En fin, que he vuelto a ver alcaravanes, pero solo 3 ejemplares. Ni rastro del grupo más grande de primeros de mes.
Y, en cuanto a los sisones, he vuelto a ver a los 4 que quedan en su zona de siempre. Los he estado siguiendo un rato, a distancia, con las últimas luces y les he hecho una serie de imágenes, pero muy, muy malas. Aquí la dejo y la comento por encima. Ni siquiera me he molestado en colocarlas en orden.
Tres ejemplares vigilantes.
Un único individuo alimentándose.
Los cuatro juntos caminando por un rastrojo.
Dos accediendo a un baldío recién roturado.
Los dos de antes.
Uno solitario sacudiéndose el calor del atardecer.
Tres de ellos caminando en línea por un rastrojo.
Dos accediendo a un baldío recién roturado.
Los dos de antes.
Uno solitario sacudiéndose el calor del atardecer.
Tres de ellos caminando en línea por un rastrojo.
Y eso es todo.
3 comentarios:
Buenos días:
le quería comentar un tema que a mi, seguramente en mi ignorancia me parece curioso, pero que comentando con los vecinos que viven en la zona no habían visto en otro años: resulta que ya desde hace un tiempo y sobre todo en estos últimos días del verano, al atardecer, miles, pero miles, bandadas inmensas de tordos, nubes, se dejan caer, en un aterrizaje perfecto, sobre los arbustos del río, en Lerma, un poco más abajo del puente viejo, enfrente de la casas de la urbanización. Y allí se quedan toda la noche para irse al amanecer. Es todo un espectáculo.
Supongo que aprovechan el agua y los insectos y la cantidad de arbustos que hay en esa zona del río. Gracias
Buenas,
La verdad es que ese no creo que sea un problema. El verdadero problema es la sobredimensión que han tomado los sauces crecidos en medio del río. Espero que un año de estos con las crecidas, no tengamos que acordarnos, sobre todo, las gentes que viven en la urbanización... La CHD debería hacer algo urgentemente. En cuanto a los estorninos (los tordos), tampoco son tantos comparados con las agrupaciones que se forman en varias ciudades de nuestro país, incluído Burgos capital. Aprovechan el lugar para dormir debido sobre todo al refugio que suponen esos sauces. En cuanto llegue el frío y se caigan las hojas, se irán de ahí, no hay más problema. Eso sí, el espectáculo es bien bonito, tanto cuando entran como cuando salen. Gracias por seguir mi blog.
La tercera foto, de los cuatro por
el rastrojo, me parece preciosa, es la imagen idílica de la Naturaleza real, sin vallas, sin zoos, libre y tranquila, auténtica.
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