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domingo, 29 de enero de 2012

Revisitando Praga: Jan Palach

Hoy me apetece escribir sobre Praga, aunque haya pasado ya más de un año desde que visité sus calles de cuento. Se me quedaron muchas cosas en el tintero, cosas que quería contar y a la vez no quise por no hacerme pesada contando cosas sin parar de la misma ciudad. Una ciudad que tiene tantos ángulos, tantos rincones ocultos y tantos detalles que ver, en los lugares menos pensados.

Una de las cosas que más me llamó la atención, sobre todo en las calles más antiguas de la ciudad, fueron las pinturas -en mejores o peores condiciones- en las fachadas de algunso edificios, los increibles detalles y esculturas en los dinteles de cada portal, aunque esto tiene una sencilla explicación y es que las casas en Praga no tuvieron números hast 1770, sino que tenían algún tipo de adorno que las hacía particulares. Así está la casa o el palacio de tal o cual, como por ejemplo:
-Uno quiere enviar una carta a unos antiguos fabricantes de violines cuyo local está en la calle Nerudova. Pues nada más fácil que dirigirla a la casa de Los Tres Pequeños Violines, en la calle Nerudova num. 12 (hoy en día  el edificio aloja un restaurante).

Jan Palach Memorial

-O a la Casa de los Dos Soles (47 Nerudova Street), la casa de Jan Neruda, un poeta y periodista que escribió muchas historias cortas que sucedían en esta parte de la ciudad.


-El Cisne Blanco (Num. 43 de la misma calle):


-La Oveja Roja (vamos, digo yo):


-La Langosta Verde (núm. 43):


-O el León Rojo:


Además, muchos otros edificios están coronados con esculturas de variadaa temática, en fin, que daría para muchos posts diferentes, pero no era de esto de lo que quería hablar sino de una placa o memorial, situada frente al Museo Nacional, directamente detrás del Monumento de St. Wenceslas, en Wenceslas Square. La placa se encuentra en el suelo y muchos turistas desconocedores de su ubicación y con la mirada puesta en la fachada impresionante del museo o en alguno de los edificios al otro lado de la carretera, lo pisan sin saber que está ahí o lo miran con curiosidad sin saber qué significa o a quién está dirigido. 

Estoy hablando del Memorial a Jan Palach:


Sin embargo, aunque para los turistas permanezca una marca desconocida y casi invisible, para los checos tiene un gran significado. Es un pequeño monumento conmemorativo a la memoria de dos jóvenes que murieron en protesta contra el gobierno Comunista y la ocupación soviética de la República Checa. Uno de ellos era un estudiante de la Charles University. La institución colocó una placa en su honor en uno de sus edificios, cerca del Charles Bridge (Puente de Charles):


                                           

Jan Palach y un grupo de estudiantes hicieron un pacto de suicidio como medio de protestas por la ocupación de su país por los rusos. La manera de inmolarse escogida fue harto dolorosa: se prendió fuego el 16 de Enero de 1969 en la rampa que sube hacia el Museo Nacional. Corrió hacia un supermercado cercano, pero cayó en la calle donde un trabajador del transporte le echó un abrigo por encima para sofocar las llamas. 
El joven estudiante aun estaba consciente cuando le llevaron al hospital, con mas del 85% de su cuerpo quemado. De hecho sobrevivió durante tres días. Durante ese tiempo, en condición crítica pero consciente a ratos, pidió a sus amigos que no se suicidaran, que el dolor era intoolerable. La mayoría de compañeros que firmaron el pacto desistieron de su idea. En cambio, utilizaron su funeral como modo de protesta en masa por la ocupación de la República.

Un mes después, el 25 de Febrero del 69, el estudiante Jan Zajíc (que había firmado el pacto suicida) se quemó a lo bonzo en un callejón que lleva al número 39 de Wenceslas Square. No pudo correr y salir por la puerta, por lo que murió a la entrada. En Abril, también el 25, Even Plocek en Jihlava, una pequeña población minera al sudeste de Praga, hizo lo mismo.

Ante el temor de grandes concentraciones de protestas como las sucedidas durante el funeral de Jan Palach, la policía estatal prohibió que se enterrara el cuerpo de Zajic en Praga y así, su lugar final de descanso fue su ciudad de nacimiento, Vitkov. 

La historia podía haber acabado ahí, o cuando el primer Jan fue enterrado el el Cementerio de Olsany de la capital checa, pero al convertirse su tumba en una especie de santuario nacional, la Policía Secreta checa exhumó su cuerpo el 25 de Octubre de 1973, lo cremaron y entregaron las cenizas a su madre a su pueblo natal de Vsetaty. En su tumba enterraron a una anciana anónima de una residencia cercana. 

A la madre de Palach no se le permitió depositar la urna en ningún cementerio local hasta 1974. Y el 25 de Octubre de 1990 sus cenizas regresaron oficialmente a su lugar en el cementerio de Olsany en Praga.

En el 20 Aniversario de suy muerte, protestas en su memoria contra el régimen escalaron a lo que se llamó "La Semana Palach", con la policía golpeando a los manifestantes y utilizando cañones de agua. Esto fue el catalizador que precedió a la caída del Comunismo en Checoslovaquia once meses más tarde.

Fue tras la Velvet Revolution (La Revlución del Terciopelo) que se instaló esta cruz de bronce en el lugar exacto en el que Jan cayó al suelo frente al Museo Nacional, en su memoria y en la de Zajíc, además de tener una plaza en su honor y un asteroide descubierto el 22 de Agosto del 69 (1834 Palach).

sábado, 20 de noviembre de 2010

Museo de Tortura Medieval de Praga

Puede sonar morboso, pero lo cierto es que la tortura forma parte de la historia tanto como las escenas de palacio. Y muchos de estos artilugios dieron rienda suelta a los mas justicieros instintos de la "Santa" Inquisición. Una suerte no haber nacido en aquella época, pero a la vez una lástima que alguno de estos instrumentillos no sean aplicados a día de hoy a algunos de esos implacables asesinos y terroristas que ocupan sitio en las cárceles o en el peor de los casos, campan a sus anchas en nuestra sociedad...
En cualquier caso, en Praga el guiri quiso visitar el Museo de Tortura Medieval, de modo que, a pesar de que habíamos visitado uno en condiciones en Londres, le dimos una oportunidad a este, donde carteles por todas partes te decía que ESTABA PROHIBIDO HACER FOTOS... pero como no tenían ni una paupérrima cámara y nadie por allí... yo hice todas las que pude y más...

Algunos de estos instrumentos de tortura son archiconocidos por todos, como el cepo, utilizado para castigar y humillar publicamente a aquellos que cometían crímenes de menor índole.





La Silla de Tortura, también conocida como la Silla de Judas, fue usada hasta finales de los 1800s en Europa, de la cual existen muchas variantes, auqnue todas tienen lo mismo en común: esas púas de hierro en la espalda, el asiento y los brazos. Una de estas sillas podía llegar a tener entre 500 y 1500 púas. en algunas sillas había agujeros bajo la silla donde se introducía carbón y se encendía para causar quemaduras a la víctima.
Morir en esta silla podía dirar horas, un día o más, ya que las púas no penetraban ningún órgano vital y la herrida quedaba cerrada por el mismo hierro, causando que la pérdida de sangre se retrasara bastante.


Abajo, el Spanish Tickler. Se utilizó en casi toda Europa en el medievo, y su uso era simple: servía para rascar la espalda un pelín más fuerte de lo habitual. Debido a su forma, evidentemente, te rascaban músculo y hueso además de piel, un tres en uno que no dejaba lugar a la imaginación. Se empezaba por la espalda, pero podía "rascar" el rostro dado el caso. Se le conoce como Spanish Tickle (Cosquilla Española) o la Pata de Gato.




Estas dos máscaras de hierro de las fotos superior e inferior se utilizaban para castigar a mujeres por su chafardeo. Sí, señores, el regalo de Navidad perfecto para la Portera o la vecina del quinto... Seguro que todos tenemos a alguien en mente ahora mismo.
Se utilizaba para humillar a mujeres que "con pelas y discusiones entre sus vecinos rompía la paz pública, incrementaba la discordia y se convertían en molestias para el vecindario". En breve, para las cotillas del barrio y siembra-cizañas que con sus mentiras y líos buscaban dañar la reputación ajena.
La mayoría de estas máscaras tenían adornos ridículos diseñados para humillar a sus vícimas, e incluso en algunas ciudades, llevaban una campanilla en la parte de atrás para anunciar su presencia y que todos pudieran reirse a su paso. Algunas incluían incluso alguna punta que se clavaba en la piel cuando la persona hablaba, consiguiendo así que se quedara callada durante bastante tiempo, dando un respiro a los que la rodeaban.
La duración de la tortura variaba entre unas pocas horas a meses, y en algunos casos se dejaba morir a la víctima en su máscara.
No, no busquen en ebay. Están descatalogadas...

El Garrote Vil, favorito de la Inquisición y uno de los que más llaman la atención al guiri, porque la primera vez que lo vio fue en la película Los Fantasmas de Goya y hasta entonces desconocía este instrumento de tortura que en nuestro país se utilizó por última vez tan recientemente como 1974. Este dato, naturalmente, le llamó mucho más la atención aún.


El siguiente instrumento queda bien explicado en la imagen que acompaña al artilugio, aunque a juzgar por la cara de "aquí no pasa nada" de la señora entradita en carnes de la ilustración, me parece que a ella "plim"... Y digo yo que eso debe doler más que se te caiga el sillín de la bici...


El cuadro es lo suficientemente gráfico como para demostrar para qué se utilizaba este simple cacharrillo... Eso de "te la voy a meter hasta la garganta" nunca fue más cierto...



Margaret Thatcher, digo... La Dama de Hierro... creo que no necesita explicaciones... (también se la conoce como La Virgen de Nuremberg)


Lencería fina medieval:


Pero la peor forma de tortura, de todas todas, y bien conocido es incluso en Praga, es irse en Semana Santa al centro de Sevilla... (bueno, igual no).


Este aparatito de la foto inferior, es conocido como "El estrujador de cabeza", y hacía eso exactamente. También un favorito de la Inquisición, que consistía en colocar la barbilla sobre la barra de hierro de la base, con el casco incrustado bien sobre el cráneo. El torturador lentamente iba atornillando y por tanto presionando la cabeza de su víctima, que quedaba comprimida más y mas. El resultado se produce por fases: primero los dientes se hacen añicos en la mandíbula y luego se produce la muerte de manera agonizante, pero no antes de que los ojos literalmente se aplasten en sus cuencas...



Y por útimo, la Pera de la Angustia, usada en la época medieval para torturar a mujeres que practicaban abortos, a los mentirosos, los blasfemos y los homosexuales.

Como puede verse, el instrumento en cuestión tiene forma de pera y consiste en cuatro hojas que se separan lentamente por medio de un mecanismo de tornillo, y se insertaba en alguno de los orificios de la víctima: en la vagina para las mujeres, el ano para los homosexuales y en la boca para los mentirosos y blasfemos. La decisión de cuánto abrir "la pera" estaba completamente en manos del torturador, que podía escoger entre simplemente rasgar la piel o expandir el cacharrito hasta su máximo y mutilar al pobre desgraciado, y aunque raramente provocaba la muerte, era seguido de otros métodos de tortura.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

EL NIÑO JESÚS DE PRAGA

Aunque no soy católica ni creo en muñequitos milagreros, no podía visitar la capital de Bohemia sin ver al famosísimo Niño Jesús de Praga, que uno esperaría hallar en una catedral enorme debido a su fama, pero no... se halla en una Iglesia pequeñita que incluso puede escapar a la vista, en una calle muy larga y tras subir unas escalinatas, apenas oculta tras unos frondosos árboles.



Es la Iglesia de Our Lady Victorious, de los Carmelitas Descalzos. Ni siquiera el interior es ostentoso. Muy luminoso, sí, y con un altar decente y dorado, como todo en Praga. El Niño jesús se encuentra en el pasillo de la derecha y no pasa desapercibido. Cuando fuimos, estaba rodeado de una horda de filipinos con los mocos colgando. ¡Cómo se puede llorar así!


Arriba puede visitarse un pequeño museo (donde no se pueden hacer fotos). Esta vez fui buena y solo hice una porque el lugar era ultra-oscuro y a pesar de que no había ninguna vigilancia, aún llevaba en la memoria la imagen de la viejita de La Semilla del Diablo gritándome ¡¡NO FOTOS!! El museo, en realidad, no tien nada que ver. Tres cálices, una cruz dorada con diamantitos de colores y una colección de los diversos "trajecitos" del niño Jesús que nada tienen que envidiar al armario de la Barbie (hay 80 en total expuestos, pero el afortunado muñecote tiene 380 diferentes en el ropero).


Otra joyita de los Carmelitas es esta Virgen Negra, con más corona que cabeza:


El Niño Jesús mide 48 cms. y fue un regalo de bodas de los Monjes Franciscanos de España a María Manríquez de Lara, que en 1555 viajó a Praga para casarse con Vratislav de Pernstein, un diplomático. En 1587 Maria se lo regaló a su hija Polyxena también por su boda. En 1624 Polyxena, viuda ya, regaló la estatua a los Carmelitas Descalzos, convirtiéndose en símbolo de protección para Praga y Bohemia. Cuando la regaló, se dice que la princesa pronunció unas palabras que resultaron ser proféticas: "Venerables Padres, os traigo mi posesión más querida. Honrad esta estatua y nunca os faltará de nada".  Los novicios Carmelitas se convirtieron voluntariamente a la pobreza. Al oir de sus devociones y sus necesidades, el Emperador Ferdinand II de la Casa Habsburgoenvió 2000 florines y un estipendio mensual para su sustento.
Durante 400 años se ha reverenciado y orado a esta pequeña estatua de cera que, milagrosamente, sobrevivió un incendio sin derretirse, por lo que a partir de entonces las historias de curaciones y milagros corrió como la pólvora entre sus adoradores.


Durante la Guerra de los Treinta Años se acabó con las devociones especiales, y en Noviembre de 1631 el ejército del Rey Gustavus Adolphus de Suecia tomó posesión de las iglesias de la capital Bohemia. El Monasterio de los Carmelitas fue saqueado por los Luteranos y la imagen del Niño se tiró a una pila de basura tras el altar. Allí yació olvidado durante siete años, con las manos rotas hasta que fue encontrado en 1637 por el Padre Cirilo y colocado en el oratorio. Un día, mientras rezaba ante la estatua, el Padre Cirilo asegura haber oido una voz que le decía: "Ten piedad de mí, y yo tendré piedad de ti. Dame mis manos, y te daré la paz". Desde entonces, la estatua ha permanecido en Praga y atraído devotos de todo el mundo.


Aunque muchas Iglesias católicas tienen réplicas de esta escultura, existe una copia exacta en la Capilla de la Universidad de Nápoles.
La tradición de la procesión y la coronación aún se lleva a cabo, siendo la ceremonia que concluye el Festival Anual del Niño Jesus en Praga.

Curiosamente en el pasado en Irlanda, las novias colocaban un Niño Jesús fuera de sus casas la noche antes de la boda, para asegurarse de que haría buen tiempo el día de la ceremonia.

domingo, 7 de noviembre de 2010

COMUNISMO EN PRAGA (I): EL MUSEO DEL COMUNISMO


El pasado comunista de Praga está latente en múltiples lugares de la ciudad. Nos recomendaron visitar el Museo del Comunismo. No merece la pena: es pequeño, lleno de réplicas y cuenta la historia muy por encima. Aún así, me extrañó muchísimo ver a una chica viendo unas fotos y llorando a moco tendido mientras su novio trataba de consolarla. Obviamente para ella todo lo que estaba viendo tenía un significado más profundo que para el resto de los que no hemos sufrido el yugo comunista.



El museo centra su exposición en el régimen totalitario desde el golpe de estado de Febrero de 1948 hasta su rápida caída en Noviembre de 1989 y el lema "Comunismo: el Sueño, la Realidad, y la Pesadilla"



Este es el primer museo en Praga desde la Velvet Revolution (Revolucion del Terciopelo) exclusivamente dedicado a un sistema establecido en el esfera de la antigua Unión Soviética. Asegura que sus objetos son auténticos (alguno habrá) y que las salas que ofrecen representaciones de la sala de interrogtorio, el colegio y la tienda tienen artefactos originales.


No dudo que los libros y juguetes y hasta puede que el uniforme, sean originales, pero dudo que las estatuas de Stalin, Marx o Lenin que se encuentran en la entrada a la primera sala no sean más que réplicas. He aquí una clase de la época:


Una tienda de alimentación:


La sala de interrogatorios:


El museo ofrece principalmente su foco de atención en torno a la Praga de vida diaria, su política, historia, deportes, economía, educación, arte, propaganda, en torno a la censura, las actuaciones policiales y la represión, entre otros ámbitos.




Si se tiene tiempo, hace frío fuera y no hay nada más abierto, es un buen sitio para matar al menos una hora. Es barato (menos de 5 euros al cambio) y te dejan hacer fotos de todo. Encontrarlo no es demasiado difícil a pesar de que está bastante escondido: se encuentra en una calle peatonal llena de tiendas y restaurantes, en un pasaje sobre le MacDonalds, subiendo en dirección a un Casino. Pero hay carteles indicativos por toda la calle (el que abre este post).
Y de recuerdo me traje dos originales postales muy indicativas del ambiente post-comunista:

miércoles, 3 de noviembre de 2010

La Iglesia de Our Lady before Tyn (Praga)



Sus torres son sin duda de las más reconocibles de Praga. En el mismo corazón de la ciudad, en la Plaza Vieja, ha sido la iglesia de esta parte de la ciudad desde el siglo XIV.


Bla, blablablablablabla, bla y bla. Para los detalles arquitectónicos e históricos, tenéis un buen resumen en Wikipedia.




Esta madonna sí que tiene una vista impresionante desde esas alturas...


Eso sí, nada más entrar te encuentras cartelones prohibiendo terminantemente el hacer fotografías o grabar en vídeo. Yo, aprovechando que el párroco no miraba, y con la camara sutilmente colgando de mi cuello, logré sacar alguna instanténea sin usar el flash, porque el interior es uno de los más hermosos que he visto en la vida para una iglesia que no es enorme precisamente. Pero la rica decoración combinando negros, mármoles y dorados es impresionante.




Eso sí, el párroco al final me pilló arrodillándome tras una columna para hacer una foto, y me echó (creo) una bronca del copón, pero como no hablo Checo, pues lo mismo me estaba diciendo otra cosa, XDD. Eso sí, yo salí de la iglesia con una sonrisa de satisfacción de oreja a oreja. La que sí me asustó de verdad fue una mujer en una de las Sinagogas Judías que al verme con la cámara al cuello me gritó tan fuerte "NO FOTOS" que casi se me caen las enaguas. Además es que se parecía a la viejita de Rosemary's Baby...