Imaginaos el escenario: una preciosa villa en la costa mediterránea francesa durante los dos meses de verano, un año cualquiera a mediados de los 1950s. Los protagonistas: Cécile, una adolescente de 17 años que acaba de suspender los exámenes. Su padre, Raymond, viudo, afectuoso y trabajador, pero también frívolo y vividor. A sus 40 años de edad colecciona novias más jóvenes que él, que cambia cada pocos meses. La última, Elsa, les acompaña en las vacaciones. Guapa, pelirroja, indolente, despreocupada, aún no ha cumplido los 30. Cyril, un estudiante de derecho de veintitantos años. Pasa los veranos en casa de su madre en la Costa Azul y se enamora perdidamente de Cécile. Un par de semanas después de comenzar el descanso veraniego se presenta en la casa Anne, antigua amiga de la familia por parte de la difunta madre. También en los 40, guapa, elegante, sofisticada, culta. En pocos días el ambiente se agria, pues Raymond planta a Elsa y anuncia que Anne y él se casarán a principios de octubre en París. Cécile ve amenazado su estilo de vida distendido y sin preocupaciones por este matrimonio. Sin ir más lejos Anne no tarda en pedirle que se olvide de Cyril y estudie para los exámenes de septiembre, cosa que a tanto a ella como a su padre les traía totalmente sin cuidado. A corto plazo ve sus vacaciones arruinadas; a largo considera que la fuerte personalidad y carácter de Anne va a anularles como individuos. Así pues, decide que ha de deshacerse de ella y para ello maquina un plan demencial -implicando en el mismo a Elsa y Cyril-, para forzarles a romper el compromiso.
Hay un factor muy importante a la hora de evaluar la calidad de esta novela: Françoise Sagan la escribió cuando tan solo tenía 18 años. Al margen de posibles referencias autobiográficas, (que sin duda las hay, pues la novelista era hija de unos adinerados empresarios y ella misma llevaba una azarosa vida repleta de fiestas, alcohol y drogas), Buenos días, tristeza destila una inmadurez y candidez literaria producto inevitable de la extrema juventud de su autora. Esta característica se revela al lector al primer intento de Cécile de perfilar la personalidad de Anne: abundan las frases con ínfulas y los calificativos presuntuosos; el resultado deja bastante que desear porque le falta la experiencia necesaria para caracterizar con acierto sus motivaciones. Con todo y eso, no me parece que sea una mala novela si no olvidamos precisamente que la escribió una adolescente de 18 años. Es más, sin duda es éste el factor que la hace atractiva: refleja exactamente el tipo de preocupaciones e intereses que puede tener una jovencita bien acomodada, caprichosa y de vida resuelta cuando las cosas se le ponen en contra. Y además usa exclusivamente el lenguaje y los recursos al nivel de su madurez. En definitiva, un retrato fidedigno de la edad del pavo y por extensión, de lo ridículo que resulta el comportamiento humano en todos los estadios de la vida. Más reseñas en Un libro al día, que no fallan en mis últimos posts, y Bibliolocura.
29 may 2015
26 may 2015
Soy yo, Édichka - Eduard Limónov
La rabia, la angustia, el dolor y la desesperación campan a sus anchas por Soy yo, Édichka. Sobre todo la rabia, la rabia de comprobar que el sueño americano es un engaño y que la única libertad que puedes encontrar en New York y por extensión de Occidente, es la que te permite comprar el dinero. Tras abandonar la URSS sin opción a volver jamás por haber sido declarado autor proscrito por la nomenklatura, Eduard Limónov y su esposa, la bellísima Elena Serguéievna, aterrizaron en la capital del mundo a mediados de los 1970s tras un breve periplo por Europa central. El libro comienza cuando el autor/protagonista acaba de mudarse al infame hotel Winslow tras haber sido abandonado por su mujer. Elena sueña con convertirse en top-model y está harta de malvivir con el salario de mierda de Édichka, así que su marido se convierte en un lastre, es un obstáculo de quien no duda en deshacerse.
Desde ese cuchitril adonde se acaba de trasladar, y atravesando toda la ciudad a pie, de norte a sur y de este a oeste, asistiremos a sus aventuras y desventuras como beneficiario del subsidio social. Porque Limónov tiene claro que no quiere ser un obrero más, no quiere un trabajo de 9am a 5pm y seguro médico, no busca una casa en las afueras y fines de semana con barbacoas en el jardín. Sus objetivos son la fama mundial por un lado y la supresión del orden establecido por otro. Sus armas para lograrlo son su gran talento y su inagotable energía. Aunque no llegue nunca a ser reconocido por nadie y se pase la mayor parte del tiempo bebiendo vodka no cejará en su empeño. Su carácter impulsivo y su personalidad rompedora le empujan a criticar el sistema capitalista de la misma manera que en la URSS criticó el comunista. Desde la libertad que le da ser un paria se dedica a desmontar tanto al complaciente exilio soviético con quien se ve obligado a convivir y a quien destesta, como a la exigua y bienintencionada izquierda americana, a quienes se acerca en su búsquedad de la rebelión pero con un ojo siempre puesto en integrarse con los elusivos norteamericanos. El otro gran leitmotiv de la narración es el dolor por la traumática separación de su esposa, pues para Limónov el motor de la existencia es si duda el amor, ese amor desinteresado que proporciona satisfacción en sí mismo, sin necesidad siquiera de ser correspondido.
Hacía tiempo que no me topaba con un libro tan vivo, tan inmediato, tan directo, tan sincero. El lenguaje es crudo, sin concesiones, cargado de improperios, de expresiones malsonantes, de sexo explícito: me imagino el escándalo que debieron de suponer en la fecha de su publicación los pormenorizados detalles de sus escarceos amatorios tanto con hombres como con mujeres. Hay momentos de humor auténticamente desternillantes y hay relatos de nostalgia bien entendida muy, muy emotivos. Todos los estamentos sociales reciben una necesaria y certera crítica por parte del autor, a quien no le tiembla la pluma para sacar los colores a los dos grandes bloques y a todo lo que nos podamos encontrar en medio. Me ha resultado inevitable recordar a Céline o Genet mientras lo leía; estamos ante un nuevo ejemplo de cómo la honestidad y la marginalidad más degenerada van de la mano y son capaces de crear auténticas obras de arte. Tenéis más reseñas en Un libro al día, Mundo crítico y Solo de libros.
Desde ese cuchitril adonde se acaba de trasladar, y atravesando toda la ciudad a pie, de norte a sur y de este a oeste, asistiremos a sus aventuras y desventuras como beneficiario del subsidio social. Porque Limónov tiene claro que no quiere ser un obrero más, no quiere un trabajo de 9am a 5pm y seguro médico, no busca una casa en las afueras y fines de semana con barbacoas en el jardín. Sus objetivos son la fama mundial por un lado y la supresión del orden establecido por otro. Sus armas para lograrlo son su gran talento y su inagotable energía. Aunque no llegue nunca a ser reconocido por nadie y se pase la mayor parte del tiempo bebiendo vodka no cejará en su empeño. Su carácter impulsivo y su personalidad rompedora le empujan a criticar el sistema capitalista de la misma manera que en la URSS criticó el comunista. Desde la libertad que le da ser un paria se dedica a desmontar tanto al complaciente exilio soviético con quien se ve obligado a convivir y a quien destesta, como a la exigua y bienintencionada izquierda americana, a quienes se acerca en su búsquedad de la rebelión pero con un ojo siempre puesto en integrarse con los elusivos norteamericanos. El otro gran leitmotiv de la narración es el dolor por la traumática separación de su esposa, pues para Limónov el motor de la existencia es si duda el amor, ese amor desinteresado que proporciona satisfacción en sí mismo, sin necesidad siquiera de ser correspondido.
Hacía tiempo que no me topaba con un libro tan vivo, tan inmediato, tan directo, tan sincero. El lenguaje es crudo, sin concesiones, cargado de improperios, de expresiones malsonantes, de sexo explícito: me imagino el escándalo que debieron de suponer en la fecha de su publicación los pormenorizados detalles de sus escarceos amatorios tanto con hombres como con mujeres. Hay momentos de humor auténticamente desternillantes y hay relatos de nostalgia bien entendida muy, muy emotivos. Todos los estamentos sociales reciben una necesaria y certera crítica por parte del autor, a quien no le tiembla la pluma para sacar los colores a los dos grandes bloques y a todo lo que nos podamos encontrar en medio. Me ha resultado inevitable recordar a Céline o Genet mientras lo leía; estamos ante un nuevo ejemplo de cómo la honestidad y la marginalidad más degenerada van de la mano y son capaces de crear auténticas obras de arte. Tenéis más reseñas en Un libro al día, Mundo crítico y Solo de libros.
22 may 2015
El Adversario - Emmanuel Carrère
Con una mezcla de crónica periodística y artículo de opinión, que se ve es característica de su obra, Emmanuel Carrère nos relata en El Adversario la espeluznante historia de Jean-Claude Romand, el perfecto padre de familia y vecino que a principios de enero de 1993 asesinó a su mujer (Florence), sus dos hijos (Caroline de 7 años y Antoine de 5), sus padres (Aimé y Anne Marie) y el perro labrador de éstos. Incendió la residencia familiar con la idea de ocultar las circunstancias de la muerte de su mujer e hijos y se tomó una sobredosis de barbitúricos para suicidarse, aunque sin éxito, ya que los bomberos consiguieron rescatarlo con vida.
El autor francés se ve atraído inmediatamente por lo abstruso del caso: las primeras investigaciones demuestran que el asesino múltiple ha engañado a todo su entorno durante prácticamente toda su vida. Supuestamente licenciado en Medicina por la Universidad de Lyon, decía ocupar un importantísimo puesto de investigación en la sede de la OMS en Ginebra. Pues bien, ni lo uno ni lo otro. Sus amigos y los pocos familiares que le quedan no dan crédito: el dinero que ha manejado durante todos estos años procede de estafas a sus familiares más cercanos. Les contaba que su puesto de funcionario internacional le garantizaba acceso a ventajosos fondos en bancos suizos, al 18% de interés, pero en realidad empleaba eses ahorros en mantener a su familia y su estilo de vida. Carrère hace un seguimiento personal del juicio para documentarse. Ya había intentado contactar con Romand por carta pero hasta que no empezó el jucio (tres años después del crimen), no recibió respuesta del acusado. Su intermitente relación espistolar se recoge en el libro. También se informa a través de su abogado defensor y entrevista a sus íntimos, Luc y Cécile Admiral. Durante la vista, los informes psiquiátricos revelan la complicada, neurótica y narcisista personalidad del enjuiciado a través de su historia personal. Hay momentos de la lectura que son verdaderamente estremecedores, pues demuestran la perversión y falta de empatía que puede llegar a manifestar el ser humano. Condenado a cadena perpuetua, en 2015 se cumplen los 22 años que Jean-Claude debe pasar obligatoriamente en prisión. Si los informes de buena conducta son favorables, quedará en libertad condicional a lo largo del presente año.
En resumen, una terrible historia muy de crónica de sucesos, pero muy bien contada y complementada con detalles adyacentes (como la supuesta redención del homicida a través de la religión y los grupos católicos de apoyo a los presos) que dan una perspectiva muy completa del caso. Para conocer otras opiniones del libro, en esta ocasión recurro a dos de mis blogs habituales, Un libro al día y Pollito libros, que también han quedado encantados.
El autor francés se ve atraído inmediatamente por lo abstruso del caso: las primeras investigaciones demuestran que el asesino múltiple ha engañado a todo su entorno durante prácticamente toda su vida. Supuestamente licenciado en Medicina por la Universidad de Lyon, decía ocupar un importantísimo puesto de investigación en la sede de la OMS en Ginebra. Pues bien, ni lo uno ni lo otro. Sus amigos y los pocos familiares que le quedan no dan crédito: el dinero que ha manejado durante todos estos años procede de estafas a sus familiares más cercanos. Les contaba que su puesto de funcionario internacional le garantizaba acceso a ventajosos fondos en bancos suizos, al 18% de interés, pero en realidad empleaba eses ahorros en mantener a su familia y su estilo de vida. Carrère hace un seguimiento personal del juicio para documentarse. Ya había intentado contactar con Romand por carta pero hasta que no empezó el jucio (tres años después del crimen), no recibió respuesta del acusado. Su intermitente relación espistolar se recoge en el libro. También se informa a través de su abogado defensor y entrevista a sus íntimos, Luc y Cécile Admiral. Durante la vista, los informes psiquiátricos revelan la complicada, neurótica y narcisista personalidad del enjuiciado a través de su historia personal. Hay momentos de la lectura que son verdaderamente estremecedores, pues demuestran la perversión y falta de empatía que puede llegar a manifestar el ser humano. Condenado a cadena perpuetua, en 2015 se cumplen los 22 años que Jean-Claude debe pasar obligatoriamente en prisión. Si los informes de buena conducta son favorables, quedará en libertad condicional a lo largo del presente año.
En resumen, una terrible historia muy de crónica de sucesos, pero muy bien contada y complementada con detalles adyacentes (como la supuesta redención del homicida a través de la religión y los grupos católicos de apoyo a los presos) que dan una perspectiva muy completa del caso. Para conocer otras opiniones del libro, en esta ocasión recurro a dos de mis blogs habituales, Un libro al día y Pollito libros, que también han quedado encantados.
Etiquetas:
_Francia,
*Emmanuel Carrère,
Biografía,
Krimi
18 may 2015
Plaza Real: Safari - Nazario
No recuerdo de dónde ha salido este ejemplar de Plaza Real: Safari de Nazario, porque no es la reedición de 2006 de la editorial La Tempestad que os enlazo, sino la original de 1995 a cargo de Ediciones Vosa que difiere al menos en la portada con un coqueto troquelado. Lo mismo da, lo cierto es que llevaba ya varios años muerto de risa en alguna estantería y anoche en un rato me lo ventilé. Se trata de una colección de unos 30 textos, unos pocos son de carácter explicativo y nos aportan datos meramente técnicos sobre esta preciosa plaza barcelonesa situada en pleno barrio gótico y al lado de Las Ramblas. Desde su génesis arquitectónica a partir de un antiguo convento a mediados del S. XIX, a sus posteriores remodelaciones o personajes famosos que han vivido en ella. Sin embargo el cuerpo general del libro lo constituyen pequeños relatos cortos (apenas tres páginas en la mayoría de los casos) en los que el autor nos describe el tejido humano y animal que la habita. Es particularmente interesante porque recoge las escenas de una Barcelona pre-olímpica que reflejan una marginalidad totalmente alejada de la aséptica ciudad-parque temático para turistas en que se ha convertido con posterioridad a los JJ.OO de 1992. Se suceden los capítulos dedicados a los borrachos, los camellos, los drogadictos, las palomas, los vencejos, las prostitutas, los mochileros que sólo se hacían notar en verano y a quienes apenas se veía el resto del año, los descuideros, los moros y negros que malvivían en las pensiones de ínfima categoría de la plaza, etc. Además, cada capítulo va precedido de una ilustración alusiva al tema que se va a tratar.
Mención especial merecen unos pocos escritos que hablan del malogrado artista, y activista anarquista y LGTB Ocaña, y su relación con la plaza, donde vivió durante toda su estancia en la Ciudad Condal. El retrato de esa Barcelona underground y radicalmente rompedora de los años 1970s, de la que el propio Nazario formaba parte en su faceta de dibujante y guionista de cómics, es arrebatador. La narración de la propia marginalidad homosexual en la que ambos se movían resulta motivo más que suficiente para hacerse con este pequeño volumen. Cuesta imaginar el grado de degradación urbana y social que tenía dicha plaza hace 30-40 años, comparable a la que sufrían por ejemplo la plaza de Chueca y de Santa Ana en Madrid (por cierto mencionadas por el autor cuando comenta que algunos yonquies desalojados de la plaza Real se trasladaron a esas plazas madrileñas), sin embargo el cuadro de tipismo y extravagancia descrito hace que te den unas ganas incontrolables de ver el documental Ocaña, retrato intermitente (1978) de Ventura Pons para ver cómo el autor, Ocaña y otros habituales de su círculo recorrían travestidos las Ramblas convocando tras de sí un tropel de divertidos curiosos. No he encontrado reseñas de esta gema del bizarrismo barcelonés en la blogosfera, así que el habitual apartado de links a otras críticas queda desierto.
Mención especial merecen unos pocos escritos que hablan del malogrado artista, y activista anarquista y LGTB Ocaña, y su relación con la plaza, donde vivió durante toda su estancia en la Ciudad Condal. El retrato de esa Barcelona underground y radicalmente rompedora de los años 1970s, de la que el propio Nazario formaba parte en su faceta de dibujante y guionista de cómics, es arrebatador. La narración de la propia marginalidad homosexual en la que ambos se movían resulta motivo más que suficiente para hacerse con este pequeño volumen. Cuesta imaginar el grado de degradación urbana y social que tenía dicha plaza hace 30-40 años, comparable a la que sufrían por ejemplo la plaza de Chueca y de Santa Ana en Madrid (por cierto mencionadas por el autor cuando comenta que algunos yonquies desalojados de la plaza Real se trasladaron a esas plazas madrileñas), sin embargo el cuadro de tipismo y extravagancia descrito hace que te den unas ganas incontrolables de ver el documental Ocaña, retrato intermitente (1978) de Ventura Pons para ver cómo el autor, Ocaña y otros habituales de su círculo recorrían travestidos las Ramblas convocando tras de sí un tropel de divertidos curiosos. No he encontrado reseñas de esta gema del bizarrismo barcelonés en la blogosfera, así que el habitual apartado de links a otras críticas queda desierto.
Etiquetas:
_España,
*Nazario Luque,
Ilustrado,
Relatos cortos
15 may 2015
Sumisión - Michel Houellebecq
En las elecciones presidenciales francesas de 2022, el pacto entre la Fraternidad Musulmana, un partido islamista de corte moderado, y los partidos de centroizquierda y centroderecha (estos dos últimos perdedores claros de los comicios), consigue imponerse a la extrema derecha representada por el Frente Nacional. Mohammed Ben Abbes, el carismático y conciliador líder de los islamistas, centra sus esfuerzos en educación, pues considera que esta cartera es la que garantiza su ideario expansionista del Islam por Europa a medio plazo. Uno de los cambios que se abordan en este sentido consiste en transformar a la Universidad de París-La Sorbona-III en una institución islámica. El protagonista, François, profesor titular y reputado especialista en Joris-Karl Huysmans, es inmediatamente despedido recibiendo la jubilación anticipada en unas condiciones excelentes (prácticamente el 100% del salario íntegro). Ello se debe a que el nuevo sesgo religioso que distingue al hasta entonces prestigioso centro de enseñanza superior conlleva que sólo empleará a profesores seguidores del Islam. En esta encrucijada, François tendrá que enfrentarse a los cambios que se le vienen encima, no solo debido a la nueva situación política, sino también por cuestiones personales y familiares.
En Sumisión, Michel Houellebecq plantea un posible escenario de cómo sería Francia tras la eventual e hipotética victoria política de los islamistas moderados en una fecha futura pero próxima. Hipotética, sí, pero no improbable en ese horizonte temporal, vistas las tendencias del voto de los ciudadanos franceses en los últimos años. Tras el paréntesis de estilo que supuso El Mapa y el Territorio, el autor retoma las características que le hicieron convertirse en la oveja negra de las letras francesas. El protagonista es un cuarentón egoista y machista, solitario e insoportable, sagaz e irrespetuoso, descarado e inteligente. Plenamente consciente de sus limitaciones como persona, sus propias miserias y debilidades constituirán el talón de Aquiles a través del cual se dejará seducir por las suculentas ventajas que la nueva moral religiosa concede a un individio de alto nivel intelectual, por mucho que él mismo se vea patético. Houellebecq nos enfrenta de esta forma al conformismo más pusilánime del ser humano. Los ciudadanos del hexagone ven cómo se institucionaliza el machismo más rancio: la mujer vuelve someterse al hombre, desaparece el ideario revolucionario (laicidad, defensa de la libertad indiviudal, servicios sociales universales, etc.) y casi de la noche a la mañana la institución familiar pasa a ser el baluarte de la nueva sociedad. Ante esta perspectiva, François como ejemplo arquetípico, se vuelve acomodaticio y en un giro muy propio de nuestra especie, empieza a ver la situación como conveniente a sus intereses. Si este es el trato que se da al ser humano, no sorprenderá que el escritor ridiculice sin límites a instituciones o países enteros, donde la peor parte se la llevan los estados de Oriente Medio con gobiernos teocráticos. Toda esta crítica descarnada va acompañada de imprevisibles y ocurrentes golpes de humor, con lo que la vuelta de Houellebecq a la actualidad literaria ha sido para mí todo un placer. Más reseñas de esta novela en Un libro al día, donde ha gustado, y El síndrome Chéjov, donde no.
En Sumisión, Michel Houellebecq plantea un posible escenario de cómo sería Francia tras la eventual e hipotética victoria política de los islamistas moderados en una fecha futura pero próxima. Hipotética, sí, pero no improbable en ese horizonte temporal, vistas las tendencias del voto de los ciudadanos franceses en los últimos años. Tras el paréntesis de estilo que supuso El Mapa y el Territorio, el autor retoma las características que le hicieron convertirse en la oveja negra de las letras francesas. El protagonista es un cuarentón egoista y machista, solitario e insoportable, sagaz e irrespetuoso, descarado e inteligente. Plenamente consciente de sus limitaciones como persona, sus propias miserias y debilidades constituirán el talón de Aquiles a través del cual se dejará seducir por las suculentas ventajas que la nueva moral religiosa concede a un individio de alto nivel intelectual, por mucho que él mismo se vea patético. Houellebecq nos enfrenta de esta forma al conformismo más pusilánime del ser humano. Los ciudadanos del hexagone ven cómo se institucionaliza el machismo más rancio: la mujer vuelve someterse al hombre, desaparece el ideario revolucionario (laicidad, defensa de la libertad indiviudal, servicios sociales universales, etc.) y casi de la noche a la mañana la institución familiar pasa a ser el baluarte de la nueva sociedad. Ante esta perspectiva, François como ejemplo arquetípico, se vuelve acomodaticio y en un giro muy propio de nuestra especie, empieza a ver la situación como conveniente a sus intereses. Si este es el trato que se da al ser humano, no sorprenderá que el escritor ridiculice sin límites a instituciones o países enteros, donde la peor parte se la llevan los estados de Oriente Medio con gobiernos teocráticos. Toda esta crítica descarnada va acompañada de imprevisibles y ocurrentes golpes de humor, con lo que la vuelta de Houellebecq a la actualidad literaria ha sido para mí todo un placer. Más reseñas de esta novela en Un libro al día, donde ha gustado, y El síndrome Chéjov, donde no.
Etiquetas:
_Francia,
*Michel Houellebecq,
Novela
11 may 2015
Limbo - Bernard Wolfe
El doctor Martine es un reputado neurocirujano destinado en un hospital de campaña en mitad del África negra durante la III Guerra Mundial, que según se plantea transcurrió a principios de los 1970s. Nuestro protagonista plasmaba sus pensamientos sobre la situación mundial en un diario que recogía su ideario pacifista. Toda su filosofía se basaba en el rechazo a la sumisión ciega que la población tenía a los superordenadores EMSIAC. Estos mega cerebros electrónicos, que regían de facto los dos grandes bloques sociopolíticos y económicos mundiales, fueron de hecho los que iniciaron la contienda. Los horrores de la guerra se manifiestan a Martine en toda su magnitud en Teddy (Theo) Gorman, un joven y heróico aviador a quien él y su compañero, el doctor Helder, deben operar de urgencia. Teddy fue un reconocido activista pacifista en el periodo de entreguerras pero ha terminado desolando ciudades enteras lanzando bombas H desde su caza. En la mesa de operaciones pierde las dos piernas y debido a su maltrecho estado, es sujeto a técnicas experimentales de neurocirugía. La rabia de Martine al enfrentarse a este caso en particular actua como detonador de su decisión a negarse a seguir aceptando órdenes de EMSIAC y en mitad de la noche, olvidando sus pertenencias, deserta robando un avión momentos antes de que se produzca un ataque masivo a su emplazamiento. 18 años después de finalizada la III Guerra Mundial, el doctor Martine se oculta entre una pacífica tribu en una isla ignota del Índico, donde vive completamente desconectado del nuevo orden mundial. Nuestro especialista ha podido seguir practicando la neurocirugía lobotomizando a los habitantes violentos del lugar. Se ha limitado a mejorar la tradicional técnica local denominada Mandunga, con la cual los hechiceros locales expulsaban los demonios de los lugareños más agresivos. Martine ha rehecho su vida en esta isla, pero un día atraca en sus playas un barco cargado de unos individuos de lo más extraño: la mayoría de sus miembros (si no todos) están amputados y unas hipertecnológicas prótesis ocupan sus lugares. La agenda secreta que traen estos hombres cercenados hará que el protagonista tome la decisión de regresar a Norteamérica, con el objetivo de comprobar qué ha podido ocurrir en sus años de ausencia para que los seres humanos hayan cambiado de una manera tan imprevisible.
Limbo aparece en casi todas las referencias como una distopía injustamente ignorada por el gran público. Se la suele comparar con clásicos del calibre de '1984' y 'Un Mundo feliz'. Sin embargo, tras terminar las casi 450 páginas de la edición de Minotauro, puedo constatar que no ha sido ninguneada porque el público le tenga manía a Bernard Wolfe por su pasado como guardasespaldas de Trotsky, por dar una razón absurda. Efectivamente se trata de una distopía pues el futuro que plantea es desesperanzador, y mucho, pero también retorcido en exceso hasta sobrepasar lo verosímil. El desarrollo de toda la historia es muy árido, de difícil lectura y lo más importante en mi opinión, con bases muy poco creíbles. Tras la huída del doctor Martine del hospital, su colega logra salvar su cuaderno y escapa con vida junto con Theo. El doctor Helder empieza a leer los apuntes del protagonista y da lugar a un movimiento de oposisición al guerra desde la idea del NO y del rechazo a los EMSIAC. Él y el héroe amputado consiguen destruir el megaordenador americano, y un aviador laureado equivalente a Theo en el lado ruso/oriental hace lo mismo con su propio supercomputador. Paradójicamente, Helder sobredimensiona la importancia de una broma instrascendente recogida en los diarios de Martine, a quien dan por muerto pero que se ha convertido ya en apóstol póstumo de la paz: el desarme (en inglés disarmament) no puede ser posible hasta que el ser humano haya perdido los instrumentos con que pone en práctica la violencia, esto es, los brazos (arms). La amputación voluntaria de las extremidades pasa a ser una muestra irrefutable de la voluntad del hombre por la paz. El movimiento Immob (de inmovilización) se populariza y la mayoría de los hombres adultos buscan ser tetra-amp (tetra-amputados) por el status que la nueva sociedad les concede. Se desarrollan unas prótesis que mejoran sustancialmente los miembros originales, pero aparecen facciones a favor del uso de las mismas(pro-pro) y en contra (anti-pro). Pero en este nuevo mundo, como distópico que es, la discriminación persiste, pues ni mujeres ni los individuos de otras étnias que no sea la caucásica puede acceder al programa vol-amp (amputación voluntaria). Los afroamericanos ocupa puestos infravalorados en una estructura industrial manejada por superordenadores. Además el Colombio, un metal raro y escaso, es imprescindible para la fabricación de las prótesis, lo cual provoca rivalidades soterradas entre los dos grandes bloques, con programas ocultos de prospección y control de recursos que contravienen las cartas magnas de ambos bloques.
En fin, lo dejo aquí porque podría seguir durante horas sin aclarar nada. Reconozco que hay muchas ideas originales, no lo pongo en duda. No voy yo a quitarle importancia a la anticipación sobre el uso de herramientas de mejora del ser humano que podrían enlazarse con elementos típicos del cyberpunk. Y qué decir del paralelismo del Colombio con el coltán, esto es casi una premonición sobre las necesidades minerales de la tecnología más avanzada. Muy innovador también por incorporar a principios de los 1950s aspectos revolucionarios sobre cibernética, teoría de sistemas y de control. No le niego la importantancia en esos aspectos, pero en mi opinión, el error fundamental de la obra es que que desde un punto de vista simplemente evolutivo el concepto sobre el que se construye toda la anti-utopía es muy difícil de creer. No obstante el autor no lo piensa así, así que para justificar esta deriva masoquista autoamputadora de la vida en la Tierra, Wolfe despliega todo su conocimiento sobre teorías psicológicas y psiquiátricas muy difíciles de digerir. El resultado final es una obra que pretende abarcar mucho y justificar todo, y como bien sabe el refranero español, así difícilmente se va a conseguir un cierre compacto en ninguno de los temas tratados. Por resumir en una frase, mi recomendación es no acercarse a este libro a menos de 100m. Tenéis más reseñas en Liter Área Fantástica, Crítica de libros y El lector compulsivo. Los dos primeros están en la línea de ya-va-siendo-hora-de-que-se-reconozca-esta-obra-como-literatura-scifi-de-gran-calidad; el último está más en mi línea.
Limbo aparece en casi todas las referencias como una distopía injustamente ignorada por el gran público. Se la suele comparar con clásicos del calibre de '1984' y 'Un Mundo feliz'. Sin embargo, tras terminar las casi 450 páginas de la edición de Minotauro, puedo constatar que no ha sido ninguneada porque el público le tenga manía a Bernard Wolfe por su pasado como guardasespaldas de Trotsky, por dar una razón absurda. Efectivamente se trata de una distopía pues el futuro que plantea es desesperanzador, y mucho, pero también retorcido en exceso hasta sobrepasar lo verosímil. El desarrollo de toda la historia es muy árido, de difícil lectura y lo más importante en mi opinión, con bases muy poco creíbles. Tras la huída del doctor Martine del hospital, su colega logra salvar su cuaderno y escapa con vida junto con Theo. El doctor Helder empieza a leer los apuntes del protagonista y da lugar a un movimiento de oposisición al guerra desde la idea del NO y del rechazo a los EMSIAC. Él y el héroe amputado consiguen destruir el megaordenador americano, y un aviador laureado equivalente a Theo en el lado ruso/oriental hace lo mismo con su propio supercomputador. Paradójicamente, Helder sobredimensiona la importancia de una broma instrascendente recogida en los diarios de Martine, a quien dan por muerto pero que se ha convertido ya en apóstol póstumo de la paz: el desarme (en inglés disarmament) no puede ser posible hasta que el ser humano haya perdido los instrumentos con que pone en práctica la violencia, esto es, los brazos (arms). La amputación voluntaria de las extremidades pasa a ser una muestra irrefutable de la voluntad del hombre por la paz. El movimiento Immob (de inmovilización) se populariza y la mayoría de los hombres adultos buscan ser tetra-amp (tetra-amputados) por el status que la nueva sociedad les concede. Se desarrollan unas prótesis que mejoran sustancialmente los miembros originales, pero aparecen facciones a favor del uso de las mismas(pro-pro) y en contra (anti-pro). Pero en este nuevo mundo, como distópico que es, la discriminación persiste, pues ni mujeres ni los individuos de otras étnias que no sea la caucásica puede acceder al programa vol-amp (amputación voluntaria). Los afroamericanos ocupa puestos infravalorados en una estructura industrial manejada por superordenadores. Además el Colombio, un metal raro y escaso, es imprescindible para la fabricación de las prótesis, lo cual provoca rivalidades soterradas entre los dos grandes bloques, con programas ocultos de prospección y control de recursos que contravienen las cartas magnas de ambos bloques.
En fin, lo dejo aquí porque podría seguir durante horas sin aclarar nada. Reconozco que hay muchas ideas originales, no lo pongo en duda. No voy yo a quitarle importancia a la anticipación sobre el uso de herramientas de mejora del ser humano que podrían enlazarse con elementos típicos del cyberpunk. Y qué decir del paralelismo del Colombio con el coltán, esto es casi una premonición sobre las necesidades minerales de la tecnología más avanzada. Muy innovador también por incorporar a principios de los 1950s aspectos revolucionarios sobre cibernética, teoría de sistemas y de control. No le niego la importantancia en esos aspectos, pero en mi opinión, el error fundamental de la obra es que que desde un punto de vista simplemente evolutivo el concepto sobre el que se construye toda la anti-utopía es muy difícil de creer. No obstante el autor no lo piensa así, así que para justificar esta deriva masoquista autoamputadora de la vida en la Tierra, Wolfe despliega todo su conocimiento sobre teorías psicológicas y psiquiátricas muy difíciles de digerir. El resultado final es una obra que pretende abarcar mucho y justificar todo, y como bien sabe el refranero español, así difícilmente se va a conseguir un cierre compacto en ninguno de los temas tratados. Por resumir en una frase, mi recomendación es no acercarse a este libro a menos de 100m. Tenéis más reseñas en Liter Área Fantástica, Crítica de libros y El lector compulsivo. Los dos primeros están en la línea de ya-va-siendo-hora-de-que-se-reconozca-esta-obra-como-literatura-scifi-de-gran-calidad; el último está más en mi línea.
Etiquetas:
_USA,
*Bernard Wolfe,
Novela,
Scifi
7 may 2015
Carta de una desconocida - Stefan Zweig
El famoso novelista R. regresa a su casa de Viena tras unos días fuera y ve una abultada carta entre la correspondencia recibida durante su ausencia. Cuando empieza a leerla, descubre que se trata del desesperado relato de una joven admiradora que ha estado locamente enamorada de él durante toda su vida, desde que siendo poco más que una niña de trece años ni siquiera era consciente de los sentimientos que se habían despertado en ella. Con una paciencia infinita, una insistencia numantina, algunas tretas inocentes y un poco de suerte ha llegado incluso a tener un par de escarceos amorosos con él, en el primero de los cuales quedó embarazada y tuvo un hijo suyo. Pero R. es el típico artista: impulsivo, voluble, olvidadizo. No se le conocen relaciones largas con mujeres, solo aventuras tremendamente intensas aunque cortas en duración. Nuestra protagonista solo ha entrado y salido de su vida en dos ocasiones, y en ambas se trataba de una desconocida más, muy atractiva, a quien había de conquistar. A pesar de todo, ella no ha podido dejar de quererle, más aún sabiendo que era el padre de su hijo, quien acaba de fallecer recientemente debido a unas fiebres. Ella no ha tenido mejor destino, y tras perder al pequeño, sus últimas fuerzas las ha destinado a redactar la misiva que compone esta novela corta/relato.
No voy a decir que Carta de una desconocida sea un mal libro. No lo es, en absoluto. En apenas 70 páginas Stefan Zweig vuelve a desplegar una prosa impecable y a demostrar un excelente conocimiento de los sentimientos humanos, algo que está ya más que comprobado en este blog. La historia que nos cuenta la protagonista es tristísima, y aún así, ella no se considera desgraciada sino afortunada por haber podido amar al insensible R., feliz hasta sus últimos días. Pero, ¿es el objeto de su amor un insensible en realidad? El escritor vive su vida como le place; que yo sepa a principios de los 1920s, que es cuando transcurre la acción, no existía la obligación de enamorarse, casarse y tener hijos. Tampoco ahora, ni nunca. Se trata de una elección personal, muy condicionada por las convenciones sociales, lo admito, pero desde luego libre y voluntaria en última instancia. Además no da la impresión de que el escritor vienés consiga ninguna de sus aventuras mediante engaños o haciendo falsas promesas. Así pues, ¿de qué es culpable R.? Para mi no hay nada que echarle en cara. Sin embargo, ¿hasta qué punto no padece la protagonista algún tipo de patología psiquiátrica, una fantasía ilusoria del amor de pareja que no es sino una obsesión malsana? Me resulta muy difícil creer que un sentimiento así de intenso pueda prolongarse durante tantísimos años estando cuerdo. Solo desde la locura puedo entender que esta pobre mujer haya podido resistir la indiferencia y el desinterés de R. En definitiva, una historia de amor entendido como un trastrorno mental sin cura conocida. Tenéis más reseñas en el Blog de la biblioteca de Piedrasblancas (Asturias), Un libro al día y Entre montones de libros.
No voy a decir que Carta de una desconocida sea un mal libro. No lo es, en absoluto. En apenas 70 páginas Stefan Zweig vuelve a desplegar una prosa impecable y a demostrar un excelente conocimiento de los sentimientos humanos, algo que está ya más que comprobado en este blog. La historia que nos cuenta la protagonista es tristísima, y aún así, ella no se considera desgraciada sino afortunada por haber podido amar al insensible R., feliz hasta sus últimos días. Pero, ¿es el objeto de su amor un insensible en realidad? El escritor vive su vida como le place; que yo sepa a principios de los 1920s, que es cuando transcurre la acción, no existía la obligación de enamorarse, casarse y tener hijos. Tampoco ahora, ni nunca. Se trata de una elección personal, muy condicionada por las convenciones sociales, lo admito, pero desde luego libre y voluntaria en última instancia. Además no da la impresión de que el escritor vienés consiga ninguna de sus aventuras mediante engaños o haciendo falsas promesas. Así pues, ¿de qué es culpable R.? Para mi no hay nada que echarle en cara. Sin embargo, ¿hasta qué punto no padece la protagonista algún tipo de patología psiquiátrica, una fantasía ilusoria del amor de pareja que no es sino una obsesión malsana? Me resulta muy difícil creer que un sentimiento así de intenso pueda prolongarse durante tantísimos años estando cuerdo. Solo desde la locura puedo entender que esta pobre mujer haya podido resistir la indiferencia y el desinterés de R. En definitiva, una historia de amor entendido como un trastrorno mental sin cura conocida. Tenéis más reseñas en el Blog de la biblioteca de Piedrasblancas (Asturias), Un libro al día y Entre montones de libros.
Etiquetas:
_Austria,
*Stefan Zweig,
Novela corta
3 may 2015
En el Café de la Juventud perdida - Patrick Modiano
Esta es la primera novela que leo de Patrick Modiano, y solo se me ocurre decir: ¡Wow! En algo más de cien páginas el Nobel de Literatura de 2014 compone una preciosa historia donde se recoge con una naturalidad, claridad y sencillez impresionantes la ilusión propia de la juventud. Para ello nos muestra a un grupo de jóvenes que reúnen en el café Le Condé y fuman, discuten, beben, ríen y pretenden comerse el mundo desde su inexperiencia, pero con la inestimable ayuda de una vitalidad que les desborda. El autor, con la sabiduría y la perspectiva que dan los años, se encargará también de hecerles(nos) ver que, en realidad, será el mundo quien les devore lenta y despiadadamente uno por uno.
La trama se articula en torno a una atractiva y misteriosa chica de veintidós años habitual del café mencionado. Apodada espontáneamente Louki por uno de los chicos que lo frecuenta, a lo largo de la narración tendremos cuatro aproximaciones a su historia desde cuatro puntos de vista diferentes. El primero es el de un joven estudiante de la Escuela de Minas que destesta lo que hace y fantasea con abandonarlo todo y dedicarse a alguna disciplina artística. A continuación conoceremos algo más de Louki, llamada en realidad Jacqueline Delanque, a través de un investigador privado que está tratando de localizarla a petición de su marido, un anodino oficinista de treinta y tantos años a quien ella ha abandonado y que carece de pistas de su paradero. En tercer lugar es la propia Jacqueline/Louki quien nos muestra parte de su historia familiar y personal. Finalmente es un aspirante a escritor, un tal Roland, convertido en íntimo e inseparable de la joven tras su fuga del domicilio conyugal, quien nos revelará más facetas aun desconocidas de la protagonista.
No he encontrado ninguna referencia temporal en el texto para saber cuándo transcurre la acción, que la nota editorial sitúa en los 1960s. Sí sabemos a traves de los diferentes narradores que la historia de Jacqueline/Louki transcurrió hace muchos años, pues de cuando en cuando nos indican que los cafés y bares de reunión habitual a que se hace referencia han dejado de existir, y se lanza una mirada general a un pasado donde la ciudad y la vida eran mucho más interesantes a sus ojos. Solo unas gotitas de nostalgia y añoranza que van perfectas a esta deliciosa historia, una combinación agridulce de esperanza por un lado y sueños rotos por otro que deja un excelente sabor de boca. Nuevo autor al que pienso seguir explorando, confiando en que el resto de su producción esté al nivel de esta novela corta. Tenéis más reseñas de En el Café de la Juventud perdida en El Club de los 1001 lectores, Leyendo en el bus y Trotalibros. En los dos últimos, a pesar de que ha gustado, piensan que al libro le falta un je-ne-sais-quoi para considerarlo grande.
La trama se articula en torno a una atractiva y misteriosa chica de veintidós años habitual del café mencionado. Apodada espontáneamente Louki por uno de los chicos que lo frecuenta, a lo largo de la narración tendremos cuatro aproximaciones a su historia desde cuatro puntos de vista diferentes. El primero es el de un joven estudiante de la Escuela de Minas que destesta lo que hace y fantasea con abandonarlo todo y dedicarse a alguna disciplina artística. A continuación conoceremos algo más de Louki, llamada en realidad Jacqueline Delanque, a través de un investigador privado que está tratando de localizarla a petición de su marido, un anodino oficinista de treinta y tantos años a quien ella ha abandonado y que carece de pistas de su paradero. En tercer lugar es la propia Jacqueline/Louki quien nos muestra parte de su historia familiar y personal. Finalmente es un aspirante a escritor, un tal Roland, convertido en íntimo e inseparable de la joven tras su fuga del domicilio conyugal, quien nos revelará más facetas aun desconocidas de la protagonista.
No he encontrado ninguna referencia temporal en el texto para saber cuándo transcurre la acción, que la nota editorial sitúa en los 1960s. Sí sabemos a traves de los diferentes narradores que la historia de Jacqueline/Louki transcurrió hace muchos años, pues de cuando en cuando nos indican que los cafés y bares de reunión habitual a que se hace referencia han dejado de existir, y se lanza una mirada general a un pasado donde la ciudad y la vida eran mucho más interesantes a sus ojos. Solo unas gotitas de nostalgia y añoranza que van perfectas a esta deliciosa historia, una combinación agridulce de esperanza por un lado y sueños rotos por otro que deja un excelente sabor de boca. Nuevo autor al que pienso seguir explorando, confiando en que el resto de su producción esté al nivel de esta novela corta. Tenéis más reseñas de En el Café de la Juventud perdida en El Club de los 1001 lectores, Leyendo en el bus y Trotalibros. En los dos últimos, a pesar de que ha gustado, piensan que al libro le falta un je-ne-sais-quoi para considerarlo grande.
Etiquetas:
_Francia,
*Patrick Modiano,
Novela
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Blog Archive
-
►
2021
(110)
- ► septiembre (9)
-
►
2020
(94)
- ► septiembre (7)
-
►
2019
(33)
- ► septiembre (1)
-
►
2018
(93)
- ► septiembre (7)
-
►
2017
(87)
- ► septiembre (7)
-
►
2016
(71)
- ► septiembre (6)
-
►
2014
(77)
- ► septiembre (8)
-
►
2013
(94)
- ► septiembre (8)
-
►
2012
(82)
- ► septiembre (7)
-
►
2011
(65)
- ► septiembre (6)
Quote
«Cualquier piedra a la que se dé un puntapié sobrevivirá a la fama de Shakespeare.»
Recent Comments
Get this Recent Comments Widget
Authors
*Philip K. Dick
(29)
*J. G. Ballard
(21)
*Stanisław Lem
(17)
*Thomas Bernhard
(14)
*Kurt Vonnegut
(12)
*Varios autores
(12)
*Brian W. Aldiss
(11)
*Heinrich Böll
(11)
*J. M. Coetzee
(10)
*Patricia Highsmith
(10)
*Ian Watson
(9)
*Martin Amis
(9)
*Stefan Zweig
(9)
*Yukio Mishima
(9)
*Fernando Vallejo
(8)
*Michel Houellebecq
(8)
*Philip J. Farmer
(8)
*William Golding
(8)
*Alice Munro
(7)
*Isaac Asimov
(7)
*Isaac Bashevis Singer
(7)
*Roberto Bolaño
(7)
*William Gibson
(7)
*Arkadi y Boris Strugatski
(6)
*Arthur C. Clarke
(6)
*Chuck Palahniuk
(6)
*Ray Loriga
(6)
*Thomas M. Disch
(6)
*Tom Wolfe
(6)
*Ursula K. Le Guin
(6)
*William S. Burroughs
(6)
*Alfred Bester
(5)
*Bernhard Schlink
(5)
*Don DeLillo
(5)
*Félix de Azúa
(5)
*Gene Wolfe
(5)
*John Brunner
(5)
*John Wyndham
(5)
*Louis-Ferdinand Céline
(5)
*Max Frisch
(5)
*Paul Auster
(5)
*Robert Silverberg
(5)
*Theodore Sturgeon
(5)
*Alan Moore
(4)
*André Gide
(4)
*Angela Carter
(4)
*Christopher Isherwood
(4)
*Clifford D. Simak
(4)
*Clive Barker
(4)
*Elfriede Jelinek
(4)
*Emmanuel Carrère
(4)
*Enrique Vila-Matas
(4)
*Esther García Llovet
(4)
*Herta Müller
(4)
*Jean Genet
(4)
*Joy Williams
(4)
*Juan Marsé
(4)
*Karel Čapek
(4)
*Muriel Spark
(4)
*Orson Scott Card
(4)
*Rachel Cusk
(4)
*Rafael Chirbes
(4)
*Ray Bradbury
(4)
*Richard Matheson
(4)
*Robert A. Heinlein
(4)
*Roger Wolfe
(4)
*Steve Niles
(4)
*Varios artistas
(4)
*Aldous Huxley
(3)
*Alfred E. van Vogt
(3)
*Anthony Burgess
(3)
*Charles Baxter
(3)
*David Leavitt
(3)
*Doris Dörrie
(3)
*Eduardo Mendoza
(3)
*Edward St. Aubyn
(3)
*Elmore Leonard
(3)
*Frank Miller
(3)
*Françoise Sagan
(3)
*Günter Grass
(3)
*Henry James
(3)
*Hermann Ungar
(3)
*Hjalmar Söderberg
(3)
*Jake Arnott
(3)
*James Tiptree Jr.
(3)
*Jamie Delano
(3)
*Joanna Russ
(3)
*John Updike
(3)
*John Varley
(3)
*Jorge Luis Borges
(3)
*Josef Winkler
(3)
*Joyce Carol Oates
(3)
*Julián Herbert
(3)
*Kiko Amat
(3)
*Lucia Berlin
(3)
*Margaret Atwood
(3)
*Mariana Enriquez
(3)
*Mario Vargas Llosa
(3)
*Mathias Énard
(3)
*Rafael Pinedo
(3)
*Rick Veitch
(3)
*Robert Walser
(3)
*Robertson Davies
(3)
*Roger Zelazny
(3)
*Samanta Schweblin
(3)
*Samuel R. Delany
(3)
*Servando Rocha
(3)
*Shirley Jackson
(3)
*Thomas Ligotti
(3)
*Tom Sharpe
(3)
*Vladimir Nabokov
(3)
*Agota Kristof
(2)
*Alvaro Pombo
(2)
*Anna Starobinets
(2)
*Antonio Muñoz Molina
(2)
*Boris Vian
(2)
*Caitlin R. Kiernan
(2)
*Christopher Priest
(2)
*Cristina Rivera Garza
(2)
*César Aira
(2)
*Dan Simmons
(2)
*Daphne du Maurier
(2)
*Delphine de Vigan
(2)
*Dino Buzzati
(2)
*Donald Ray Pollock
(2)
*E.T.A. Hoffmann
(2)
*Eduard Limónov
(2)
*Elizabeth Jolley
(2)
*Elizabeth Moon
(2)
*Evelyn Waugh
(2)
*F. Scott Fitzgerald
(2)
*Friedrich Dürrenmatt
(2)
*Giovanna Rivero
(2)
*Greg Egan
(2)
*Gregory Benford
(2)
*Hermann Hesse
(2)
*Hubert Selby Jr.
(2)
*Iris Murdoch
(2)
*Irvine Welsh
(2)
*Ismaíl Kadaré
(2)
*Italo Calvino
(2)
*Jack Kerouac
(2)
*Javier Marías
(2)
*Jesmyn Ward
(2)
*Joe Orton
(2)
*Johanna Sinisalo
(2)
*John Fante
(2)
*Jon Bilbao
(2)
*Jorge Carrión
(2)
*José Saramago
(2)
*Julio Cortázar
(2)
*Kameron Hurley
(2)
*Karin Tidbeck
(2)
*Kenneth Cook
(2)
*Kjell Askildsen
(2)
*Kurt Tucholsky
(2)
*Laura Restrepo
(2)
*Lionel Shriver
(2)
*Lorrie Moore
(2)
*Manuel Puig
(2)
*Manuel Vázquez Montalbán
(2)
*Mario Levrero
(2)
*Michael Bishop
(2)
*Michael Chabon
(2)
*Michał Witkowski
(2)
*Nat Jones
(2)
*Natalia Ginzburg
(2)
*Natsume Soseki
(2)
*Norman Spinrad
(2)
*Octavia E. Butler
(2)
*Olaf Stapledon
(2)
*Patrick Modiano
(2)
*Patrick Süskind
(2)
*Paul Bowles
(2)
*Quim Monzó
(2)
*Ramón J. Sender
(2)
*René Barjavel
(2)
*Richard Yates
(2)
*Rosa Montero
(2)
*Ryu Murakami
(2)
*Ted Chiang
(2)
*Thomas Pynchon
(2)
*Virginia Woolf
(2)
*William M. Thackeray
(2)
*Wu Ming
(2)
*Ángel Palomino
(2)
*Adolfo Bioy Casares
(1)
*Aki Shimazaki
(1)
*Alan Heathcock
(1)
*Alberto Moravia
(1)
*Alberto Villamandos
(1)
*Alfonso García-Villalba
(1)
*Algernon Blackwood
(1)
*Alison Bechdel
(1)
*Almudena Grandes
(1)
*Amelia B. Edwards
(1)
*Amitav Ghosh
(1)
*Amparo Dávila
(1)
*Andrew Cosby
(1)
*Angélica Gorodischer
(1)
*Anna Wiener
(1)
*Arno Schmidt
(1)
*Arthur Nersesian
(1)
*Arthur Schopenhauer
(1)
*Arturo Pérez-Reverte
(1)
*Augusten Burroughs
(1)
*Auður Ava Ólafsdóttir
(1)
*B.F. Skinner
(1)
*Ben H. Winters
(1)
*Ben Templesmith
(1)
*Bernard Wolfe
(1)
*Bernardine Evaristo
(1)
*Beverley Lee
(1)
*Bonnie Jo Campbell
(1)
*Breece D'J Pancake
(1)
*Bret Easton Ellis
(1)
*Brit Bennett
(1)
*Brooke Bolander
(1)
*Bryan Johnson
(1)
*Caitlin Moran
(1)
*Camila Sosa Villada
(1)
*Carlos Gardini
(1)
*Carmen Laforet
(1)
*Carmen Maria Machado
(1)
*Carol J. Adams
(1)
*Charles Stross
(1)
*Charlotte Perkins Gilman
(1)
*China Miéville
(1)
*Chloé Cruchaudet
(1)
*Claire Vaye Watkins
(1)
*Clarice Linspector
(1)
*Connie Willis
(1)
*Corine Pelluchon
(1)
*Cormac McCarthy
(1)
*Cristina Cerrada
(1)
*Cristina Fernández Cubas
(1)
*Cristina Morales
(1)
*Cristina Peri Rossi
(1)
*Cristina Sánchez-Andrade
(1)
*D. M. Thomas
(1)
*Dan Wickline
(1)
*Daniel Keyes
(1)
*Danny Miller
(1)
*Dave Gibbons
(1)
*David Foster Wallace
(1)
*David Lloyd
(1)
*David Nobbs
(1)
*David Ohle
(1)
*David Safier
(1)
*David Zurdo
(1)
*Dawn Brown
(1)
*Daína Chaviano
(1)
*Didier Eribon
(1)
*Diego Vaya
(1)
*Doris Lessing
(1)
*Douglas Adams
(1)
*E. F. Benson
(1)
*Eddie Campbell
(1)
*Edgar Hilsenrath
(1)
*Edith Nesbit
(1)
*Edmund Wilson
(1)
*Eduardo Risso
(1)
*Elena Poniatowska
(1)
*Elia Barceló
(1)
*Elisa Victoria
(1)
*Elizabeth Strout
(1)
*Eloy Tizón
(1)
*Emil Cioran
(1)
*Emilia Pardo Bazán
(1)
*Enric Sió
(1)
*Ernest Hemingway
(1)
*Ernst Jünger
(1)
*Eudora Welty
(1)
*Evgueni Zamiatin
(1)
*Fannie Flagg
(1)
*Fco. Javier Pérez
(1)
*Fernanda Melchor
(1)
*Fernanda Trías
(1)
*Ford Madox Ford
(1)
*Francisco Casavella
(1)
*Francisco García Pavón
(1)
*Frank Herbert
(1)
*Franz Kafka
(1)
*Frederik Pohl
(1)
*Fritz Leiber
(1)
*Fritz Zorn
(1)
*Gabriel Bermúdez Castillo
(1)
*Gabriele Tergit
(1)
*Gemma Files
(1)
*Gengoroh Tagame
(1)
*George Eliot
(1)
*Gilbert K. Chesterton
(1)
*Gore Vidal
(1)
*Grace Paley
(1)
*Greg Bear
(1)
*Guadalupe Nettel
(1)
*Gwyneth Jones
(1)
*H. P. Lovecraft
(1)
*Han Kang
(1)
*Harper Lee
(1)
*Horace McCoy
(1)
*Hugh Howey
(1)
*Hugo Stuven
(1)
*Iain M. Banks
(1)
*Ian McEwan
(1)
*Ida Fink
(1)
*Irene Solà
(1)
*Iván S. Turguénev
(1)
*Izaskun Gracia Quintana
(1)
*James Romberger
(1)
*Jan Morris
(1)
*Jane Austen
(1)
*Jane Bowles
(1)
*Jason Alexander
(1)
*Javier Cercas
(1)
*Jean-Claude Forest
(1)
*Jean-Paul Sartre
(1)
*Jeff Mariotte
(1)
*Jeffrey Eugenides
(1)
*Jeremy Haun
(1)
*Jim Dodge
(1)
*Joan Lindsay
(1)
*John Barth
(1)
*John Dos Passos
(1)
*John Kennedy Toole
(1)
*John Scalzi
(1)
*John Williams
(1)
*Johnny Ryan
(1)
*Jonathan Lethem
(1)
*Jonathan Safran Foer
(1)
*Jorge Baradit
(1)
*Joseph Kessel
(1)
*José Morella
(1)
*José Ortega y Gasset
(1)
*Juan Carlos Onetti
(1)
*Juan José Flores
(1)
*Juan José Millás
(1)
*Juan José Saer
(1)
*Juan Terranova
(1)
*Karen Joy Fowler
(1)
*Kate Wilhelm
(1)
*Katharina Volckmer
(1)
*Kathe Koja
(1)
*Katsuhiro Otomo
(1)
*Ken Liu
(1)
*Kepa Tamames
(1)
*Kieron Dwyer
(1)
*Kilgore Trout
(1)
*Kingsley Amis
(1)
*Kirmen Uribe
(1)
*Knut Hamsun
(1)
*Kristen Roupenian
(1)
*Kurt Hofmann
(1)
*Larry Brown
(1)
*Larry Niven
(1)
*Laura Kasischke
(1)
*Laurence Sterne
(1)
*Leonard C. Lewin
(1)
*León Plascencia Ñol
(1)
*Lidia Yuknavitch
(1)
*Liliana Colanzi
(1)
*Lina Meruane
(1)
*Lisa Tuttle
(1)
*Llorenç Villalonga
(1)
*Lluís Llach
(1)
*Luigi Pirandello
(1)
*Luis García
(1)
*Luther Blissett
(1)
*Malcolm Lowry
(1)
*Manuel Arduino
(1)
*Manuel Buil
(1)
*Marcel Proust
(1)
*Marge Piercy
(1)
*Marguerite Yourcenar
(1)
*Maria Fernanda Ampuero
(1)
*Marie Luise Kaschnitz
(1)
*Marina Perezagua
(1)
*Mark Fisher
(1)
*Mary E. Wilkins Freeman
(1)
*Mary Elizabeth Braddon
(1)
*Mary Karr
(1)
*Max
(1)
*Max Ehrlich
(1)
*Maximiliano Barrientos
(1)
*Michael McDowell
(1)
*Michael Moorcock
(1)
*Michel Faber
(1)
*Michelle Roche Rodríguez
(1)
*Miguel Calatayud
(1)
*Miguel Delibes
(1)
*Miguel de Unamuno
(1)
*Mijaíl Bulgákov
(1)
*Mohamed Chukri
(1)
*Montserrat Roig
(1)
*Mª Pilar Queralt
(1)
*Mónica Ojeda
(1)
*Nadia Bulkin
(1)
*Nam Le
(1)
*Nazario Luque
(1)
*Nick Stakal
(1)
*Oliver Sacks
(1)
*Pat Barker
(1)
*Patricio Pron
(1)
*Patti Smith
(1)
*Pau Malvido
(1)
*Paul Lee
(1)
*Pedro Lemebel
(1)
*Peter Singer
(1)
*Philip Hensher
(1)
*Pilar Pedraza
(1)
*Pär Lagerkvist
(1)
*Rafael Azcona
(1)
*Rafael Sánchez Ferlosio
(1)
*Ralf König
(1)
*Renata Adler
(1)
*Rex Warner
(1)
*Rhoda Broughton
(1)
*Ricardo Barreiro
(1)
*Rob Zombie
(1)
*Robert Graves
(1)
*Robert Harris
(1)
*Robert Musil
(1)
*Robert Seethaler
(1)
*Robert Sheckley
(1)
*Rudy Rucker
(1)
*Ruth Rendell
(1)
*Saki
(1)
*Samuel Butler
(1)
*Santiago Ambao
(1)
*Sarah Schulman
(1)
*Saul Bellow
(1)
*Scott Allie
(1)
*Sergi Puertas
(1)
*Sheri S. Tepper
(1)
*Sigrid Nunez
(1)
*Simon Urban
(1)
*Stefan Grabisnki
(1)
*Steve Pugh
(1)
*Steve Tesich
(1)
*Susan Sontag
(1)
*Susana Martín Gijón
(1)
*Suzette Haden Elgin
(1)
*Szilárd Borbély
(1)
*Tatiana Țîbuleac
(1)
*Thierry Jonquet
(1)
*Tim Hamilton
(1)
*Tom McCarthy
(1)
*Vincent King
(1)
*Virginie Despentes
(1)
*Vonda N. McIntyre
(1)
*Vázquez
(1)
*Víctor Mora
(1)
*W. Somerset Maugham
(1)
*Walter Flanagan
(1)
*Walter M. Miller Jr.
(1)
*Walter Popp
(1)
*Warren Pleece
(1)
*William Boyd
(1)
*William Faulkner
(1)
*William Gaddis
(1)
*William Kotzwinkle
(1)
*Witold Gombrowicz
(1)
*Ya Ding
(1)
Blogroll
-
-
Hay que detener este absurdoHace 13 horas
-
-
La incapacitació - Honoré de BalzacHace 14 horas
-
Reseña: Godwin, de Joseph O'NeillHace 18 horas
-
Un nuevo Doctor (I)Hace 21 horas
-
-
Tres poemas de Gloria FuertesHace 1 día
-
-
CarteristaHace 1 día
-
-
-
Brodsky. Poemas escogidosHace 2 días
-
-
Los juegos del hambreHace 3 días
-
-
-
-
-
Por voluntad propia, de Mathilde ForgetHace 5 días
-
-
-
Del logos al mitoHace 6 días
-
-
-
-
-
Victorian Psycho. Virginia FeitoHace 1 semana
-
NexusHace 3 semanas
-
“Termush”, de Sven HolmHace 3 semanas
-
China Montaña Zhang - Maureen F. McHughHace 3 semanas
-
Vardø, la isla de las mujeresHace 3 semanas
-
-
'HAMLET' DONELLAN Y SU VARITA MÁGICA EN RUMANOHace 5 semanas
-
Mis estadísticas del 2024: Propósitos 2025Hace 5 semanas
-
-
Ecos del pasadoHace 3 meses
-
-
Smonk / Tom FranklinHace 4 meses
-
Hombro roto y bajaHace 8 meses
-
-
-
ConstelaciónHace 11 meses
-
-
-
Termino una etapaHace 1 año
-
-
-
Resistencia, Scott Kelly (Debate)Hace 2 años
-
ANIARA, Martin Harrison 1956Hace 2 años
-
Esto no se dice - Alejandro PalomasHace 2 años
-
-
-
-
-
-
ApendicitisHace 4 años
-
-
-
-
-
Soporto tropos nº 2Hace 5 años
-
La única, voz, de Tiziano AngriHace 6 años
-
Colección Órbitas Prohibidas nº 2 y 3Hace 11 años
Labels
- Abandonos (12)
- Autopromoción (15)
- Biografía (49)
- Cómic (41)
- EP (5)
- Ensayo (53)
- Experimental (16)
- Fantástica (47)
- Histórica (15)
- Humor (34)
- Ilustrado (27)
- Krimi (48)
- Microrrelatos (1)
- Multi (12)
- Novela (588)
- Novela corta (80)
- Obsequio editorial (8)
- Poesía (7)
- Programa doble (16)
- Relatos cortos (190)
- Relectura (3)
- Romántica (5)
- Scifi (271)
- Teatro (4)
- Terror (55)