OPERACIONES SECRETAS
En una nota redactada por Leonard Wong para el Instituto de Estudios Estratégicos de la US Army titulada «Cómo mantener el apoyo del público en las operaciones militares» 1, se puede leer: «el apoyo del público a la acción militar está a un nivel comparable al que siguió al ataque de Pearl Harbor. Los norteamericanos afirman en la actualidad que creen que la acción militar es adecuada, que apoyan una guerra prolongada y que tienen la voluntad de soportar las consecuencias negativas de una guerra. A pesar de que las encuestas les son favorables, los norteamericanos pueden cambiar de opinión repentinamente (...) A medida que recuperen su vida normal, disminuirá el apoyo a una acción militar, salvo si los militares muestran progresos constantes en la guerra contra el terrorismo, mantienen a la nación conectada a sus fuerzas armadas y garantizan la seguridad interior con efectividad, aunque de un modo ampliamente invisible». En otras palabras, la opinión pública respalda masivamente la política norteamericana de guerra contra el terrorismo mientras dure el suspense.
La operación «Libertad Duradera» empezó el 7 de octubre de 2001. El ruido de las armas se aleja hacia Asia central.Teniendo en cuenta el equilibrio de fuerzas, la victoria de la Coalición está ganada antes de librar batalla. La atención del público estadounidense empieza a flaquear. En efecto, cuando se ataca la guarida de al-Qaeda y Osama bin Laden amenaza a Norteamérica por televisión, no se señala ninguna acción terrorista de las «redes durmientes» implantadas en territorio norteamericano. Se empieza a dudar de la amenaza. ¿Qué creen que ocurrió?