Dos datos significativos de estos dos últimos días, uno de pelo y otro de pluma. El día 5 a primera hora de la mañana, una nutria adulta cruzó la carretera que une Lerma y Quintanilla del Agua, cerca de la primera población. La orilla del río dista del paso unos 150 metros. ¿Qué hará este bicho lejos del agua cuando está despuntando el día? Y, lo curioso, no es que fuera dirección al Arlanza, sino que iba en dirección opuesta a refugiarse, en principio, en un pequeño arroyo que no creo que tenga más de un palmo de agua.
La segunda noticia es fenológica. El día 6, que no estaba de pajareo propiamente dicho pero sí por la zona por otras cuestiones, pude ver un macho de collalba gris sobre un montón de piedras cerca de la localidad de Villamayor de los Montes, primer ejemplar del año.
Por lo demás, pocas novedades. Como dije en mi entrada del aniversario, para este segundo año me he propuesto ir sacando todas esas especies que aún no habían salido fotografiadas aquí. El día 5 conseguí unas fotillos, solo decentes, de un agateador común en una ribera urbana de Lerma. Aquí os dejo tres de este curioso pájaro.
En la laguna de Quintanilla del Agua, un adulto de garza real. También seguían la pareja de cigüeñas blancas.
Mostrando entradas con la etiqueta nutria. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta nutria. Mostrar todas las entradas
domingo, 7 de marzo de 2010
miércoles, 8 de abril de 2009
08/04/2009. MÁS AVUTARDAS Y POCAS NOVEDADES
Lo más interesante de esta mañana ha sido el número de avutardas. He visto dos grupos, uno de 24 ejemplares y otro de 8, bien separados. El primero entre Zael y Tordómar y el segundo entre esta localidad y Santa Cecilia. Era muy temprano, pero alguno de los machos empezaba a "ponerse chulo", mientras otros se enzarzaban y encaraban con los demás, como se aprecia en una de estas fotos tomadas a gran distancia.
Para acabar, unas fotos de especies que he hecho hoy que no habían aparecido hasta ahora en el blog. Un macho de colirrojo tizón cantando a todo meter por las calles de un pueblo. Una hembra de gorrión común y un pardillo común de tonos muy apagados aún.
Lo más interesante de esta mañana ha sido el número de avutardas. He visto dos grupos, uno de 24 ejemplares y otro de 8, bien separados. El primero entre Zael y Tordómar y el segundo entre esta localidad y Santa Cecilia. Era muy temprano, pero alguno de los machos empezaba a "ponerse chulo", mientras otros se enzarzaban y encaraban con los demás, como se aprecia en una de estas fotos tomadas a gran distancia.
La segunda cosa en orden de importancia ha sido la observación de una nutria en el Arlanza, a unos 300 metros aguas abajo de Lerma. Un adulto precioso que se ha dejado ver unos instantes. Estaba en una zona de difícil acceso, de ahí que la foto sea tan mala, pero se ve lo que es.
He tenido que esperar hasta hoy para ver y oir mi primer torcecuello del año. Ha sido en un soto de sauces junto al Arlanza, también en Lerma.
Y en la misma zona, una pareja de águilas calzadas en pleno vuelo nupcial, marcando el territorio. Así que, como han estado un rato, he podido mejorar las fotos de días pasados, pero aún queda mucho. Os dejo tres del ejemplar que volaba siempre más bajo ¿la hembra?
Cerca volaba este ratonero y, justo debajo, el siguiente descansaba para siempre como consecuencia de un choque con algún vehículo en la A-1, ya que estaba debajo del puente de esta autovía que cruza el Arlanza.
Para acabar, unas fotos de especies que he hecho hoy que no habían aparecido hasta ahora en el blog. Un macho de colirrojo tizón cantando a todo meter por las calles de un pueblo. Una hembra de gorrión común y un pardillo común de tonos muy apagados aún.
viernes, 13 de marzo de 2009
13/03/2009. URA-CASTROCENIZA
Esta mañana me he dado una vuelta por la ribera del río Mataviejas, para ir respirando primavera. Entre Ura y Castroceniza, el río se encajona y forma paredones calizos y de aglomerados recubiertos de sabinar y con pequeños esbozos de bosque de ribera en su interior. Un sendero une estos dos pequeñísimos pueblos, casi desiertos en invierno, por la parte más profunda del cañón en algunos tramos. Ideal para ir observando cambios fenológicos en un día como el de hoy que, en la provincia, se han alcanzado los 20ºC en algunos sitios.
Comencé mi paseo muy pronto, con las primeras luces. Lo primero que llamó mi atención fue una ardilla que hacía las veces de ave rupícola, sentada en lo alto de un peñasco. Todavía no había amanecido del todo.
Un poco más adelante, el inconfundible reclamo del búho real me detuvo en seco. Un ejemplar ululaba desde un cortado que me quedaba justo enfrente. Durante bastantes minutos me recreé en su sonido mientras escudriñaba el cortado en su busca, pero no fui capaz de encontrarlo. Lástima.
Además del búho, el coro mañanero estaba compuesto por zorzales comunes, pinzones comunes, mitos, chochines, carboneros comunes, agateadores comunes, abubillas, escribanos soteños y petirrojos. De vez en cuando se oía el graznido del arrendajo desde el fondo del sabinar, pero no se dejaban ver con facilidad. Varios grupos de rabilargos se cruzaban en mi camino.
Aún era pronto para que se movieran las rapaces planeadores, pero los halcones peregrinos ya estaban activos.
Un poco antes de llegar a Castroceniza, decidí hacer tiempo desde un alto donde divisaba parte del vallejo. Algo llamó mi atención en el agua, un chapoteo. El río me quedaba a unos 80 metros, pero enseguida descubrí al culpable de tal remolino, la nutria. Estuvo pescando un rato delante de mí y pude hacerle alguna foto testimonial.
En cuanto el sol calentaba el fondo de los barrancos con fuerza, comenzaban a crearse corrientes térmicas ascendentes, por lo que los buitres empezaban a moverse. También alguna pareja de cuervos, ratoneros y los incansables aviones roqueros. Y, entre ellos, este precioso águila real, de la que dejo un par de fotos también.
De vuelta, después de disfrutar del aguilón, me encontré con el primer reptil que veo esta temporada, una lagartija colilarga.
Esta mañana me he dado una vuelta por la ribera del río Mataviejas, para ir respirando primavera. Entre Ura y Castroceniza, el río se encajona y forma paredones calizos y de aglomerados recubiertos de sabinar y con pequeños esbozos de bosque de ribera en su interior. Un sendero une estos dos pequeñísimos pueblos, casi desiertos en invierno, por la parte más profunda del cañón en algunos tramos. Ideal para ir observando cambios fenológicos en un día como el de hoy que, en la provincia, se han alcanzado los 20ºC en algunos sitios.
Comencé mi paseo muy pronto, con las primeras luces. Lo primero que llamó mi atención fue una ardilla que hacía las veces de ave rupícola, sentada en lo alto de un peñasco. Todavía no había amanecido del todo.
Un poco más adelante, el inconfundible reclamo del búho real me detuvo en seco. Un ejemplar ululaba desde un cortado que me quedaba justo enfrente. Durante bastantes minutos me recreé en su sonido mientras escudriñaba el cortado en su busca, pero no fui capaz de encontrarlo. Lástima.
Además del búho, el coro mañanero estaba compuesto por zorzales comunes, pinzones comunes, mitos, chochines, carboneros comunes, agateadores comunes, abubillas, escribanos soteños y petirrojos. De vez en cuando se oía el graznido del arrendajo desde el fondo del sabinar, pero no se dejaban ver con facilidad. Varios grupos de rabilargos se cruzaban en mi camino.
Aún era pronto para que se movieran las rapaces planeadores, pero los halcones peregrinos ya estaban activos.
Un poco antes de llegar a Castroceniza, decidí hacer tiempo desde un alto donde divisaba parte del vallejo. Algo llamó mi atención en el agua, un chapoteo. El río me quedaba a unos 80 metros, pero enseguida descubrí al culpable de tal remolino, la nutria. Estuvo pescando un rato delante de mí y pude hacerle alguna foto testimonial.
En cuanto el sol calentaba el fondo de los barrancos con fuerza, comenzaban a crearse corrientes térmicas ascendentes, por lo que los buitres empezaban a moverse. También alguna pareja de cuervos, ratoneros y los incansables aviones roqueros. Y, entre ellos, este precioso águila real, de la que dejo un par de fotos también.
De vuelta, después de disfrutar del aguilón, me encontré con el primer reptil que veo esta temporada, una lagartija colilarga.
Otro latigazo primaveral lo pusieron las mariposas. Inachis io ya es abundante y también observé alguna Colias sp.
Os dejo algunas fotos del resto de especies de aves que pude fotografiar testimonialmente.
De vuelta al coche, una pareja más de peregrinos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)