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martes, 9 de mayo de 2017

La rueda del olvido - Cari Ariño

Título: La rueda del olvido
Autor: Cari Ariño
Editorial: Ediciones B
Año: 2017
ISBN: 978-84-666-6118-8
Nº de páginas: 296

De Cari Ariño había leído hace un par de años El latido del tiempo, una novela que me dejó con muy buenas sensaciones por lo que cuando se me presentó la oportunidad de leer su nuevo trabajo, La rueda del olvido, no tuve que pensarlo y acepté encantada la propuesta.

En las primeras páginas de La rueda del olvido conocemos a Alicia, una fotógrafa a quien su novio acaba de dejar plantada a tan solo cinco días de la boda, con lo que su vida se ha desmoronado. Intentando huir de esta situación, Alicia emprende un viaje a Francia para iniciar un proyecto fotográfico sobre el exilio español del treinta y nueve ya que su abuelo materno, Biel, fue uno de los hombres que tuvo que exiliarse en esa época a Francia, desapareciendo durante la Segunda Guerra Mundial. En París Alicia conocerá a Julien, un guía turístico cuyo abuelo Baptiste también llegó a Francia en el mismo periodo y aceptará entrevistarse con ella para contarle su pasado como exiliado. A medida que la relación entre Alicia y Julien se vaya afianzando, iremos profundizando en la historia del viejo Baptiste, entrelazándose presente con pasado para desvelarnos los hechos acontecidos años atrás.

Cari Ariño
Cari Ariño
Este tipo de novelas que aúnan pasado con presente siempre son de mi agrado, es una estructura que me gusta encontrar en los libros que leo, y "La rueda del olvido" no ha sido una excepción, en general ha sido un libro con cuya lectura he disfrutado. Y eso que el comienzo de la novela no me convenció al partir Cari Ariño de una situación que para mí ha sido un tanto forzada por ser demasiado casual, con lo que no me ha parecido creíble.

Estructuralmente, La rueda del olvido viene dividida en tres grandes partes que aglutinan los treinta y seis capítulos que contiene la novela. A lo largo de los mismos el relato va alternando entre el pasado y el presente sin un orden definido, siguiéndose ambas historias sin problema y quedando todo bien enlazado. En ambos casos nos encontramos con una narración en tercera persona del pasado y Cari Ariño vuelve a deleitarnos con una prosa cuidada, serena y elegante que hace que la lectura resulte amena a la par que ágil y entretenida. No es un libro que tenga demasiado ritmo pero este sí se mantiene fluido y constante, invitándonos a avanzar por sus páginas con atención e interés por seguir el devenir de los acontecimientos.

Como comentaba anteriormente, son dos líneas argumentales las que se van a ir desarrollando de forma paralela, aunque la situada en el pasado tiene un mayor peso y también resulta más atractiva e interesante. La historia ubicada en el presente tiene por protagonista a Alicia, una mujer que tiene que seguir adelante tras el desengaño amoroso que ha sufrido, buscando refugio en en su trabajo. Es un personaje sencillo y no porque no quede bien definida sino porque es una figura que no destaca por nada en especial, su forma de pensar y actuar responde al perfil de la mayoría de personas que encontramos en la vida real. Alicia será la herramienta que la autora emplee para enlazar pasado con presente y además a su alrededor va a construir un bonito romance que sin embargo para mí no ha acabado de cuajar y ha sido la parte que menos me ha convencido de todo el libro.

Es trasladándonos al pasado donde vamos a encontrar a un personaje con fuerza y carisma que va a hacer que el relato cobre verdadero interés. Se trata de Biel, un hombre al que vamos a acompañar desde niño, cuando la muerte de su hermano gemelo provoque que se sienta perdido y desee abandonar el campo para emprender una nueva vida. Su padre acabará enviándolo a Barcelona para trabajar en compañía de sus tíos y será en Barcelona donde a Biel se le metan ideas libertarias en la cabeza y se haga un ferviente seguidor de las doctrinas anarquistas. A partir de ahí seguiremos las andanzas de Biel, observaremos su evolución y las decisiones que va tomando arrastrado por sus ideales, unas decisiones que puede que para nosotros no compartamos pero que quedan justificadas y eso es suficiente para afianzar la construcción del personaje y dotarle de solidez y coherencia.

Los pasos de Biel y del nutrido grupo de personajes que lo acompañan durante esa época van a venir marcados por los hechos históricos que acontecen en esos años. Y este un aspecto en el que Cari Ariño ha puesto un especial cuidado para acercarnos a lo sucedido desde los años previos al estallido de la Guerra Civil hasta el periodo de la posguerra, poniendo el foco de atención no tanto en los hechos mismos como en la forma en la que los vivieron algunas personas. Y así La rueda del olvido se convierte en una historia que nos habla de este conflicto, de los ideales que unos y otros defendían, del enfrentamiento que esto provocó y de cómo miles de españoles se vieron en la necesidad de huir de su país buscando refugio en Francia, donde fueron confinados en el campo de concentración de Argelés. Aunque he leído varios libros ambientados en la Guerra Civil, este ha sido el primero que aborda el periodo desde esta perspectiva centrada en los exiliados españoles por lo que me ha resultado especialmente interesante leer sobre estos hechos.

No puedo decir que la novela no me haya gustado y, como habéis podido comprobar, tiene suficientes elementos positivos como para recomendar su lectura, pero he de reconocer que en ella me ha faltado algo y, una vez finalizada y haciendo balance, creo que han sido sus personajes los que han provocado que no me haya implicado más en esta historia. Ya he señalado que están bien perfilados, reaccionan con realismo y presentan tanto fortalezas como debilidades que los hacen más creíbles y cercanos, pero en mi caso no he llegado a conectar con ellos y eso ha hecho que no llegase a compartir sus sentimientos ni emociones, dejándome un tanto indiferente su historia, incluso en esa parte final que fusiona el pasado con el presente, que por otra parte desde mi punto de vista ha sido un tanto precipitada.

Resumiendo y a pesar de estas últimas apreciaciones, La rueda del olvido me ha parecido una interesante lectura por la perspectiva que nos ofrece del periodo en el que se ambienta. Una novela con un fuerte componente histórico en la que sin embargo priman las vivencias de los personajes y que merece la pena leer tanto por disfrutar del estilo narrativo de su autora como por acercarnos a la historia que recoge.

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Gracias a la editorial por facilitarme el ejemplar para su reseña

jueves, 9 de febrero de 2017

El paisaje de los sueños de oro - Belinda Alexandra

Título: El paisaje de los sueños de oro
Autor: Belinda Alexandra
Editorial: Roca Editorial
Traducción: Fabián Chueca
Año: 2016
ISBN: 978-84-1649-834-5
Nº de páginas: 520

Belinda Alexandra es una de esas autoras que se ha ido ganando un puesto en mi lista de favoritos y es que todas las novelas que he leído hasta ahora de ella me han gustado mucho. Así que cuando Roca anunció la publicación de El paisaje de los sueños de oro, calificándola como una “poderosa saga familiar”, que como ya sabéis es un género que me encanta, tuve claro que tenía que leer el libro ya que estaba segura de que iba a disfrutar con su lectura, como así ha sido.

El comienzo de "El paisaje de los sueños de oro" nos sitúa en París en el año 1975, ciudad en la que reside Paloma Batton, una joven que, siguiendo los pasos de su fallecida madre, sueña con ingresar en el Ballet de la Ópera de París y convertirse en étoile. Paloma vive en compañía de su abuela Evelina, una mujer que tras la Guerra Civil huyó de Barcelona y se instaló en la capital francesa, donde es propietaria de un conocido estudio de ballet. Paloma vive centrada en su deseo de ingresar en la escuela de ballet, pero cuando una mañana reciba la extraña visita del fantasma de una mujer que le hace entrega de un par de aretes de oro, su vida dará un giro inesperado. Confundida por esta aparición sobrenatural, la joven sentirá que ha sido elegida para cumplir una especie de misión por esa extraña mujer, a la que acabará identificando como “La Rusa”, una de las más famosas bailaoras de flamenco de todos los tiempos. Y será así como Paloma comience a investigar su propio pasado, sumergiéndose en la historia familiar para remontarse a un pasado en el que parece estar la conexión entre su familia y esta fantasmagórica visita.
Belinda Alexandra
Belinda Alexandra

Como os decía, este tipo de historias me encantan y El paisaje de los sueños de oro ha logrado cautivarme desde las primeras páginas. Es cierto que de entrada esa aparición de un fantasma no tenía muy claro que me fuese a convencer ya que no soy demasiado aficionada a los elementos paranormales pero en este caso me ha parecido tan bien integrado en la trama que no ha supuesto ningún obstáculo y desde un principio me he dejado llevar por esta historia que ha ido ganando en interés e intensidad a medida que avanzaba.

"El paisaje de los sueños de oro" se presenta dividido en tres partes aunque de ellas la tercera es la más extensa al abarcar prácticamente la segunda mitad de la novela. Cada una de estas partes está compuesta por diversos capítulos que suman un total de treinta y nueve, alternándose en los mismos tres historias, la de Paloma, la de su abuela Evelina, y la de Celestina, que es la mujer que se esconde detrás del apodo de “La Rusa”. Al comienzo de cada uno se nos indica el nombre del personaje que adquiere el protagonismo, aunque las diferentes tramas son fácilmente identificables y los continuos saltos temporales no suponen ningún problema a la hora de seguir la historia. En todo momento se utiliza la narración en primera persona, imprimiendo Belinda Alexandra una voz propia y definida para cada una de estas mujeres y haciendo uso de un lenguaje sencillo pero cuidado y elegante que hace que la lectura sea amena y muy agradable. Tanto por esa estructura que combina diversos hilos argumentales como por el propio desarrollo de la historia en el que entran en juego ciertas dosis de misterio e intriga en torno a los secretos familiares, es un libro que cuenta con un ritmo ágil y se lee con una facilidad enorme, en cada capítulo sentimos la necesidad de avanzar un poco más para descubrir cómo continúa la vida de sus protagonistas.

La historia recogida en El paisaje de los sueños de oro, como señalaba al comienzo, es una historia familiar y en concreto son las mujeres de esta familia las que se convierten en las protagonistas indiscutibles de la trama, cada una en su propio tiempo. De esta manera en el presente es Paloma quien se convierte en el hilo conductor de la historia, una joven que vive volcada en su sueño de entrar a formar parte del Ballet de la Ópera de París, siguiendo así los pasos de su madre, fallecida hace unos años. La pérdida de su madre ha marcado a Paloma, desde entonces no mantiene una buena relación con su padre y se refugia en el cariño de su abuela, con quien se encuentra muy unida. Pero la aparición del fantasma de La Rusa hará que todo lo que creía conocer en torno a su familia se desmorone, sintiendo la necesidad de investigar para descubrir quién es ella realmente y a qué lugar pertenece.

Junto a Paloma en el tiempo presente también conocemos a su abuela Evelina, una mujer que guarda ciertos secretos que se irán desvelando progresivamente. Es un personaje que se va perfilando paso a paso pues va a aparecer tanto en el pasado como en el presente, por lo que vamos a tener diferentes matices que se irán complementando y con el paso de los capítulos descubriremos quién fue y los motivos que se esconden detrás de su actual forma de ser y de actuar, y de donde procede el dolor que acompaña a sus recuerdos.

Paloma y Evelina son dos personajes consistentes y cada una tiene un foco de interés pero sin lugar a duda el personaje más atractivo en esta novela es “La Rusa”, a quien conoceremos siendo tan solo una niña que tendrá que aprender a sobrevivir y a salir adelante cuando sea separada de su familia. Celestina es una mujer con una personalidad fuerte y arrolladora, con un gran magnetismo que la autora ha conseguido trasladar muy bien a través de la narración, haciendo que el personaje adquiera vida propia más allá de las páginas del libro. Su vida es sumamente interesante, cada uno de los episodios en los que se va viendo envuelta va dando forma a una mujer con un marcado carácter; luchadora, valiente, perseverante y que se convertirá en todo un ejemplo de superación. Personalmente es un personaje que me ha gustado muchísimo y eso ha contribuido a que haya disfrutado aún más de la lectura, incluso sintiendo pena al finalizar el libro por tener que abandonarla.

El paisaje de los sueños de oro es una novela de personajes pero también se enmarca en un contexto histórico muy llamativo que queda como telón de fondo al verse afectadas las vidas de sus protagonistas por los hechos históricos que van teniendo lugar durante esos años. El comienzo de historia de Celestina se remonta al año 1909 y desde entonces vamos a ser testigos de la situación que se vive en el país, y más concretamente en Barcelona, que es el escenario principal en el que se desarrollan los hechos. Asistiremos a los años previos al estallido de la Guerra Civil y posteriormente seremos testigos de su desarrollo aunque en este caso la autora no se va a centrar tanto en los hechos, sino que lo que le interesa reflejar es como los acontecimientos van marcando la vida de las personas y cómo estas se ven afectadas. Y en este sentido algo positivo que tiene la historia es que nos va a mostrar cómo sufren estos hechos las diferentes clases sociales, pues cada uno de los protagonistas va a ocupar una posición diferente y va a vivir los sucesos en función de su situación y de sus ideales. Y como complemento a este contexto nos encontramos con una excelente ambientación, que es uno de los rasgos característicos en las obras de esta autora. Belinda Alexandra acompaña la narración con bellas y cuidadas descripciones que nos dan una idea muy clara de cada una de las escenas que retrata, haciendo que la novela sea muy visual.

Otro elemento que está muy presente en El paisaje de los sueños de oro es el baile y así tanto el ballet como el flamenco son dos disciplinas que juegan un papel relevante en la historia. Belinda Alexandra consigue transmitir a través de sus descripciones las sensaciones que cada uno de ellos producen y es muy fácil ponerse en el lugar de las protagonistas y compartir lo que experimentan en cada momento, especialmente cuando se centra en reflejar la fuerza y la pasión que se desprenden de los pasos del flamenco. Es así como consigue despertar en el lector la curiosidad por descubrir ese demonio interior que se apodera del bailador de flamenco, o al menos en mi caso lo ha conseguido, ya que era un baile que nunca me había llamado la atención y ahora lo veo desde otra perspectiva. Y en contraposición a estos movimientos más enérgicos y vitales está la delicadeza del ballet, donde la pasión se manifiesta a través de unos pasos más elegantes, estudiados y precisos.

Está claro que Belinda Alexandra me ha vuelto a convencer con esta novela y por lo tanto es una autora que seguiré leyendo sin ninguna duda. El paisaje de los sueños de oro es una historia que nos muestra cómo la vida de las personas se vio afectada por el estallido de la Guerra Civil, pero también es una historia de grandes pasiones, de secretos, de errores cometidos y de traiciones, con la que sin duda van a disfrutar un gran número de lectores. Yo la recomiendo tanto si sois aficionados a las sagas familiares como si os gustan este tipo de novelas que se encuadran en un contexto histórico determinado para mostrar la evolución de la vida de sus personajes.

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Gracias a la editorial por facilitarme el ejemplar para su reseña

martes, 14 de junio de 2016

El invierno en tu rostro - Carla Montero

Título: El invierno en tu rostro
Autor: Carla Montero
Editorial: Plaza & Janés
Año: 2016
ISBN: 978-84-0101-718-6
Nº de páginas: 800

El invierno en tu rostro es la última publicación de Carla Montero, autora a la que ya conocía por haber leído sus anteriores obras, y fue un libro que llamó inmediatamente mi atención cuando lo vi en el catálogo de novedades de la editorial Plaza & Janés, por lo que en cuanto tuve oportunidad lo incorporé a mis lecturas y no me arrepiento, he disfrutado mucho con la historia recogida en su interior.

"El invierno en tu rostro" da comienzo en junio del año 1927 y nos lleva hasta una aldea de montaña en la que residen junto a su familia Lena y Guillen, dos hermanastros que se han mantenido muy unidos desde que la madre de él contrajese matrimonio con el padre de ella, llevando una vida sencilla y apacible. El accidente de un avión francés que se estrellará en las montañas y cuyos restos, junto al cadáver de los pilotos, encontrará Guillen, ocasionará el distanciamiento de los hermanos pues desde Francia llegará la esposa de uno de los pilotos para repatriar su cuerpo, ofreciéndole a Guillen la posibilidad de trasladarse con ella para estudiar y fraguarse un futuro mejor que el que le espera en las montañas. Será así como él se instale en París junto a una nueva familia, mientras que Lena se quedará en la aldea hasta que pasados los años, el estallido de la Guerra Civil supondrá el reencuentro de los jóvenes, aunque también una dura experiencia que pondrá a prueba el vínculo que se ha creado entre ambos.

En esta ocasión me he limitado a resumir el punto de partida de la novela ya que a lo largo de sus casi ochocientas páginas se van desarrollando acontecimientos que abarcan más de sesenta años, con lo que resulta complicado sintetizar todo eso en unas pocas líneas y además sería innecesario, es mejor que sea cada lector el que vaya desvelando poco a poco esta apasionante historia.

Son tres las partes que componen El invierno en tu rostro, cada una centrada en una etapa, aunque es la segunda la que ocupa la mayor parte de la novela, y a pesar de que no nos vamos a encontrar con la típica división por capítulos, sí que vienen estructuradas en diferentes bloques de texto, señalando al comienzo de algunos el periodo temporal en el que nos situamos. A través de un narrador omnisciente vamos siguiendo los avances y cambios que se van produciendo en las vidas de Guillen y Lena por lo que tenemos dos líneas argumentales que transcurren de forma paralela, entrecruzándose en alguna ocasión cuando los destinos de los hermanos vuelven a coincidir. 

"El invierno en tu rostro" no es una novela que tenga un ritmo intenso pero este sí se mantiene constante lo que hace que se lea con agrado y, a pesar de su extensión, no llega a hacerse pesada en ningún momento al ser la sucesión de episodios en las vidas de los protagonistas continúa, lo que hace que no decaiga nuestro interés. El estilo de Carla Montero también ayuda a ello, empleando una prosa cuidada, clara y fluida que resulta de fácil lectura y comprensión

Como os decía anteriormente, la novela narra lo que van viviendo estos dos hermanos y por lo tanto el protagonismo está compartido entre ambos, sin que ninguno de los dos sobresalga más que el otro. Vamos a ser testigos de cómo van creciendo, madurando y transformándose de acuerdo a las experiencias que les tocará vivir, la mayoría de ellas duras y traumáticas, de tal manera que llegamos a conocerles muy bien. Carla Montero construye sus figuras de forma progresiva, haciéndolos evolucionar de una forma coherente y realista aunque manteniendo siempre la esencia del personaje, que será a la que tengamos acceso en un primer momento.

El Guillén que se nos presentará al comienzo del libro es un joven tímido, huidizo y de buen corazón que a sus quince años se dedica a cuidar de las ovejas, suponiendo su traslado a Francia una transformación tanto en su forma de ser como de pensar, que dejará paso a alguien más maduro, culto, elegante, sociable y carismático, además de atractivo. Por el contrario Lena, unos años menor que él, es una niña inquieta, habladora, inocente, dulce y bondadosa, rasgos que la seguirán caracterizando con el paso de los años, demostrando asimismo su valentía y capacidad de sacrificio, virtud esta última que es uno de los aspectos que más me ha gustado en ella. No obstante y a pesar de este buen trazado, no son unos personajes con los que haya llegado a conectar completamente ni he conseguido implicarme en su historia, me han resultado un tanto lejanos sin llegar a compartir sus sentimientos y emociones salvo en algún momento puntual, lo que no ha supuesto un obstáculo a la hora de disfrutar de la lectura.

Son tantos los años y las vivencias que abarca "El invierno en tu rostro" que la galería de personajes es, inevitablemente, amplia. No todos van a tener el mismo grado de importancia ya que este vendrá determinado por el vínculo e influencia que tengan con relación a Lena y Guillén. De esta forma su trazado está definido con mayor o menor detalle en función del papel que juegan en la trama, destacando figuras como Jaime Aranzadi o Kurt Ardstein, uno de los personajes que a mí más me ha gustado, además de encontrarnos con personajes que son históricos como el cabo Antonio Ponte Anido, el capitán Aramburu o el almirante Wilhelm Canaris.

Las vidas de todos ellos van a estar marcadas y determinadas por los acontecimientos históricos que tienen lugar durante esos años, los cuales configuran el telón de fondo en el que se desarrolla la novela. Queda patente lo laborioso que ha tenido que resultarle a Carla Montero realizar el trabajo de documentación para armar esta historia, encontrándonos a lo largo de sus páginas con múltiples historias, anécdotas y sucesos que son reales y que nos acercan a lo acontecido durante los años en los que tuvieron lugar dos guerras que marcarían el destino de un gran número de personas, haciendo que la lectura resulte aún más interesante. Así en la primera parte la autora se va a centrar en los años en los que tuvo lugar la Guerra Civil, para dejar paso en la segunda, que es la más amplia como ya señalé, al periodo de la Segunda Guerra Mundial, y la tercera se centraría en los años de la posguerra, cuando aún se sufren las consecuencias de todo lo ocurrido. 

Teniendo esto en cuenta podríamos pensar que estamos ante una novela más enmarcada en la Segunda Guerra Mundial y en cierta forma es así, pero también he de señalar que el enfoque es diferente y las anécdotas y acontecimientos que Carla Montero ha trasladado a El invierno en tu rostro no se encuentran entre las que habitualmente suelen centrar el argumento de estos libros y, al menos a mí, me ha gustado encontrarme con una historia que se sale un tanto de lo habitual. Y es que lo primordial en esta crónica es el elemento humano, no es la intención de la autora hablarnos de lo que ocurrió durante estos años sino de la forma en la que esto afectó a las personas, de las decisiones que tuvieron que tomar, de los sacrificios que realizaron, de su valentía, del dolor o de las pérdidas, pues como ella misma indica en la nota final con la que cierra el libro "El invierno en tu rostro es un homenaje a todos que aquellos que (...) permanecieron fieles a sus valores y convicciones". 

En esta misma nota señala Carla Montero que "El invierno en tu rostro" es una novela muy especial al estar constituida por una variedad de ingredientes que provienen de la vida real, los cuales nos va detallando a continuación. Descubrimos así que el mismo germen de esta novela surge en el seno de su propia familia, familia que vió como tres de sus hijos luchaban en los tres frentes de la Segunda Guerra Mundial. Sobre esta base, la autora va a desarrollar una trama en la que el elemento central es el amor, pues aunque no lo he señalado hasta ahora, en El invierno en tu rostro vamos a ser testigos de una bonita y complicada historia de amor que se extenderá a lo largo del tiempo a pesar de las ideologías, la distancia y las dificultades. Radica aquí uno de los atractivos del libro al observar las decisiones que van tomando los implicados en esta relación, aquello que anteponen a su propia felicidad, como defienden sus ideas y convicciones o los sacrificios que llevan a cabo para proteger a la persona amada. Pero también es una obra en la que veremos dos caras de una misma moneda, por una parte cómo la guerra separó incluso a miembros de una misma familia que combatían en diferentes bandos, y por otra, la forma en la que se mantuvieron inalterables los vínculos afectivos que unían a las personas con independencia de su militancia en uno u otro bando. 

Todo esto convierte a El invierno en tu rostro en una magnífica novela que recoge un intenso y emotivo relato en el que se aúnan realidad y ficción para mostrarnos la historia de unos personajes cuyos destinos quedarán marcados por los principales acontecimientos históricos del siglo XX.


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jueves, 4 de abril de 2013

AL ACECHO - Noemí Sabugal

Título: Al acecho
Autor: Noemí Sabugal
Editorial: Algaida
Año: 2013
ISBN: 9788498778281
Nº de páginas: 440
SINOPSIS: Lee la sinopsis de este libro pinchando AQUÍ

Como os contaba hace varias semanas, tuve la suerte de poder asistir a la presentación de esta novela y todo lo que contaron en ella me gustó tanto que un par de días más tarde comencé su lectura y en otros dos ya la había terminado. Con esto os podéis hacer una idea de lo mucho que me ha gustado, tanto que por el momento es mi mejor lectura en lo que va de este año 2013 y creo que llegará al final quizás no con esta calificación, pero sí estará en la lista de las mejores.

El comienzo de Al acecho nos sitúa en marzo de 1936 en Madrid, donde en un callejón aparece el cadáver de Margarita, una niña de catorce años que ha sido estrangulada y cuyo cadáver aparece cuidadosamente colocado, con las manos cruzadas sobre el pecho. Julián Fierro, inspector del Cuerpo de Investigación y Vigilancia, será el encargado de investigar un caso en el que las pistas a seguir son escasas y no parece haber una razón que explique el asesinato de la niña, cuyo cuerpo no ha sido violado ni presenta signos de violencia. La única forma de avanzar es centrarse en el entorno de la niña e intentar obtener información de su familia, de sus amigas y del colegio en el que estudiaba, centrándose especialmente en este último cuando aparezcan otras jóvenes posteriormente estranguladas en similares condiciones.
Aunque en un principio puede parecer que nos encontramos ante una novela que podríamos encuadrar dentro del género negro, Al acecho no se queda simplemente en la investigación de unos asesinatos sino que adquiere una gran relevancia el contexto histórico en el que la trama se desarrolla. Es por eso que desde mi punto de vista es una novela en la que se van desarrollando tres líneas argumentales de manera paralela. Tenemos por un lado el eje central de la novela que gira en torno a la investigación, por otro lado una línea centrada en desarrollar los hechos históricos que marcaron ese periodo y una tercera que giraría en torno al personaje de Fierro, desarrollando su vida personal al margen de su trabajo como inspector. 

Estas tres líneas argumentales están perfectamente entrelazadas dando lugar a una obra en su conjunto sumamente interesante, que mantiene sus tramas equilibradas y que en consecuencia hace que el interés del lector no decaiga en ningún momento, más bien al contrario, va in crescendo a medida que avanzamos y vamos sintiendo la necesidad de encajar todas las piezas y desvelar la identidad del asesino.

La novela se encuentra dividida en cuatro grandes bloques, que realmente serían cinco, aunque el último por no contener división en capítulos podemos considerarlo un añadido y no una parte como tal. Las otras cuatro se encuentran a su vez divididas en capítulos de extensión también variable, colocando antes del comienzo de la división propiamente dicha, unas páginas en las que es el asesino quien nos cuenta en primera persona los motivos que le llevaron a cometer los asesinatos y la justificación de los mismos. El resto de capítulos están narrados en tercera persona del pasado, aunque en algunos puntos Noemí cambia el tiempo narrativo y utiliza el presente para narrar alguna escena protagonizada por Fierro, dando la sensación de que es un espectador el que viendo todo desde fuera, nos está contando lo que ocurre en ese momento.

Al margen del argumento y desarrollo de Al acecho, que para mí están muy logrados, he disfrutado muchísimo con la forma de escribir de la autora. Noemí Sabugal tiene un estilo muy cuidado, minucioso, metafórico y elegante, rozando en algunos puntos el lirismo sin perder por ello la sencillez, logrando que la novela se lea con gran facilidad. Destaca el uso que hace de la metáfora para resaltar algunas situaciones y es de las cosas que más me han gustado de su narrativa, una vez finalizada la lectura aún me rondan por la mente algunas de ellas. Os pongo un ejemplo:

"Una lluvia de luciérnagas rojas cayó sobre los adoquines cuando los hombres que vigilaban la puerta arrojaron sus pitillos al suelo" (pag. 77)
 
Julián Fierro es el protagonista y es un personaje que está caracterizado con detalle, presentando multitud de facetas que el lector irá descubriendo a lo largo de las páginas. Es una figura en la que podemos observar tres dimensiones que abarcarían su faceta laboral, la sentimental y la familiar y en cada una de ellas observamos unos rasgos que lo definen. Por una parte en su puesto de trabajo es un hombre que actúa según sus propios métodos de trabajo, al que le es indiferente todo lo que ocurre a su alrededor y que no se deja influenciar por sentimentalismos ni ideologías. No es un hombre que destaque por su carácter abierto y cortés sino más bien al contrario, resulta cortante y no duda emplear técnicas un tanto inapropiadas para obtener sus objetivos. No cree en nada y vive protegido por una coraza intentando evitar parecerse a su padre, quien murió como un héroe siendo él un niño, pero cuya muerte Fierro no acaba de entender.

Sin embargo tras esta fachada se esconde otra personalidad que observamos cuando está en compañía de su madre, una mujer anciana y enferma  a quien Fierro ve abandonarse al paso de las horas, ahogada en sus propios recuerdos. Es esta mujer quien consigue sacar el lado más tierno del hombre y hacer que, aunque todo lo demás le sea indiferente, se preocupe por ella, la cuide y evite que sufra, ocultando la situación que se vive en las calles y el peligro que les acecha.
Y entre ambos puntos tenemos al hombre que mantiene una relación con Adela, ex prostituta y madre soltera de un niño. Es Adela su refugio, una mujer a la que no ama pero en la que encuentra consuelo y una especie de seguridad familiar, que le sirve además para fingir ante su madre que es feliz y tiene alguien a su lado con quien compartir su vida.

Igualmente destacables son el resto de personajes cada uno en su papel, caracterizados con acierto de acuerdo a la época en la que se sitúa la acción y que nos permiten observar la sociedad del momento con sus preocupaciones, reacciones, forma de actuar, miedo o angustias en función de la situación personal de cada uno. Personalmente además del protagonista, me han gustado el personaje de Adela por la posición en la que se encuentra y el apoyo que le ofrece en todo momento a Fierro, y también su madre.
Llama igualmente la atención una figura que conocemos a pesar de que su identidad no se revela hasta el final y que no es otro que el propio asesino, a quien vamos conociendo a través de los capítulos que narra en primera persona. En él destaca sin duda su mentalidad, su forma de pensar y la justificación que hace de los asesinatos que ha cometido, permitiéndonos de esta forma introducirnos en su perturbada mente y observar qué es lo que le ha llevado a actuar de esa manera.
La investigación y los asesinatos son un eje fundamental pero igualmente importante es la ambientación y el contexto histórico en el que se desarrollan estos hechos, dando lugar a lo que se puede considerar una línea argumental paralela. Como ya os comentaba en la crónica de la presentación, Noemí Sabugal ha realizado una excelente labor de documentación para escribir esta obra y eso se nota en cada una de las páginas. No solo incluye múltiples acontecimientos que sucedieron en los meses en los que transcurre su novela sino que refleja a la perfección el ambiente que se vivía en las calles de la ciudad, en los cafés o en la comisaría. Conocemos así el Madrid de entonces, Noemí nos mueve con maestría por sus calles y nos permite observar por ejemplo los tranvías o el sereno que vigilaba las noches chuzo en mano. Hay múltiples referencias que permiten al lector hacerse una idea de cada uno de los escenarios y de las diferencias que había entre esos años y los actuales, incluyendo como no las referidas a la sociedad. Además en algunas páginas la autora ha colocado algunos anuncios extraídos de la prensa de entonces que resultan muy curiosos y llamarán la atención del lector junto a algunos recortes de noticias.

La lectura de Al acecho acerca al lector determinados hechos ocurridos en dicho periodo como el intento de asesinato contra Jiménez Asúa, el atentado que se produjo durante la celebración del quinto aniversario de la República, la detención de José Antonio Primo de Rivera o la sublevación de los núcleos del ejército en Marruecos y Sevilla, sucesos que fueron dejando paso poco a poco al estallido de la Guerra Civil en julio de ese año. Queda retratado minuciosamente el ambiente que se vivía en las calles, llenas de gritos y conspiraciones, de consignas y amenazas que daban lugar a enfrentamientos que se sucedían en las mismas, en los cafés y en las tiendas. La ciudad vivía sumida en el miedo y la incertidumbre, todo era menos importante y como dice la autora "había que vivir deprisa" ya que "cada día podía ser el último".

Es por todo ello que he disfrutado mucho leyendo Al acecho y no podía evitar sentir una cierta curiosidad por descubrir cómo iba a resolver la autora el tema de los asesinatos. Me preocupaba que el desenlace no me convenciese, ya que casi desde el principio había depositado mis sospechas en un personaje y me daba la impresión de que era demasiado evidente, por lo que si resultaba estar en lo cierto me iba a decepcionar. Puede que aquí influyese el asistir a la presentación, ya que se tocaron algunos temas que me inclinaron a establecer mi hipótesis en torno a esta figura, pero aún así no me gustaba ese final. Es por eso que me ha gustado la resolución, un giro final que no había previsto y que ha conseguido que cierre el libro con la sensación de haber leído una novela bien planteada, desarrollada y con un cierre sorprendente y convincente.

Creo que llegados a este punto no es necesario que os diga cuál es la conclusión de todo esto. Al acecho me ha gustado mucho y recomiendo su lectura sin ninguna duda. Una novela muy bien documentada y con un estilo muy cuidado, que consigue trasladarnos a los meses previos al estallido de la Guerra Civil y observar el ambiente que se vivía en Madrid en los mismos al mismo tiempo que acompañamos a Julián Fierro en su investigación, manteniéndonos como dice su título "Al acecho" y en tensión por descubrir quién se esconde detrás de unos asesinatos sin causa aparente. Por mi parte, estoy deseando repetir con la prosa de Noemí y no dudaré en hacerme con su anterior novela El asesinato de Sócrates.


FUENTES: imagen autora https://www.facebook.com/noemi.sabugal

Gracias a Algaida por facilitarme el ejemplar
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