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17 febrero, 2013

Los papeles (ocultos) de la Operación Puerto

Tampoco es para lanzar las campanas al vuelo. Son los mismos papeles que Arribas utilizó en 2006 para contar y especialmente, no contar: están parte de las planificaciones de Ángel Edo -señalado entonces como cliente durante seis años de Eufemiano Fuentes-, el famoso ex-ciclista representante ahora de corredores (entre ellos, Joaquím Rodríguez, número uno del mundo) y producto genuino del plan ADO para Barcelona 92.

Y están los de Pantani, Bartoli,  Santi Pérez, Vans (que me resisto a creer que sea Vainsteins), Hamilton, listas de la compra.... Algo es algo. Ninguno sorprende mucho, aunque en el caso de los italianos a lo mejor revienta alguna "exclusiva" a la Gazzetta dello Sport.

No están, claro está, los documentos purgados que implican a otros corredores del pelotón, a los que se amnistío porque eran jóvenes -y españoles-, con el resultado de que han acabado dando positivo. Yo dejo aquí el raw material, como hubo que hacer en 2006, para que cada uno vez la cantidad de droga que algunos llegaban a consumir para poder aspirar a ganar carreras. Con 35 años.

  
Sansone 2002
  
Reverso Sansone 2002
Sansone 2003
Reverso Sansone 2003



Aquí hay dos Giros de Lombardía y una Amstel Gold Race -que haría mucha ilusión a Eufemiano, puesto que derrotó a Armstrong-, Giro de Emilia, Giro de Lazio, Milán-Turín en un corredor que por entonces ya estaba muy amortizado y que se retiró en 2004.

Santi Pérez 2004

Reverso Santi Pérez 2004
Aquí hay un segundo puesto en una Vuelta a España (y tres etapas, incluyendo la crono final) de un corredor discípulo de Álvaro Pino y compañero de Tyler Hamilton. El Larguero, en 2005, le dedicó un programa lacrimógeno -donde no reparó en citar a su novia muerta y a su madre soltera- con conexión directa a su pueblo, desde donde clamó su inocencia absoluta. Estaria bien recuperarlo.

Edo 2003
Reverso Edo 2003


Edo 2004
Insisto en que el corredor de Gavà, además de profundo e intravenoso conocedor del programa ADO para Barcelona 92, del que formó parte, es el actual representante de Joaquín Rodríguez, que en 2012 ganó dos clásicas, hizo podio en dos grandes vueltas -ganando cinco etapas- y acabó como número uno del mundo. Eso es ojo: el mismo que le faltó como corredor, porque a pesar de la impresionante marcha que se metía, no le valía más que para ganar en Portugal y carreras de pueblo. En 2005 fichó, con 35 años, por el Saunier Duval. Y tan contentos, oigan.

Pantani 2003

Reverso Pantani 2003
Atentos a la anotación de febrero, con "le dejo a Dani" y una cantidad ingente de droga. Por aquel tiempo, Pantani residía en Las Rozas (Madrid) en casa de un compañero de equipo natural de la zona, de nombre Dani y que recientemente ha prologado la lamentable edición española de un lamentable libro-panegírico sobre el ciclista finado; por el resto de anotaciones, con Merino dándole droga en propia persona, vivia en Madrid.

Vans 2003
Reverso Vans 2003
Dicen que es Vainsteins, el campeón del mundo en 2000 que se retiró con 31 años tras haberse casado con la hija del propietario de la empresa Vini Caldirola -vinos de gama baja italianos- y viviendo de su one-hit-wonder. El calendario encaja con un corredor de clásicas y del mundo italiano, pero ese año hizo una temporada lamentable, nada acorde con los tratamientos de Eufemiano. Durante mucho tiempo Arribas dijo que Vans era otro apodo para Jorg Jaksche, pero el propio alemán lo ha negado recientemente en su declaración en el juicio de la Operación Puerto. Ojo que Eufemiano pone en enero (y subrayado) "no se llevó los polvos Madre Celestina" -el enmascarante para la orina- y después en febrero si se los lleva...
Hamilton 2002

Reverso Hamilton 2002
Hamilton 2003
Reverso Hamilton 2003
El calendario de Hamilton de 2003 era conocido, porque fue de los pocos reproducidos por Arribas en El Páis en 2006, pero no así el de 2002 -donde destacaría que es estuvo drogando día y noche durante la concentración de equipo en enero, recién llegado al CSC: Riis no sabía nada, claro- y, en general, la brutal concentración de droga, porque el americano quería ganar clásicas -y lo logró-, vueltas de una semana -y lo logró- y grandes vueltas -estuvo a punto-.

Son papeles viejos y poco transcendentes. Durante el juicio de la Operación Puerto, el supremo intérprete de la Operación Puerto ha demostrado que tenía acceso a otros papeles, como los que usó para incriminar a SMS Sánchez -hasta entonces salvado-, o los que demuestran que Basso estaba con Eufemiano desde 2004. Nada de eso ha visto la luz. Quizás dentro de siete años. O nunca, como los de los jóvenes Liberty indultados en el verano de 2006.

10 septiembre, 2010

Dando las gracias al equipo

El primer líder de la Vuelta, el primer maillot rojo de la historia de la carrera, ya tiene su etapa en la carrera. Sus dos etapas en la carrera. Cavendish pasa a formar parte del selecto grupo de corredores en activo que tienen victorias parciales en las tres grandes (Lastras, Bennati, Hushvod, Menchov, Gerrans, Gárate, Petacchi y Zabriskie, sólo 77 corredores en toda la historia), un grupo bastante heterogéneo.

Ayer se llegó a Lleida por primera vez desde 1989, cuando ganó un compatriota como Malcom Elliot. Con muchos de los productos de su inmensa huerta a punto de recogerse, el campo lucía espléndido y hasta la ciudad, desde el aire, parecía un poco más acogedora. En teoría era una de esas etapas de transición, pero el señor que lleva el coche del Xacobeo se creyó por un día un Manolo Saiz al uso y confundió Lleida con Mende.

El equipo gallego mandó a tres corredores por delante, una tercera parte de la fuga de nueve. Uno de ellos, Da Pena, estaba a sólo 5´del liderato y, como confiesa muy galaicamente en su blog (de Pena) "Ataqué con la intención de desmontar el trabajo de los más interesados, el Quick Step y el Garmin. Luego, quería animar a más gente a colaborar y a ganar tiempo. Nos dijimos “vamos a intentarlo, sin mirar atrás”. Incluso me planteé arañar algún tiempo en la general", su intención, aunque la deje para el final camuflada dentro de razonamientos a cada cual más pintoresco, era dar el asalto a la general.

Los equipos de los sprinters y el Footon, castigado por no meter a nadie en la fuga, no dejaron que la ventaja fuese nunca más allá de lo 3´30" y el sueño de otro Golpe de Estado gallego, tras el de Franco y el de Armada, quedó en agua de borrajas, pero ahí queda la intención. También las fuerzas. El año pasado venían de Perú, este año de su carácter indómito y de su calidad contrastada, además de la buena alimentación con productos de la tierra. Nos queda por saber si esta vez Dapena firmó en el folio de salida.

¿Los equipos de los sprinters? No, el Columbia se libró porque en la fuga iba Bak, y así llegaron al sprint fresquísimos. Goss prácticamente despegó en la última curva -trazar bien y mucha potencia- y, con Cavendish a rueda y el resto empezando a levantarse de la bici, casi se les va todo al garete por querer dejar el británico la victoria a su lanzador. Victoria para Cavendish, segundo Farrar y tercero Goss, que pide galones allí donde va.

Una vez más, gran parte de la victoria de Cavendish la debe a su equipo: primero por colar a un hombre en la fuga y después por dejarle inmejorablemente colocado, ya que apenas dio diez pedaladas. La etapa de hoy, con final en Burgos, ha sido igual. A dos kms. de meta el británico andaba perdido en medio del pelotón, pero en un ¡zas! ya estaba delante y se ha impuesto con suficiencia ante Hushvod -qué miedo da para el Mundial- y Bennati. El ¡zas! es una vez más Goss, cómo no, pero en el trabajo de tirar y llevar a Cavendish a las primeras posiciones también se vio a Van Garderen y Peter Velits, que en teoría van a por la general. Ni en los tiempos del Domina Vacanze de Cipollini.

Dice que quiere ganar la clasificación de la regularidad, pero al mismo tiempo se queja de que en la Vuelta cuentan igual los sprints que las etapas de montaña (regularidad, ¿alguien se lo puede explicar?) y que es una clasificación que se suelen llevar los que luchan por la general: sin ir más lejos, el año pasado el vencedor fue Evans. De momento, el y Farrar ya están llevando su rivalidad y sus ganas de comerse el mundo aunque sea por un maillot de la regularidad hasta los sprints intermedios, esos que tanto gustan a J. Rodríguez. Y sea como sea, esta disputa encarnizada entre dos de los mejores sprinters del mundo da todavía más espesor a la Vuelta.
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Dos carreras muy interesantes el fin de semana en Bélgica. El sábado la París-Bruselas, que también ha cambiado como la G-W e incluye diez subidas (cuatro de ellas en los últimos 20 kms.), y el domingo el GP de Fourmies. El miércoles, para casi rematar el calendario belga, el GP de Valonia, en lo que podría ser el circuito del Mundial de 2013. Como también podría ser Florencia, que sin embargo teme a Ponferrada por su "poder económico".
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Brillante definición en la Gazzetta a cargo de Ghisalberti: "Extraño este Mosquera: tiene 35 años, cinco victorias de tercera fila, no se le ve en todo el año y después llega a la Vuelta para hacer saltar la banca...ha hecho un ataque que parecía Petacchi en un sprint...es una rueda que no hay que seguir, porque primero funde a los rivales y luego se funde el. Un kamikaze".

Después de estas apreciaciones extremadamente subjetivas, que no casan con la brillante realidad del ciclista gallego, Ghisalberti vuelve a su virulenta aficción iniciada en el Giro: "Antón subió a Pal en 21´40" (9 kms., desnivel de 595 metros, pendiente de 6´5%), una velocidad media de 25 km/h, lo que da un VAM de 1647 m/h y una potencia de 6´35 w/h. Più forte di così difficile che possa andare senza decollare (despegar)"

¡Qué insinuaciones más feas que hace este periodista de nuestros dos escaladores!
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Vaya, vaya, vaya...del paleolítico de Internet sale este anuncio de EBay de 2002, con una maravillosa bici Trek subastada para fines de caridad....Supongo que el agente federal tomará buena nota y pedirá a la popular página de Internet los datos de quien ingresó el dinero, para después proceder al interrogatorio.
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No aprenden nunca. Tras la bonita victoria de Antón, el taumaturgo de Gómez Peña construye su crónica en torno a Pantani, con lo que eso significa. Las supuestas gestas de Pantani no resisten el paso del tiempo, ni de los hechos, ni de su muerte. No puede ser un referente para nadie.
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Quizás no fue una buena idea construir ese estadio. Ni aquel. Ni este otro.

14 mayo, 2010

La carta en la manga

En tiempos de Giro es imposible leer la Gazzetta sin una buena pinza en la nariz y guantes ignífugos. A su condición de organizador de la carrera -olvídense de críticas- une la siniestra pluma de sus escribanos, ya de por natural lacaya y siniestra, que estos días alcanza nuevas cotas de perversión.

En plata: están que no cagan con Nibali. Italiano, joven y con la fedina penale bianca -sin antecedentes por dopaje-, el otro día comparaban su inclusión a última hora con el Tour ganado por Gimondi, pero al mismo tiempo también con Anquetil y con Coppi, todo en el mismo párrafo. Y ya lo comparan con Contador -qué menos, vistos los nombres citados-, pero por un motivo mucho más abyecto.

Como sabrán, Contador ganó el Giro 2008 viniendo de la playa. Al principio lo decía mucho e incluso se vio a su novia en Milán con los recibos del hotel, por si alguien no se lo creía. Alguien le debió decir, ya bastante avanzado el esperpento, que mejor no sacase mucho pecho de eso, por lo que tiene de humillación a los rivales y por hacer del deporte más sufrido del mundo una excursión. O algo así, porque es mucho suponer en A.C y su entorno. El caso es que ya no lo dice nunca e incluso evita el tema.

Nibali, por su parte, estaba en Sicilia tomando granita -una bebida artesana con hielo picado muy popular en el sur de Italia- a bordo de una Vespa cuando recibió la llamada. No es la playa, pero casi. Para incrementar más la leyenda que se está formando (¿se sorprenderá alguien si digo que Nibali es favorito para ganar el Giro?) hoy su padre afirma que, tras colgar el teléfono, se hizo 100 kms. en Vespa hasta el Santuario de la Virgen de Tindari para rezar. Esa distancia, en Vespa y por las carreteras de Sicilia, duele. Y también ponerse de rodillas cuando eres ciclista.

A mí Nibali, que es un corredor cacareado desde su paso a profesional (bronce mundial junior en 2002, bronce mundial amateur en 2004), me llamó la atención por unas cosas que dijo a principios del 2007, del tipo "yo no tengo nada que ver con el dopaje, pero conozco esto y esto". Desde entonces ha moderado un poco esa verborrea -el ejemplo de Riccò ayuda mucho- y se ha pasado al estilo místico-ascético de su compañero Basso: leer una entrevista actual de Nibali y que se ponga a hablar de la primavera y il bello di essere così es normal viniendo de donde viene, no tanto esa insistencia en honrar a los campeones del pasado (ayer en la rueda de prensa confundió a Binda con Girardengo: hay algo de impostura) y la profesión ciclista. Indigestión de Bicisport, creo.

Muy bien, que lo vendan como chico nuevo, limpio y temeroso de sus antepasados, pero yo hay cosas que no me creo. En teoría, Nibali llega al Giro de sorpresa. En teoría, claro: no se oculta lo de que entra sustituyendo a Pellizotti por sus problemas con el pasaporte biológico, pero no se lee en ninguna parte que este corredor ya había tenido que declarar en la UCI el 3 de marzo, cuando recibió el primer aviso. Y sí, los equipos también son avisados en esos casos.

¿Y cuales son las implicaciones de que en el Liquigas supiesen desde hace dos meses que a lo mejor Pellizotti no podía ir al Giro? Pues tener en la recámara a Nibali, lo que explicaría su decepcionante rendimiento en unas Ardenas donde tenía que haber ido a tope si su auténtico objetivo era el Tour, como se vio que iban a tope Contador o los Schleck (uno más que el otro). A lo mejor Nibali disfrutaba de la eterna primavera siciliana igual que disfrutó en enero de Argentina (con victoria incluida: la primera vez que un ciclista con objetivos en julio gana en esas fechas), pero no me creo eso de que estuviese totalmente desconectado. Estaba a la espera.

Y no era una espera de "a lo mejor sí, a lo mejor no". Como sabrán, las grandes vueltas y la UCI han llegado a un acuerdo para que no vuelva a haber escándalos de dopaje durante las grandes vueltas, que el ciclismo anda ya muy tocado. Eso explica por qué el positivo de Di Luca durante el Giro no se supo hasta julio -dos meses después- o el positivo de Astarloza antes del Tour hasta concluida la carrera, donde ganó una etapa y rozó el top ten: a los pocos días de pasar por París ¡oh sorpresa!, positivo en el Campeonato de España. Y mejor no les hablo de la Vuelta, donde nunca ha habido un positivo en carrera.

Si Pellizotti era seguido por el pasaporte biológico desde el 3 de marzo, y corredor y equipo lo sabían (muy probablemente también el organizador), también sabían que el anuncio del plan estrella de la UCI sería antes de la gran cita de mayo, nunca (y nunca significa nunca, leer el anterior párrafo) durante, y mucho menos después, porque Pellizotti salía a ganar el Giro y no a ganar una etapa e intentar colarse en el top-ten, como el vasco de ¡inocente, inocente!. La carrera, que lleva con dopados en el podio desde 2006, no podía seguir con esa serie y más de partida, porque los análisis sospechosos son de mucho antes del Giro. Ni la organización ni la UCI hubiesen quedado muy bien ante la perentoria pregunta de si ya sabían todo eso, ¿por qué lo dejaron salir?.

O sea que de lo sorpresa, lo justo, que en ciclismo significa nada, porque todo es ya una farsa. Y en cuanto a lo de su fedina penale, pues mejor no entramos mucho al trapo de con quien entrenaba y lo que dijo Ivano Fanini, otro personaje al que el tiempo está siempre dando la razón: al parecer, el siciliano Nibali entrenaba -justo es: son compañeros aunque uno viva en el Veneto y el otro en Toscana- con Pellizotti, tanto en el Teide como en Suiza seguidos por el Doctor Ferrari. Allí prepararon el Tour 2009, el de Pellizotti al ataque todos los días y rey de la montaña (uno de los análisis raros de su pasaporte biológico es de esa carrera) y el de Nibali 7º final, y con rendimientos inexplicables y sin precedentes, como el 3º puesto en la etapa de Vevey. El siciliano era la otra carta a jugar por el Liquigas en caso de problemas con Pellizotti, pero está igual de marcada que las otras. Esto es ciclismo, no póker.
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Ayer etapa homenaje a Coppi y Girardengo con final en Novi Ligure, la ciudad a los pies de las montañas que separan Piamonte de Liguria. Se pasó por Castellania, el pueblo donde nació el mito de los mitos en el ciclismo, y todo era muy verde, lleno de frutales y colinas, como acostumbra en ese maravilloso rincón de Europa. Al pelotón se le fue la fuga del día, y eso siempre es una gozada para el espectador: les podrían haber cogido en el último km., pero el hábil trabajo de un Quick Step en la cabeza del pelotón -cerraba a cualquiera que quisiese saltar y así impulsar al grupo- facilitó la victoria de su compañero Pineau, que llevaba ¡cinco años sin ganar! una carrera.

Hoy etapa de media montaña por los Apeninos toscoligures. Bertogliatti y Matthew Lloyd se fueron y el Liquigas les dejó hacer. Cuando a falta de 40 kms. para meta y con 5´de ventaja parecía claro que el equipo verde no iba a hacer nada, se formó un grupo perseguidor con Sarmiento, Petrov y Tschopp para intentar arrebatar la etapa al ticinés y el australiano, que no hay que confundir con el corredor de mismo apellido del Cervelo. Tras pasar al lado de las famosas canteras de Carrara, donde lo que más sorprende es que se llevan excavando desde hace 2.200 años sin interrupción, Lloyd descolgó al one hit wonder Bertogliatti y se marcó los 12 últimos kms. en solitario. La etapa ha sido emocionante, pero de muy poco nivel. Petacchi atacó bajando a 15 kms. de meta para pasar destacado por lo que es su zona. El Lampre es un equipo de chiste.

Para el fin de semana, dos etapas muy atractivas: el sábado 222 kms. por algunas de las zonas más bonitas de Toscana (Volterra y Val di Orcia), por no decir del mundo, y tramos de caminos sin asfaltar, para el guste. Y el domingo final en el Termillo: la televisión conecta tras el paso por Terni, no se pierdan los espectaculares paisajes de la cascada Marmore, el lago de Piediluco, la piana di Rieti y la subida final en primavera. Cosas de otro mundo, ¿de que quieren que les hable si está siendo un Giro horrible?
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¿Lo habrán hecho con el Plan E? No me extrañaría nada...
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¿Cómo? ¿Una pulsera solidaria contra el cáncer es una estafa? Seguro que se equivocan: yo conozco una amarilla que es símbolo de garra, tesón y transparencia.
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La familia Pantani, muy molesta porque un Ministro ha vinculado el nombre de su hijo al doping. Entre los argumentos destacados brilla ese de "nunca dio positivo". ¿Alguien les puede enviar la ficha PNTA que apareció publicada en Interviú?
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Así no se gana ninguna credibilidad: es sencillamente mentira que una persona que utilice 160 veces al año su bici para hacer gestiones cotidianas ahorre 710 euros al Estado. Es una mentira y una mierda de argumento: la bici no es una medicina. El que quiera ir en bici, que vaya, porque que yo sepa no hay ninguna ciudad que prohiba ir en bici; y el que quiera más carriles pintados en la acera para que paseen los ancianos, que vote al partido que los prometa. Pero por favor, que cada vez que uno tenga que leer este tipo de noticias no se tenga que llevar las manos a la cabeza de las tonterías que se llegan a argumentar...
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"Se que tienes una sorpresa para el final del directo..." Supongo que ya lo habrán visto por ahí. No es nada extraño, porque este gran locutor (no hay ninguna ironía aquí) lleva toda su vida vacilando a sus compañeros -sobre su mujer y demás temas de carajillos y solsombras-, despreciando al rival -especialmente cuando tiene un nombre difícil de pronunciar- y haciendo un mal uso de la sana chulería madrileña, aunque sea de Cabra (Córdoba). Por ese origen geográfico no tiene que ser ajeno a las situaciones de pobreza extrema, y eso es lo que hace más sangrante su sorpresa para el final del directo.

Les cuento esto para que vean el nivel del periodismo patrio y porque a este locutor, que ama su trabajo y le creo porque vive cada uno de los momentos, le encargaron un año ir a cubrir la Vuelta a España, creo que debió ser la de 2002 o así. Lo hizo con desgana y parsimonia. Parece que se lo pasa mejor de bufón y pluriempleándose porque "hay que enviar a las hijas a estudiar a Irlanda" (también las ha traído a colación en sus excusas, como Maradona). Yo creo que hay formas mejores de ganarse el jornal y de no humillarse, pero teniendo en cuenta que sólo es la correa de transmisión final del pan y circo llamado deporte, por eso evito llamarle periodista. Locutor y bufón, y ahora impresentable.

En cuanto a la populosa plataforma que se ha montado en Feis Buk (camino de los 100.000 miembros en tres días) para que apaleen públicamente a Manolo Lama por su fea actitud, estoy seguro que la mitad de ellos ven habitualmente Callejeros, 21 días o cosas parecidas, programas especializados en hacer cotidianamente lo que el empleado de la SER ha ido a hacer en Hamburgo...En general, parece que un tuerto haya mirado a El Carrusel, ese gran programa de entretenimiento: miren lo que le está pasando a la mafia periodística asturiana..."menosprecio a los anunciantes", y por parte de poco más que un becario: ¿quien pensaría que le esta pagando el ALSA a la tierrina?. Y menosprecio a los jefes...aquí se dan todos los elementos de un grupo que se hace fuerte y se cree capaz de todo. Un clan en toda la regla.

Eso sí, parece que la justa y merecida sanción a Francisco González -un jefe es un jefe- ha hecho efecto, porque otro miembro de la terna de la sidra y el merenderu no dice ni pío en su twitter, y eso que no hace mucho decía eso de "yo me he quedado en la SER perdiendo dinero". Atentos a lo que pone en "bio". Supongo.

01 julio, 2009

Lo que deja el Tour (II): sesenta años de vida media

Hace unos días Le Monde publicó un artículo de Stéphane Mandard, el periodista que consiguió que su empresa fuese condenada a pagar 300.000 euros al Madrid por publicar informaciones falsas. Considerando que Prisa es propietaria de un porcentaje significativo de la cabecera francesa, ya saben quien ha pagado. Le Monde es un vestigio de otra época que se está adaptando mal a la nueva, y de la que sólo se salva el eterno Plantu y poquito más. Su versión internacional, un pasquín ultraizquierdista de gran éxito entre universitarios, es una especie de Petete divulgativo sobre Gabón, Papua y demás temas cruciales. Pasto de supuestas élites intelectuales, baste con decir que hasta hace bien poco no tenían sección de deportes.

Se nota. El artículo en cuestión se titula "El Tour de Francia daña gravemente la salud", un titular de Pulitzer y buscando la gracieta con las cajetillas de tabaco. Escrito con abulia, la idea central es que el Tour de Francia mata. Podía haber escrito que el deporte profesional no es precisamente sinónimo de salud, pero cada cual tiene sus obsesiones y bueno, en la semana previa al Tour pues hay que publicar carnaza, que cada cual vale para lo que vale. No dejen de reparar en que este fenómeno ha hecho que dispongamos de nuevas entrevistas con Jaksche y con Kohl.

Mandard, tras recorrer todos los lugares comunes posibles, acaba llegando a Jean-Pierre de Mondenard "antiguo médico del Tour" y "especialista en dopaje", cosa que uno no sabe muy bien como interpretar. Según unas estadísticas que no hace falta ser médico para hacerlas, la edad media a la que llegaba un vencedor del Tour en la preguerra era de 74 años, mientras que la media de Francia era de 60 años; en la postguerra, la esperanza de vida de un campeón del Tour se reduce a 60 años, mientras que la del país sube a 77 años. De los diez maillots amarillos en París que ya han muerto, ocho lo hicieron antes de cumplir 60 años.

Evidentemente, porque a este Mandard no le interesa y queda bien claro su nivel, no dice que la edad media de los franceses se ve muy influida por no estar sometida al ciclo de las guerras, o que de 1947 a nuestros días han pasado varios ciclos demográficos bien diferenciados. Lo importante es decir que "el Tour perjudica gravemente la salud", y en eso está. Un gran descubrimiento. La cosa acaba con las consabidas citas a Manzano y Eufemiano, que es donde se quedó este pobre comedor de croissants hace tres o cuatro años, cuando vio la luz y su nicho de prosperidad en Le Monde.

Sin embargo, hay algo de verdad en lo que dice, y que entronca con lo que Bahamontes dice de vez en cuando: de los ciclistas punteros de su generación sólo queda vivo el. Crían malvas Anquetil, Bobet y Gaul. El toledano lo achaca a su supuesta limpieza agropecuaria, pero en general no hay que fiarse de estos testimonios. Influyen muchos otros factores. Lo que es francamente objetivo es la edad media a la que llega un vencedor del Tour de la postguerra: 60 años. No es para tirar cohetes.

Cierto que casos como el de Pantani, muerto con 34 años, tiran la media hacia abajo, de la misma manera que Bahamontes, 81 años, lo hace para arriba. En eso consisten las medias, pero ya les digo que el periodo (1947-2008= 61 años) es demasiado amplio. Un estudio más detallado y segmentado debería diferenciar las diferentes cohortes de ganadores por criterios mucho más objetivos: está claro que lo se metían en los cincuenta, con poco o ningún control médico, tiene que ver con lo de los setenta o los noventa. Si quitamos a Bobet, Nencini y Anquetil la media ya sube generosamente.

Aquí lo que interesa es hacer un estudio detallado de lo que un experto en Historia de la Medicina llamaría la Edad de la EPO, y que recientemente Rooks ha datado de 1989 en adelante. Ya son 20 años, se puede hacer un buen estudio. De hecho, ya se están haciendo estudios, pero será el tema de mañana. Esta sustancia milagrosa, que ha cambiado estructuralmente el ciclismo, se ha vendido siempre como inocua, en contra del más mínimo sentido común que cualquiera pudiera tener al tratarse de una hormona artificial que excita contranatura la producción de glóbulos rojos. Gracias a la extrema concentración en torno a Indurain y Armstrong (entre ellos doce Tours de los veinte disputados) sólo hay ocho ganadores de la carrera en este periodo, pero habrá que esperar a cómo van cumpliendo sesenta años estos maillots amarillos y los corredores que intentaron ganarles -especialmente estos-. Pantani ya no ha llegado. Quizás sesenta años no sean tan malos después de todo.
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La crisis aprieta y los colores ya no sirven. Un curioso enlace que ha dejado un lector anónimo y que supongo que está buscando bici: no te compres esa, viene muy usada.
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Yo tengo la solución: un certificado médico.
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Ayer coincidieron dos noticias: la presentación tercermundista de Kaka, a cargo de ese personaje que parece un Ministro del tardofranquismo -esa dicción, ese vocabulario criptofalangista, esa trayectoria- ante un Bernabeu lleno de gente que por lo general nunca entra (atentos al crisol) y que el pobre De la Red se queda un año sin licencia profesional, a ver si se recupera dando paseos. En teoría, todavía no tiene un diagnóstico. Le acabarán dando un cargo en categorías inferiores. ¡Esto si que son zidanes y pavones! Según Valdano, el gran tahur, "es una decisión médica y es muy triste", y esta frase es todo un programa.

17 julio, 2008

El veneno de la Cobra

Desconfíen. Desconfíen siempre. De lo que leen por ahí. De lo que leen aquí. Duden de todo. Vivimos en la época de la trampa y la engañifa, y nuestra única salvación es el sentido común. Riccardo Riccò acaba de dar positivo por EPO.

Les juro que leí entre líneas todas las crónicas del triunfo dual de Saunier Duval en Hautacam. Ni una frase mal puesta, ni una insinuación mordaz -Sr. Juez: escribir así no es delito, es la más pura tradición española-. Parecía lo más normal del mundo que dos corredores de un mismo equipo lograsen esa prestación, más allá del sentido común. Todo fueron parabienes. Como el día de DisneyLandis. La prensa necesita creer, y en esa misión contranatura, se olvidan del más mínimo decoro. Desconfíen. Desconfíen de lo que les cuentan.

Ayer Garai, famoso muñidor, dejaba un suelto malévolo en su periódico. Hablaba de una nueva EPO, llamada Mircera. ¿Será posible que un periodista que jamás ha publicado nada que pueda afectar a "el sistema" montado en torno al ciclismo pudiese publicar algo así? Recuerden: sentido común. No, no era posible. El positivazo de Riccò ha sido por CERA, una mal llamada "EPO de tercera generación", supuestamente más difícil de detectar. Y los análisis datan del control previo a la salida del Tour, 3 y 4 de julio. La Mircera, jaja. (Agradezco esta información a un buen lector de este blog, médico de profesión).

Curioso. O no tanto. Fíjense en la fechas. El caso de Beltrán se produjo por los análisis de la primera etapa, donde un cariacontecido Triki bajaba las escaleras del antidopaje preguntándose por qué el, en la primera etapa de Plumelec; el de Dueñas, en la cuarta etapa contrarreloj. Sin embargo, el positivazo de Riccò ha sido por los controles previos al Tour. ¿Por qué ha tardado más que el de los otros dos muñecos rotos? Es muy sencillo: una nueva técnica ha permitido individualizar esta sustancia segura (CERA) con más seguridad que anteriormente -está en circulación desde finales de 2005-, cuando sólo dejaba indicios.

Habrá que ver que arrojan los resultados de los vencedores de etapa. El 3 y el 4 de julio ya quedan muy lejos. Hagan cuentas de cuando van a salir los siguientes análisis buscando CERA. Desde entonces, Riccò ha ganado dos etapas, y lo que ha llovido desde entonces. Por ejemplo, que varios periodistas se quedasen hechizados por el fulgor del autobús de su equipo, en vez de escribir sobre lo extraño que es encadenar Giro-Tour sin competir y como si nada, incluso más fresco. Por supuesto, nadie ha querido ver lo raro que fue lo de Charleroi. Ahora desempolvarán sus agendas y empezarán a hablar del hematocrito ballerino, de su certificado médico sólo un escalón inferior al de enfermedades crónicas, y el estaba cantado, ya lo decía yo. Fíjense en lo que hará la prensa, eslabón de transmisión necesario de la farsa que este deporte corrompido desde dentro. Esa prensa. La que hay. Desconfíen de ella: comen, beben y ríen juntos.

Matxín ("joven, pero de viejos hábitos") estaba en el séptimo cielo con el rendimiento de su equipo. La situación ya ha vivido, aunque no en carrera. Su corredor Ibán Mayo fue descalificado con el Tour 2007 concluído. Positivo por EPO. Dirán que ha sido un caso aislado. Ya lo dijeron con el corredor vizcaíno. Que el equipo no tiene nada que ver. La misma retahíla de frases hechas, lugares comunes y ponzoña. La organización del Tour de Francia abandonó las normas UCI: de seguir bajo ellas, el equipo sería expulsado de carrera. De seguir con ellas, no habría estos controles tan rigurosos, de caza al tramposo. Un día y otro. Al siguiente también. Tanto que ganamos, tanto que perdemos. ¿Acabará el Saunier de Cobo y Piepoli el Tour? Hagan juego, señores.
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Para el que le guste la humillación constante del ciclismo, recomiendo que no se pierda el discursito buenista de De Andrés hoy al iniciar la transmisión a las 16:00. A mí no me gusta, pero desde luego gran parte de la culpa la tienen los periodistas-todos- que en Bagneres de Bigorre hablaron de Pantani como si fuese un elogio. ¡Un elogio comparar con Pantani! ¡Qué vergüenza! ¡Qué futuro nos espera, si esos son los referentes del pasado!
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(Actualización de las 13:44) Esto es lo que han tardado en abandonar el Tour. Cierren el juego, señores. Al revés que el Liquigas o el Barloworld, el equipo de Matxín y Gianneti se ha montado en su bus-bunker y han tomado las de Villadiego. ¿O era Charleroi? ¿Tendrá algo que ver con el paso por comisaría obligatorio en la ley francesa antidopaje? Claro, una vez que se esta en casa es más difícil que la fiscalía te interrogue...¡Pobre Bisonte de La Pesa, que quería acabar entre los diez primeros! ¡Que paguen justos por pecadores! Donde están, no se ven, los ciclistas de Saunier...¡A plantar árboles en África!

28 marzo, 2008

Pantani, Jiménez y Valentino Fois

Qué triste es buscar una foto para ilustrar un obituario y que el buscador apenas cuente con dos o tres. Estamos hablando de un ciclista profesional. Tampoco es fácil dar con su palmarés. Valentino Fois, que ha aparecido hoy muerto en la casa de su madre en la periferia de Bérgamo, era un don nadie. Un muñeco roto del ciclismo. Ahora, con la fama que da la muerte a los anónimos, como le pasó a Alessio Galletti ("en España no ha muerto nadie de shock durante una competición deportiva", dijo el inefable Lissavetzky), la red se empezará a llenar de fotos de esta vida truncada a los 34 años.

La misma edad con la que murieron Pantani y el Chava Jiménez, otros dos escaladores y otros dos corredores que accedieron al profesionalismo en los turbios noventa, los Años de la Peste. Los años de la irrupción, horizontal y vertical, de la hormona sintética EPO. La droga mágica, que convertía a burros en caballos de carreras, por mucho que los médicos que la suministraban e instruían en su posología digan ahora que nunca, nunca podrían tener ese efecto. Bah, para que andarse con rodeos y esperar al final: en los pies de página que recibirá la muerte de Valentino Fois se dirá que dió varias veces positivo, señalando que era una oveja negra, cuando el mismo dijo que tomaba lo que todo el mundo tomaba.

Fue la última vez que alcanzó protagonismo. Durante la pasada Vuelta a España la Gazzetta dello Sport le dedicó una entrevista, porque había entrado a robar dos portátiles en una oficina. "E’ anche per colpa del ciclismo se sono ridotto così, ma senza ciclismo non so stare". Qué gran verdad, que se puede aplicar también a cualquiera de los sufridos seguidores de este deporte que devora su historia centenaria y a sus protagonistas. Valentino Fois era una joven estrella italiana que llegó a correr en Mapei, el mejor equipo de aquellos tiempos. Cazado en un primer positivo en 1998, en 2002 fue cazado de nuevo cuando corría con el Mercatone Uno, otro de los mejores equipos de la época, especialmente en la transmutación de burros en caballos. Asusta leer la lista de compañeros. Y el fin de muchos de ellos.

Al parecer, el único amigo que tenía en el ciclismo era Pavel Tonkov, con el que coincidió en el Panaria de neoprofesional y con el que pasó a Mapei. Llegó a decir que pasaba seis meses al año en la casa que tiene el ruso en Las Rozas, lugar de la periferia madrileña donde también vive su ex-compañero Dani Clavero, que a su vez también acogió a Pantani durante largas temporadas. Esos vasos comunicantes que se repiten tantas veces en el ciclismo, con la cantidad de lugares que hay en el mundo para dar con tus huesos. Un hotel barato de Rímini. Una clínica de desintoxicación. La casa de tu madre, como le ha pasado al desdichado de Fois.

Actualmente competía con el Amore e Vita, el equipo patrocinado por El Vaticano y Mc Donald´s. Dicen las crónicas que volvió a la casa de su madre a las 04:30, después de estar con los amigos. No es una vida de deportista profesional. Quizás no lo fuese. Quizás la auténtica vida de profesional fuese la que llevaba en los noventa, con todos esos detalles y siglas por la vena. Incapaz de remontar su errática vida deportiva, también fue incapaz de ver su propio futuro escondido detrás de la pregunta de un periodista: P: Non ha paura di fare la stessa fine di Pantani? R:"Ho vissuto da vicino il dramma di Marco e posso dire di non aver mai raggiunto il suo livello di disperazione". Roberto Heras dijo, tras la muerte del escalador-mito, que no era la muerte de un ciclista, sino de un ciudadano de a pie. Llegados a la forzosa conclusión de este improvisado obituario, habrá que advertir a un grupo de riesgo, y que las autoridades sanitarias tomen cuenta: escalador + pasado a profesionales en los noventa + en mitad de su treintena + dopaje a sus espaldas = alto riesgo de muerte.