Seguimos inmersos en una buena borrasca. Hoy ha estado lloviendo toda la mañana y de manera espectacular. Solo ha parado un poco a última hora. Las temperaturas, debido al cielo encapotado, han sido muy suaves, la mínima que he registrado han sido 4ºC a las 08:00 horas.
En cuanto a lo ornitológico, hoy sí que he apreciado un buen meneo en varias especies y eso me complace, satisface y, sobre todo, entretiene.
Hay una sedimentación elegante de avefrías, especie que no había registrado en todo el invierno, con varios grupos dispersos por toda la zona. Igual que ellas, 200 chorlitos dorados. Las lavanderas blancas están a tope, así como sus primos los bisbitas comunes y, los más escasos, bisbitas alpinos. Pero después de este resumen, voy a desgranar la jornada de
birding de hoy.
En el cercano vacuno (pero sin vacas ahora) de Báscones ha habido un aumento significativo de lavanderas y bisbitas. Entre las primeras (unas 30) he localizado, al menos, dos
yarrellii. Una de ellas la que os mostré aquí hace unos días. Además, casi una centena de bisbitas comunes y, entre ellas, he podido ver un mínimo de tres bisbitas alpinos de los que he podido fotografiar dos. Este primero que se portó de maravilla.
Y, este segundo, en otra estaca más lejana junto a un escribano soteño.
Pero lo más interesante del día ha sido la observación de un grupo de chorlitos dorados entre Zael y Santa Cecilia, en el mismo lugar que los localicé en el 2009. Una rapaz los levantó a lo lejos y se dedicaron a dar un par de vueltas antes de posarse. No he podido acceder al lugar exacto debido al estado lamentable de los caminos por las lluvias. Aún así, pude hacerles una foto a la cabeza del grupo en movimiento pero, eso sí, tendréis que confiar en mi si os digo que son dorados...
¡Y aparecieron las avefrías! Ni una en todo el invierno. No las veía desde el paso postnupcial cuando se dirigian a sus lugares de invernada. Pero, hoy, he visto varios grupos repartidos de la siguiente manera: 26 en Santa Inés, otros tantos en Villamayor de los Montes, un grupo de 40 y otro de 60 en Zael. Si hubiera tenido más tiempo y más acceso por los caminos habría visto más. Estas forman parte del grupo de 40 de Zael.
Y las avutardas, en su lugar de estos últimos días, también han aumentado. De los 7 ejemplares que venía observando, hoy han pasado a 26.
Ni rastro aún de estivales. Lo único que denota que algo cambia en lo fenológico, además de las aves norteñas que están de paso ya de manera notable, son los cantos de totovías, trigueros, pinzones vulgares, etc... Parece que el tiempo mejora estos días así que, a lo mejor, mañana hay más suerte.