Alguna vez me pasó algo que quizás se me escapó un poco de las manos, quizás por la confianza, quizás por los recuerdos, quizás por la amistad.
En una de las vacaciones que tenía durante el año, en las cuales mi primer objetivo de viaje era Lima, ocurrió algo que simplemente no pensé.
Yo estudié hasta mitad de tercero de primaria, en un colegio cerca a mi casa, colegio del cual tengo recuerdos inocentes, pocos, pero quizás quedaron los que eran más necesarios a esa edad. Nunca tuve algún o alguna "mejor amig@" ahí, sin embargo hay unos niños a los que recuerdo más que otros porque era con quienes de alguna manera me sentía más afín.
Después de cambiarme de ese colegio, supe poco o nada de esos chicos, aunque muchos viviésemos en el mismo distrito. No fue hasta la invención del Hi5 (inserto aquí una arruga más en mi vida), que pude contactar con algunos de ellos. A los pocos meses de terminar el colegio, estando ya en el norte, me empieza a hablar de manera más continua un chico de aquel primer colegio de primaria, y en una de esas conversaciones me pregunta cuándo regresaría a Lima, cuando le digo el día de diciembre en el que estaría por allá, me preguntó si quería ser su pareja de promo, a lo que acepté gustosa, previo permiso, ya que era posible encontrarme aunque sea con algún par de amigos más de aquellos años.
El día de la fiesta, y aunque me cueste admitirlo, estuve más bonita que para mi propia promoción! el colmo, sinceramente. Entonces, esperé a que mi amigo fuese a recogerme a mi casa. Tocaron el timbre y era él, me pasaron la voz y cuando salí... vi en la puerta de mi casa, un Toyota estacionado con un chico de casi 20 años en el asiento del conductor y otro chico, mi amigo del colegio, parado en la puerta de mi casa con una cajita transparente donde había una orquídea turquesa que combinaba con mi vestido, la cual me entregó para ponérmela en la muñeca, y yo no tenía el clavel para él :( no recuerdo si él ya había llevado uno para sí mismo, supongo que sí, lo cierto es que con todo el apuro, se me pasaron los detalles.
como los caballeros de antaño |
Me despedí de mi abuelita y mi mamá, previa recomendación-"encargo" para mi amigo, y luego abrió la puerta del carro y ambos nos sentamos en la parte posterior, saludé al chico que iba adelante y que en ese momento mi amigo me lo presentó, era su hermano mayor. Aunque el colegio quedaba a solo unas cuadras de mi casa, no pude evitar sentir más lejos de la cuenta ese tramo y sentirme tratada como una princesa desde que me recogió de mi casa. La fiesta estuvo bonita, y como supuse, vi a un par de chicos más con los que había estudiado, pero ya no quedaban ninguna de las chicas que yo conocí en esos tiempos.
A mi regreso al norte, seguimos hablando un poco más pero ya de manera más esporádica, eso habrá sido durante un año y luego simplemente perdimos comunicación.
Después de algunos años de la promo de mi amigo, en una de las vacaciones que estuve por Lima, hablé con mis amigas de ese colegio y acordamos una salida, yo le avisé a éste amigo un día antes para que le pase la voz también a los otros chicos, pero me dijo que al menos él no podría porque ya había hecho otros planes. Al final la salida solo fue entre chicas.
Cuando regresé, seis meses después a Lima, acordamos salir en grupo, y una de las chicas hizo un grupo en fb para todos, entre chicas y chicos. Avisó que estaba yo ahí y que quería hacer una reunión. A los pocos minutos, mi amigo, que también estaba en ese grupo, me escribe en una ventana privada, me preguntaba si podríamos salir, a lo que yo respondí que esperaba que sí se concretase la reunión con los chicos y lleguemos a una fecha... pero él me dijo que quería salir conmigo antes de esa reunión. Bueno, yo lo veía como un amigo más, y lo conocía desde chiquito, así que no tuve mayor problema, no lo vi mal.
Mientras en el grupo se iban proponiendo fechas para la reunión, yo iba con él acordando cuándo nos veríamos, qué haríamos. Al final quedamos en ver una película en su casa (sí, ya sé, más trillado no podía ser, alguna idea de que algo no me olía bien pasaba por mi mente, pero lo dejaba de pensar porque era impensable algo así con él).
Llegó el día acordado, yo estaba sola en mi casa terminando de arreglarme, cuando sonó el timbre. Abrí la puerta y otra vez un carro, muy parecido a ese Toyota que me recogió para la fiesta de promoción, estaba estacionado en la puerta de mi casa, pero ahora no había nadie en el asiento del conductor y sólo estaba mi amigo otra vez parado en la puerta de mi casa. Nos saludamos y volvió a abrir la puerta del auto como hacía muchos años antes, pero esta vez estaba yo en el asiento del copiloto y él manejando. Su casa no quedaba tan lejos de la mía. Llegamos y fuimos a una tienda a comprar canchita y un refresco. Entramos a su casa que era de dos pisos y wuou! no era una mansión ni tenía adornos de oro, lo que tenía era una limpieza y orden perfectos! unos muebles que no costaban millones pero eran bonitos y bien cuidados, su cocina era linda, cada alacena con todo en orden, una cocina limpia, él preparó la canchita y yo saqué los vasos, el llevó la canchita y el refresco.
En el mueble de la sala estaban las películas, elegimos una y él me preguntó si quería que nos quedásemos en la sala o mejor SUBÍAMOS, yo le dije que me daba igual. Se me hacía difícil pensar mal del chico al que conocí, tranquilo, primeros puestos, un caballerito.
Subimos y pasamos por la habitación de sus papás, cuando le pregunté por ellos, me dijo que estaban de viaje, y que solo estaba en su casa con su hermano mayor.
Su cuarto era otra joyita. Solo los muebles necesarios, un ropero, un escritorio, un estante de libros, una mesa con una televisión y dvd, la cama de dos plazas y varias almohadas. Todo limpio y ordenado, raro en un hombre... o sería por otra cosa...
Saqué algunas de las almohadas y me senté en la cama mientras él ponía la película. Fue un grabe error poner los subtítulos porque estuvimos conversando y se distorsionaba lo que se decía en la película. Hablábamos de la universidad, de los cursos y de algún que otr@ ex.
Él había tenido un problema en la vista unos días atrás y tenía que echarse gotas, y sí, me pidió de favor que yo le echase, para lo cual se recostó un poco y yo con mis dedos índice y pulgar sujeté sus párpados, y cuando estaba por echar las gotas, pensé ¿Qué demonios es esto?¿Querrá algo más? NO, no puede, no debe!
Al terminar la película, ya tenía que regresar a mi casa y me dio pena dejar esa casa tan linda, ordenada y limpiecita. Subimos al carro y me dejó en mi casa.
Cuando estaba por acostarme, me llega un mensaje suyo "Daria, no me dio tiempo de decírtelo en ese rato. Me gustó mucho poder verte. Espero se pueda repetir en estos días, me avisas, estos días estaré libre."
Ese día de la película no intentó nada, felizmente. Se me hace muy difícil pensar en algo más con él, con ese niñito de hace años, que claro, ahora ya no es más un niñito.