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miércoles, 20 de agosto de 2008

Nieva en Agosto

Puente de la Asunción en el valle de Tena. Nos juntamos el jueves a cenar con Manu Horn, Emilio y Traba, en el bar Willy de Sallent de Gállego. Sobre la mesa, reseñas varias de espolones, aristas y paredes. Montones de opciones que se diluyen al amanecer del viernes. Ha nevado por encima de 2300, y el día está muy cerrado.

Perreamos por Escarrilla, Sallent y el Portalet, donde al menos estiramos un poco las piernas. Manu y Traba se suben al Pène Mieytadère, cuya mayor dificultad es escribir el nombre correctamente. Buscamos la meteo para el día siguiente, que no es demasiado buena. Pese a ello, Emilio, Manu y Traba se preparan para intentar la cresta de Costerillou. Nosotros no lo vemos tan claro, y optamos por un plan que salga en el día, la cresta Garmo Negro-Algas-Argualas.

Llegamos al lago de Panticosa, muy corrupto, y lo cruzamos rápido para encontrar el camino de las Mallatas. La pendiente es mantenida, y vamos subiendo sin pausa hasta llegar al collado de Pondiellos. Allí el ambiente es muy frío, y nuestros ánimos también, así que decidimos bajarnos. Al poco de eso, comienzan a caer copos de nieve. La isocero se ha pasado a saludarnos este finde, pero como no teníamos muchas ganas de verla, nos largamos en busca de otros planes.

Al otro lado del monte, Emilio, Lluis y Manu tienen más de lo mismo, lluvia y nieve en la tienda, y amanecer con niebla, lo que les hace bajarse de vacío también.

martes, 13 de mayo de 2008

IRPF a la Gorra Marinera

Ayer, aprovechando la alineación de los astros que facilitó la coincidencia de fiestas locales en BCN y SBD, me coordiné con el señor Horn para ir a escalar a Gorros. Madrugamos un poco, y llegamos al monasterio en un plis-plas. La intención era buscar vías fáciles, intentar escalar rápido y subirnos a todos. Los resultados, en cambio, fueron paupérrimos.

Comenzamos por la gorra marinera. La idea es subir más o menos por la IRPF hasta la altura de la cueva, y luego seguir para cima por Sargantanes o algo así. Al principio es una larga rampa de III, hay una R de buriles abajo y un spit oxidado. También algún spit o parabolt más nuevo. Sin problemas, llego a la R, chapo y sigo. Como hoy estrenamos cuerdas, las vamos a usar enteras. A tope de cuerda hay una sabina, la chapo también y salimos al ensamble hacia la repisa de arriba, defendida por un murete un poco inestable. Después de hacer unos malabares con las piedras del murete alcanzo la repisa, donde monto R en dos parabolts nuevos. Hace mucho aire y frío, y el día está feo. Al poco tiempo llega Manu, que me dice que estaríamos mejor en cualquier otro sitio, así que nos vamos para abajo. Plegamos las cuerdas y destrepamos hacia la izquierda, por unas construcciones extrañas, de alguna antigua ermita, o algo así.




Bajando la canal hasta el pie de vía empiezan a caer gotas. De haber seguido para arriba no hubiéramos llegado muy lejos. De vuelta vemos a los compañeros de Metres de Roca retirándose de la Adriá. Llueve lo suficiente para no poderse escalar, pero no demasiado como para no poderse caminar, así que nos acercamos hasta la cima del Elefant, por la normal, para que Manu conozca Sant Benet, y para ir echando el ojo a nuevos proyectos. Después, una paradita en el refu de Sant Benet y carretera y manta.

Las lluvias de estos días nos han malogrado el puente, pero han venido como agua de mayo, así que bienvenidas sean. Además, ver agua por los barrancos de Montserrat, secos durante la mayor parte del año, alegra la vista.

lunes, 11 de febrero de 2008

Margalef. Culo o codo.

Yesterday, and days before, sun is cold and rain is hard,
I know; been that way for all my time.

Este sábado aparecimos por Margalef. La idea era repetir lo de Pont de Suert, con más gente y menos agua. Y así se hizo. Tres veces más de gente, y nada de agua. En cambio, sol y buen tiempo. Así que pudimos escalar a gusto.

Empezamos por Can Torxa:

Trumfus peluts, V+, muy dura para calentar, pero es de lo más sencillo del sector. No la encadeno ni de lejos. A Montse se le da mejor.

Senyor Esperó, V+ bastante más sencilla, y algo más corta, esta sí que va a la libreta. Las primeras tres chapas las hice en bavaresa, así que igual fui por otra vía.

Follet Tortuga, V+, larga, y con una zona naranja curiosa. Hay que colocar bien los pies y fiarse de ellos, o sea, escalar, que nunca se me ha dado bien. Me cuelgo por todos los lados antes de llegar a la R. Montse sí que la encadena después de mirarse un buen rato un paso largo.

L'escorpi, 6a. Comparte entrada con Trumfus peluts, y se llevan muy poca diferencia en grado. Me quemo en uno de los chapajes, pero la tenía que haber encadenado.

Con eso ya nos fundimos, así que nos dedicamos a ver escalar a la gente. En la foto, Dani en Ibán tres potes. Y a esperar que llegue la hora de cenar. Por sorpresa aparecen Susi y Horn, pero donde cenan 50 cenan 52. Después de un atracón de proteínas para recuperar, un poco de sobremesa con concurso de culo o codo incluido, y a dormir a la presa, que estamos baldados.

El domingo visitamos Can Llepafils.

L'Home Flor, V. Otra vez demasiado dura para calentar. Parecía placa tumbada, pero arriba es casi vertical. En la última cinta no veo los pies, y me cuelgo. Montse sí que la encadena. Le doy un segundo pegue y me la apunto, pese a que me voy por donde no es y tengo que destrepar unos pasos.

Cutty Sark, IV Esta es la que tenía que haber elegido para empezar.

Raticulín, V. Vía de fisura vertical con mucho canto, para evadirse de las placas con agujeros. Sale bien.

Tío raro, V. Entrada fina por roca pulida, y luego cada vez más fácil. Por envergadura llego a los cantos buenos y de ahí para arriba, pero a los bajitos les cuesta más que un quinto normal.

Air Bamba, V+. Me pierdo en la primera chapa, y me bajo. Montse coloca pies y la encadena. Al segundo pegue me vuelvo a perder en la entrada. A la tercera Montse me flashea los pies, y acabo apuntándomela.

Nos movemos hacia el desplome central, donde están los duros probando seisbes con entradas durísimas. Montse se atreve a topropear Desakato, 6a. La entrada es, en efecto, durísima, pero la placa de arriba se puede disfrutar.

Yo prefiero montar Llepafils, V+. Esta en cambio es muy sencilla para ser quinto. La roca es pulida al principio, y hay que mirárselo un poco, pero luego es muy tumbada.

Y para acabar Pampa Mix, V, aún más fácil que la anterior.

Y cada mochuelo a su olivo. Ha sido un placer reencontrarse con tanta y tan buena gente.


lunes, 28 de enero de 2008

Marchando una de vermouth

Este sábado nos fuimos a hacer la vía "Marchando una de Vermouth", en la cara Este del Culivillas. Le dan 250 metros, AD, 55º max, así que para qué vamos a usar mapas, ni topos, ni nada. Con la información que se ve a la izquierda nos pusimos los crampones y tiramos para arriba. Así nos fue.

El viernes, convocados por Vica, nos juntamos con Jose, Mapicas, Manolito (Horn) y Kurro, que acudió engañado creyendo que era una concentración para hacer travesía. Jose, Vica, Mapicas y Horn tienen en la libreta el corredor de los franceses, a la Este del Anayet. Van fuertes, y la reseña no les achanta, pese a que los largos 3 y 4 tengan semejanzas notables con la Directa de los Martínez al Urriellu. A nosotros nos viene algo grande, y nos quedamos con el Culivillas, que hay que madrugar menos.

Echamos a andar sin saber donde está el monte. Así, nos pasamos de largo el acceso a la cara este. Unos franceses que pasan por allí nos enseñan la topo de la cara N-NW. Está mejor orientada, y tiene una canal central AD, 250 mts. 50º. Cambiamos entonces de objetivo, y subimos hasta el pie de esta cara. La pared tiene muy buena pinta, con zonas grandes de hielo que parecen tumbadas. Llegamos a la rimaya, donde ya están los franceses, pero estos van muy lentos, y nos parece mal adelantarlos, y también nos parece mal quedarnos pasando frío en la R, así que nos vamos a otra cosa al lado, que pinta sencilla. Cuando llegamos, los franceses todavía no han salido de la R1.

Cambiamos pues de objetivo, y cometemos un nuevo error de principiante, el mayormente conocido como Manolete. Confiamos en el clásico aforismo de que las cosas de lejos se ven más pinas, y nos encontramos con lo contrario. 45 que pasa a 50, luego se empina, nieve bastante inconsistente, algo de mixto, las cuerdas en la mochila. 15 metros para arriba fuera de la zona de confort, hasta llegar a un sitio donde malamente proteger, sacar la cuerda de la mochila, meter un clavo y para abajo.

Pasado el mediodía una banda se mete en la N del Culivillas donde aún no ha pegado el sol aún, y sigue presentando un buen aspecto. Nosotros nos vamos para abajo, y al llegar el barranco nos encontramos con Vica y Jose, que han triunfado en el corredor de los Franceses, y compartimos con ellos el resto del descenso. No hay como estar fuerte para subirse a todos los sitios.

lunes, 8 de octubre de 2007

Autorías, derechos y copyrights


Bueno, es un tema que está de actualidad en los blogs más calientes.

Coincide que ayer mismo le amenazaron a Manolito aka Horn con denunciarle por violación de copyright a raíz de que hace casi dos años ya publicara una reseña de una efímera vía del Sistema Central.

Del croquis no voy a comentar nada, así que sólo tengo que añadir que esta foto utilizada para ilustrar la reseña está torcida.

martes, 7 de agosto de 2007

Cresta de Cregüeña. Primera parte

El plato del sábado era la cresta de Cregüeña. Y además, venía condimentado con la compañía de Nadia, Emilio y Gabi, lo cuál la hacía más apetecible.

El viernes llegamos a Barrabés, digo a Benasque, a una hora decente, lo que aprovechamos para echar un vistazo y fichar un par de petates para llevarnos a Canadá. A las nueve nos desalojaron, nos damos un paseo por el pueblo para buscar algo para cenar y nos encontramos a Sergio (Alicuecano) y Noe en una terraza. Ellos llevan toda la semana escalando en Benasque, combinando escuelas frescas por las mañanas con sombra en Sacs al final de la tarde. Vamos a la compañía de guías a echar un bocata, llegan Nadia y Emilio de Madrid, y ya al café aparecen Manolito (Horn) y Kanon, que venían de currarse la Salenques y estaban devorados. Compartimos alguna historia y nos subimos al Pla de Senarta, que toca madrugar.

El sábado madrugón para coger el bus al refugio de Pescadores. Allí nos espera Gabi, que se ha subido con la bici. Tiramos para arriba, y en tres horas casi sin paradas llegamos al collado de Aragüells. Bebemos y comemos un poco, arnés y casco, y nos subimos a la aguja de Juncadella, que apenas presenta dificultades por la vertiente sur. Nadia aquí no acaba de encontrarse bien, y se baja por la normal (F). Nosotros seguimos, un rapel corto, un paso a toda cresta y otro rapel nos dejan al pie de un par de agujas. En este tramo perdí la funda de la cámara de fotos, con una tarjeta de memoria y unas pilas. Sorteamos las agujas por el lado de Coronas, y atacamos la aguja de Cregüeña por unas fisuras (III). Después, hay un paso corto un poco duro, y llegamos a la cima.

La reseña marcaba destrepes por terrazas, con rapel precario a mitad. Gabi se mira los destrepes, son algo expuestos, así que optamos por un rapel largo desde la cima de la aguja con recuperación dudosa. Rapelando me noto lento y cansado, creo que no iremos mucho más lejos.

En la aguja Haurillon empieza la salsa. Según la reseña, Desde la brecha, un largo de IV, chimenea de 10 metros a una repisa, cueva, salida por la izquierda con canto y vuelta a la derecha al espolón.
Otra reseña (mejor llevar una que dos, que crea menos dudas) dice evitamos el muro por la derecha y subimos un corredor de III.
Dudamos un montón. Yo veo una fisura diagonal a derechas para subir a la repisa, se mete Gabi pero no tiene fe de que sea por ahí, y se baja para buscar otro camino. Hay un par de chimeneas que también pueden valer, pero tienen algo de desplome arriba. Tiro yo por la fisura. Tiene un paso de fe, pero voy con ganas y lo paso. Protejo y monto reunión en la repisa, que con el roce de la cuerda no iba a llegar mucho más lejos. Recupero a Montse, y detrás viene Emilio, que sube a Gabi. La tirada de la cueva tiene muy buena pinta, vertical y con canto. Gabi viene con muchas ganas, así que le dejo algún cacharro y tira para arriba. Y se lo curra, un poco de ramonaje, proteger con un alien abandonado, reforzarlo, salir de la cueva abriéndose al pie bueno de la izquierda, para arriba con buen canto, reforzar el taco de madera y salir a la derecha a una gran repisa. Es IV del bueno. Me lo doy con las cintas puestas y disfruto como un enano. De la brecha de la R queda un paso de II algo roto, y un tramo de andar hasta la cima de la aguja Haurillon.
Van a dar las dos, vemos que no vamos a ninguna parte, y menos a coger el bus de las seis en el puente de Coronas, así que deshacemos el camino, destrepamos el II, rapelamos el IV y le apretamos para abajo, mientras el calor nos aprieta a nosotros, y yo me deshidrato mientras cargo en la mochila un montón de hierros, incluidos gatos, piolet y crampones, que estaban de más, y una botella de bebida refrescante que se me había olvidado que llevaba. Burro que es uno.
Llegamos al bus a menos diez y nos bajamos a Benasque, donde nos vamos juntando con Nadia, Gabi que se bajó en bici, Manolito, Sergio y Noe que han vuelto a Sacs, y volvemos a contarnos historias, y a hacer más planes.

martes, 31 de julio de 2007

Vira del Embarradère. Midi d'Ossau. Cara Norte. (650 mts. AD)

Cuando Manolito (Horn) nos comentó la posibilidad de hacer esta vía no lo dudamos. Adaptamos los planes para la ocasión, y el sábado por la tarde llegamos a Pombie, justo a tiempo del último turno de la cena, buena y abundante. Después, charlamos un rato con Pedro, Fern, Toni, Susi y Manolito de sus andanzas pasadas y venideras, disfrutamos un poco de la luna llena e intentamos hacer alguna foto, sin mucho éxito.

El domingo nos levantamos para ser los primeros para desayunar, y a las siete de la mañana comenzamos a andar, hacia el Col de Suzon. Susi, Pedro, Fern y Toni, que van a subir por la normal, se lo toman con un poco más de calma, pero al poco seguirán nuestros pasos. Al llegar al Col de Suzon hay que seguir unos metros por la normal del Midi, para una vez que se ve la brecha de Moundelhs dirigirse hacia ella flanqueando. Destrepamos la brecha hacia el Oeste, y cruzamos la pedrera, rumbo a la brecha de los austriacos, evidente. Hora y media desde Pombie.

Una vez en la brecha, nos ponemos el arnés y el casco, e intentamos localizar el camino. Unos metros ANTES de la brecha de los austriacos hay que encaramarse a la placa, III fino al principio, luego II, para llegar a terrenos más sencillos después. Aquí debemos continuar en dirección al gendarme hacia el Oeste. El terreno está bastante trillado, y hay cairns, la orientación no es problema. Hay alguna chimenea corta, con algún paso suelto de III.

La chimenea que lleva a la brecha del gendarme es del estilo de las de la normal, II+, o III buscando lo difícil. Después viene el paso del gendarme, aéreo pero con bien de canto para pies y manos(aragon360grados: Midi d´Ossau:cara norte y Embarradere). Y un sistema de canales y placas tumbadas, II, que nos dejan en el hombro Noroeste. Aquí ya podemos ver la vira del Embarradère, y el Pilar homónimo, confluyendo en el Piton de la Fourche.

Un hito grande marca la entrada de la vira del Embarradère. También hay hitos que siguen hacia arriba, por la Norte Clásica, hay que vigilar un poco o tocará volver a bajar hasta la entrada de la vira
. Un destrepe fácil por terreno delicado, y unos metros de caminar en un terreno grandioso, con paredones arriba y abajo. Y después, nos internamos en la profunda chimenea.

Un primer resalte se pasa por la placa de la derecha (III). Luego llega lo chungo. Una cinta en el bloque empotrado de arriba parece que marca el camino a seguir. Superamos el nevero, que presenta alguna dificultad adicional, visualizamos la chimenea y vemos claramente que no es por ahí. Pinta vertical, liso y mal para proteger. Tal vez haciendo ramonage de ese pueda salir, pero no vamos a probarlo. En cambio, atacar la pared de la derecha por unas viras parece asequible primero e incierto después.

Destrepamos el nevero, con poco arte, y le toca a Manolito buscarse la vida por la pared derecha. Travesía fácil a derechas, y después, más que nada hacia arriba. Encuentra un clavo nuevo a la altura del paso interesante de III+, hay que subir mucho los pies, y Montse sufre después en ese paso, pero acaba dendo la talla. Hay algún otro paso, y algún otro clavo en buen estado, y se llega a la arista sobre el pilar del Embarradère. Un paso aéreo sobre un colladito y entramos al terreno fácil de la Fourche. Abandonamos las mochilas un momento y nos encaramamos al Piton de la Fourche. Un regalo. Merecido, porque el esfuerzo no ha sido pequeño, pero un regalo poder estar ahí y disfrutar del ambiente.

Segunda vez en la Fourche de este año para Montse, y tercera para Horn y para mí, así que esta vez no nos asomamos al corredor sur, y nos dirigimos directo a las dalles grises. Hay un clavo nuevo al principio, el de la salida de la placa sigue ahí, con el clásico chapaje por debajo del pie, y también hay un cintajo dudoso en la chimenea de salida de las placas. En la terraza de arriba, un gran bloque para hacer R. Horn comentó que en invierno había metido un alien en la travesía, pero es chunga de proteger, y es II o II+, aunque la primera vez se haga más dura.

Y después, un rato de andar (I) , y buscar las canales(III) que nos dejan a cinco minutos de la cima.

Arriba ya llevan un buen rato Pedro, Fern, Susi y Toni disfrutando de la cumbre, y al llegar nosotros aún se quedan otro rato más, disfrutando del día, del paisaje, y de los quesos de Roncal y Gabas. Y para abajo por la normal.

La tercera chimenea se destrepa bien, por la zona de la izquierda. Para la segunda y la primera sacamos la cuerda. Al pie de la primera chimenea, Manolito, demostrando lo gran alpinista que es, se adelanta al grupo para llegar al refugio el primero, e ir poniendo unas cervezas a enfriar.
Y poco más. De Pombie para abajo, luego intentamos en vano buscar un sitio donde nos den de comer a las seis de la tarde, así que carretera y manta, y cada uno a su casa. Y pensando ya en buscar otra ocasión para volver. Será por vías.



martes, 15 de mayo de 2007

Posets por el corredor Jean Arlaud


Levantarse a la una y media de la mañana suele dar pereza, pero como habíamos pasado media noche de vivac a pelo bajo lluvia intermitente y otra media noche hacinados en el coche, pues tampoco se echa mucho de menos el saco. Así, con un par de horas dormidas entre los tres arrancamos para arriba, y cinco horas de penurias después tiré la siguiente foto, ya en la entrada del corredor.


Las informaciones de quince dias antes de Pau, y las fotos e informaciones recogidas sobre el terreno el dia anterior por el señor Horn nos presagiaban buenas condiciones, tirando a sencillo. Y así hubiera sido de no ser por un pequeño detalle: la meteo.

Las nubes habían impedido el rehielo, le toco a Lluis abrir huella todo el camino, y todo el corredor. Y lo peor era el viento, fuerte y muy racheado, que hacía peligroso el descenso por la arista Norte. Así, nos metimos en faena, barajando seriamente la opción de destrepar o rapelar el corredor.

Una vez dentro del corredor se nos olvidan todos los males. Hay que ir concentrado todo el tiempo, poniendo especial atención en los dos resaltes de hielo. El primero es un paso de superación, tieso pero corto, con hielo excelente al principio y peor cuando tumba. En el segundo hay 5 o 6 metros de hielo un poco más irregular, cubierto de nieve, a 60º. Después, terreno cuarenta y cinco hasta la cornisa, que parecía amenazante, pero no es para tanto, pequeñita, y apenas desploma, y se pasa por la izquierda a cuarenta y cinco. Dos horas muy agradables de corredor.

A la salida, vuelta a la realidad, viento huracanado en el collado, el destrepe es inviable, nos queda elegir entre cima y arista norte o bajar hacia el Sur, rodear Espadas y coger el GR11 para volver a Viadós, pero con niebla y sin mapa no nos convence, así que vamos a cima, from lost to the river. Bebemos un poco, hacemos la obligada foto de cima (yo quería foto y ellos no, así que les obligué), y emprendemos el descenso, por la arista norte.

Sesenta grados por la vertiente oeste, ochenta por la este y nosotros andando por un filo donde apenas caben los dos pies juntos. Con viento con rachas muy fuertes. No todo es malo, hay una huella excelente, y la nieve está muy bien. Lluis y Montse pasan cómodos, pero yo y mi vértigo decidimos que hay que ir con calma, me siento un rato con un pie a cada vertiente para respirar, y llego a la cima norte. Desde allí, la huella por la arista abandona el filo, se sigue un poco, y a la que se ve claro se baja a saco por palas de cuarenta y, hasta el glaciar.

Aquí hacemos una parada para contemplar el corredor, donde todavía andan un par de cordadas, nos cruzamos con la gente que sube, mitad a pie mitad foqueando, seguimos para abajo con nieve pasta, pero bastante huella, llegamos al bosque, logramos cruzarlo sin ver la cabaña del Clot, y sin perdernos, cruzamos la Palanca de Añes Cruces, y atravesamos las granjas de Viadós, nuestras particulares praderas de Valhalla, pues por fin podremos quitarnos las botas.

Han sido once horas de dura batalla, durmiendo poco, enfrentándonos a la lluvia, a la nieve, al viento, al frío, al cansancio, al miedo. Hacían falta muchas ganas, y tanto Montse como Lluis las tenían, y saber dónde se está, que lo sabían. Así, lo difícil se hace fácil, y lo duro se hace soportable.

martes, 24 de abril de 2007

La Fourche

El sábado al anochecer nos acercamos al Portalet, para ver las condiciones. La nieve escasea, el circo de Anéou es claramente más apetecible para las vacas que para los esquiadores, que lo descartan, la temperatura es de unos diez grados y llueve y graniza con fuerza. Mal pinta el panorama. No nos achanta, y quedamos en levantarnos a las cuatro. Tenemos aún confianza de que despeje a medianoche, y se pueda hacer algo de rehielo, como el que había en el Bazias.
Cenamos y dormimos rápido, y a las cuatro de la mañana comprobamos que ha despejado. Bajamos a desayunar, y el comedor está cerrado. Mejor, así echamos a andar antes. A eso de las cinco ya estamos en marcha,está todo oscuro, y corre agua por todas partes, mezcla del deshielo y la tormenta. A la altura de la cabaña de Aneou, Montse, que no se ha recuperado del día anterior, se da la vuelta, y nos deja a Horn y a mí solos ante el peligro. Algo de nieve blanda nos hace tardar hora y media hasta el refugio de Pombie. A las siete entramos en la Grand Rallière (Gran rallada). El sol aparece, entre el Lurien y el Palas. Tiramos para arriba, poco a poco, abriendo huella pues no hay rehielo. Los resaltes parecen tapados, Manolito y Mapicas se habían encontrado algo de IV en el corredor, en su ascensión de Enero, esta en principio será más sencilla. Ni Manolito ni yo hacemos ademán de ponernos el arnés. El primer resalte está raro. Hay una cueva rimaya bastante profunda. Intento pasarla subiendo en chimenea, con un pie a cada lado de la rimaya, pero la nieve es mala, no puedo traccionar para salir por arriba, y retrocedo. Manolito encuentra la alternativa, por la izquierda entre la nieve y la roca sale sencillo, y seguimos a nuestro segundo resalte. La nieve no da confianza, y Manolito se decide a negociarlo por la roca. Muy malamente, acaba dándose un mixto con pies malos y poco canto de manos. Mejor paso por la nieve, unos metros a 65º, metiendo el regatón hasta el codo y subiendo de triceps, pero se sube. De ahí para arriba, va tumbando hasta llegar a la Fourche. Son las diez de la mañana, tampoco demasiado tarde, pero queda bajar, y la idea de destrepar el corredor no me agrada mucho. Se lo comento a Manolito, me entiende, y vamos para abajo. Nos saltamos el primer rápel, pero me cuesta bastante destrepar hasta la siguiente reunión. Manolito baja de frente, cómodo. Así que le digo que yo rapelo en simple, 60 metros, y el baja 30 y destrepa el resto recuperando la cuerda. Vamos, que le echo morro. Y Manolito se lo curra sin quejarse, hace un rápel más que yo, se pelea con un enganchón de la cuerda, y acabamos juntándonos en la última R, justo encima de la rimaya. Estoy ya para rapelar, unas coladas en la cara Este de la Arista del Peyreget ya nos habían avisado, pero de repente, un silbido y el corredor se viene encima. Uff, la R está en un sitio protegido, y sólo vemos pasar lo que cae, pero si nos pilla rapelando o destrepando hubiera sido serio. Bueno, ha sido una buena colada, pero tampoco nada exagerado. Antes de que pare del todo ya estoy rapelando, desenterrando la cuerda. Paso la rimaya y continúo otros treinta metros, y me quedo en el centro del corredor, en un caballón entre dos canales de avalanchas, en un sitio "seguro". Rapela Manolito, me pide que le vigile, pasa el agujero, y cuando está soltando el descensor veo que cae por el corredor una piedra del tamaño de un reproductor de DVD con sintonizador TDT con embalaje y todo. "Fuera, fuera", Manolito que lo ve y lo esquiva en plan Matrix. Aún nos entra más prisa, vámonos pero ya, y Manolito, que tiene el día, se tropieza y se cae a la canal de avalanchas. Lo veo desaparecer, pero al poco logra autodetenerse. Salimos pitando, la nieve está que se cae, nos adelanta alguna otra colada, que va bien canalizada, y por fin, llegamos a la morrena, salimos de la Gran Rallada, y podemos mirar con tranquilidad hacia arriba.
Foto de cima, comer algo y pa casa. Montse nos espera en el col del Soum de Pombie, de donde bajamos al párking de Anéou, a las dos del mediodía.

lunes, 23 de abril de 2007

Bazias


Este sábado nos dimos un paseo por Panticosa. Había venido Jokin, desde Colombia, y quería hacer esquí de travesía, así que, haciendo un poco de malabares, nos acoplamos al NordwandStage reconvertido por la calor, y combinamos un grupo multidisciplinar. Horn, Jokin, Kurro, Nadia y el Principe se dedicarían a foquear, Estefania y Rodri al clásico estilo "si me hundo es por que quiero", y Montse y yo nos estrenamos en eso de emular a Federer.
A las siete estabamos en la embotelladora. Sepa el señor Nozar que el infierno existe y es eterno.
Cruzamos el resort y alcanzamos el GR-11. Se ve poca nieve, parece que tocará portear hasta la cima, pero a la salida del bosque, a 2000 metros, el manto es continuo, y esquiable. En esa cota hay ya rehielo, con lo que la progresión a pie no es demasiado penosa, y hay quien se calza las cuchillas. También hay quien no, y se va por lo más helado, y consigue alguna quemadura leve.

En eso que vamos llegando al cuello de Brazato, comprobamos que caminar sobre las aguas no es tan complicado, disfrutamos de las vistas del vecino Comachibosa, y ya desde la cima, de las cumbres del circo de Gavarnie. De bajada, podemos apreciar el gran contraste entre los que se disfrutan de deslizarse por la nieve, y los que cada tres pasos se hunden hasta la ingle, ya que para ellos la nieve ya está en un estado deplorable. En un punto intermedio, a los discípulos de Federer sólo nos queda agradecerle su gran aportación al mundo de la montaña.

Para completar el día, reunión en el restaurante del Camping de Escarrilla, donde nos dan algo caliente de comer y nos juntamos con otras gentes, que nos cuentan otras historias