jueves, 31 de julio de 2008
miércoles, 30 de julio de 2008
FRANCO, HEIDI... Y YO (El rincón de Lar)
¿DONDE ESTA EL GUERRA?
Pero nunca me compré uno porque el personaje, con su estúpido gorrito y su jersey de rayas, simplemente me ponía de los nervios.
El que sí me compré fue este ejemplar de Ediciones B llamado ¿Dónde está el Guerra?, que hace burla y mofa no sólo del personajillo del jersey a rayas sino del antiguo Vice Presidente del Gobierno, Alfonso Guerra.
El tomito contiene diez láminas en las cuales el Guerra puede estar en cualquier sitio haciendo cualquier cosa. Puede hallarse en el Congreso, en la Expo, recibiendo al papa... Según la descripción de la contraportada... "Como no lleva Motorola, hay que localizarle visualmente, un juego! Una despiadada sátira político-social! Una pérdida lamentable de tiempo! Diez láminas de multitudes para lanzarse en busca de "El Guerra" perdido..."
La diversión, os garantizo, está asegurada. Incluso hay una página de "ejercicios" donde te dan una lista de personajes a buscar. Por ejemplo, en la imagen superior, que no está completa, pedían localizar además de al Guerra:
- Un flechazo de amor
- Un pabellón caníbal
- Un asno televidente
- Tres "coolis" cutres
- Dos brujas con escoba
- Un indio bailando
- Uno que está que se sube
- Dos piratas con garfio
- Cupido
- Un rajá
- Una rueda de timón
- Un esquimal fresco
- Cuatro estrellas escapadas y
- Un perro salchicha
¿Dónde está el Guerra? tiene ilustraciones de Joan March y se publicó en 1992, e incluye muchos de los rostros famosos de la época.
BUEN DIA!
Después del diluvio de ayer... hoy luce un bonito Sol. Buen día a todos!!
ACTUALIZACION
hh: 14:57pm
Fue bonito mientras duró...
martes, 29 de julio de 2008
LA BICI (El rincón de Lar)
Creo que mis padres habrían preferido un chico. Me consta que mi padre se desilusionó un tanto al ver mi falta de "atributos" ahí abajo. Lo sugieren el hecho de que mis primeros juguetes, que sin duda habían sido comprados antes de mi nacimiento, fueran un tambor, un tren eléctrico, un barquito para la bañera, una cometa y una bici que apenas pude usar. No estoy diciendo que estos juguetes no sean adecuados para una niña, de hecho me encantaría poder comprarme algun día un tren eléctrico de los de antaño, con sus vagones en miniatura y sus vías interminables. Pero en la sociedad sexista de los setenta, no eran artículos que se adquiriesen normalmente para una niña. No es de extrañar que posteriormente creciera negándome a usar faldas y sujetadores, aunque esta etapa no duró demasiado.
El tambor apenas lo recuerdo. Creo que me fue arrebatado antes de que pudiera hacer mayor estropicio a los tímpanos del vecino. O de todo el barrio, porque en aquellos años aún teníamos la terraza abierta y estoy segura de que un décimo piso habría sido el escenario perfecto para disfrutar de una magnífica acústica junto al mar.
El tren me dio muchas horas de juego. Al final acabé cansándome de los vagones y su recorrido ovalado y monotono. Pero las vías, adecuadamente encajadas en un cucurucho hecho de papel de periódico, sirvieron de "churros" o "porras" durante años.
Mi cometa era preciosa, de un plástico duro y papel de colores, representando un loro multicolor. Creo que me la había comprado mi padre en sus tiempos marineros en Canadá. Como no se me permitía bajar a la calle sola y mi madre no estaba demasiado por la labor, tenía que esperar las raras ocasiones en que mi padre se dignaba a llevarme al paseo de la bahía, aún con su tierra amarillenta de albero, y volaba la cometa por mí. Pronto mi fascinación con la cometa llegó a su fin, al no poder manejarla de primera mano. Quizá mi padre actuó un poco egoístamente y se la había comprado para sí mismo.
En cuanto a la bici, me la regalaron con cuatro años y fue mi primera y la última durante muchos años. De hecho, no volvería a tener una bicicleta en condiciones hasta que tuve 22-23 años, y ya fue una "sofisticada" Mountain-bike. Mi primera era roja (como la segunda), muy parecida a la de la foto superior, según recuerdo, creo que era una BH, de cuatro ruedas, claro. Como no se me permitía bajar a la calle a ejercitar mis dotes a lo Perico Delgado o Indurain, me tenía que conformar con el pasillo de casa. Mi circuito comenzaba al fondo del pasillo. Bajaba corredor abajo (este tendría unos 3,5 ó 4 metros de largo), salía al salón, donde justo frente a la puerta del pasillo estaba la alargada mesa que sólo utilizábamos en Navidad, cumpleaños y ocasiones especiales, la rodeaba y volvía pasillo arriba. Y vuelta a empezar mi pequeño tour.
Cuando aprendí a manejarla con soltura, papá me quitó una rueda. Con mi triciclo seguí practicando mi recorrido, cada vez más rápida, excepto las irregulares veces que mamá bajaba conmigo a la bahía y podía pedalear todo recto hasta cansarme. Al principio en casa, para compensar la rueda perdida, volcaba todo mi peso en el lado que todavía tenía rueda. Poco a poco recuperé el correcto balance y a las dos semanas pedí que me quitaran la que quedaba, pero no habría de ser. En uno de mis virajes calculé mal la distancia, rayé la pata de una silla, la de la mesa y empotré el eje de la rueda en la pared empapelada, haciendo un boquete de unos dos centímetros de profundidad y unos cuatro de diámetro. Fue el fin de la bicicleta.
Nunca aprendí a pedalear con dos ruedas hasta que años después mi ex me regaló la Mountain Bike y me costó unas cuantas caídas que me hicieron sentir y parecer bastante ridícula. Pedalear no era problema, una vez que me ponía en marcha no había quien me parase. Ese era precisamente el problema. Que no sabía como parar y bajarme, hasta que aprendí a base de apretar los frenos, saltar o simplemente dejarme las rodillas que no me dejé de pequeña.
Con 10-12 años pedí por Reyes unos patines, aquellos horribles Sanchetskys con un taco de goma dura en el frente, que se ataba al pie con correas y tenia una lengüeta deslizante en el centro para amoldar a diferentes tamaños de peana. Por entonces se me permitió bajar a practicar alrededor del bloque, donde junto a otras niñas con similares patines, recorría todo el perímetro alrededor del edificio, sorteando a veces peligrosamente las columnas. Nunca le cogí el truco a quello del patinaje y más de una vez acabé por el suelo debido al brusco frenazo que producía el taco de la puntera. Los patines acabaron en el fondo del armario y mi anatomía segura. Cuando mi madre se los quiso regalar a mi primo muchos años después, este casi se muere de la risa al ver aquel armatoste plateado y obsoleto, sustituído por los patines de bota.
Mi hermana tuvo una bicicleta amarilla y plegable. Tanto, que sólo abandonó el mueble donde guardábamos los juguetes un par de veces. La única bicicleta que mi hermana utiliza estos dias, es la estática.
Definitivamente estamos peleadas con las ruedas...
lunes, 28 de julio de 2008
104 AÑOS DE HISTORIA EN HUMO
Ahora mismo, un Go Cart acababa de abrir y este mes se tenía preparado un show aéreo de los Red Arrows sobre el muelle.
Mientras tanto, el viejo Birnbeck Park, al otro lado de la ciudad, está en ruinas, aunque fue comprado en 2006 y se prometió restaurarlo.
EL VIDEO (El rincón de Lar)
sábado, 26 de julio de 2008
LAS MUÑECAS TAMBIEN SABEN DE RELIGION
En un principio Fulla salió al mercado con ojos negros y cabello oscuro con veteado rojizo, pero más tarde fueron sacando versiones con el cabello y ojos más claros. La vestimenta original era la abaya y el velo negro en la cabeza para el mercado saudí, y se comercializaba sin velo en otros países para no parecer "extremista". En países más liberales, aparece con abrigo beige y velo blanco. Debajo, los vestidos han evolucionado hasta colores más vivos, pero los hombros siempre se cubren y la falda debe sobrepasar las rodillas, como marca la tradición de un país donde la mujer debe mostrar tan poca piel como le sea posible.
En Arabia Saudí, Fulla es anunciada en Tv con un spot animado en el que se muestra a la muñeca en su día a día, orando a la salida del sol, cocinando tartas, recibiendo a su amiga o leyendo en la cama por la noche.
Algunos padres islámicos son de la opoinión de que si las niñas se acostumbran a usar el velo en sus muñecas, no dejarán de usar la hijab ellas mismas. En total, y hasta el momento, se han vendido más de un millon y medio de estas muñecas, consideradas un modelo para la infancia musulmana. Y la muñeca en cuestión no es barata, si consideramos que el ingreso medio de los países a los que va destinada Fulla es de $3100 y la muñe cuesta $10. Pero hay una versión más económica de la misma empresa, llamada Fulla Style. Al parecer en China se ha fabricado otra similar, llamada Fulah, que se vende en una caja muy parecida.
Fulla se vende también con una serie de complementos como paraguas, relojes, bicicletas, cámaras, reproductores de Cd, etc., etc., y tiene su propia página web , donde se pueden visualizar algunos de los comerciales de los que os hablaba más arriba.
ALGO UN PELIN DIFERENTE
Descubrí a este grupo hace poco menos de un año, aunque llevan más de media década grabando discos, utilizando canciones hiper conocidas y dándole ese sonido gregoriano que a algunos gusta y a otros saca de quicio. A mí particularmente me gustan bastante. Os dejo un vídeo que a Ana le va a sonar mucho. Las calles de Santiago nunca tuvieron mejor uso.
viernes, 25 de julio de 2008
COMETA
miércoles, 23 de julio de 2008
DOÑA CONCHA (RELATO)
MAMMA SICILIA!
Si hay algo que me disgusta es abrir el periódico, digital o físico y leer sobre la muerte de algún actor conocido, sobre todo si está en mi lista de los más queridos, favoritos y/o admirados.
Estelle Getty es un rostro del pasado, no la he visto en mucho más despues del boom de Las Chicas de Oro, del cual hable aquí. Pero no puedo olvidar, ya no que la serie fuese todo un éxito de audiencia, sino sus afiladas y frecuentemente sarcásticas contestaciones para todo aquel que quisiera oirlas. Y a la vez, la ternura de ese personaje que no dejaba el bolso atrás ni para meterse en la cama.
Ha muerto una artista de la comedia después de padecer demencia senil, a los 84 años, seguramente riéndose de la sombra oscura que la iba envolviendo poco a poco. Quizá se olvidó de que fue actriz, quizá pensara que su vida era una comedia. A lo mejor incluso se olvidó de sus preciados galardones, conseguidos en 1986 y 1988 por la serie que nos la trajo a casa allá en los ochenta.
Me hiciste reir tanto, que ya me saltaste las lágrimas antes de irte...
MUNDY - JULY
Aún es Julio!!!
lunes, 21 de julio de 2008
IN BRUGES
sábado, 19 de julio de 2008
A NADIE
viernes, 18 de julio de 2008
HOMENAJE A NINS: RECUERDOS DE UN DISCO (Colaboración de Lombard)
Debo, ante todo, agradecer a Candela que me permita colaborar en su blog y a Marta Minguella y Mónica Torrens la información que han aportado. Me siento muy honrado de poder participar en este homenaje y reivindicación de estos niños que alegraron mi infancia, y la de tantos, con sus canciones y simpatía y sobre los que hasta hace tan poco nada podía encontrar el nostálgico que quisiera revivir momentos mágicos o simplemente curiosos. No sé si me saldrá un homenaje o por el contrario sus protagonistas querrán estrangularme. Pero todo lo que aquí escriba lo haré desde el más sincero agradecimiento y cariño.
En la foto están los intérpretes, cuatro niñas y dos niños. Todos vestidos igual con pantalones negros y jerséis a rayas azules y blancas. Vemos a tres chicas rubias y una morena y un niño rubio y otro moreno. En la foto posan en un parque, hay palmeras, césped y si nos fijamos, al fondo, un banco con una persona sentada. Aquí tenemos a Nins.
Nuestros sonrientes artistas posan agrupados en dos tríos o tres parejas, tanto da. Los chicos y una chica en tierra a gatas y las otras tres niñas sentadas “a caballito”. Durante años lo único que sabía es que eran los que cantaban las canciones del disco. Pero nada más conocía al respecto, ni siquiera sus nombres. Ay, aquellos tiempos sin Internet...
Por suerte hoy algo más conozco, en gran medida gracias a este blog. Naturalmente son los mismos componentes de Nins que aparecen en la última foto del post anteriormente dedicado a ellos. De hecho caigo en que debió ser la misma sesión. Hoy ya sé que se llaman Mónica Torrens, Laura Pérez, Angelita y Fina Montuenga, Manuel Cardona y Agustín Huertas y posan para la cámara en el parque de la Ciudadela de Barcelona.
Lo que he llegado a disfrutar escuchando este vinilo durante años. Las canciones nos indican en qué año estamos: “Grease (tú eres a quién yo más quiero)”, "Las canciones de los peques”, “Gallina Cocova”, “El plátano”, “Mazinger-Z”, “La abeja Maya”, “Orzowei”, “Cantemos juntos” y “Sargento Peppers”. Casi nada para los nacidos en los 70, las series míticas de aquellos años. Caso aparte la última, una traducción de un éxito de los Beatles.
Por algún motivo mi canción predilecta es la única cantada en inglés, idioma que jamás he aprendido (en mi colegio sólo se enseñaba francés). No la entendía ni falta que me hacía, era sonora y muy pegadiza y las voces me encantaban al oído. La continua repetición de texto tenía la ventaja de hacerla más asequible al oído.
Siempre me chocó la existencia, en el mercado discográfico, de dos versiones de “Las canciones de los peques”, “La gallina Cocova” (que no “Cocouaua”) y “Orzowei” que ese mismo año también cantaron Enrique y Ana en su trabajo “El disco para los pequeños con Enrique y Ana”. Me parecía encantador el toque de Nins al llegar a “Todos preparados porque vaaamos a cantar”, que hacía que su versión sonara distinta y propia.
También “El plátano” me divertía pues conservo un vinilo de “Pequeñines” en la que también la cantan. Hace unos días Marta Minguella me sacó de dudas al respecto.Ahora que he conocido a Marta he entendido la importancia que para ella tenía el enfoque de Nins. Nada de giras o rodaje de películas durante meses perdiendo las clases de la escuela, nada de descuidar la técnica y limitarse a un playback. Y ante todo nada de perder la inocencia de la infancia.
Creo que valoro hoy más su trabajo que de niño pues entiendo muchos otros matices. Me gusta contemplar la foto de aquellos cantantes, tan sonrientes y angelicales, pues lo hacían para alegrar a los niños de entonces y hoy sigue siendo útil para lo mismo su trabajo. Más de una persona, entre las que me tengo que incluir, al mirar atrás años después, malinterpretamos los uniformes y las simples coreografías en el escenario, sin percibir la importancia de que cantaran en directo (tardé años en saber qué era eso) o del trasfondo didáctico. Hoy, gracias a Marta Minguella ha quedado todo aclarado y se ha revalorizado en mi corazón la trascendencia de Nins en la música infantil, ya de por sí enorme desde siempre.
Pero lo importante es que nos hicieron felices a nosotros, ellos lo fueron y hoy son personas mayores establecidas con familias, carreras universitarias y buenos trabajos.Otros niños artistas se dejaron la inocencia, la salud y hasta la vida en el experimento.
Así que desde aquí mi agradecimiento por siempre a Nins, a todos y cada uno de sus componentes, y a Marta Minguella por hacerme más feliz en mi infancia y por permitirme ahora revivirlo.
Un abrazo a todos.
Lombard.
jueves, 17 de julio de 2008
Y ENTONCES FUERON 6: LOS SEGUNDOS NINS
Posiblemente la formación más conocida de Nins por los niños de mi generación.
En aquel tiempo Tino de Parchís y Mónica sorbían los vientos el uno por el otro. Tanto, que incluso crearon un código secreto de movimientos en el escenario que sólo tenía significado especial para ellos. Si Mónica se tocaba un calcetín, era un gesto dedicado a Tino. Si Tino al cantar cierta estrofa guiñaba un ojo a la cámara, era un guiño para Mónica. Y cómo no, esto fue motivo de guasa en las agrupaciones, que cuando coincidían en el mismo avión, les tarareaban la marcha nupcial mientras ambos se sentaban juntos.
Así, con todo esto, no es de extrañar que repetidas veces se les llamara la atención en el Hotel Convención de Madrid por el jaleo en las habitaciones, o que en cierta ocasión estando los adultos a su cargo tomando algo en la terraza de un hotel a pie de playa en A Coruña, fueran distraídos por las risas y gritos provenientes de la orilla, sólo para descubrir a Los Nins, completamente vestidos y calzados con sus brillantes zapatitos de charol recién comprados, haciendo carreras de natación mientras Parchís y Regalíz les jaleaban desde tierra seca, convencidos de que, de imitarles, serían fuertemente reprendidos por sus mánagers. O aquella otra en Prado del Rey, con Botones y Parchís corriendo tras ellos, que se las habían ingeniado para "sustraer" 6 de los trajes de Teresa Rabal y su troupé.
En cuanto a dónde están y qué hacen en el día de hoy: Agustín Huertas, el rubito de rizos, desafortunadamente falleció hace unos meses en un accidente motorístico en su ciudad natal de Barcelona, donde era abogado y notario y estaba casado con una chica brasileña con la cual, no tenía hijos. Agustín, paradójicamente era el segundo de seis hermanos aunque de algún modo sea el cuarto. ¿Confusos? El primer parto de su madre trajo trillizas y el segundo a Agustín, de modo que no se sabe si es segundo o cuarto. A Agustín se le uniría más tarde en el grupo su hermano Bruno. El último hermano es Carlos, que nunca deseó cantar.
OS VOY A ENSEÑAR LAS BRAGAS (LITERALMENTE)
Nueva York es el paraíso del comprador. Diferentes distritos alojan diversos tipos de tiendas con una oferta de precios variada. El Flatiron District, por ejemplo, antiguo centro neurálgico de los shoppers, a lo largo de la Quinta Avenida, era conocido antiguamente como The Ladies' Mile (La Milla de las señoras). De hecho, frente al Parque de Madison (Madison Square), se erige un reloj, delande del numero 200 de Fifth Avenue que marca el final de dicha milla de tiendas que una vez estuvieron de moda y se consideraban lo mejor de lo mejor de Manhattan.
Al final de la Quinta Avenida, cerca de la Cathedral de Saint Patrick y del Rockefeller Centre se encuentra una de las tiendas de más prestigio y más caras de la ciudad: Sack's Fifth Avenue, sinónimo de estilo y elegancia y considerada el gran almacén de mayor calidad. Ni qué decir tiene que sólo entré para mirar las ropas de diseño y complementos a precios abusivos. Salí apestando a tres marcas diferentes de perfume.
El guiri dice que son bragas de pilingui, y a mí también me lo parecieron y por eso las compré. Bragas neoyorquinas como las que sin duda usaría Julia Roberts en su papel de Pretty Woman (si es que llevaba). Y es que precisamente como Julia en esa película me sentí yo cuando fuí a otra tienda de postín, Tiffany's. Era el día de mi cumpleaños y había decidido darme un homenaje y comprarme algo relativamente caro, si sólo por tener la famosa bolsita turquesa, pero no iba a ser. Una vendedora de cabello cardado como sólo las mujeres americanas saben hacerlo, me ignoró completamente con su acento nasal mientras prácticamente me miraba de arriba a abajo, y me marché tan ofendida que olvidé lo que quería. Podría haber cambiado de mostrador, pero tras esperar media hora a que dejara de hablar con la anterior compradora y recibir la más despreciativas de las miradas, se me quitaron las ganas.
Debí haber supuesto que sería así cuando para subir a la segunda planta desde el lobby hay que tomar un ascensor con un ascensorista de guante blanco y uniforme impecable lleno de botoncitos dorados que va enumerando los productos de cada planta.
Pero natualmente "la tienda" por autonomasia es Macy's. Aquí se puede comprar absolutamente de todo, y la visité en varias ocasiones, siempre adquiriendo una cosa u otra. Los dependientes son amables y te proporcionan muestras en lugar de atacarte vílmente con un vaporizador. Es una tienda inmensa (ocupa toda una manzana) donde se respira historia. El fundador, Rowland Hussey Macy abrió una pequeña tienda en otra calle no muy lejana, en 1857. Y escogió como logo una estrella en honor a un tatuaje que llevaba desde sus tiempos de marinero. Cuando Macy murió en 1877, la tiendecita se había extendido al o largo de 11 edificios, y se expandió más cuando los dos hermanos que habían dirigido el departamento de cerámica y cristalería, Nathan e Isidor Straus, se hicieron cargo de los almacenes. En 1922 los 14 locales se habían quedado pequeños para el volumen de mercancía y se compró el lugar desde donde opera ahora, que además tiene su propia estación de metro en el subsótano. En el interior, algunas de las escaleras mecánicas aún son las originales, de madera. Y es muy divertido subir en ellas, os lo seguro. Es como flotar en el Arca de Noé!
La entrada de la calle 34 (sí, la del Milagro), todavía conserva sus cariátides originales y el reloj, las letras esculpidas y toda la ornamentación desde su apertura. En la entrada principal hay una placa también en conmemoración a Isidor y su esposa, que perecieron en el hundimiento del Titanic.
Chinatown (volveremos de visitaen otro post), donde nadie habla inglés, es como un mercadillo gigante, donde artistas callejeros, tiendas de a dólar y bisutería se mezclan con museos, restaurantes, y todo tipo de baratija.
Para los amantes de la música y el cine, parada obligatoria es la enorme tienda de Virgin (creo que era una de las mayores de América), en la céntrica Union Square.
miércoles, 16 de julio de 2008
LAS RECETAS DE LA ABUELA (El Rincón de Lar)
I'M A SUPERFREAK, OH YEAH
No apta, por supuesto para corazones sin sentido del humor, sin imaginación ni para nenas engreídas.
Viva lo Friki! Bandas para: Alasse, Inma, Marisa, Sergio, todas las Estherianas y las que tienen placeres ocultos tras las cortinas.
¿Alguien más se autoproclama friki del año?
ACTUALIZACION (añado este video a petición de Susana Ce)
martes, 15 de julio de 2008
MIRA COMO BRILLO
LIBROS CON SOLERA
La Enciclopedia tuvo una reedición tipo coleccionista hace unos años, pero ésta es la original Enciclopedia Alvarez en edición de 1962. El Libro Primero de Lecturas (el tercero de la imagen) es del 58, de la Editorial Edelvives; el Libro Segundo de Lectura (segundo en la foto), es del 56 de la misma editorial.
El Camarada (Método Completo de Lectura), de José Dalmau Carles, es de 1930, y perteneció, a juzgar por las firmas en la primera página, a Vicente y Luisa Valls.
BROADWAY Y SUS TEATROS
Estos días que el musical Mamma Mia! aparece cada dos por tres en los medios debido a su adaptación para la gran pantalla, he recordado que cuando estuve en Nueva York acababa casi de estrenarse en las salas de teatro. En mi recorrido por Broadway en el viajecito de dos semanas en Marzo del 2002, pasé por delante del rdeWinter Garden en pleno centro del distrito teatral, pero no me animé a ver la función porque esa noche había conseguido tickets para mi obra favorita de todos los tiempos: El Fantasma de la Opera. Uno no puede ir a Nueva York sin haber entrado, al menos, en uno de sus teatros, y no para curiosear precisamente. Además las entradas estaban tiradas de precio, pagué sólo $20 por un asiento en el mezzanine. ¿Cómo conseguí un ticket tan barato? Pues haciendo cola (por cierto, muy breve), en Times Square.
En la planta baja de este edificio solía haber una sala de teatro donde en los años 40 cantaba Frank Sinatra. Arriba del todo hay una torre con un reloj y una especie de cúpula en forma de alcachofa, que antaño solía estar encendida para mostrar todo el esplendor de esta magnífica mole construída en 1927 y tenía una terraza-mirador.
Y no muy lejos, está el Ed Sullivan Theater, desde donde se emite cada noche el David Letterman Late Show.
Por esta zona también se encuentran teatros como el Amsterdam, el Lyceum, The Booth, el Shubert Alley, el Carnagie Hall, el Majestic... Ah, cuántos recuerdos!
El Lyceum es espectacular en su fachada. Es el teatro más viejo aún en uso de NY, construído en 1903 en estilo barroco para el productor Daniel Froman, que tenía un apartamento en el edificio, completo con una trampilla que daba justo sobre el escenario.
El Lyceum hizo historia al batir récords de representación con Nacida Ayer (1600 representaciones). También fue el primer teatro designado de interés histórico. Y doblando la esquina hacia la derecha, me di de bruces con el Edificio Miller, de fachada cuanto menos chocante en cuanto a su arquitectura, ya que el edificio a continuación y que hace esquina es un McDonald's, frente a Times Square.
El Miller Building fue una antigua tienda de zapatos antes de la II Guerra Mundial, y las esculturas de la fachada son cuatro estatuillas de las actrices americanas Ethel Barrymore, Marilyn Miller, Mary Pickford y Rosa Ponselle. Aparentemente Israel Miller era un zapatero Polaco que llegó a NY y empezó a hacer zapatos para muchas producciones teatrales. Sus diseños se hicieron famosos y muchos personajes del vaudeville de la época encargaban su calzado allí. La verdad es que entre tanto anuncio, carrito de perritos calientes y publicidad, si no se sabe dónde está, es dificil de localizar:
(Es el edificio detrás de esa parabólica, entre ésta y la pancarta azul). Calle arriba, pasando la gran M amarilla, girando en la primera manzana, hay otro teatrito pequeño, el Cort, cuya fachada se inspiró en el Petit Trianon de Versailles. En su interior hay un busto de Maria Antoinette sobre la ventanilla de tickets. Aquí tuvieron lugar las premieres de El diario de Anna Frank y Sarafina!
Y unas calles más arriba, bastante más lejos, se halla un edificio que parece fuera de sitio en Nueva York, El City Center of Music and Dance, con una ornamentada estructura de estilo arábigo con azulejos españoles, diseñado en 1924 como un Templo de Adoración Masónico. Más tarde el alcalde La Guardia lo salvó de los promotores inmobiliarios y lo designó como sede de la NY City Opera and Ballet en 1943.
Y por último el Carnagie Hall, aunque en la foto no se ve muy bien debido a la sombra del edificio de enfrente, pero ese año llevaba mi cámara Canon y me negaba a comprarme una digital. Ya volveré algún día para repetir aquellas fotografías que no quedaron de mi agrado.
Abrió sus puertas en 1891 en lo que entonces era un suburbio neoyorquino, y se dice que tiene el mejor sistema acústico del mundo. Tchaikovsky fue el conductor invitado en su apertura y atendieron las mejores familias de la ciudad, muchas de las cuales esperaron durante una hora antes de poder bajarse de sus carruajes. Y en fin, qué os voy a contar del Carnagie, para eso está Wikipedia.
Esa noche, como os dije anteriormente, me fui a ver El Fantasma de la Opera en el Majestic, uno de los teatros más grandes de Broadway, con un aforo de más de 1600 asientos e inaugurado en 1927.