Si, lo sé, tengo el rincón abandonado y el buzón de mis correos llenos de emails preguntando por qué últimamente solo actuualizo un par de dias a la semana. La razó no es otra que el hecho de que en estas últimas semanas mi oficina se ha convertido en un caos de trabajo y más trabajo. Como los lectores habituales sabéis, trabajo -en teoría- un mínimo de un día a la semana. Mi contrato es part-time y por tanto me han de garantizar al menos ocho horas a la semana. Los días que no trabajo, me los "sufraga" el Social Welfare, o lo que es lo mismo, el estado. Sin embargo, desde practicamente Agosto del año pasado, pocas han sido las semanas en las que he trabajado solo un día y muchas las que he hecho más de 8 horas diarias e incluso seis días a la semana. Enero lo tuve que coger entero prácticamente de vacaciones por la acumulación de días del año anterior y desde hace unas semanas el incremento en volumen de trabajo ha subido considerablemente.
En fin, cuitas aparte, cuando llego a casa no me queda ni tiempo ni ganas de ponerme a teclear y además, he estado preparando algunas cosas para el inminente Salón del Cómic de Barcelona (sí, llego el próximo viernes!!), haciendo cositas para mis amigas y haciéndome dos gorritas con telas de Esther y de Emma. Y leyendo mucho cómic mientras tanto. Os resumen lo leido en los dos últimos meses.
-Lenore, de Roman Dirge, los tres tomos. Ha sido mi descubrimiento más reciente y no me he podido resistir. Humor negro con una pandilla de seres de lo más variopinto: Lenore (una niña muerta con muuuuucha mala leche pero muy inocente), y su amigos Ragamuffin, Taxidermy, Mr. Gosh, Putty, etc., etc. Esto merece un post entero y en su día le dedicaré un artículo en nuestra revista Foroesther.
Ultimemente le he dedicado bastante horas de lecturas a novelas gráficas basadas en hechos reales, como guerras o acontecimientos históricos. Encontré este cómic sobre el Levantamiento de 1916 en Dublín, una historia bastante reciente aun en la memoria de los irlandeses, que no perdonana -y no perdonarán durante mucho tiempo- los años vividos bajo la ocupación británica. Para aquellos que no estén familiarizados con la historia irlandesa, es un comic que relata algunos de los sucesos de los que se dio cuenta en la película Michael Collins aunque concentrándose en los protagonistas de la revuelta, y las horas previas al sitio en la GPO (Oficina Central de Correos de Dublín). Bastante interesante, aunque encuentro que ha sido contado de una manera bastante fría, y no me refiero a que sea un cómic duro o gore, sino que los personajes no hacen creibles sus sentimientos. Y cuando lo hacen, no resultan demasiado creibles, no despiertan emoción. Se limitan a presentar los hechos acaecidos el 16 de Abril sin mostrar demasiado del lado humano.
Guy Delisle me ha sorprendido con sus Burma Chronicles, donde relata su experiencia durante su estancia en la Republica de la Unión de Myanmar junto a su esposa, administradora de Medicos Sin Fronteras de Francia y su hijo de meses. No es la primera novela gráfica que dedica a sus viajes, ya anteriormente publicó Pyonyang: un viaje a Corea del Norte y alguno más relacionado con la misma temática. Aquí no veremos conflictos armados ni sangre pero sí el gran problema al que se enfrentan Medicos sin Fronteras en este país, principalmente medios y, debido a las restricciones políticas del régimen, a veces imposibilidad por denegación de visados, de llegar a ciertas zonas.
El libro contiene numerosas dosis de humor relativas a la vida diaria de un "papá en casa", ya que mientras su mujer trabaja en la organización, él se dedica al cómic y a eventuales trabajos de ilustración para folletos educativos, pero nadie toma su labor "seriamente". También explica aspectos culturales interesantes del país. Una lectura altamente recomendada.
Safe Area Gorazde, de Joe Sacco, es un poco más duro, especialmente a un nivel personal, teniendo en cuenta que precisamente en la época que relata esta novela gráfica, colaboré con una campaña de ayuda a Gorazde y viví una situación un tanto rocambolesca cercana a la zona.
Joe esencialmente cuenta su experiencia y las entrevistas que realizó con residentes y testigos de primera manos de los años de guerra. Como periodista, Joe vive en Gorazde casi al final del conflicto, cuando al menos los bombardeos y los asaltos disfrutan de una tregua, aunque el ambiente aún está calentito. A través de los amigos que hace y sus testimonios, nos relata una realidad social que no se mostraba en las noticias de la época (1994/95/96). La historia es dura, pero no gore. Pero las guerras son duras y no se puede cerrar los ojos a la historia, al pasado, a la realidad. Sucedió y volverá a suceder en cualquier otra parte del mundo. O de la misma.
Mi hermana no sabía qué regalarme por mi cumpleaños y yo ya tenía mono de cómic español, así que le pedí dos cosas: la novela gráfica Arrugas, de Paco Roca y la película El Gran Vázquez, que llevaba ya un año con el gusanillo de querer verla. Respecto a la novela, me la leí de una sentada. No hay ni por qué plantearse por qué consiguió ser Premio Nacional de Cómic del 2008. De nuevo es una historia dura, la de un señor, antiguo director de banco al que su hijo traslada a una residencia debido a su principio de Alzheimer. Allí, no solo veremos la evolución de su enfermedad sino su interacción con cada uno de los otros internos con los que hace amistad y sus circunstancias e historias. Si antes me quejaba del poco lado humano de la obra sobre el Levantamiento de 1916, ésta logró realmente sacarme unas lágrimas. Respecto a El Gran Vázquez, hecho de menos algunas cosas, he encontrado bastantes anacronismos y sobre todo a una Purita Campos con dos toneladas de más. El personjae de Vázquez y el de Ibáñez están genialmente logrados, pero el de Purita rebosa... rebosa... rebosa sobre el vestido, podríamos decir. Dos toneladas de más en estómago y cintura y unos 10 años más le han puesto. Cero patatero para el responsable del casting.
Manga: los tres primeros volúmenes de Death Note. Me ha dejado descolocada porque el cuarto aún no ha llegado a estas costas, lo buscaré en Barclona y si no me tocará pedirlo por Internet. Hacía tiempo que no leía manga de calidad. Comencé la Ventana de Orfeo (Shojo) y me quedé allá por el tomo 5-6, a pesar de tener los 13 tomos descansando en la estantería. Sin embargo la historia me puede, hay tantos saltos en el tiempo y tantos personajes de rostro parecido, tantos van y vienen que la lectura se hace confusa y a menudo no sabes si el personaje que tienes de frente ya apareció con anterioridad o es uno nuevo. Tendré que comenzar desde el principio o al menos releer el último, pero tengo intención de acabar con ello.
A lo que iba: Death Note. Nunca me habría acercado a la sección de Manga de O'Mahoneys porque todo lo que he visto allí ha sido Bleach, Naruto y otros títulos totalmente desconocidos, pero fui expresamente a buscar esto porque lo recomendó en Foroesther Darthpitufina, que todo lo que recomienda en su seccion de la Biblioteca de la revista me lo compro (estoy leyendo ahora el de Asesinato por números), y encontré los tres tomos del manga. Bien. Me los he leido en un suspiro.
El planteamiento es sencillo: Light encuentra un cuaderno negro dejado por un Shinigami o Dios de la Muerte. Si escribes el nombre de una persona en él, morirá de un ataque cardíaco en 40 segundos. Pero también puedes especificar la causa de la muerte, el día, hora... Y no os cuento más, pero es de esas historias que no puedes dejar de leer. Y desafortunadamente mi lectura, a no ser que compre los 10 volumenes que me faltan de golpe, va a tener que esperar. Me ha dejado con los dientes a punto de hacer surcos en el parquet. Sí, que ya sé que puedo ver el dorama, pero si lo hago, entonces no leeré el manga, porque lso doramas japoneses son tan buenos que sin duda irá fotograma a fotograma como las viñetas de papel. Así que a joderse tocan...
Y entre medio también algunos pockets de Bunty, Girl Picture Library, Princess Tina y tebeos finitos. Lo normal, vamos.
Como os he comentado, el próximo viernes marcho a Barcelona, pero me llevo el portátil y una maleta extra para todos los cómics que tengo en mente comprar. Después, el día 29 me marcho a Madrid para otro salón de Cómic, el ESCOGE de Getafe, que es la primera vez que se celebra y donde además le han dado el nombre de Purita Campos a una calle. También han concedido tal honor a Carlos Giménez, Jan y a título póstumo a Victor de la Fuente. Y no sucede todos los días que además de ponerle el nombre a una calle de tu autor de cómic favorito, resulte que ese autor es muy amigo tuyo. Así que allí estaré.