Lienzo de cabecera: Françoise de Felice
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domingo, mayo 9

Un poema de José Viñals

  • Se abre el aire y da paso al aroma…
  • Tus dos pechos, como dos cabritos
  • mellizos de gama, que son apacentados
  • entre azucenas.
  • Se abre el aire y da paso al aroma.
  • En los labios del día hay una
  • mueca de delicia.
  • Los furtivos caminan cabizbajos con sus flacos
  • lebreles.
  • En la montaña el gato montés y la garduña están ambos
  • en celo y lanzan sus urgentes maullidos.
  • Te bañas en el río y tus
  • dos pechos brillan como peces de escamas rubias y tornasoladas.
  • Te miro, mejor decir te observo y se me enturbia el pensamiento,
  • mujer amada y deleitosa, maternal y luciente.
  • En el agua se mece
  • y se dilata y gira la redondez rotunda de tu culo.
  • Y tu risa es de
  • breva que ha rajado el verano y respetado el pico de los pájaros.
  • A deidad de los sexos te comparo, a fruto terrenal, a estatuilla de
  • barro sin cocer de Maillol te comparo.
  • Como dos cabritos mellizos de gama, como magnolias lentas, así tus
  • pechos de pico de paloma, así tus dos panales obedientes, así tu
  • ser y tu opulencia, sacerdotisa de las mieses, diosa de los retablos.
  • Que mis ojos te absorban, que te incrustes como una gema en la
  • palabra, que quepas en la hondura de mi pecho, que abras los
  • manantiales de la idea, que me talles el alma con el cincel de tu
  • correspondencia con la vida.
  • Desde la gloria de tu piel y tu planta, hazme que cante en ti y contigo,
  • ahora que se inclina, como una rama del granado cargada
  • de dulzuras, la hora breve y cuajada de la tarde, en donde,
  • como música inmóvil, con suavidades palpo la luz de tu silencio.
---
  • José Viñals
--

lunes, agosto 17

Si he de vivir sin ti, que sea duro y cruento: Cortázar

Bruce Denny
  • Si he de vivir sin ti, que sea duro y cruento
  • la sopa fría, los zapatos rotos, o que en mitad de la opulencia
  • se alce la rama seca de la tos, ladrándome
  • tu nombre deformado, las vocales de la espuma, y en los dedos
  • se me peguen las sábanas, y nada me dé paz
  • No aprenderé por eso a quererte mejor
  • pero desalojado de la felicidad
  • sabré cuanta me dabas con solamente a veces estar cerca
Christopher Thompson
  • Esto creo entenderlo, pero me engaño:
  • hará falta la escarcha del dintel
  • para que el guarecido en el portal comprenda
  • la luz del comedor, los manteles de leche, y el aroma
  • del pan que pasa su morena mano por la hendija.
  • Tan lejos de ti
  • como un ojo dentro del otro
  • de esta asumida adversidad
  • nacerá la mirada que por fin te merezca...
Salvador Dali
Safe Creative #0908174243837Publicado por carmen pascual, carmensabes

viernes, agosto 7

Carol Peace, preciosa arcilla

Cinnamon Girl, detalle
  • Carol Peace nació el 29 de abril del año 1970 en South Yorkshire, Inglaterra.
  • Escultora, pintora, una creativa excepcional que nos hace amar el arte con arcilla y bronce como ingredientes principales en su trabajo.
  • Para conocerla mejor, ella misma habla de sus sentimientos y su forma de enfrentarse al trabajo:
Things Aside
  • "Trabajo sobre todo la arcilla porque el hecho de transformar algo fluido y frágil en algo que perdurará me fascina.
Spring
  • También utilizo bronce, hierro y resina, estos trabajos me encanta hacerlos en penumbra porque me ayuda a definir mejor las luces y los contornos.
Precious
Possibly
  • El hecho de trabajar con arcilla me da la posibilidad de ir cambiando las formas una y otra vez.
Personal Army
  • Mi inspiración es la vida cotidiana, los sucesos diarios y lo que yo siento en cada momento.
  • Las reacciones que podemos tener todos ante diferentes situaciones.
  • Lo que me pasa a mí, le puede pasar a cualquiera."
Leaning
Kneeling
First Thing
Fingers Crossed
Dog, espalda
Dog
Dancer
Cinnamon Girl
Armour Girl
  • Noche cerrada
  • ciega en el tiempo
  • verde como la luna
  • apenas clara entre las luciérnagas.
  • Sigo la huella de mis pasos,
  • el doloroso retorno a la sonrisa,
  • me invento en la cumbre adivinada
  • entre árboles retorcidos.
  • Sé que algún día
  • se alzarán de nuevo
  • las yemas recién nacidas
  • de mi rojo corazón,
  • entonces, quizás,
  • oirás mi voz enceguecedora
  • como el canto de las sirenas;
  • te darás cuenta
  • de la soledad;
  • juntarás mi arcilla,
  • el lodo que te ofrecí,
  • entonces tal vez sabrás
  • como pesa el amor
  • endurecido.
Gioconda Belli

sábado, junio 6

Que tanto y tanto amor se pudra, oh dioses

The Whirlwind of Lovers, William Blake
  • Que tanto y tanto amor se pudra, oh dioses;
  • que se pierda
  • tanto increíble amor.
  • Que nada quede, amigos,
  • de esos mares de amor,
  • de estas verduras pobres de las eras
  • que las vacas devoran
  • lamiendo el otro lado del césped,
  • lanzando a nuestros pastos
  • las manadas de hidras y langostas
  • de sus lenguas calientes.
  • Como si el verde pasto celestial,
  • el mismo océano, salado como arenque,
  • hirvieran.
Camille Claudel
  • Que tanto y tanto amor
  • y tanto vuelo entre unos cuerpos
  • al abordaje apenas de su lecho, se desplome.
Munch

  • Que una sola munición de estaño luminoso,
  • una bala pequeña,
  • un perdigón inocuo para un pato,
  • derrumbe al mismo tiempo todas las bandadas
  • y desgarre el cielo con sus plumas.
  • Que el oro mismo estalle sin motivo.
  • Que un amor capaz de convertir al sapo en rosa
  • se destroce.
Camille Claudel
  • Que tanto y tanto, una vez más, y tanto,
  • tanto imposible amor inexpresable,
  • nos vuelva tontos, monos sin sentido.
  • Que tanto amor queme sus naves
  • antes de llegar a tierra.
  • Es esto, dioses, poderosos amigos, perros,
  • niños, animales domésticos, señores,
  • lo que duele.
  • De: El tigre en la casa
  • EDUARDO LIZALDE

viernes, mayo 8

Nos desnudamos tanto que olíamos a quemado

François Auguste René Rodin: El beso (marmol, 1886) Museo Rodin, París

Nos desnudamos tanto hasta perder el sexo debajo de la cama,

nos desnudamos tanto que las moscas juraban que habíamos muerto.

Te desnudé por dentro, te desquicié tan hondo que se extravió mi orgasmo.

Nos desnudamos tanto que olíamos a quemado, que cien veces la lava volvió para escondernos.

II

Me hiciste tanto daño con tu boca, tus dedos, me hacías saltar tan alto

que yo era tu estandarte aunque no hubiera viento.

Me desnudaste tanto

que pronuncie mi nombre y me dolió la lengua, los años me dolieron.

Nos desnudamos tanto que los dioses temblaron, que cien veces mandaron las lavas a escondernos.

III

Te frotabas tan rápido los senos que dos veces caí en sus remolinos,

movías el culo lento, en alto, para arrearme a su negra emboscada,

su mediodía perenne. Abrías tanto su historia, gritaba su naufragio…

Nos denudamos tanto que no nos conocíamos, que los dioses mandaron la lava a reinventarnos.

IV

Te desmentí de cabo a rabo devolviéndote a tus primeros actos,

te escudriñé profundo hasta escuchar la historia amarga de tu cuerpo,

pues sólo el amor sabe cómo llegar tan hondo sin molestar la sangre.

Esa noche la lava mudó su paisaje en piedra. Tú y yo fuimos lo único que se murió de veras.

_______________________________

En Pompeya, entre otros cuerpos petrificados por las lavas y cenizas de la erupción del Vesubio (año 79), se conservan los de un hombre y una mujer en el acto amoroso.

  • Poema del Autor: Fabio Morábito

  • Nombre del Poema: Cuarteto de Pompeya

Zdzisław Beksiński

sábado, marzo 28

No jures por la luna

Todd Peterson
  • JULIETA Mis oídos apenas han sorbido cien palabras de tu boca y ya te conozco por la voz. ¿No eres Romeo, y además Montesco?
  • ROMEO No, bella mía, si uno a otro te disgusta.
  • JULIETA Dime, ¿cómo has llegado hasta aquí y por qué? Las tapias de este huerto son muy altas y, siendo quien eres, el lugar será tu muerte si alguno de los míos te descubre.
  • ROMEO Con las alas del amor salté la tapia, pues para el amor no hay barrera de piedra, y, como el amor lo que puede siempre intenta, los tuyos nada pueden contra mí.
  • JULIETA Si te ven, te matarán.
  • ROMEO ¡Ah! Más peligro hay en tus ojos que en veinte espadas suyas. Mírame con dulzura y quedo a salvo de su hostilidad.
  • JULIETA Por nada del mundo quisiera que te viesen.
  • ROMEO Me oculta el manto de la noche y, si no me quieres, que me encuentren: mejor que mi vida acabe por su odio que ver cómo se arrastra sin tu amor.
  • JULIETA ¿Quién te dijo dónde podías encontrarme?
  • ROMEO El amor, que me indujo a preguntar. Él me dio consejo; yo mis ojos le presté. No soy piloto, pero, aunque tú estuvieras lejos, en la orilla más distante de los mares más remotos, zarparía tras un tesoro como tú.
Romeo and Juliet, Auguste Rodin
  • JULIETA La noche me oculta con su velo; si no, el rubor teñiría mis mejillas por lo que antes me has oído decir.
  • ¡Cuánto me gustaría seguir las reglas, negar lo dicho! Pero, ¡adiós al fingimiento! ¿Me quieres? Sé que dirás que sí y te creeré. Si jurases, podrías ser perjuro: dicen que Júpiter se ríe de los perjurios de amantes.
  • ¡Ah, gentil Romeo! Si me quieres, dímelo de buena fe. O, si crees que soy tan fácil, me pondré áspera y rara, y diré « no » con tal que me enamores, y no más que por ti. Mas confía en mí: demostraré ser más fiel que las que saben fingirse distantes. Reconozco que habría sido más cauta si tú, a escondidas, no hubieras oído mi confesión de amor.
  • Así que, perdóname y no juzgues liviandad esta entrega que la oscuridad de la noche ha descubierto.
  • ROMEO Juro por esa luna santa que platea las copas de estos árboles...
  • JULIETA Ah, no jures por la luna, esa inconstante que cada mes cambia en su esfera, no sea que tu amor resulte tan variable.
  • ROMEO ¿Por quién voy a jurar?
  • JULIETA No jures; o, si lo haces, jura por tu ser adorable, que es el dios de mi idolatría, y te creeré.
  • ROMEO Si el amor de mi pecho...
  • JULIETA No jures. Aunque seas mi alegría, no me alegra nuestro acuerdo de esta noche: demasiado brusco, imprudente, repentino, igual que el relámpago, que cesa antes de poder nombrarlo.
  • Amor, buenas noches. Con el aliento del verano, este brote amoroso puede dar bella flor cuando volvamos a vernos. Adiós, buenas noches. Que el dulce descanso se aloje en tu pecho igual que en mi ánimo.
  • ROMEO ¿Y me dejas tan insatisfecho?
  • JULIETA ¿Qué satisfacción esperas esta noche?
  • ROMEO La de jurarnos nuestro amor.
  • JULIETA El mío te lo di sin que lo pidieras; ojalá se pudiese dar otra vez.
  • ROMEO ¿Te lo llevarías? ¿Para qué, mi amor?
  • JULIETA
  • Para ser generosa y dártelo otra vez.
  • Y, sin embargo, quiero lo que tengo.
  • Mi generosidad es inmensa como el mar,
  • mi amor, tan hondo; cuanto más te doy,
  • más tengo, pues los dos son infinitos.

  • William Shakespeare (1564 - 1616)
  • Romeo y Julieta, fragmento
Ford Madox Brown

jueves, enero 8

Marga Gil Roësset, crepúsculo eterno

Marga Gil Roësset
  • Marga Gil Roësset nació el 3 de marzo de 1908.
  • Escultora y dibujante española nacida en Madrid. Hija de un general de ingenieros y descendiente por rama materna de gallegos ilustres, su esmerada educación, hablaba cuatro idiomas, hizo de ella una criatura extraordinaria que deslumbró en el Madrid cultural de la época.
  • Nació muy enferma, hasta el extremo de que los médicos la desahuciaron, pero el tesón de su madre y el convencimiento de que por medio del amor podía sacarla adelante la salvaron.
  • Aprendió dibujo en el estudio López-Mezquita y con sólo 12 años ilustró un cuento de su hermana titulado, El niño de oro (1920), experiencia que repitió con Rose des Bois (1923).
Ilustración del libro El Niño de Oro - 1920 Ilustración del cuento ROSE DES BOIS - 1921.1923
  • A partir de ese momento se dedicó casi exclusivamente a la escultura.
  • En los primeros meses de 1932 su devoción por Tagore la llevó a conocer, por mediación de su hermana, a Zenobia Camprubí, traductora del poeta al castellano y más tarde a su esposo Juan Ramón Jiménez.
  • Esta última relación fue la causante de su temprana muerte con sólo 24 años, pues su admiración por el escritor se convirtió en una pasión desbordante.
  • Viendo que su enamoramiento no era correspondido , su angustia creció de manera desorbitada, y el 28 de julio de 1932 se suicidó poniendo fin a su corta vida, antes de eso dejaría para la posteridad en unos diaríos, textos no exentos de crudeza que cualquiera que los lea y imagine las sensaciones que atormentaban a esta enígmática artista les correrá por la sangre un escalofío...dicen así:
  • “Como no duermo, me he salido a la ventana... ya, no es más noche; qué dulce es el amanecer del día último. Se me adentra en el alma por los ojos, manos, boca... parece que soy yo la que amanezco, azul y nueva.
  • Tan dentro se me ha ido... mañana, cuando amanezca... Vida si tú piensas en mí...
  • Ay... Juan Ramón”.
  • …Y es que…/ Ya no quiero vivir sin ti…/ no…ya no puedo vivir sin ti…/… tú, como sí puedes vivir sin mí…/… debes vivir sin mí…/… Si tú no pudieras vivir sin mi, no sobraría, pero como sobro, lo mejor es irme…/…Y como sin ti…es que ni quiero, ni me importa nada…lo mejor es morirme…
Hombre con perros, 1932-Acuarela y lápiz sobre papel canson
Niño acostado, 1923
  • Adán y Eva, 1932
  • Busto de Zenobia Camprubí, 1932-Piedra con la pátina perdida
Ea, Ea, Tinta china y lápices sobre cartón
  • Juan Ramón tras su muerte, escribió en agosto de 1932:

Tu sufrimiento, muerta tú, se ha quedado expandido sobre mi, como el rojo del sol, después de puesto, por la tarde. Sentimiento sordo, profundo, concentrado, inmenso, como el rojo de la puesta de sol en un crepúsculo eterno.

Juan Ramón Jiménez-1932

ESPACIO
  • Tu forma se deshizo. Deshiciste tu forma.
  • Más tu conciencia queda difundida, igual, mayor,
  • inmensa,
  • en la totalidad.
  • Y te sentimos
  • alrededor, en el ambiente pleno
  • de ti, tu más gran tú.
  • Nos miras
  • desde todo, nos sumes,
  • amiga, desde todo, en ti, como en un cielo,
  • un gran amor,
  • o un mar.
Juan Ramón Jiménez.1932
  • Marga Gil Roësset
Adán y Eva expulsados del paraiso, Escayola patinada-1924
  • Una exposición en el año 2001 en el Círculo de Bellas Artes y numerosos artículos en prensa rescataron del anonimato y del territorio de la leyenda a una artista genial quedando para la inmortalidad tanto sus esculturas , aunque la mayor parte las destruyó ella misma justo antes del suicidio, como sus acuarelas y dibujos en tinta china.
La mujer del ahorcado, 1932-Piedra
1932 -Acuarela y lápiz sobre papel, grupo
Idilio, 1927-Acuarela sobre papel
Maternidad, 1929
Sin título, acuarela sobre papel 1931
Las cerezas, Tinta china y lápices de colores sobre cartón
Tú me mirarás llorando, 1932-Tinta china, sepia y lápiz sobre cartón
Veinte hermanos, 1932- Acuarela sobre papel
Abuelito sabio, 1932-Acuarela sobre papel
Adán y Eva, 1932-escultura
Los primeros celos de la historia, Eva y sus hijos-Escultura en piedra Marga

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