Až do přelomu!
miércoles, 29 de septiembre de 2010
Viajando... tal que aquí...
Y espero traerme muchas historias que contar y fotos preciosas que enseñaros... (y para mí... ¡muchos souvenires!)
lunes, 27 de septiembre de 2010
STIRLING: MONUMENTO A WALLACE
Moverse en Stirling es fácil. En el mismo castillo, señalando al horizonte, pregunábamos si era posible desde la ciudad subir a aquella especie de Torre de Mordor. Nos dijeron que había un bus desde la estación cada 10-20 minutos y efectivamente: el bus te lleva a través de la universidad y te deja alrededor de la esquina.
Para llegar a la torre hay que subir un empinado camino (y cuando digo empinado quiero decir EMPINADO), que me resultó más fácil subir que bajar, porque creí que en cualqueir momento se me iba a doblar la corva e iba rodar hasta el parking junto a la carretera.
Ojito: hay un vehiculo cortesía del lugar que te sube hasta la misma puerta del Monumento... pero como no somos comodones, decidimos vivir la experiencia. Aun a costa de dejar en el camino el poco aliento que me quedaba...
La torre se concluyó en 1869 y mide 67 metros, asentada sobre la cima del Abbey Craig, una peña volcánica. Y después de subir la puñetera peña hay que subir la friolera de 246 escalones. en la cúspide te entregan un certificado confirmando que has subido cada escalon... pero maldita las ganas qeu teníamos después de apenas un par de días antes haber subido los doscientos ochenta y pocos del Scott Monument en Edimburgo...
Pero conste que lo intentamos. Subimos hasta la sala de esos ventanucos que se ven en la foto superior, que están cubiertos con unas bonitas vidrieras.
No seguimops subiendo más porque las estrechas escaleras tenían unos ventanucos alargados y estrechos por los que entraba bastante aire y al guiri le empezó a entrar vértigo, por lo que decidimos que las vistas seguro que eran apoteósicas, pero que desde el mirador de la base también se veia toda la ciudad de Stirling y que para ver campo siempre hay tiempo.
En el segundo nivel se encuentra The Hall of Heroes, que tiene esculturas de las más eminentes personalidades de la historia de Escocia, y en el nivel inferior, se puede ver un documental sobre la vida y costumbre de William Wallace y contemplar algunos obejtos que se dicen pertenecieron al guerrero inmortalizado en Braveheart, como su espada:
Mi guiri no es precisamente bajito, así que mirad la talla de semejante artefacto. En batalla, eso debía pesar un quintal...
En 1996, inspirado por la película que puso al héroe en boca de todos, un escultor realizó una escultura a Wallace que se colocó al lado del parking un año después, pero creó gran controversia y fue vandalizada de manera intermitente, por lo que fue retirada y devuelta al artista en 2008, siendo considerada una de las estatuas más odiada de Escocia (la razón es que presenta a Wallace con la imagen que Mel Gibson presentó en la película, que en general no tiene nada que ver con la del guerrero).
Pues a mí me gusta.
domingo, 26 de septiembre de 2010
STIRLING Y SU CASTILLO
Stirling es una ciudad a menos de una hora en tren desde Edimburgo, de fácil acceso y con dos cosas de interés: El Castillo, que es uno de los más grandes e importantes histórica y arquitectónicamente de Escocia, y el Monumento a Wallace. La ciudad en sí es típica de estas costas: calles de edificios de dos-tres plantas, cuestecillas empinadas y arquitectura interesante.
El castillo para mí fue una decepción, principalmente porque la mitad estaba en obras y solo pudimos visitar una muy pequeña parte. Eso sí, el precio de la entrada fue el mismo que si se pudiera visitar el castillo entero y un tanto abusivo considerando que la parte más importante del mismo, las estancias reales, eran las que estaban cerradas, dejando por ver salas vacías y las cocians y... ¡otro museo de la guerra! Más cientos de miles de medallas, uniformes y armamento...
A la entrada se encuentra la escultura de Robert the Bruce, ya que aquí en Stirling tuvo lugar una sangrienta batalla con la que no voy a aburriros pero que forma parte de la historia más importante de Escocia, y quien haya visto Braveheart sabrá de qué batalla hablo (aunque en la película se rodó en las montañas de Wicklow en Dublín).
El Gran Hall también se hallaba en obras, aunque en este caso pudimos entrar para admirar una enorme sala vacía donde habían tenido la deferecia de poner muuuchas sillas y donde una señora echaba una cabezadita muy plácidamente. Y aunque se dice que en las escaleras del patio interior puede verse pasear a un soldado, esta señora ún estaba muy viva... aunque inconsciente para el mundo...
La parte más interesante, quizá, fue la de la Capilla Real, vacía también pero con unos interesantes tapices que muestran la caza de un Unicornio. Los unicornios están presentes en múltiples pinturas, estandartes y escudos de la época en Escocia, y es que creían que existían de verdad. Estos tapices, que yo sepa, están en el Museo Metropolitano de New York, por lo que éstos que cuelgan en la Capilla deben ser reproducciones (aunque de esto no mencionó nada el guía).
Como ya he dicho, había un museo dedicado a la Guerra no solo en Escocia y sus tropas a lo largo de los años sino a todas las tropas de Gran Bretaña, incluyendo las que se encuentran en Irlanda del Norte. A pesar de la clavada de las nueve libras y media del precio, sugerían que dieras una donación mínima de tres libras en el museo. Ah, yo no tenía suelto, se siente...
Tampoco te dejaban hacer fotos o grabar, pero nadie dijo nada...
Una pena que la mitad del castillo estuviera en obras, pero de aquí nos fuimos a ver el Monumento a Wallace que es simplemente ES_PEC_TA_CU_LAR...
viernes, 24 de septiembre de 2010
EL CEMENTERIO DE CALTON Y CALTON HILL
Después de nuestra visita al museo decidimos aprovechar que había dejado de llover para visitar Calton Hill, que antiguamente fue un lugar de ejecución, y el rey James II permitió a los residentes de la ciudad utilizar la pendiente oeste para esparcimiento y torneos en 1456 y al ser un anfiteatro natural ha sido usado como teatro al aire libre.
En el siglo XVI hubo aquí un hospital para leprosos, y en 1718 una parte se convirtió oficialmente en suelo de enterramiento, lo que hoy es el Viejo Cementerio de Calton. Muchos años después se construiría la carretera que ahora separan cementerio y colina.
Vista de Calton Hill desde North Bridge
Como es habitual, el cementerio está plagado de viejas leyendas, la más conocida la del Fairy Boy of Leith (El chico de las hadas de Leith), que se decía que tocaba el tambor por las noches en la colina para proporcionar música a los espíritus y al mundo de los elfos y las hadas.
En este cementerio se encuentran enterrados algunos de los más insignes ciudadanos de Edimburgo, como el filósofo David Hume, el editor William Blackwood, el pintor David Allan, el arquitecto Thomas Hamilton, y el también arquitecto Robert Burn (sin confundirlo con Burns el poeta).
Una de las tumbas que más llama la atención es la siguiente, perteneciente al capitán John Gray:
Es una lápida de piedra esculpida ricamente y eregida por Jonh Gray en memoria de sus padres, sobre el año 1760. Tiene inscrita su nombre y entre los adornos que la hacen tan remarcable en todo el cementerio se encuentra un velero de tres palos. En el lado izquierdo hay una calavera y una cabeza de hombre con barba con una gorra, representando a su padre. De su boca salen dos lazos que vinculan símbolos de muerte: una guadaña con algo más que no puede apreciarse y dos huesos cruzados.
A la derecha hay una cabeza femenina (su madre) con un gorrito, del que salen a su vez dos lazos de nuevo vinculando símbolos de muerte: una pala cruzada con un ataúd y huesos.
Otro monumento interesante se encuentra junto a la tumba de Hume y representa a Abraham Lincoln con un esclavo libre dándole las gracias a sus pies, eregido en 1893.
Es el Monumento a los soldados Escoceses-Americanos. Es la única estatua de Lincoln en Escocia y el único monumento a la Guerra Civil Americana fuera de América. Y la primera estatua a un presidente Americano en cualquier otro país fuera de los EEUU. Fue costeado por América para un pequeño grupo de Escoceses, de los cuales solo uno, William Duff, está enterrado bajo el monumento, como agradecimiento por haber luchado por la Unión (del Norte) en dicha guerra. La inscipción reza: "Para preservar la joya de la libertad en el marco de la Libertad", una cita de uno de los escritos de Lincoln.
Visible desde bastantes puntos de la ciudad, según se entra en el Cementerio subiendo unas empinadas escaleras de piedra, se encuentra el Monumento a los Mártires, un enorme monolito de piedra. En 1793 algunos miembros de Los Amigos del Pueblo (Friends of the People), un movimiento a favor del sufragio universal, fueron enjuiciados y deportados, acusados de traición por atentar escribir a los franceses. Su verdadero crimen a los ojos de la justicia era reclamar el sufragio universal y los derechos del hombre de a pie de controlar su destino. Su líder era Thomas Muir y junto a otros cuatro seguidores, fue deportado a Australia el 30 de Agosto de 1793 donde se coonvirtieron en prósperos ciudadanos. El obelisco fue erigido en su memoria, y una inscripción en su plinto reza: "A la mamoria de Thomas Muir, Thomas Fyshe-Palmer, William Skirving, Maurice Margarot y Joseph Gerrald, erigido por los Amigos de la Reforma Parlamentaria en Inglaterra y Escocia en 1844", y un breve discurso de Muir y Skirving.
La Reforma Escocesa de 1832 finalmente trajo el derecho al voto y se les concedió el perdón en 1838, pero no se les dio pasaje de vuelta a casa y decidieron quedarse allí hasta el final de sus días. El monumento se puso en el Cementerio de Calton unos cincuenta años más tarde.
Cruzando la carretera y tras subir de nuevo por escarpadas escaleras de piedra y un camino bastante empinado, se llega a la cima de Calton Hill, la colina que domina sobre Edimburgo en el lado opuesto al castillo, y que cobija algunos de los monumentos más dispares destinados a hacer de la colina algo que nunca pudo ser por falta de dinero.
El Dugald Stewart Monument, en memoria del filósofo escocés se encuentra aquí arriba, construido en 1831, diseño del arquitecto William Henry Playfair que lo modeló a partir del Choragig Monument of Lysicrates en Atenas.
Poco más arriba de la colina, en el punto más alto de la misma y a 171 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el Monumento a Nelson, construido entre 1807 y 1815 para conmemorar la victoria de Nelson sobre los franceses y españoles en la batalla de Trafalgar de 1805 en la que murió. El monumento se creó en la forma de un gran telescopio mirando al cielo.
Y he aquí el monumento más conocido como "La Desgracia de Edimburgo"...
El arquitecto Playfair fue el responsable de muchos de los monumentos de la colina, pero el más llamativo de todos ha de ser el Monumento Nacional Escocés, planeado para ser otro Partenón que conmerose la memoria de los escoceses muertos durante las guerras napoleónicas. Su construcción empezó en 1826 pero en 1829 se quedaron sin dinero y nunca llegó a completarse.
Frente al inacabado Partenón se encuentra el Observatorio de la Ciudad, que desafortunadamente solo abre para visitas previamente concertadas y en grupos:
Las vistas desde Calton Hill son simplemente espectaculares, y para muestra unos cuantos botoncitos:
Arriba, vista hacia Princess Street, abajo vista hacia el puerto de Leith.
Vista a la cercana colina de Arthur's Seat (El asiento de Arthur), una montañita de origen volcánico en el Holyrood Park bastante accesible a pie que ofrece unas espectaculares vistas de la ciudad:
Más vistas de Edimburgo:
Al fondo abajo, el Palacio de Hollyrood, residencia de la casa Real en Escocia:
miércoles, 22 de septiembre de 2010
EL MUSEO NACIONAL DE ESCOCIA
Nuestra mañana amaneció lluviosa, por lo que decidimos adelantar nuestra visita al Museo National de Escocia y postergar el paseo por Calton Hill.
Antiguamente conocido como el Royan Museum, abrió sus puertas en el siglo XIX y fue ampliado en los años noventa. Es gratuito, te puedes pasar horas envuelto en pasajes de la historia del país y además te permiten hacer fotos de TODO su contenido, aunque unas salas están más iluminadas que otra. O puedes escoger un guía que te lleve por todo el recinto, que es extenso. Nosotros nos saltamos la parte prehistórica y romana porque no hay demasiada diferencia en cuanto a descubrimientos arqueológicos con otros museos que no hayamos visto ya en Reino Unido, Irlanda y Europa y porque teníamos que aprovechar el tiempo al máximo
El museo contiene objetos de todo el mundo, en intereses geológicos, arqueológicos, científicos, de historia natural, tecnología y arte. Una de las exhibiciones más notables es la que muestra a la oveja Dolly, el primer animal clonado, que está disecado aquí. Hay una exibición del antiguo Egipto y uno de los trajes del extravagante Elton John en otra parte del museo, además de un esqueleto suspendido de una ballena y el Millennium Clock, aunque esto no lo pudimos ver porque esa parte del edificio está siendo renovado y no abrirá hasta el próximo año.
Una curiosidad del museo es que el día de los Inocentes aquí (April's Fool, el 1 de Abril), casi siempre hacen una exposición de broma. En 1975, por ejemplo, se exibió un pájaro ficticio llamado Bare-fronted Hoodwink, supuestamente conocido por su innata habilidad de volar de los que lo miran antes de que puedan identificarlo con exactitud. Esta exposición incluía fotos borrosas de pájaros alzando el vuelo. Para hacer el asunto más convincente, un taxidermista "creó" una montura de partes de varios pájaros cosidos juntos, incluyendo la cabeza de una corneja negra, el cuerpo de un caradrino, y las patitas de un ave acuática...
De los objetos que me parecieron más interesantes para enseñaros se encuentra ésta guillotina, más conocida como The Maiden (La Doncella):
Mucho antes de la Revolución Francesa, los Escoceses ya habían inventado y utilizaban una máquina para cortar cabezas llamada The Maiden. De 1564 hasta 1710, cuando fue retirada de uso, se ejecutó con ella a unas 150 personas. Antes de 1654 se utilizaba una simple espada.
Fabricada de madera de roble era lo suficientemente "portátil" (se podía doblar como un carrito de bebé) para llevar a cualquier localización en la que necesitase ser utilizada.
Condenados de todas partes de Escocia eran llevados a Edimburgo para ser ejecutados, y los records de la Corte de Justicia de la época muestran los crímenes por los que una persona podía enfrentarse a La Doncella: asesinato, incesto, robo, traición, adulterio, falsificación y hurto.
Irónicamente la persona que se cree introdujo la idea de la máquina decapitadora en Escocia fue ejecutado con ella el 2 de Junio de 1581: James Douglas, el IV Conde de Morton gobernó Escocia de 1572 a 1578 durante la menoría de edad de James VI, y luchó duramente para mantener las buenas relaciones con Inglaterra y con los que apoyaban a Mary Queen of Scots. Estuvo implicado en el asesinato de su segundo marido, Lord Darnley y subsecuentemente sentenciado a muerte.Otros objetos expuestos que me llamaron la atencion: los escoceses ya tenían muestratio de tela. Escoja su color favorito para ese kilt, esas cortinas, esa alfombra...
Los escoceses inventaron el golf, para alegría de MacCloti:
Er... creí que era uno de los trajes de Elton John, peluca incluida, pero creo que va a ser que no... ¡Pero mis medias son similares!
Se puede morir con estilo...
Y se puede ser un muñequín en un ataúd del tamaño de un lápiz...
Estos pequeños ataúdes se encontraron en unas excavaciones en el Arthur's Seat, la montaña al fondo de Holyroodhouse Park, y nadie sabe para qué era, o quién o por qué se enterraron allí.
Y mi parte favorita fue esta exposición temporal e itinerante de unas curiosas piezas de ajedrez: THE LEWIS CHESSMEN, encontrados en 1831 y uno de los hallazgos arqueológicos más conocidos de Escocia. aparecieron en una playa de la Bahía de Uig, en la Isla de Lewis. Hay 93 piezas hechas de marfil y dientes de ballena en forma de reyes sentados, reinas, obispos, caballeros y sus monturas, guardianes y peones en forma de obeliscos.
Once piezas están ahora en el Museo Nacional de Escocia y las otras 82 se encuentran habitualmente en el British Museum.
Se cree que son de origen Escanidnavo y que pertenecieron a un mercader que viajaba de Noruega a Irlanda. Lo más probable es que fueran hechas a finales del siglo XII o principios del XII en Noriega, ya que el lugar donde se encontraron enterradas por ese entonces pertenecía al reino de Noruega y no al Escocés, y se piensa que se ocultaron en ruta para ser intercambiadas en Irlanda.
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