El 15 de mayo de 2010 estuve en la Sala Berlín de Zamora para ver a una banda canadiense que se llama Barzin. No tenía ni idea de lo que hacían así que busqué en Internet y lo que escuché de ellos me causó una gratísima impresión. Ocupé mi silla a las diez de la noche de ese sábado y, canción a canción, me iba introduciendo en un mundo melancólico e introspectivo que me provocaba una relajación y una paz absolutas. Escudriñaba lo que sucedía a mi alrededor y comprobaba que todos los asistentes estaban tan extasiados como yo. Fue un concierto memorable, inolvidable. Presentaba un disco titulado “My Life in Rooms” y desde el momento que lo adquirí , firmado y dedicado por Barzin, músico que da nombre a la banda, no he dejado de escucharlo y ya son cuatro largos años. Ese concierto cerraba la gira española.
Desde entonces he estado siguiendo a Barzin, hemos intercambiado algún mensaje por Facebook y por medio de Boris, íntimo amigo suyo y dueño de la Sala zamorana, he tenido noticias puntuales del músico canadiense.
Aprovechando la gira europea 2014, presentando su nuevo disco “To Live Alone in That Long Summer”, primero con su banda y luego, una segunda parte en formato dúo, junto a Amy Beth Manusov, estudié la posibilidad de volver a verlo en directo. El día 22 de abril pude apreciar, nuevamente, la calidez de Barzin y comprobar su línea ascendente en lo musical. El emplazamiento para su actuación no podía ser mejor, el Teatro del Arte de Madrid. Posteriormente, el 17 de mayo de 2014, cuatro años y dos días después de mi primer concierto de Barzin, tuve nuevamente la posibilidad de verlo en directo, concretamente en el mismo lugar donde lo conocí, en la Sala Berlín. Venía de actuar la noche anterior en San Sebastián, acompañado por Amy Beth. La prueba de sonido fue rápida y luego tuve la posibilidad de saludarlo. Más tarde, les acompañé al hotel y después del concierto, en el que además Amy presentó tres canciones de su disco ”Good Grief” pude charlar con ambos largo y tendido. Durante la actuación, Barzin me dedicó el tema “Cross the Road, Molina” que Amy y él adaptaron como homenaje al también cantante y amigo Jason Molina, fallecido el 16 de marzo (todas fechas cercanas en lo mensual) del pasado año por su adicción al alcohol contando 39 años. Luego tocaron “Sad and Beautiful World” y pude observar que parte del público estaba llorando emocionado. Fue un concierto entrañable, con poco publico pero entregado al cantante canadiense. Sentado en la barra con Barzin, poco después del concierto, ya relajado de su actuación y ambos con un cóctel de whisky preparado por el gran Boris, me preguntó qué música me gustaba. Le enseñé tres temas que tenía en el teléfono y quedó encantado con Bombino. Nos despedimos un poco más tarde.
Tras hacer noche en Zamora se despazaban a Orense, última sede de su gira española. Antes de salir hacía tierras gallegas, Barzin tuvo la gentileza de dejarme en mi teléfono un mensaje escrito. Decía lo siguiente: “Dear Luis, I wanted to write and thank you for everything you did for us yesterday. It was really a pleasure to meet you and to talk with you. I am deeply touched that you came such a long distance to see the show. I really hope it was worth it for you. Please stay touch and I hope to see you next time. I am back in Spain. Barzin”. Algo así, traducido al castellano : “Querido Luis, quería agradecerte todo lo que hiciste por nosotros ayer. Fue de verdad un placer conocerte y hablar contigo. Me impresionó profundamente que vinieras de tan lejos para asistir al concierto. Espero de verdad que te haya merecido la pena hacerlo. Por favor mantengámonos en contacto y espero verte la próxima vez que vuelva a España”.
Anteriormente, en una foto compartida en Facebook escribió algo sobre mí que me emocionó. “There are special people in this world, and then there are people like Luis López. Such kindness that words fail to capture their essence” (“Hay personas especiales en este mundo, y luego hay gente como Luis López. Tal amabilidad que las palabras son incapaces de capturar su esencia”).
Ciertamente, todo ha sido un sueño hecho realidad. No dejo de escuchar la música de Barzin, son temas envolventes y muy emocionantes. Ahora ya no solo tengo su música, también una amistad que podrá vencer la distancia que nos separa. Barzin forma parte de la banda sonora de mi vida, incluida la de los sueños.