Autor: Anne Jacobs
Editorial: Plaza & Janés
Traducción: Marta Mabres
Traducción: Marta Mabres
Año: 2018
ISBN: 978-84-0102-052-0
Nº de páginas: 624
Una mansión, una poderosa familia, un oscuro secreto... ¿Cómo resistirse a este planteamiento? Ya sabéis lo mucho que me gustan las sagas familiares y La villa de las telas de Anne Jacobs tenía todos los elementos que a mí me atraen, por lo que estaba segura de que me iba a encantar, como así ha sido.
El comienzo de La villa de las telas se sitúa en Augsburgo en el otoño de 1913, cuando Marie Hofgartner empieza a trabajar como ayudante de cocina en la mansión de los Melzer, una adinerada familia dedicada a la industria textil. Marie, que ha pasado prácticamente toda su vida en un orfanato al morir su madre siendo ella niña, tendrá que adaptarse a la vida de la casa y hacerse un hueco entre el servicio, algo que no le costará demasiado pues gracias a su carácter se ganará el aprecio de la hija menor de los Melzer, Katharina. Y será así como el destino de Marie comience a cambiar, viendo como nuevas posibilidades se abren ante ella, más cuando Paul, el heredero, se fije en ella. El amor comenzará a abrirse paso pero también comenzarán a salir a la luz secretos del pasado relacionados con su familia que Marie hará todo lo posible por desvelar.
Anne Jacobs |
Este es a grandes rasgos el planteamiento general ya que "La villa de las telas" es un libro en cuyo interior se van a desarrollar de manera paralela varias líneas argumentales. Es uno de los motivos por los que su lectura resulta tan entretenida, cada personaje es protagonista de su propia historia y parece como si todos tuvieran algo que ocultar, con lo que avanzas páginas casi sin darte cuenta deseando saber cómo van a resolverse los diferentes frentes abiertos.
A través de un narrador omnisciente en tercera persona Anne Jacobs va desarrollando de forma lineal esta historia que da comienzo en otoño de 1913 y se extiende hasta junio de 1914. Son un total de cincuenta y seis capítulos que quedan agrupados en siete grandes partes y, a pesar de contar con más de seiscientas páginas, es una novela que se lee sola. A ello contribuyen, además de la trama en sí misma, el estilo de la autora y el ritmo ágil y dinámico que se mantiene desde el principio hasta el final.
Me ha gustado la forma de escribir de Anne Jacobs, es una autora a la que no conocía, o eso creo ya que ha publicado otros libros con otro nombre, pero de ahora en adelante le seguiré la pista. Escribe con una prosa sencilla pero cuidada y elegante que hace que la lectura sea muy agradable y para nada complicada, como os decía es un libro que se le solo. En la contraportada la comparan con autoras como Kate Morton o Lucinda Riley y esta vez sí creo que sea una comparación acertada, al menos a mí esta historia me ha parecido que estaba en la línea de esas otras autoras, que además son de mis favoritas.
En cuanto a los personajes, para mí es uno de los aciertos del libro y es que todos ellos están muy bien definidos, logrando que el lector conecte con ellos y se implique en sus vivencias. Otro punto positivo es que todos tienen cierto protagonismo aunque unos más que otros, lo que hace que el libro sea más interesante. En la mansión de los Melzer conviven los señores y el servicio, cuyos miembros también van a jugar un importante papel en la trama, y luego también nos encontramos con amigos de la familia o trabajadores de la fábrica que por algún motivo ganan importancia. Anne Jacobs no ha descuidado el trazado de ninguno y así, aunque aparezca un número importante de nombres, no hay problema para identificar quién es quién y su papel.
A pesar de ser una novela un poco coral, Marie es la verdadera protagonista, siendo el eje en torno al que se va a desarrollar todo lo demás. Es una joven dulce, sencilla, afectuosa y trabajadora a quien se coge cariño desde las primeras páginas. Y aunque estos rasgos puedan llevarnos a pensar que es un personaje débil, humilde o manejable, Marie es una mujer con mucha valentía, enérgica, resistente, decidida, orgullosa y libre, que no se detiene ni se deja intimidar o acobardar ante nada, rasgos que han hecho que a mí me haya gustado mucho su personaje. No es la única que me ha convencido pues también me ha cautivado el personaje de Paul por su forma de ser alegre, bondadosa, tierna y tolerante además de pacificador, o su hermana Katharina, una joven impetuosa, soñadora, un tanto alocada e infantil que vive en su propio mundo de fantasía.
Y como complemento a la trama, un trasfondo histórico y social de lo más interesante. Anne Jacobs incluye en la narración maravillosas descripciones que nos van a trasladar de forma inmediata al Augsburgo de principios del siglo XX con algunos capítulos ubicados en el París de la Belle Époque, cobrando especial relevancia la villa de los Melzer y la fábrica de telas. No es un libro que podamos calificar como histórico pero sí cuenta con un telón de fondo muy llamativo a través del que la autora nos va a mostrar cómo vivía la alta sociedad alemana, el contraste que existía entre las clases sociales, la industria textil y los cambios que conlleva la modernización, las tensiones existentes o la sombra de una guerra que comienza a cernirse. Como os decía no es lo relevante y por eso tampoco se excede la autora en demasiados detalles, pero sí que es un complemento atractivo que hace que la lectura se disfrute más.
Ya veis por lo que os he contado hasta ahora que La villa de las telas es una novela de la que me ha gustado todo. Quizás no sea una historia muy novedosa en cuanto a su planteamiento e incluso podría decir que el desarrollo es previsible pues la mayor parte de los secretos no lo son tanto y se puede adivinar fácilmente cómo se van a resolver, pero aún así yo he disfrutado mucho con su lectura. Es un libro que combina varios ingredientes ofreciendo al lector intrigas familiares, enredos amorosos, romance, secretos del pasado, mentiras y engaños, amistad, pinceladas históricas…. combinados de forma equilibrada y resultando de lo más amena y entretenida su lectura. Por ponerle un pequeño pero, forma parte de una saga sobre una dinastía familiar, con lo que el final no es del todo cerrado y hay ciertas cosas que quedan en el aire quedándonos con las ganas de tener ya el siguiente volumen.
En definitiva, si os gustan las historias de secretos familiares os recomiendo sin ninguna duda leer La villa de las telas. Una fantástica saga familiar que se sitúa en Augsburgo a principios del siglo XX y que cuenta con todos los ingredientes para cautivar al lector, especialmente si es aficionado a este tipo de libros.
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Gracias a Edición Anticipada por facilitarme el ejemplar para su reseña