autora y me alegro de haberlo hecho porque de nuevo he podido disfrutar de una trama apasionante narrada con una prosa exquisita, de esas que te hacen disfrutar del simple placer de leer.

En definitiva, no puedo más que recomendaros El último árbol del paraíso, una novela con aventuras, con amor y con pasión por la vida. Una lectura que aúna todo lo que le pido a un libro: una historia emocionante, unos personajes que enamoran y una prosa y un estilo impecables. No os la perdáis.

Ficha técnica

27 de noviembre de 2019

El jardín de los enigmas - Antonio Garrido


A pesar de tener varios títulos publicados, todos ellos muy apetecibles, aún no había tenido oportunidad de leer a Antonio Garrido así que en cuanto vi que tenía una nueva publicación decidí que no podía dejar pasar más tiempo. Hoy os hablo de El jardín de los enigmas.

Sinopsis


Mientras Londres se prepara para la Gran Exposición Universal de 1851, Rick Hunter, un cazarrecompensas muy especial, intenta saber quiénes han urdido una emboscada contra él. Las pocas pistas que encuentra le llevarán hasta la floristería Pasión de Oriente, donde casi nada es lo que parece y donde sus meticulosos arreglos florales esconden mucho más que el detalle de regalar unas flores por lo que Rick se verá inmerso en una historia en la que no faltan los mensajes encriptados y los crímenes.

Comenzar a leer El jardín de los enigmas y trasladarnos al Londres victoriano es todo uno. De la mano del autor el lector viaja a una ciudad tan fascinante como oscura en la que la miseria de los bajos fondos convive con el lujo de las clases pudientes, un contraste que Antonio Garrido nos dibuja con esmero y acierto en todo momento, tanto para visitar lúgubres prisiones y tenebrosos muelles en las orillas del Támesis, como para pasear por los jardines de Cremorne o visitar en fastuoso Crystal Palace en Hyde Park. Del mismo modo el autor nos traslada a una época de grandes cambios políticos y sociales realizando con la narración un retrato tan exhaustivo como ameno del contexto social en el que se desarrolla la trama.

Con esta magnífica ambientación el autor nos sirve una auténtica novela de aventuras con el sabor de los grandes clásicos y con un elenco de personajes variopintos, algunos de ellos inspirados en personajes reales como es el caso de una de las protagonistas, Daphne Loveray, inspirada en Ada Lovelace, hija de Lord Byron y reputada matemática en una época en la que el reconocimiento de la mujer en el campo científico era una mera quimera. Personajes de ficción y personajes reales como Lord John Russell, primer ministro en aquella época, se dan la mano para tejer una trama llena de misterio, crímenes y oscuros secretos en un Londres tan peligroso como deslumbrante.

Una novela que, además, nos permite conocer el curioso lenguaje de las flores, una forma de comunicación que como el propio autor nos cuenta en una nota final tuvo su origen en los harenes turcos siendo posteriormente muy usado en la corte de Carlos II de Inglaterra como medio para comunicar mensajes que de otro modo no podrían expresarse en una época, la victoriana, sujeta a encorsetadas etiquetas y restricciones.

Con una narración en tercera persona focalizada en el protagonista Rick Hunter, Antonio Garrido hace gala de una prosa tan rica y elegante como fluida en la que las detalladas descripciones de lugares y ambientes se alternan en perfecto equilibrio con diálogos naturales, dotando así a la lectura de una gran agilidad y un ritmo que no deja de crecer conforme avanzamos a lo largo de capítulos de extensión media que siempre finalizan dejando al lector con ganas de más.

En definitiva, El jardín de los enigmas es una novela de aventuras que nos recordará a los grandes clásicos del género. Una novela con grandes dosis de misterio que sin duda hará las delicias de los amantes del género.

Ficha técnica


6 de marzo de 2019

Ponte en mi piel - Emma Lira


¡Qué novela os traigo hoy! ¡Qué novelón! Sabéis esas lecturas que empiezas con ganas, pero sin mayores expectativas, sin ninguna referencia de nada porque tampoco has leído a la autora con anterioridad y, de repente, te bastan unas pocas páginas para saber que estás ante algo grande. Para empezar, te lees casi cien páginas del tirón y a partir de ahí todo es sumergirse en una historia tan maravillosa como bien contada. Hoy os hablo de Ponte en mi piel.

Mi opinión


En pleno siglo XVI, en Tenerife, una noche de luna llena nació Guancancha, un niño cubierto de pelo que desde el principio provocó tanto rechazo como temor. Los avatares de la vida lo llevarán hasta la corte de Enrique II de Francia quien lo toma bajo su protección y le procura una educación junto al resto de sus hijos, especialmente de Diana, su primogénita e hija bastarda reconocida como legítima. Allí transcurrirá su infancia y su juventud y pasará de ser el pequeño Guancancha a Petrus Gonsalvus.

Con una narración a tres voces, todas ellas en primera persona, Emma Lira nos mete de lleno en la vida en la corte con sus intrigas, sus secretos, sus luchas de poder, sus traiciones… Y también con sus alianzas, más o menos interesadas, y sus lealtades, sin olvidar nunca que junto al odio también conviven la amistad y el amor, y es que más de un romance encontraremos entre sus páginas, aunque ninguno de ellos, en contra de lo que pueda parecer, es realmente el tema principal de Ponte en mi piel. Sí lo es esa vida en la corte de la que os hablaba y toda la política y la religión que dominaban la existencia de todos, para ello la autora, gracias a la que sin duda ha sido una ardua labor de documentación, toma una vida real que cualquiera creeríamos producto de la fantasía y, rellenando los vacíos existentes en esa vida por no estar documentados, nos traslada  a aquella época con una ligereza tal que el lector en ocasiones no es consciente de la lección de historia a la que está asistiendo y es que Emma Lira sabe cómo aunar el rigor histórico con el más puro entretenimiento, convirtiendo Ponte en mi piel en una lectura no solo didáctica, sino también voraz.

Una lectura que, haciendo honor a su título, nos pone en la piel de esos tres narradores protagonistas, viviendo con ellos sus sentimientos y emociones, sus decisiones, unas veces acertadas y otras erróneas. Pero no son solo esos tres grandes protagonistas a los que Emma Lira nos acerca con acierto y profundidad porque no hay un solo personaje de la novela que no quede dibujado con absoluto mimo a través de sus acciones, sin necesidad alguna de explicar para mostrar, porque si en la vida real es nuestro comportamiento el que nos define, no es de forma distinta en esta novela en la que la autora muestra su buen hacer a través de una historia apasionante en sí misma que Emma Lira se encarga de hacernos llegar con una prosa tan cuidada como sencilla y un estilo tan elegante como envolvente.

Emma Lira ha recuperado la historia del tinerfeño que inspiró La Bella y la Bestia, el cuento tradicional francés posteriormente llevado al cine por Disney, para ofrecernos una novela inolvidable, tan inolvidables como lo son sus protagonistas, esos que permanecerán conmigo durante mucho tiempo. No tengo la más mínima duda en recomendaros Ponte en mi piel, una novela que desde ya os anuncio que estará entre mis mejores lecturas del año.

Ficha técnica

10 de enero de 2019

La melodía de la oscuridad - Daniel Fopiani


El pasado mes de diciembre me llegaron por sorpresa unas galeradas de una novela que se publicó ayer. O quizá no fueran sorpresa y me hubieran avisado, pero lo cierto es que anduve bastante liada por aquellas fechas y, si lo sabía, lo había borrado de mi mente, así que al abrir el sobre desconocía lo que me iba a encontrar y admito que ni siquiera conocía al autor. Hoy os hablo de La melodía de la oscuridad.

Mi opinión

Cuando un cadáver aparece en el Museo de Cádiz, con una puesta en escena muy especial, el teniente Román, de la Guardia Civil, encargado del caso, no duda en llamar a su antiguo compañero el sargento Adriano, jubilado tras sufrir un atentado con graves consecuencias. Desde el primer momento el sargento no tiene duda alguna, el asesino ha escenificado el primer trabajo de Hércules por lo que probablemente se avecinen unos cuantos asesinatos más si no logran detenerlo antes.

Desde el inicio conoceremos tanto la identidad como las motivaciones del asesino, Alceo. Se trata de un personaje cruel por el que, a pesar de conocer su difícil y traumática infancia, es imposible sentir nada que no sea un profundo rechazo. Ha habido ocasiones, con otros asesinos sociópatas, psicópatas y de todo tipo, que el trazado del perfil ha conseguido meterme en su piel y entender, aunque nunca compartir, sus motivaciones, pero en esta novela el autor se centra más en otros aspectos, como el detalle de la crueldad y barbarie de sus asesinatos con algunas escenas realmente repulsivas, en lugar de desarrollar más el perfil psicológico de un personaje que podía haber sido mucho más potente. El otro gran protagonista de la novela es Adriano, un sargento ya retirado con secuelas tanto físicas como emocionales, un personaje muy interesante al que también se le podría haber sacado mucho más partido ahondando en su psique atormentada. Por el contrario, a menudo se dedica más tiempo a algunos secundarios como Patricia, su mujer que, si bien es imprescindible para entender y conocer a Adriano, en ocasiones entrar tan de lleno en sus propios problemas y circunstancias restan tensión narrativa a la novela. Del mismo modo ciertos flashbacks me han resultado extensos en una novela realmente corta y, aunque sin duda son necesarios, su extensión para mí ha lastrado el ritmo de la novela que parece querer arrancar para terminar viéndose frenada por este tipo de cosas.

La mitología como modelo para planificar y llevar a cabo asesinatos no es algo novedoso, pero siempre funciona. Tampoco lo es que la UCO aparezca en nuestras lecturas cada vez más a menudo, aunque en esta ocasión hay aspectos procedimentales tratados con lo que me parece una cierta laxitud, y en otros puntos se han tomado licencias que, en mi opinión, son totalmente innecesarias dado que no aportan nada especial y que a determinados lectores, como es mi caso, no nos terminan de agradar. En cualquier caso, esto no deja de ser algo muy personal y lo que a mí no me agrada puede ser un punto fuerte para otro lector.


Lo cierto es que mi impresión sobre La melodía de la oscuridad, una novela que he leído en poco más de dos días, es que es una novela entretenida, con una buena historia y con unos protagonistas interesantes, todo ello base imprescindible en cualquier novela que se precie, pero en esta ocasión me ha faltado desarrollo y un cierto pulido, algo que probablemente el autor podrá trabajar en próximas publicaciones así que no os dejéis engañar con mis peros a la novela ya que a pesar de ellos la recomiendo, especialmente a quien busque una lectura fácil en la que el entretenimiento está asegurado. 

Ficha técnica



5 de diciembre de 2018

La maestra de títeres - Carmen Posadas


Hace muchos años que leí a Carmen Posadas, en aquella ocasión fue El buen sirviente la novela elegida y, aunque aprecié la calidad de la prosa de la autora, la historia no terminó de atraparme y aquel libro fue simplemente uno de tantos. Esa es la razón por la que nunca volví a animarme con la autora hasta su última publicación. Hoy os hablo de La maestra de títeres. 

Mi opinión


Beatriz Calanda es un personaje conocido de las revistas del corazón. A base de sucesivos matrimonios, cada uno con su hija correspondiente, y concediendo exclusivas a cada paso que da, su vida pública es conocida por toda España, pero hay una parte del pasado de Beatriz que ni siquiera su familia conoce. Beatriz ha ido creando su imagen y su vida a su antojo, pero ¿cuánto de verdad hay en lo que todos ven y unos admiran mientras otros denigran?

Beatriz no es solo la protagonista de esta novela, sino el hilo conductor de una historia que nos llevará desde la posguerra, a través de Ina, su madre, hasta la actualidad, donde sus hijas tienen también mucho que decir. Realiza así la autora un repaso a la sociedad española haciendo hincapié no solo en el pasado más remoto, en el que Beatriz ni siquiera había nacido, sino también en los últimos años del franquismo y la transición, en plena juventud de nuestra protagonista. De esta forma Carmen Posadas, mientras salta de un tiempo a otro, construye y perfila un personaje lleno de fuerza y caracteriza a una mujer a la que el lector llega a conocer en profundidad.

Los tres espacios temporales se irán cruzando una y otra vez, con saltos naturales que en ningún momento conducen a confusión alguna, para componer una historia que tiene mucho de novela costumbrista y en la que se aprecia el gran trabajo de documentación que sin duda está detrás de una fantástica ambientación con la que rápidamente nos sentiremos trasladados al momento y al lugar indicados, viviendo sus costumbres y sintiendo la idiosincrasia de cada época. Todo ello, además, narrado con una prosa cuidada y culta y un estilo elegante.

¿Dónde está entonces el pero para que no haya disfrutado esta novela como creía que podría hacerlo? Es difícil de explicar, porque ni siquiera ha sido esa casi continua sensación de que no pasaba nada, ya me conocéis y sabéis que disfruto tanto de novelas en las que continuamente pasan cosas, como de novelas de corte más pausado e intimista en el que lo cotidiano toma las riendas. Quizá el hecho de que básicamente la novela sea una crónica social de nuestro país a lo largo de sesenta años haya sido mi mayor impedimento para que La maestra de títeres fuera una de esas novelas a las que estás deseando volver cuando tienes que abandonar la lectura y es que, sin quitarle el valor que indudablemente tiene, cuando una lectura no me aporta más que eso, no tiene nada que me haga pensar en ella cuando no la tengo entre mis manos, no deja de ser una lectura que pasa por mí sin pena ni gloria.

En definitiva, La maestra de títeres es una lectura agradable con buenos personajes y muy bien escrita con la que recorrer sesenta años de nuestra historia.

Ficha técnica


30 de noviembre de 2018

El tatuador de Auschwitz - Heather Morris


No os digo nada nuevo si os cuento que las novelas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial se cuentan entre mis favoritas, siempre me llaman la atención y si, como es el caso, se basan el un hecho real, no suelo pensármelo mucho. Hoy os hablo de El tatuador de Auschwitz. 

Mi opinión


Lale, judío eslovaco, llegó al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau en abril de 1942, allí fue tatuado con el número 32407 y poco después él mismo se convertiría en la persona encargada de tatuar a los recién llegados. Así fue como en el mes de julio del mismo año tatuó el 34902 a una joven eslovaca, no le hizo falta conocer su nombre, bastó una mirada para enamorarse de ella. Así conoció al amor de su vida, Gita.

Así comienza una historia de amor y supervivencia. Durante tres años Lale y Gita vivieron el horror de un campo de concentración y, aun así, en el seno de la mayor crueldad, hubo un tiempo para que creciera el amor. Con la ayuda de un guardia personal de las SS, Lale comenzó a enviar cartas a Gita, a quedar los domingos, día en el que no trabajaban, con ella y comenzó a crecer un amor que solo la muerte, afortunadamente muchos años después y muy lejos ya de los campos de concentración, pudo separar.

Lale ocupaba un lugar en cierto modo privilegiado dentro de Auschwitz-Birkenau y se aprovechó de ello para ayudar a sus compañeros en todo lo que pudo y, por ejemplo, sus raciones extra de comida servían para paliar un poco el hambre que el resto sufría. Una pequeña ayuda que nunca podría aliviar el dolor que el propio Lale sentía al pensar que era precisamente él el encargado de marcar a los prisioneros con ese tatuaje que terminaría siendo uno de los símbolos del Holocausto y que era una muestra más de la pérdida total de identidad que sufrieron, despojados incluso de su nombre, pasando a ser un mero número tatuado en el antebrazo.

Todo ello lo narró el propio Lale, tras la muerte de Gita, a Heather Morris, quien le entrevistó durante años hasta que, tras la muerte del protagonista, vio la luz esta novela que en principió se concibió como guion cinematográfico. Y ciertamente durante la narración he tenido en numerosas ocasiones, demasiadas, esa sensación. Quizá por el desapego con el que son narrados tantos horrores que a menudo se asemejan más a una relación de hechos que a una realidad plasmada sobre el papel. Esto ha hecho que no consiguiera implicarme ni con los protagonistas ni con los sucesos de la forma emocional e intensa que una historia como ésta, en mi opinión, requiere. La he sentido lejana porque he sentido lejana la implicación de la autora con una prosa poco elaborada y un estilo aséptico que me han mantenido alejada de la historia. Solo con una carta final que se incluye en el libro, escrita por otra persona, he conseguido emocionarme.

En definitiva, El tatuador de Auschwitz es una historia brutal sobre el Holocausto que encierra una bonita historia de amor, pero que yo no he disfrutado todo lo que esperaba debido principalmente a un estilo narrativo que me ha resultado excesivamente frío y ajeno. En cualquier caso, y como siempre os digo cuando mi opinión no es tan positiva como me gustaría, leed otras opiniones que seguro serán muy distintas a la mía.


Ficha técnica

14 de septiembre de 2018

A merced de un dios salvaje - Andrés Pascual


Lo confieso, hasta ahora no había leído nada de Andrés Pascual a pesar de haber escrito unas cuantas novelas y de tener en casa El haiku de las palabras perdidas pendiente de leer desde… mejor no pensarlo. Y por fin he leído algo suyo, pero la novela de la que os hablo hoy es su última publicación, A merced de un dios salvaje.

Mi opinión



En A merced de un dios salvaje conoceremos a Hugo Betancor y su hijo Raúl. Ambos viajarán desde Lanzarote hasta San Vicente de la Sonsierra, en La Rioja, para arreglar los temas hereditarios de Raúl, una vez fallecida su abuela materna, propietaria de la Finca Las Brumas. Hugo espera terminar rápido con los trámites, vender la parte de la bodega que le corresponde a su hijo y liquidar las deudas que lo atosigan, pero una vez allí todo se complica. No solo va a conocer por primera vez a la familia de su mujer fallecida, sino que va a descubrir que tuvo un hermano que con la edad de Hugo desapareció, un hermano con el que su hijo guarda un asombroso parecido.

La novela se nos presenta como un thriller psicológico, aunque en mi opinión tiene mucho más de drama y de novela negra, en el que fácilmente se adivina que hay más de un secreto familiar y esto es algo a lo que ya sabéis no puedo resistirme de ninguna forma. Desde el principio el lector es partícipe de esa sensación de que hay algo que los personajes esconden, tanto al lector como entre ellos. Esta sensación se ve favorecida por el uso de un narrador protagonista que con la voz de Hugo nos transmite su incomodidad y recelos así como su preocupación e inquietud por su hijo que padece el síndrome de Dravet, una enfermedad rara que el autor nos muestra de forma clara en su gravedad, pero sin caer en dramatismos.

Alternando presente y pasado, la novela va y viene entre la época actual y los sucesos acaecidos veinte años atrás. Saltos temporales que se suceden sin confusión alguna ya que en el encabezamiento de cada capítulo sabremos si hemos vuelto al pasado o no, y que ayudan a que el ritmo de la novela esté en continuo crecimiento. Si a eso sumamos que el equilibrio entre narración y diálogo es el adecuado y que en todos los capítulos sucede algo relevante, tenemos una novela que se lee apenas sin darte cuenta con una trama que no da un respiro desde sus inicios.

Si la trama me ha gustado, la ambientación sencillamente me ha encantado. De la mano de Andrés Pascual vamos a recorrer no solo el paisaje de la Rioja Alta, sino también su historia y cultura, y los usos y costumbres del lugar. Se aprecia así, además del conocimiento propio que el autor tenga sobre su tierra natal, la que sin duda ha sido una ardua labor de documentación que, en contadas ocasiones, queda expuesta de forma poco integrada en la narración. A pesar de ello y aun estando ambientada en una bodega es precisamente en el mundo del vino y su elaboración donde menos se detiene el autor, aunque evidentemente siempre está presente.

En cuanto a la investigación policial que se lleva a cabo debo decir que he tenido mis más y mis menos con algún aspecto y es que, en ocasiones, ciertas situaciones y actuaciones me han resultado poco creíbles, con excesivas licencias por parte del autor que me han parecido más encaminadas al interés propio por el desarrollo de la trama, que adecuadas a lo que en la vida real sería una investigación oficial y esto a mí, aunque solo sea una parte de la novela, me ha pesado bastante durante la lectura.

En definitiva, y salvo la pequeña pega apuntada, A merced de un dios salvaje es una novela que se lee con gusto e interés y que, escrita con una prosa sencilla y ágil, me ha deparado unas cuantas horas de entretenimiento.

Ficha técnica


7 de septiembre de 2018

La química del odio - Carme Chaparro


Tenía ganas de volver a leer a Carme Chaparro. El verano pasado, y aunque hubo alguna cosilla que no terminó de convencerme, disfruté mucho con la lectura de No soy un monstruo, y su nueva novela no podía perdérmela así que la metí en la maleta y se vino a la playa conmigo. Hoy os hablo de La química del odio.

Mi opinión



Tras la resolución del caso Slenderman Ana Arén ha pasado un tiempo de baja, pero el día de Nochebuena se incorpora a su nuevo puesto en la Unidad de Homicidios y nada más llegar se topa con que el cuerpo de Mónica Spinoza, duquesa de Mediona, aparece sin vida en su dormitorio, con una puesta en escena sorprendente, rodeada de dos círculos: uno de joyas y otro de basura. Las cosas se complican aún más cuando el ascensor de un hospital se desploma y varias personas aparecen muertas. Y todo ello con el comisario Ruipérez pisándole los talones y dejándole muy claro que está deseando que dé un paso en falso y tener la excusa perfecta para acabar con ella.

Dos casos de lo más mediáticos que pondrán a la Policía en el punto de mira de los medios de comunicación y con los que la autora se desenvuelve como pez en el agua mostrándonos una investigación policial realista, en la que no se deja nada a la improvisación y con un relato minucioso y eficaz de los procesos, poniendo de relieve la que sin duda ha sido una gran labor de investigación y dotando así a la narración de verosimilitud, sin dejar de lado por ello los giros inesperados que cualquier novela del género precisa. Además, no deja de sorprendernos introduciendo elementos curiosos como los llamados “colores de la muerte” y las técnicas de medición de emociones a través del neuromarketing. Tampoco se olvida la autora de hacer referencia a cómo internet y la tecnología (ojo al apunte sobre mayordomos virtuales) nos han restado privacidad casi sin que nos demos cuenta.

Con una prosa clara, algo más elaborada que en la novela anterior, y un adecuado equilibrio entre narración y diálogo, la autora nos brinda el aspecto más visual de la narración consiguiendo que el lector se sienta partícipe de los hechos que distintos tipos de narradores se encargarán de mostrarnos mientras combina varios hilos y espacios temporales, consiguiendo con todo ello que el ritmo de lectura no deje de crecer conforme avanzamos, de modo que si La química del odio es una novela que atrapa desde el inicio, su avance atrapa irremediablemente al lector que no puede evitar caer en esa trampa mortal de un capítulo más y lo dejo. Y es que si cuando os hablé de No soy un monstruo comenté que alguna cosa no había terminado de convencerme, lo cierto es que con La química del odio aquellas pequeñas pegas han desaparecido y me encuentro con una autora que ha crecido y cuyo éxito anterior no fue flor de un día, sino que ha llegado para quedarse.

A los personajes ya conocidos se suman otros cuantos trazados con detalle a través de sus comportamientos y actitudes. Consigue la autora meternos en la mente del asesino, introduciendo unos capítulos con los que pone de relieve hasta dónde puede llegar una persona consumida por el odio. Porque esta y no otra es la esencia de una trama bien urdida y mejor resuelta, salpicada de pistas que invitan al lector a llevar a cabo su propia investigación. Una historia compleja llena de elementos de lo más diversos que en muchas ocasiones nos harán preguntarnos qué tienen que ver unos con otros, un puzle enorme al que Carme Chaparro consigue dar sentido y cohesión.

En definitiva, La química del odio es una novela policíaca muy entretenida en la que el odio y la venganza sirven de base a una trama tan compleja como bien llevada. Una de esas novelas que se leen casi sin darte cuenta, sustentada por una investigación sólida y unos personajes cercanos y creíbles.

Ficha técnica

18 de mayo de 2018

Intuición - Elisabeth Norebäck


No hice ni el más mínimo intento de resistirme a este thriller. Hay géneros que son un auténtico imán para mí y si, además, tienen una sinopsis tan atractiva como ésta me lanzo sin dudarlo. Hoy os hablo de Intuición.

Mi opinión


Stella es psicoterapeuta y, aunque no pasa por su mejor momento profesional, es feliz junto a su marido y su hijo adolescente. Lejos ha quedado, a pesar de no poder olvidarlo, un trágico suceso acontecido en su juventud, cuando perdió a su hija siendo poco más que un bebé. Nunca se encontró su cuerpo y Stella siempre ha conservado la esperanza de que esté con vida en algún lugar así que cuando una nueva paciente llega a su consulta, Isabelle, saltan todas sus alarmas al apreciar el asombroso parecido físico con la familia de su padre.

Intuición es un thriller psicológico en el que el perfil de los personajes prima sobre la acción propiamente dicha. De hecho, la autora no parece tener demasiado interés en que la tensión se base en conocer la verdad ya que el lector fácilmente podrá saberla o al menos intuirla, de forma que lo principal en la novela es el trazado psicológico que Elisabeth Norebäck traza de los personajes principales, las ya nombradas Stella e Isabelle, y Kerstin, madre de esta última. Ellas tres serán las encargadas de llevar el peso de la narración en una novela que nos ofrece tres puntos de vista de tres personalidades e intereses muy distintos, consiguiendo la autora que el lector se meta en la piel de todas ellas y aunque no siempre pueda estar de acuerdo con sus decisiones y sus actos ello no impide que las entendamos y lleguemos a ponernos en su lugar, viviendo de primera mano sus emociones, sentimientos y miedos. Otro efecto de usar tres narradores protagonistas es que en ocasiones lo que nos narra una se contradice con lo que nos acaba de narrar otra, debiendo el lector de realizar un ejercicio para dilucidar quién miente y quién dice la verdad e ir, con los datos de cada una de ellas, armando el puzle cuyas piezas nos sirve la autora desperdigadas en tres voces.

Con una prosa sencilla y un estilo directo, Intuición es una de esas novelas que se pegan a las manos desde la primera página invitando al lector a caer en la trampa mortal de un capítulo más y lo dejo, y es que ese estilo, a pesar del carácter intimista que en ocasiones toma la novela, unido a la brevedad de los capítulos, al adecuado equilibrio entre narración y diálogos, y al constante cambio de narrador, consigue que Intuición sea un libro que prácticamente se lee en dos ratos a pesar de un tener un ritmo pausado. Dos ratos en los que poco importa la previsibilidad de la que antes os hablaba ya que los personajes y los giros argumentales que introduce la autora son más que suficientes para despertar y mantener el interés del lector en una novela que nos habla de culpa, de dolor, de pérdidas, de búsqueda de la identidad y de segundas oportunidades.

En definitiva, Intuición es un thriller psicológico con una trama bien armada y desarrollada en el que el perfil de los personajes y sus conflictos internos priman sobre la acción en sí misma. Una novela realmente entretenida con la que pasar unos buenos ratos de lectura.

Ficha técnica




15 de diciembre de 2017

La caricia de la bestia - Cristina C. Pombo


Me gusta la novela policíaca y la novela negra, pero cada vez le pido algo más al género y aunque en esta ocasión, por lo que indica la sinopsis, ese algo más parecía provenir del tema zombi, un tema que en cuanto veo en cine o literatura me hace correr en dirección contraria, me dejé llevar por mi intuición y me decidí por esta lectura. Os advierto antes de nada, por si alguno al igual que yo está pensando en descartarlo solo de imaginar una horda de muertos vivientes, que en absoluto es así porque La caricia de la bestia no es una novela de zombis.

Sinopsis


En un bosque solitario, dos adolescentes son brutalmente atacados por un ser de una fuerza sobrenatural. En su declaración, ambos sostienen que el agresor es un zombi.
La inspectora Laura Tébar es encargada de la investigación. Se trata de una profesional de 55 años, brillante, solitaria  y con un carácter temible forjado en un pasado lleno de errores imposibles de remediar. Se la respeta y se la teme a partes iguales. Con Tébar, y a su pesar, comienza a trabajar el subinspector Merino, un joven tan inexperto como intuitivo y motivado.
Los dos no pueden ser más opuestos y no tardan en chocar. A través de la novela, el lector asistirá a un auténtico tour de force entre ambos personajes, que pasarán lo suyo antes de permitirse el mínimo respeto mutuo que les permita colaborar y enfrentarse a unos seres tan misteriosos como violentos, que  atacan desde lo más profundo del bosque, parecen invulnerables y desaparecen sin dejar rastro.

Mi opinión


Al comienzo de La caricia de la bestia no se le puede negar ni la fuerza de las imágenes que crea en el lector ni la capacidad para generar tensión e interés desde el primer momento de lectura. En un bosque de la población de Grazalema dos jóvenes son atacados por un ser humano de aspecto extraño. De un mordisco arranca parte de la cara del chico y la chica, que consigue salir indemne, no tiene dudas sobre que su atacante ha sido un zombi, no solo porque su físico así parece indicarlo, sino que su andar deambulante y su descomunal fortaleza, inmune al dolor tras partirle una pierna con una barra de hierro, así parecen indicarlo. La inspectora Laura Tébar y el subinspector David Merino serán los encargados de la investigación.

Cristina C. Pombo, con una prosa sencilla, un lenguaje coloquial y un estilo un tanto recargado dada la profusión de comas a la que se ve obligada por la extensión de sus descripciones, nos ofrece un caso policial original que, partiendo de una premisa tan absurda como increíble como es la existencia de zombis, consigue armar una trama sólida con una resolución racional y muy satisfactoria. Por el camino salpica el desarrollo con cierto efectismo más encaminado a rizar el rizo que a aportar algo sustancial a la historia o a la investigación, olvidando que en ocasiones menos es más. Del mismo modo se aprecia una falta de pulido en ciertos detalles sin mayor importancia porque no afectan al desarrollo de la trama, pero que sí me han causado una cierta sensación de no haber rematado el proceso de escritura o de edición.

Destaca en la novela la curiosa pareja protagonista que si bien cae en algunos tópicos no por ello deja de ser ocurrente y original y de percibirse por el lector como dos personajes reales y naturales. Con personalidades antagónicas y por lo tanto métodos de investigación opuestos, Laura Tébar, mujer madura de 55 años y con un visceral odio hacia los hombres, y David Merino, conocido como el Cons, recién trasladado de su Mundaka natal, con veintitantos años, rasta y pinta de, según la inspectora, perroflauta, protagonizan diversos diálogos frescos y agudos que me han dibujado más de una sonrisa durante la lectura. Por contra se dota a la novela en general y a los protagonistas en particular de una tensión y unas connotaciones sexuales que en su justa medida habrían resultado naturales, pero que en demasía han llegado a restar credibilidad a determinadas situaciones y me han resultado ciertamente molestos.

La autora se toma su tiempo para situarnos en el ambiente lóbrego de unos paisajes que tras el primer ataque han perdido su carácter idílico para tornarse peligrosos, de forma que la novela avanza a un ritmo pausado pero constante. En ocasiones se ofrece excesiva información sobre el pasado de los protagonistas y sobre hechos de poca trascendencia causando esto ciertos valles en la lectura ya que van más allá de lo necesario para mostrarnos el bagaje anterior por el que los personajes han devenido en lo que son hoy, si bien a través de ello la autora, más allá de la investigación policial, aprovecha para hablarnos de diversos temas que están presentes a lo largo de toda la novela como son las relaciones familiares y de amistad, la corrupción, el poder... En cualquier caso ese ritmo pausado acelera hasta casi tornarse vertiginoso conforme nos acercamos a un desenlace muy satisfactorio y claramente pensado para una continuación o al menos esa ha sido mi impresión tras acabar la lectura.


En definitiva, y salvando los pequeños peros que he encontrado y que considero de fácil solución en posteriores novelas, La caricia de la bestia es una novela policíaca original que partiendo de una premisa descabellada logra armar una trama coherente e inquietante hasta un final bien resuelto. Sin duda una novela con la que pasar unas buenas horas de entretenimiento.

Ficha técnica

28 de abril de 2017

No soy un monstruo - Carme Chaparro


Para no ser lectora habitual ni de premios ni de libros escritos por personas conocidas de la televisión, últimamente estoy dejando de lado mis prejuicios y animándome con estas lecturas. En esta ocasión ha sido el Premio Primavera 2017 el que ha ocupado mis días lectores de Semana Santa en la orilla del mar. Hoy os hablo de No soy un monstruo.

Sinopsis


Si hay algo peor que una pesadilla es que esa pesadilla se repita. Y entre nuestros peores sueños, los de todos, pocos producen más angustia que un niño desaparezca sin dejar rastro.

Eso es precisamente lo que ocurre al principio de esta novela: en un centro comercial, en medio del bullicio de una tarde de compras, un depredador acecha, eligiendo la presa que está a punto de arrebatar. Esas pocas líneas, esos minutos de espera, serán los últimos instantes de paz para los protagonistas de una historia a la que los calificativos comunes, «trepidante», «imposible de soltar», «sorprendente», le quedan cortos, muy cortos.

Porque lo que hace Carme Chaparro en No soy un monstruo, su primera novela, es llevar al límite a sus personajes y a sus lectores. Y ni ellos ni nosotros saldremos indemnes de esta prueba. Compruébenlo.

Mi opinión


Un centro comercial lleno de gente, le quitas la vista de encima a tu hijo solo un momento y ya está. El niño ha desaparecido. La peor pesadilla de cualquier padre hecha realidad. La inspectora Ana Arén será la encargada de la investigación de esta desaparición que recuerda demasiado a otra acontecida un par de años atrás y que conmocionó a la opinión pública. Un caso que Ana Arén no pudo resolver. La periodista Inés Grau cubrió entonces la noticia y de nuevo recibirá el encargo de la cadena de televisión para la que trabaja.

Con una narración cronológica lineal, con algún salto al pasado para completar la biografía de los protagonistas, la autora nos ofrece varios puntos de vista en torno a la investigación y todo lo que se desarrolla a su alrededor, de forma que el lector tendrá una visión global de todo lo que acontece. Cada capítulo viene encabezado por el nombre del personaje en el cual se centra la narración y se combinan dos voces narrativas que se alternan entre la primera persona, para los capítulos desde el punto de vista de Inés, y la tercera persona para el resto. En ambos casos la prosa de Carme Chaparro es sencilla y cuidada, con un buen equilibrio entre narración y diálogo y primando siempre el aspecto más visual de modo que en todo momento el lector se sentirá inmerso en los escenarios y partícipe de los hechos narrados.

Se intercalan con la trama principal otras subtramas a través de las cuales la autora toca temas como la pérdida, la culpabilidad, la maternidad, el mundo de la televisión, el qué se cuece detrás de una noticia y la parte más metaliteraria de la novela y es que una de sus protagonistas, Inés, además de ser periodista también es escritora. Todo ello enriquece la lectura, aunque en determinados casos tienen un  peso excesivo que no aporta nada a la trama principal, como es el caso de la historia familiar de la inspectora Ana Arén que si bien resulta importante conocer qué ocurrió con su padre ya que ello ayuda a trazar el perfil del personaje, no lo es remontarnos hasta el pasado de su bisabuela Paulina con una detallada y extensa información del todo innecesaria.

Me ha gustado leer No soy un monstruo y me ha tenido totalmente atrapada, es una de esas novelas que no puedes parar de leer, a pesar de que en el libro existen claros errores típicos de una primera novela, como lo es el apuntado en el párrafo anterior, y como lo son las repeticiones de información tanto de descripciones de escenarios ya conocidos por el lector puesto que han sido presentados con anterioridad, como de datos relativos al programa neuroQWERTY, fundamental en la resolución del caso, y que la autora nos explica en más de una ocasión. Muy interesante por cierto este programa que se encarga de estudiar la forma en la que tecleamos con el fin de desarrollar un algoritmo que ayude a la detección temprana de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y en el que puede participar cualquier persona.

Por otro lado, se aprecian ciertos valles en la tensión narrativa que directamente afectan al ritmo de la novela. La presentación de la trama es muy potente, pero excesivamente larga. Un niño desaparecido es un reclamo en sí mismo para el lector ávido de lecturas absorbentes, pero a la autora le cuesta entrar en el nudo de la narración. A pesar de ello, una vez nos encontramos en él se gana en agilidad y la lectura se torna trepidante con numerosos giros sorprendentes, pero nunca descabellados, y transmitiendo al lector la angustia de una carrera contrarreloj, en la que cada minuto cuenta a la hora de encontrar con vida al niño desaparecido. Con una creciente ansiedad Carme Chaparro nos conduce hasta un desenlace impecable que, si bien no me resultó del todo sorprendente, es un gran final tanto por la elección del culpable como por las motivaciones razonables que se dan.

Los personajes de No soy un monstruo son muy numerosos, aunque son Ana e Inés las que destacan tanto por su importancia en la trama como por el trazado que de ellas nos ofrece la autora presentándose ambas con sus luces y sus sombras, lo que dota a las protagonistas de realismo y naturalidad y las hace cercanas al lector. A través de ellas Carme Chaparro nos presenta las dos vertientes de un hecho delictivo como el acontecido que moviliza a la opinión pública, cómo se conjuga la investigación con la información y nos habla de cómo son las relaciones entre prensa y policía cuando se está investigando un caso. No se descuida tampoco el perfil de los secundarios que aunque lógicamente no se encuentran tan desarrollados como las protagonistas, sí lo están en la medida suficiente para que nos resulten creíbles. Subyace tras el perfil de todos ellos la idea del cómo somos cara a los demás y qué hay dentro de nosotros que pueda salir al exterior siempre que se den las circunstancias adecuadas para ello. Cuál es ese monstruo que quizá todos llevemos dentro y qué se necesita para que él tome el mando.

En definitiva, No soy un monstruo es una novela que invita continuamente al lector a caer en la trampa mortal de un capítulo más y lo dejo. Una de esas novelas que se te pegan a las manos y que no puedes soltar, con un ritmo que aumenta conforme avanzamos en la lectura.

Ficha técnica