Lamento muchísimo tener que decirle lo poco que me ha gustado su película
El intercambio y lo lamento por varias razones: porque es usted un ídolo incuestionable para gran parte de mi público, que
me odiará por lo que voy a escribir, y porque, como bien sabe, puesto que me lee regularmente, no me gusta decir cosas malas en este mi humilde blogsito, pues se me desata la lengua, escribo barbaridades y luego me arrepiento.
Me duele de verdad comunicarle que
su película es simplona y maniquea, con malos malos y buenos buenos que luchan por la justicia y liberan a las pobrecitas mujeres encerradas. ¡Bieeen!
Su guión hace agua por varios agujeros. En primer lugar, ¿hay algo menos creíble que un niñito impostor? En segundo, el asesino del hacha es de una truculencia inapropiada. Me dirá usted quizás que es absolutamente real, y yo no lo dudaré, puesto que no lo he comprobado, pero, señor Eastwood, un guión no tiene por qué ser coherente con la realidad y en el suyo, querido Clint, si me permite la familiaridad, el hacha chirría como si le faltara desengrasante. Y en tercero, la escena de la ejecución roza lo grotesco, se alarga innecesariamente y a mí, qué quiere que le diga, señor Eastwood, me aburrió. Creo que soy la única persona del mundo que se ha dormido durante un ahorcamiento.
Y qué decir de la excelsa señora
Jolie, totalmente desaprovechada, que no hace nada más que de llorar y que de sufril. Cansa ya tanto moco y tanta nariz enrojecida.
En fin, señor Eastwood, que, sea como sea y a pesar de los pesares, le deseo a usted un año nuevo lleno de felicidad y candidaturas a los óscars y vacío de pena de muerte. Reciba un cordial saludo. Atentamente,
Noemí
El intercambio (Changeling) de Clint Eastwood, con Angelina Jolie y John Malkovich.
EEUU 2008.
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