TARTA DE CHOCOLATE "MAGICA"

Esta es la tarta que hice para el Día de la Madre. La encontré en el blog Menú del día, de María y Noelia. Lo que hice fue decorarla para darle un toque más festivo y creo que no me ha quedado del todo mal. El tono diferente de las fotos es porque la primera está hecha sin flash y la segunda con él . Todavía no controlo muy bien la cámara, pero poco a poco iré aprendiendo.
Es una tarta MAGICA por el poco trabajo que lleva y el resultado que se consigue. Seguramente os van a sorprender los ingredientes, al menos a mí me sucedió cuando la vi.
Os voy a contar una anécdota: cuando leí la receta, me quedé con la idea de que se hacía con natillas de chocolate. Total, que el sábado me fui a comprarlas. Pero no las encontré en practicamente toda la ciudad. Caminé de un súper a otro y nada. Al final, en Carrefour (que no me queda precisamente cerca ) encontré una oferta por la que comprabas ¡8! tarrinas de las de siempre. Y eso hice. Me vuelvo con ellas y me dispongo a hacer la tarta. Cuando cojo el papel con la receta, me encuentro con que lo que hacía falta era... ¡batido y NO natillas! Y el batido lo hay por tooooodas partes!! Dios mío, pero qué manera de perder la mañana!! Menos mal que la tarta luego se hacía en un pís-pás.
Insisto en que ésta es una auténtica joya. ¿Trabajo? NINGUNO. ¿Exito? TODO. A ver qué os parece:

Ingredientes: (He cambiado un poquito con respecto a la original, por haber añadido, como ellas recomiendan, la cuajada)

800 ml. de BATIDO DE CHOCOLATE (se compra en botella de 1 litro)
200 ml. de nata
60 g. de Maizena
60 g. de harina
1 sobre de cuajada
75 g. de azúcar
1 paquete de galletas tipo María para la base
un trocito de mantequilla reblandecida ( también para la base)

Hacemos la base de galletas. Las trituramos bien y mezclamos con la mantequilla. Si vemos que está muy seca, añadimos un poco de leche.
Forramos con esta pasta la base de un molde desmontable.
Del batido de chocolate separamos un vaso.
El resto lo ponemos a calentar en un cazo junto con la nata y el azúcar, a fuego medio. Mientras tanto mezclamos en el vaso que hemos separado la harina, la Maizena y la cuajada y lo movemos todo bien para que no nos queden grumos. Cuando lo que tenemos en el cazo ya está caliente (sin que llegue a hervir), añadimos el batido del vaso y removemos hasta que empiece a espesar. En este momento, lo vertemos en el molde. Después de un rato, que enfríe un poco, a la nevera. Mejor de un día para otro.
Desmoldamos y decoramos al gusto.
Animaos , que de verdad merece la pena.