Hace menos de dos semanas comencé a leer "La distancia que nos separa" de Renato Cisneros.
Y ha calado cada palabra, cada duda, cada pregunta, cada resentimiento. Lo único que no tengo (a comparación de Renato) son las respuestas.
He tenido la idea de hacer lo que él hizo, de averiguar, de tratar de conocer a X en un "todo" y no solo lo que me tocó conocer-vivir de él, que fue todo lo negativo.
Pienso que tal vez algo de bueno tuvo, no creo que mi mamá haya visto lo que percibió al final, y se haya enamorado. Pero me quedo pensando en si quizás solo fue una máscara o fue realmente que había algo de "bueno".
No lo estoy buscando a él, no es el fin. No quiero tener contacto con él, no quiero que salgamos, conocerlo ni que me conozca. Quiero indirectamente, por otros, saber de él, del que fue antes de que yo exista. Quizás quiero creer que toda la basura que conozco de él, no es todo lo que hay.
No me importa el resultado, si encuentro algo peor o algo bueno, solo quiero verlo como un todo.
Un par de días luego de comenzar a leer este libro. Fuimos a visitar a parte de la familia materna de X. Yo solo tengo simpatía por estos tíos de X. En verdad los aprecio mucho, confío en ellos, sin embargo ni a sus hijos los conocí salvo haberlos visto un par de veces. Lo más que sabía de ellos es que uno de sus hijos, Sergio, primo de X, fue un puente clave entre mi mamá y X, algo así como que "les hizo la taba". De él solo había oído hablar, y ese día que fui a visitarlos, él estaba ahí, había llegado de España y quiere comenzar un negocio acá con unos amigos, así que estará yendo y regresando de Europa. Me lo presentaron y recordé eso poco que sabía de él. No sentí cólera, pero sí pasó por mi mente en un segundo "¡Por tu culpa!", pero no con odio porque no sé o no creo que él haya presagiado todo el desastre que vendría luego. Pienso que debió ser más cauteloso y no andar de metiche porque conocía a su primo de toda la vida, solían-suelen ser unidos, hablar sus cosas, así que no creo que no supiese cómo era del todo en ese aspecto. Pero bueno, no es el punto, al fin y al cabo nadie le puso una pistola en la cabeza a X para que haga todo lo que hizo.
Yo sabía-recordaba vagamente que mi mamá se comunicaba con Sergio hace algún tiempo atrás, pero nunca le tomé mayor atención a eso, creo que si hubiese habido algún problema con eso, ella me habría contado o la hubiese visto mal, eso creo, realmente no lo sé con eso de que los padres nos protegen.
Entonces al despedirnos, Sergio me comentó que hasta hace dos o tres años ellos se comunicaban, hasta que a él le hackearon el correo y me quiso dar su nuevo correo para entregárselo a mi mamá, y antes de que lo hiciera me mencionó que tenía fb y le dije que mi mamá también, me dijo que entonces le hablaría por ese medio y nos despedimos.
Se lo conté a mi mamá y me dijo que Sergio y X eran "uña y mugre" y cambiamos la conversación. No sé si se habrán escrito, pero sí sé que no se han agregado a fb.
Pasaron los días y seguí leyendo el libro, marcaba algunas de las frases que más me chocaban, y pensaba... y entonces más que nunca, creo, sentí que PENSAR... DUELE.
Y me puse a tejer en mi mente lo que comenté al inicio, conocer a X en un "todo". Pensé en todas las personas a las que podría preguntarle, para comenzar, podría aprovechar que estoy en Lima y preguntar a unos cuantos, una de ellas sería una amiga muy cercana de mi mamá que se conocen desde la universidad y la otra persona sería Sergio, cercano a X.
Andaba construyendo el plan, las personas que podrían darme información, solo excluía a mi mamá, no quería abrirle heridas, arrancar costras, en lo posible quería que ni se enterase de lo que estaba haciendo.
Toda la maraña se iba tejiendo hasta que decidí yo buscar a Sergio en Fb, y entonces un fb me llevó a otro y terminé viendo una foto de X, su mamá y su hermana, tres personas que han tatuado mi pensamiento de ellos con cólera, asco y desprecio.
En ese momento reconocí a X. Yo lo vi en persona solo una vez en mi vida, hace 7 años, pero cuando luego me ponía a recordarlo, lo veía del cuello para abajo, me centraba en su camisa con el botón central que pedía ayuda por no resistir sujetándose en el ojal, en los zapatos puntiagudos con diseño de vaquero huachafo, que no combinaba en nada con el conjunto, en su postura prepotente, sus palabras hirientes y estúpidas, que en vez de defenderse o arrepentirse solo se embarraba más y me provocaba más repulsión.
De su cara no tenía recuerdo alguno, en mi mente aparecía una imagen pixeleada, pienso que inconscientemente lo borré de mis recuerdos, quizás mi cerebro lo hizo como un mecanismo de defensa.
Sin embargo, cuando llegué a esa foto donde estaba X, lo reconocí, la imagen pixeleada poco a poco se iba volviendo nítida, en dicha foto él está cargando a una niña de unos 4 ó 5 años, por los comentarios, todo indica que era su sobrina. Pensé que nunca tuve ni tendré una foto así con el que se supone que debería. Y entonces me llené de odio y asco al verlo y me dije ¡¿POR QUÉ CARAJOS VOY A PONERME A PREGUNTAR A MEDIO MUNDO POR UNA PORQUERÍA QUE NI SE PREOCUPA EN SABER SI SIGO VIVA, SI HE COMIDO, SI ME HE ENFERMADO O SI HE MUERTO?!
Las ganas de querer conocerlo se fueron, se volvieron nulas, volví al inicio. Aunque quizás esa espinita del inicio vuelva a darse, pero si fuese así, sería más adelante. Ahora me llené de tanta rabia y ahora sí tengo presente su cara, la de él, de su madre, de su hermana. Ahora mi odio, mi cólera, tienen rostro, ya no solo nombre y apellido.