- Adentrarnos en la voz poética de Carolina Patiño es sumergirnos en el mar del dolor, de la soledad inconsolable que en ocasiones el lector puede no llegar a comprender en su intensa totalidad.
- Carolina murió a la tempranísima edad de veinte años, no en vano su poemario póstumo: " Te suicida" nos da buena cuenta de la decisión de sus entrañas, la del delirio aniquilador que sobre su espíritu llevaba como colofón irrefrenable.
- Pero la voz abrasiva de Carolina no alude sólo al dolor, a la soledad y a la muerte sino también a su profundo sentir erótico:
- "Arranca lo que queda de piel
- úntame tu caramelo blanco en la espalda
- gánate mis entrañas otra vez”.
- Descubrir a esta desgarradora escritora ha sido para mí algo intensísimo y ahondar en su yo poético una experiencia vital.
- Os dejo queridos amigos una muestra de su poesía con el cariño y la admiración que merece esta mujer que tan prematuramente nos dejó.
- Carolina Patiño (1987-2007)
- Guayaquil, Ecuador
- Habitación en llamas
a Augusto Rodríguez
- Se persiguen las pieles erectas por la habitación en llamas:
- cuando tus colmillos ritmos falos
- Desmitificas el sesenta y nueve por las sábanas:
- cuando me sacudes desgajas violas
- Polémico el amor expresado así pero real, real, real…
- Llama Encendida
- Avanzo entre las piernas calcinadas con mi lengua, iluminando con un vago signo de agua las sábanas de ceniza.
- Todos en lo alto desnudan al mar para encontrarnos.
- El ardor del limbo nos llama para enrojecer la carne y la fricción sigue sacando llagas...
- El infierno se remuerde los labios con sus lujurias ¡y brota más fuego!
- Abrasados ya sin vida
- Cielo
- Limbo
- E infierno
- Se extinguen.
- Muñeca de porcelana
- .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. . a Carmen Váscones
- Suenan infernales campanas de escuela
- y yo entre viva y muerta me tambaleo.
- Mientras el reloj de arena rojo
- y mi terrible aragnofobia creen que estoy rota,
- pues lo estoy;
- como esa muñeca de porcelana
- a la que le arranqué los ojos.
- Caja de recuerdos
- ¿Dónde se ha ido mi espíritu?
- creía en todo lo que conocía
- y ya no me acuerdo de mí
- dulce caja de recuerdos
- que me mantenía a distancia de la locura
- que me pierde cuando me encuentra
- ahora que me he mirado al espejo por horas
- ruego que se corte mi pacto con la vida
- ya sangré respiré lloré suficiente
- ¿me puedo rendir ahora sin mi sombra?
- Atrapada en las costillas de Adán
- Mientras el doctor Dios
- usaba su mágica anestesia
- y abría tu ser
- yo arrancaba de ti
- mi ingrediente principal
- Caminé desnuda en el paraíso
- por primera vez
- sin compañía de mi cadáver
- Adán que solo existía
- para provocar a mis ojos
- desde que el gran maestro
- lo dio de alta,
- gritó fuerte
- y escuchando las órdenes:
- Olvidamos todo
- y sin vergüenza…
- fuimos una sola carne
- Pulmones vacíos
Escalofriante
desesperación camuflada
en cara de gestos serenos.
Inexpresivos: por poco.
Oprime pulmones
privándolos del elemento vital;
esfuerzo final inhala sentimientos,
subsistiendo segundos de más
mareo imposible de ignorar
mi muerte
...