sábado, 31 de marzo de 2007
CASUALIDADES
Rubén Juan Molina
Casualidad. (De casual).
f. Combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar. (RAE)
Hay casualidades en la vida que no se pueden olvidar. Cuando tenía doce o trece años, junto a unos amigos, jugábamos al fútbol dentro del Seminario de Corbán. El campo tenía muy poca hierba y tras una de las porterías había un gran muro que separaba esa zona del Seminario de la carretera. A mi me encantaba el fútbol, aunque nunca he sido un buen practicante. Siempre jugaba adelantado y, normalmente, tenía buena puntería y metía muchos goles. En una de esas fuertes patadas que pegas al balón para intentar marcar gol, el tiro me salió alto y traspasó el muro. Cuando eso ocurría, la persona que lo hacía tenía la obligación de ir corriendo a recoger el balón. Cuando era niño tan solo disponíamos, entre todos, de un balón, y por tanto el juego se detenía hasta el regreso del jugador portando la pelota.
El balón siempre lo encontrábamos entre el bar de Tucho y el bar de Paco, una distancia que no comprendía más de cincuenta metros. Sin embargo ese día el balón no aparecía. Pasaron diez largos minutos y no lo encontré. Cuando ocurría esto, el resto de los chicos salían del terreno de juego para ayudar a buscar. Pasó media hora y entre todos no pudimos encontrarlo. Miramos en lugares alejados pero no aparecía. Yo rezaba para que apareciese, de no hacerlo me tocaría pagar el balón “de reglamento” a su dueño, y por entonces suponía muchas pesetas. Pasó algo más de una hora y quedaban muy pocos sitios donde mirar. Había un coche aparcado y tenía la ventanilla abierta, se me ocurrió mirar en su interior y allí estaba el balón reposando en el asiento del copiloto.
El pasado miércoles viajé a Zamora para visitar a mi familia y darme una vuelta por la exposición de fotografía sobre la Semana Santa que todos los años se convoca a nivel nacional. Esta edición, bastante accidentada, el jurado eligió los primeros premios y menciones especiales, detectando que el primer premio correspondía a un autor que había incumplido las normas quedando, por tanto, vacante. Algo similar ocurrió con otra mención.
En la anterior edición tuve la suerte de alzarme con la primera mención especial y de seleccionarme las otras tres fotografías que presentaba, para la exposición. Este año repetí presentando tres fotos, de las que dos están expuestas. Me acerqué con mi acompañante a ver la selección. Durante la visita éramos seis personas : nosotros dos, un niño con su abuela y un matrimonio. Ya nos íbamos cuando me percaté que el niño y su abuela contemplaban una de mis fotos. En la foto aparece un niño en brazos de un cofrade el Domingo de Ramos. La abuela decía al niño: ¡qué guapo has salido! Me acerqué y pregunté si se trataba del niño de la foto, la señora me dijo que sí. Le respondí que yo era el autor de la foto. Nos dimos la mano autor y fotografiado.
Curiosamente había pasado un año desde la realización de la fotografía y Rubén Juan Molina, así se llama el niño, está muy cambiado, ahora tiene algo más de dos añitos y es muy gracioso, me quedé hablando un buen rato con su abuela y él no dejaba de hacer comentarios sobre cada foto expuesta, volviendo cada poco tiempo a contemplarse en su foto.
Me despedí emocionado al conocer al protagonista de mi foto y le prometí enviarle una copia a su domicilio, con toda seguridad la guardará como recuerdo de aquel gran día de su primera Procesión, quedando para mí otra maravillosa anécdota sobre la casualidad.
viernes, 30 de marzo de 2007
NARIZ DE ORO 2007. RUBÉN BECKER.
Estando en Zamora leí en el periódico una noticia inesperada (al menos para mí). Rubén Becker, del bar Lasal de la calle Herreros, era elegido como el mejor sumiller de una de las semifinales del certamen “Nariz de Oro 2007” que se celebró en Burgos con la asistencia de noventa sumilleres de Galicia, Castilla y León y Comunidad de Madrid.
Al día siguiente me acerqué a la cuesta del Pizarro para ver el traslado del Nazareno de San Frontis, primera cita oficial de la Semana Santa zamorana, estuve haciendo unas fotos con mi Nikon D70, trípode, algunos teleobjetivos… De regresó a casa, con un poquito de hambre, me acerqué a Lasal, era buena hora. Estaba a rebosar, es un lugar pequeño, anteriormente había sido un mesón y Rubén lo reformó en el año 2000. Pedí permiso a unas chicas para recoger, en la mesa que ocupaban, los utensilios fotográficos que llevaba preparados todavía y que había utilizado minutos antes en la procesión. Me preguntaron si era paparazzi y les contesté que no, En ese momento una de las chicas recordó una anécdota de cuando era una chica “escultural”. Se había ido el fin de semana, según su versión , a casa de una amiga, aunque en realidad era piragüista y su proyecto era descender el Sella. Realizó su sueño y regresó a casa, cuando estaba explicando a la familia como había discurrido el, presunto, fin de semana, su hermano con gestos le advertía de alguna cosa. Salieron un momentode la habitación donde se encontraban y el hermano le comentó que habían seguido por televisión, como en todas las ediciones, el descenso del Sella y dieron un primer plano de ella, todos la esperaban para conocer los argumentos al respecto.
Cuando lo tuve todo bien recogido me despedí de las chicas con agradecimiento, colgué mi mochila y me acerqué al camarero para pedir en el mostrador. Se trataba de Rubén y le felicité, sobre la barra había una botella mágnum de San Román y le pedí un vino. Me contestó que la botella era para un grupo pero que podía ofrecerme otra cosa. Acepté, nunca un finalista de Nariz de Oro me había recomendado vino y ese era un momento especial para mí. Me sirvió e intenté hacer bien la cata, el bar seguía repleto de gente y Rubén estaba pendiente de mí. Observé el color y la intensidad del vino, estudié el cuerpo, la textura y graduación, introduje la nariz en la copa e inhalé para percibir sus aromas, tomé un sorbo de vino, descubrí sabores… y me lancé: no es Toro, Rubén lo confirmó. Hasta aquí fácil, pero quedaba lo peor, no obstante me arriesgué: creo que es un Ribera. Rubén me dijo que bien podía haber sido un Ribera del Duero pero que se trataba de un vino de Portugal, exactamente del Alentejo del norte. Aluciné, había probado vinos portugueses y nunca me habían parecido buenos. El sumiller me habló del enólogo Paulo Laureano y de la buena labor que está realizando por esas tierras portuguesas. El vino era de Paulo y no recuerdo su nombre, sé que se apellidaba Quinta, pero eso es decir casi nada, todo son quintas en el país vecino.
Me habló de cómo está establecido el certamen Nariz de Oro. España se reparte en cuatro cuadrantes y él había sido el ganador del cuadrante norte occidental, en donde se habían clasificado diecisiete sumilleres, las otras semifinales se celebrarían en Vitoria, Sevilla y Barcelona y la fase final en Madrid a mediados de mayo.
Comí un pincho muy bien elaborado en el momento por Rubén y se me antojó otro vino que se encontraba a mi lado en la barra. No recuerdo el nombre, pero era de la Bodega que tiene Mauro en San Román y que pertenece a Mariano García, durante treinta años enólogo de Vega Sicilia. Recuerdo que hace casi veinticinco años cuando pasaba por Tudela de Duero compraba a su padre, Mauro, un vino que luego utilizaba para beber en las celebraciones familiares.
Tras degustar otro pincho elaborado por el maestro, me obsequió con un plato de aceite y unas migas de pan. Estaba exquisito, se trataba de un aceite de Tarragona.
Pagué, menos de la cuenta, (creo que se confundió la camarera al cobrarme). Rubén me hizo un gesto de aprobación, me despedí con un apretón de manos y le desee suerte en la final del certamen “Nariz de oro 07”.
Ciertamente será una prueba difícil pero independientemente de la clasificación que consiga Rubén seguirá siendo el mismo, una persona afable, dispuesto a conversar son sus clientes, regalando sus conocimientos (que son muchos) y con una sonrisa socarrona y pícara, de niño malo, siempre a punto. Así da gusto.
No importa el resultado final Rubén, has demostrado que eres el mejor dentro y fuera del mostrador, y lo más importante es qué siempre seguirás siendo el mismo.
Suerte maestro.
lunes, 26 de marzo de 2007
LA IMPUNTUALIDAD
Siento especial predilección por las columnas periodísticas, a medio camino entre la literatura y el periodismo. De siempre he leído en los medios impresos a Javier Marías, Antonio Gala y Pérez Reverte. Aunque he de confesar que de un tiempo a esta parte Pérez Reverte me ha cansado y Gala se ha puesto muy plomizo con los asuntos étnico-regionales. Marías sigue entre mis favoritos habiéndose unido a la nómina Manuel Vicent, Javier Cercás y José Ángel Barrueco. Sigo el rastro de otras firmas, aunque no tengo todavía pruebas materiales, a excepción de Maruja Torres.
Acabo de leer la columna firmada por Cercás en el País Semanal del domingo 23 de marzo. Trata sobre la impuntualidad. He devorado con interés el texto ya que en muchas ocasiones he sufrido sus consecuencias. No estoy de acuerdo cuando Evelyn Waugh dice que la puntualidad es la virtud de los que se aburren. Ciertamente me parece una virtud pero no siempre es de los que se aburren. Soy puntual en todas mis citas pero nunca me aburro, Cuando uno disfruta de la cultura en todas sus vertientes, hace ejercicio físico, se impregna de la belleza de los paisajes, cumple con su trabajo y además disfruta de muchos días de vacaciones, es imposible, al menos en mi caso, aburrirse.
Marilyn Monroe se jactaba de no ser puntual nunca “I, ve been on a calendar, but nevero n time”. Como apasionado que soy de B. Wilder que la dirigió en algunas ocasiones, no puedo entender como consentiría esa falta de puntualidad, máxime si actores, actrices y resto del personal que participaba en los rodajes debían esperar a la reina Monroe a que tuviera a bien aparecer.
He sido durante muchos años entrenador de una disciplina deportiva olímpica y he tenido varias experiencias negativas con el tema que trato. Cuando diriges un entrenamiento estructuras la sesión en varias partes. Los primeros quince minutos son muy importantes, sueles dedicarlos a hacer la puesta a punto del deportista mediante ejercicios suaves y estiramientos para que su cuerpo y mente afronten de la mejor manera posible las siguientes fases. Si alguien se incorpora tarde no está preparado para integrarse y además es un mal ejemplo para sus compañeros.
Hace unos años impartí unos cursos en la Universidad del Valle en Cali, Colombia. Las clases comenzaban a las ocho y media de la mañana pero hasta las nueve no llegaban los alumnos. Pensé que no habían entendido el horario y se lo recordé. Al día siguiente pasó lo mismo, entonces les reuní y concretamos que a partir de entonces, aunque la hora de comenzar era las ocho y media, llegaríamos todos a las nueve. El tercer día todos fueron puntuales, llegando media hora más tarde, pero obviamente les hice quedarse media hora más al finalizar la sesión.
Cercás en su columna escribe sobre la cruzada del Gobierno de Perú, nuevamente presidido por Alan García, para resolver el gran defecto del país: la impuntualidad. La campaña se denomina “Perú, la hora sin demora”, para acabar, según dicen, con la arraigada costumbre en la que “el tardón” se cree que es el dueño del tiempo. El gobierno se refiere a la impuntualidad como un problema cultural añadiendo que es una tradición que les viene desde la época de la colonización española. (Parece que todo lo malo que le sucede a Sudamérica proviene siempre de la Madre Patria).
En Perú todos los eventos se convocan una hora antes para que se garantice su comienzo a tiempo. ¿Les suena?, esa receta apliqué en Colombia. Recuerdo que los colombianos me enseñaron un refrán que no he olvidado: “Después de la gente, lo que más se pierde en este país es el tiempo”
Como última consideración añadiré que el reloj se inventó para que todos los ciudadanos conozcamos la hora exacta, el invento es anterior a la época colonial española. El objetivo es coincidir todos a la hora concertada (el tiempo tiene el mismo valor para todos), no hacerlo más tarde ni más temprano. Tengo la seguridad de que el que no es cumplidor con este precepto tarde o temprano le pasa factura
Por mi parte seguiré siendo puntual en todas mis citas salvo en la última, a la que intentaré llegar lo más tarde posible, olvidando por una vez la virtud de la puntualidad.
domingo, 25 de marzo de 2007
NO DEJEIS QUE LA MUERTE SE FUME MIS CIGARROS. Charles Bukowski
"Me gustan los hombres desesperados, hombres con los
dientes rotos y los destinos rotos. También me gustan las mujeres viles, las perras borrachas, con las medias caídas y arrugadas y las caras pringosas de maquillaje barato. Me gustan más los pervertidos que los santos. Me encuentro bien entre marginados porque soy un marginado. No me gustan las leyes, ni morales, religiones o reglas. No me gusta ser modelado por la sociedad". CH. B.
Nunca es tarde para conocer a Charles Bukowski pero ¡joder! me lo he perdido durante muchos años. Decididamente voy a pensar seriamente que la ciudad de Los Ángeles (California) crea monstruos maravillosos. Y hablando de joder, de eso sabe mucho el Sr. Bukowski, según sus relatos. Palabra por otra parte felizmente usada en nuestro idioma, yo la he utilizado como interjección pero también es utilizada como: practicar el coito (a esto se refiere el Sr. Bukowski SIEMPRE) o como molestar, fastidiar, echar a perder…
Resulta que Editorial Anagrama ha reeditado en su colección COMPACTOS varios libros, de bolsillo, a un precio asequible (de agradecer, tal y como está la cultura en España) del maestro Bukowski. A mi colega y amigo Blas, gran conocedor de la literatura en (casi) todas sus vertientes, le comenté mi descubrimiento sobre la reedición y me contestó que él había leído a Bukowski en su época de servicio militar. Ahí quedó la cosa. Al cabo de unos días Blas me sorprende regalándome dos libros de Bukowski.
Estoy leyendo obsesivamente el libro de relatos “La máquina de follar”. Puedo decir que me parece apasionante y con una brillantez que pocos autores han logrado transmitirme.
Conocí a Bukowski debido a que en el 79 prologó el libro de mi querido y admirado John Fante, “Pregúntale al polvo”. Bukowski es considerado como el creador de una literatura sórdida y provocadora cargada de grandes sentimientos. Empezó a escribir en 1.944 un relato que fue publicado en una revista, tras diez años sumido en el alcoholismo y apostando en el hipódromo, con mucha suerte según hace referencia multitud de veces en su obra, empieza a publicar en los años sesenta en revistas de corte “beat” . En 1.970 publica su primera novela “Cartero” que le permitió abandonar la oficina de correos en donde trabajaba, uno de los trabajos más estables que tuvo en su vida. Siguió publicando de manera autobiográfica. El alcohol, la soledad, el sexo y otros aspectos sórdidos de la sociedad ocupan lugar preferente en su obra. Siempre evitó los ambientes literarios para refugiarse en habitaciones lúgubres y bares, con el fin de dar sentido a sus personajes y a él mismo.
Fue el último escritor "maldito" de la literatura norteamericana. Ha sido comparado con Henry Miller, Céline y Hemingway, entre otros autores.
"(...)Bukowski ya no puede escribir, está terminado,
se acabó, mira cómo toma.
Antes nunca venía a las fiestas.
Ahora viene a las fiestas y se lo toma
todo
y luego insulta a los que de verdad tienen talento.
Yo antes lo admiraba, cuando se cortaba las muñecas
y cuando trató de matarse con gas.
Obsérvalo,
está mirando de reojo a esa chica
de 19 años..."
Bukowski murió en 1.994 en San Pedro, California. Tenía setenta y cuatro años.
sábado, 24 de marzo de 2007
SOY BERLINÉS. EL OSITO POLAR “KNUT” PRESENTADO EN SOCIEDAD
Knut, azote en castellano, es el primer oso polar en treinta y tres años que sobrevive en el zoo de Berlín, pese a haber sido repudiado por su madre. Tras ver morir a su hermano gemelo y ser rechazado por Tosca, su madre, el cuidador del zoo Thomas Doerflein lo adoptó y para estar más cerca de él incluso se trasladó a vivir dentro del parque. Le canta canciones son su guitarra, le da el biberón como a cualquier bebé y le hace regalos por Navidad. Hasta aquí una bonita historia ¿no es así?
Algunos defensores de los animales consideran que todo este trato humanizará excesivamente al oso y piden que se le sacrifique ya que nunca podrá vivir como un oso polar. Los encargados del zoo entienden que esto es un completo sinsentido y seguirán adelante con los cuidados del osito.
Obviamente Knut se ha ganado los corazones de los berlineses y ya es una estrella, es la mascota oficial de Berlín, algo así como fue para Barcelona el gorila “Copito de nieve”. Ayer fue la presentación en sociedad de Knut junto a su madre adoptiva (Thomas Doerflein) y su nuevo padrino el ministro de Medio Ambiente alemán Sigmar Gabriel. El oso de cuatro meses y nueve kilos, garantizada ya su supervivencia, hizo las delicias de centeneras de cámaras de televisión de todo el mundo allí congregadas para enseñar de cerca, a sus espectadores, la nueva estrella mediática
La presentación que duró cerca de dos horas mostró todos los gestos y dotes de la nueva estrella que hicieron derretirse a todos los allí congregados. Corrió detrás de su cuidador, le chupó el dedo a modo de biberón, se bañó en una charca y se mudó a su nueva guarida como cualquier depredador solitario. En cautiverio podrá vivir, si todo va bien, unos cuarenta años, el doble de lo que duraría expuesto a la naturaleza.
Knut no podrá quedarse demasiado tiempo en Berlín ya que puede convertirse en presa de los otros cuatro osos que allí conviven. Se le buscará otro zoo, a ser posible en Europa, en donde existan hembras de su edad con los que pueda formar una nueva familia. Suerte Knut.
viernes, 23 de marzo de 2007
POLITICAMENTE INCORRECTO
Me considero liberal, progresista, pacifista y tolerante, valores que me parecen fundamentales y por tanto innegociables. Intento ser respetuoso con todas las opciones y opiniones, siempre y cuando no se quieran imponer mediante la fuerza, el miedo o la presión. Parto de la base de que todas las personas son iguales y tienen los mismos derechos y las mismas obligaciones. Considero que no tiene que haber discriminación por ser de una u otra raza, por tener o no tener creencias, por el sexo... Desde mi punto de vista las personas solo se diferencian, provengan de donde provengan, por su clase social, por ser ricos o ser pobres. Aquí comienzan las discriminaciones y los grandes problemas sociales.
Estamos a pocas fechas de elecciones y todos los partidos políticos preparan su artillería pesada, sacan su caña de pescar, nos prometen lo de siempre: trabajo para todos, contratos indefinidos, buenos salarios y mejores pensiones, protección a los menores, vivienda social, transporte público, reducción del paro, igualdad de género e incorporación de la mujer al mundo del trabajo, mano dura con los maltratadotes, centros sanitarios y reducción de las listas de espera, guarderías, becas y comedores escolares, reducción de impuestos, ayuda a domicilio, agua para todos, ayudas a la familia, educación/formación de calidad, etc. Desgraciadamente cada vez hay menos opciones de voto y casi por inercia nos vamos al bipartidismo en detrimento de otras opciones minoritarias, que en muchas ocasiones tienen grandes aportaciones a la sociedad en sus programas (otro cuento es poder cumplirlas).
Nuestra sociedad progresa en muchos aspectos de manera sorprendente: en lo científico con grandes investigaciones y avances médicos, en lo tecnológico con mejoras digitales, en lo social con avances en medios de comunicación, ciudades más inteligentes… pero sin embargo en otros, como la política, todo está estancado, no interesa mover ficha. La democracia está enferma y prueba de ello es que Estados Unidos la utiliza como panacea para imponerla en cuantos más países mejor. Su bandera es la democracia y con esa excusa los demás seguimos sus pasos como tontos.
Si no se quiere encontrar algo más progresista, más avanzado que la democracia, al menos debería adaptarse a los tiempos modernos, se me ocurre, a bote pronto, listas abiertas a la hora de votar a los candidatos.
Pero no interesa, ¿para qué?, las cosas así funcionan aunque cada vez seamos menos los que nos acerquemos a votar. El ejemplo de las últimas y recientes votaciones en Andalucía es claro, una abstención de más del setenta por ciento, pero los culpables son las causas externas: el buen tiempo, era domingo… no existe la palabra autocrítica en nuestros gobernantes.
Del Partido Popular prefiero no hablar, ya se encargan de descalificarlo Acebes, Rajoy y Zaplana.Del otro partido mayoritario y en la actualidad (seguramente por poco tiempo) en el poder, el PSOE, hay mucho que decir. Me ponen enfermo las ministras (eso sí al cincuenta por ciento por acuerdo marco) socialistas y obreras que llevan encima los últimos modelos de Armani, Prada, D&G, valorados cada uno en más cantidad económica de la que ganamos muchos trabajadores en este país durante un duro semestre de esfuerzo. El PSOE, como viene siendo habitual cuando está o ha estado en el poder, me ha defraudado. El gasto familiar ha subido muy por encima de esas formulas matemáticas que utilizan para demostrarnos que no ha sido tanto. Los sueldos han quedado más congelados que la entrada de la primavera. Las viviendas siguen inasequibles. La cultura ha disparado los precios: cine, museos y libros son artículos de lujo, tanto como los vestidos de las ministras. El ladrillazo ha hecho más ricos a los ricos. Sinceramente sus siglas no corresponden a esta bonanza para las grandes economías del país en las que están incluidas, como no, los banqueros.
Tanto el PP como el PSOE manejan manifiestamente, a su antojo, los medios de comunicación del lugar donde ejercen su poder. La televisión oficial es vomitiva, cada día emite más anuncios y más basura.
Esto huele a putrefacto y nadie se mueve, salvo los miles de manifestantes que con el carné del partido en el bolsillo, y un bocadillo y el billete de regreso a su ciudad de origen en el otro, salen a la calle por lo que el otro partido hace, a su manera de ver, mal.
Como ciudadano reivindico otra manera de hacer política en donde la cultura sea moneda de cambio, la educación más igualitaria y aperturista (educar es dar oportunidades), la televisión más educativa y se equilibre el nivel social y económico de los habitantes. Ya sé que es difícil pero hay que intentarlo. Yo seguiré sin votar ya que la política es algo demasiado importante como para dejarlo en manos (muchas veces corruptas) de los políticos.
jueves, 22 de marzo de 2007
FALLAS, PRIMAVERA Y RESFRIADO
Escribía el otro día sobre la proximidad de la primavera barruntando algo extraño. Entonces me encontraba fatigado, sin ganas de hacer nada (considero que se diría mejor: sin ganas de hacer algo), bajo de forma y necesitando inminentemente descanso.
Aprovechando cuatro días de mini vacaciones y la celebración de “Fallas” en Levante, viaje para intentar descansar y reponerme al lado del Mediterráneo con sus crestas de ola despeinadas. Viajé con una caja de kleenex de compañera, estornudando y moqueando producto de un importante resfriado. Había olvidado en casa mi dañado ordenador, de repente apareció una ventana que decía algo así como que el sistema operativo no era oficial, que podía tratarse de una falsificación. A partir de ese momento dejaron de funcionar varios programas que utilizo a diario, mi conexión a Internet no era correcta sin prácticamente obedecer a las órdenes que le ejecutaba, algunas de ellas tan sencillas como APAGAR. Así que malhumorado, resfriado y con algo de fiebre me dispuse a revitalizarme al lado de mi más sincero amigo el mar.
Aunque la proximidad de la primavera no solo se acercaba con estos gestos insolentes hacía mí, no había acabado su maleficio, a mitad de viaje una piedrecilla lanzada por un camión destrozó la luna delantera de mi automóvil. Llegué a mi destino jurando y estornudando, con el ánimo por los suelos.
Durante los dos días siguientes estuve descansando sin salir del apartamento, durmiendo más horas de las que acostumbro, contemplando el proceloso mar embravecido por los acuciantes aires huracanados, con rachas cambiantes que peinaban las olas en todas direcciones produciendo estampados níveos sobre el color esmeralda del mar, las gaviotas sobrevolándolo y sumergiéndose a medida que veían algún pescado para cazar.
Resulta agradable recibir los rayos del sol mirando el mar y escuchando a Ive Mendesde fondo, mientras se acumulan pañuelos cubiertos de pegajosa humedad nasal. De vez en cuando cambiaba la música, estudiaba la luz solar según las horas, investigaba las nubes que aparecían y desaparecían de manera vertiginosa y pasaba las páginas de los libros que leía: El ocaso de los superhéroes de Deborah Eisenberg y El concierto de los peces de Halldór Laxness, muy apropiado, este último, para acompañar mi actividad favorita, vigilar el mar lo más de cerca posible.
El tercer día me encontraba mejor de salud y salí a pasear. Durante la comida contemplé en televisión la “escabechina” que había provocado el temporal. Ciertamente en la costa levantina la velocidad del viento era inusual por su desgarradora fuerza pero en ningún momento supuse que media península estuviera cubierta por un blanco y espeso velo de nieve. Por la noche recorrí las Fallas, degustando los diversos y diferentes motivos que con tremenda imaginación y esmerada profesionalidad habían confeccionado los maestros artesanos. El viento soplaba huracanado y los ninots bailaban de un lado a otro, pensaba que sería un error quemarlos con esa exagerada ventolera. Al pasar por delante de una Falla infantil había mucha gente concentrada y ese detalle hacía prever que estaba a punto de su cremación. Una fallera con una mecha prendió la traca al tiempo que sonaba, a un volumen brutal, el Himno de Valencia. Un cartel anunciaba el horario de “La Cremá” de cada Falla pero no me encontraba bien y el excesivo aire podía perjudicar mi salud. Me retiré a cenar.
El último día estaba mucho mejor pero la melancolía que me producía tener que marcharme era el preámbulo para ir pensando en el viaje de regreso. Di un largo paseo junto al mar, tomé un aperitivo, dormí la siesta, hice unas compras y me acosté temprano.
El despertador sonó de madrugada, ese día trabajaba y me encontraba a cuatrocientos kilómetros de mi destino. Parte del recorrido lo hice con nieve, había llegado la primavera y, curiosamente, era el día más frío de la temporada, todo discurría con la anormalidad más surrealista posible y yo regresaba a reencontrarme con lo cotidiano. Llevaría a cambiar la luna del coche, llamaría al informático y abandonaría el preciado sueño de tener el mar a mi lado.
La primavera me había atacado por sorpresa, aunque lo había presentido, pero estaba recuperado de mi afección gripal y desde la ventana, ya en mi destino, contemplaba el precioso paisaje de la nieve mientras escuchaba la misma música de Ive Mendes que me acompañó en mis días de relax. La música y el sencillo baile de los copos hacían abandonar mi mente sin ningún pensamiento en concreto, encontrándome tan a gusto como lo estuve días pasados contemplando el inabarcable mar.
jueves, 15 de marzo de 2007
REIVINDICACIÓN
miércoles, 14 de marzo de 2007
VIVA CHILE (en inglés y en español)
Los que habéis leído mi blog conocéis mi admiración por América, he comentado en algún post que desearía vivir allí y que me considero un americano en Europa. Mariasoleda (mariasoleda a veces, sin mayúscula) es mujer, tiene treinta y tres años y reside en la bella localidad de Viña, Chile. Confecciona un blog que se denomina: María Soledad Territorio Propio, es escorpio, sus películas favoritas son muchas y su música favorita es mucha. Hasta ahí todo bien ¿no? Sí, ya sé hay alguna cosa rara, pero todos tenemos nuestras rarezas. Nadie es perfecto.
Resulta que leí un escrito suyo sobre un sueño. Se titula. “Sueño corporal” y trata de un sueño que tuvo, estaba en una fiesta y en un perchero, antes de entrar, había que colgar todos los órganos del cuerpo menos el cerebro. Entró en una habitación y todos los órganos estaban suspendidos en el aire, mirándolos recordó que está embarazada pero que no tiene pareja y la única solución que encuentra es abortar. Pero encuentra un problema su útero está a la vista de todos.
La anfitriona de la fiesta se da cuenta de que el feto está muerto, por lo tanto ya no tendrá que abortar. Pero va a la consulta de un especialista médico y le dice que tiene que tocarle el útero, el doctor comprueba que hay dos fetos, uno vivo y otro muerto. No obstante tiene que abortar, pero lo piensa y no puede ser tan cobarde. Luego despierta. La autora dice que, para variar, no lo entiende.
Le dejo un comentario: “Enhorabuena por tu post y por tu blog, brggggggggg cuanta palabreja yanki. Saludos desde España”.
No me gusta utilizar post, blog, etc., considero que tenemos un idioma amplio, pero que desgraciadamente no encontramos palabras acordes a la realidad informática. Ya les pasó a los franceses, buscaron palabras para referirse a sofware y a otras palabras inglesas pero tuvieron que aceptar los vocablos usuales.
A las pocas horas encuentro en mi blog un comentario de mariasoleda, decía lo siguiente: “asfoso, que tal? te dejé un comentario en mi blog a raíz de algo que dijiste y que no entendí”.
Vuelvo a su blog para comprobar qué es lo que no entendió y me encuentro lo siguiente: “oye asfoso, quede con la duda ¿a que palabreja yanki te refieres? porque si es por pacita, (la tal Pacita escriben un comentario anterior al mío) ella ha vivido allí, es normal que hable un poco en inglés (y ni siquiera) pero ¿cuales mas? y por último ¿cual es el problema? no vamos a dejar de hablar en castellano. Finalmente el castellano o el inglés son lenguas que nos han sido impuestas (a los latinoamericanos) ¿que problema hay en que hablemos como se nos dé la gana? al menos tenemos ese derecho “
Le dejo otro comentario en respuesta al suyo: “huy jugando a la defensiva, siento lo que os hicieron mis antepasados de 1492, no tengo nada que ver con ellos, de verdad.
Me refería a las palabrejas que uso YO: "post", "blog"
¿cual es el problema? NINGUNO”.
En este momento espero su reacción a lo último que he escrito. He visitado Colombia, Panamá y Cuba y puedo decir que me he encontrado a personas maravillosas en estos países, también me he encontrado, siempre mediante Internet, a cara cubierta por tanto, a otras personas que me han acusado, a mi y a todos los españoles, de haberles colonizado, de explotarles, de llevarnos su oro, todas sus riquezas y de haberles impuesto un idioma. Normalmente no me gusta entrar en ese tipo de discusiones, soy español y soy de otra generación distinta a los conquistadores. Soy contrario a la religión que les impusieron y a casi todas las perrerías que utilizaron en su trato. Tal vez sea descendiente de ellos, no lo dudo, incluso mi tercer apellido es Cortés, pero juro que no tengo nada que ver con aquel genocidio y por lo tanto quiero dejarlo claro. Estoy y estaré en contra de toda aquella barbarie.
Por todo lo expuesto, María Soledad, aceptaría gustoso tus excusas. Si crees que yo también he cometido alguna incorrección desde aquí mi ruego de perdón.
lunes, 12 de marzo de 2007
PRIMAVERA
Últimamente los días pasan muy rápido, están vacíos, y no logro centrarme en lo que hago. Creo que tiene que ver con la primavera, la temperatura va aumentando, las tardes se alargan y de los árboles brotan verdes hojas que pronto lo cubrirán todo con su sombra, es como si la naturaleza mudara su ropa aventurando un futuro inmediato más cálido, más provechoso, más activo. Los ciclos vitales discurren a golpe de reloj.
Me encuentro muy fatigado, sin ganas de hacer nada, sin imaginación, sin chispa. Me miro al espejo y tengo más arrugas, más ojeras, estoy más viejo. Espero que pase pronto esta angustiosa etapa y me desperece para seguir haciendo planes, para continuar con mi actividad normal. Es como si mi batería corporal estuviera a punto de descargarse y necesitase recargarla de nuevo. De todas formas mi estado actual no me preocupa en exceso, estoy convencido de que es pasajero y unos días de descanso harán que vuelva a mi habitual forma. Pero hoy es lunes, horror.
Esta última semana he leído y escrito con más asiduidad, prueba de ello es que he publicado cinco posts en mi blog "Escritos en la cresta de una ola" prácticamente consecutivos y dos poesías en "Poesía infrecuente". Considero que para escribir hay que estar inspirado, si tuviera que escribir por necesidad, obligatoriamente, pasaría como con todo lo rutinario, llegaría a ser agobiante, renegaría de escribir.
Por esa razón tengo una admiración especial a los escritores profesionales y a los columnistas de los periódicos, pase lo que pase, tengan el día que tengan han de acometer su oficio sacrificadamente e inventarse su nueva columna ante un papel o una pantalla de ordenador en blanco. Soy asiduo del espacio de José Ángel Barrueco “Escrito en el viento”, un blog en el recoge, de manera exquisita, los artículos que día a día publica en un periódico. Tengo que decir que estoy enganchado a su blog y al margen de los artículos comentados hace referencia a nuevos libros, portadas exquisitas, citas… Ha construido un espacio ejemplar y a la vez divertido, además de ser un espejo donde mirarse y una manera de aprender a manejar las herramientas de la escritura.
Durante el fin de semana he leído en un suplemento semanal algo que escribía Javier Cercas, trataba sobre la eterna pregunta de ¿por qué escribes?, entre varias respuestas se refería a que haciéndolo se encontraba mejor, más relajado y más feliz. He escrito unas palabras, no tan bien redactadas como Cercas, y me encuentro menos angustiado, no puedo decir que me encuentre bien en este instante, estoy padeciendo el cambio estructural del tiempo, las estaciones, pero he realizado algo que tenía necesidad de hacer y de esa curiosa manera, voy tratando de organizarme para que vaya cambiando mi actual estado.
Espero volver pronto con un ánimo más positivo, mientras tanto solo me queda agradecerte tu compañía. Gracias por leerme y por compartir mis momentos bajos. Te lo agradezco.
domingo, 11 de marzo de 2007
NO ES PECADO
El sexo es un juego para adultos. No sigas normas; sé todo lo pícaro, obsceno, arriesgado o pervertido que quieras (no es pecado!!!). Un sexo alegre significa expresarse de formas nuevas, excitantes y muchas veces absurdas, como decorar el cuerpo de la mujer con fruta, pincelarla de chocolate, disfrazarse, pintarse la cara o recibir al hombre en la puerta con la ropa interior más descarada. Por supuesto, estaría incompleta sin juguetes sexuales.
De esta manera tan abierta y excitante se presenta en la web una franquicia de tiendas eróticas que rompe con la fama, casi clandestina, de los tradicionales sex shops. En la actualidad existen quince tiendas en toda España, la franquicia tiene un nombre original: “No es Pecado”, a medio plazo planean abrir otras treinta y cinco, pretendiendo llevar la idea al exterior. Según los empleados el artículo más vendido es un patito amarillo vibrador que cuesta treinta euros. El más caro es un columpio para ensayar posturas sexuales.
Decoradas con colores alegres, sin cabinas (al contrario de los sex shops), las tiendas venden libros, lencería, velas, inciensos, juegos eróticos para parejas, consoladores, artículos de broma…y todo tiene un aspecto limpio y un ambiente saludable.
He conocido la idea por un artículo en las páginas de negocios del primer diario nacional “El País” y enseguida he querido profundizar más en el tema ingresando en la página web de “No es Pecado”. Realmente está muy bien realizada, apareciendo de presentación una manzana roja, con una florecita en la parte del rabo (con perdón), que es deborada en dos mordiscos. Son muy interesantes, aunque considero que bastante conocidos, los consejos: cubitos de hielo en los pezones, lamer helados de forma provocativa y lanzar miradas sugestivas a tu pareja, mordisquear o chupar los lóbulos, besar con suavidad los tres puntos sensibles del cuello, acariciar el glande con la lengua…
Reuniones eróticas -taper-sex- (reuniones mixtas en domicilios o en la propia franquicia), asesores de productos y sexólogas para realizar reuniones informativas. En otro apartado de la página muestran algunos productos y la manera de utilizarlos y también tienen un consultorio gratuito.
Conocí en Amsterdam, la ciudad de la libertad, algunos comercios de este tipo pero quiero entender que las tiendas “No es Pecado” estan más modernizadas y dan, una sensación, al menos a mí, muy profesionalizada.
Abrir una tienda de “No es pecado” cuesta treinta y seis mil euros, incluyendo el canon de entrada, el genero inicial y la formación. El local ha de tener un mínimo de treinta y cinco metros cuadrados.
Es importante ir avanzando en todos los terrenos, en todos los aspectos de la personalidad del ser humano, en la educación total, por eso mismo no hay que olvidarse de un aspecto tan importante en el desarrollo como es lo sexualidad. Soy de una generación en que la sexualidad era apartada como un tabú, considero que como yo habrá miles de personas, algunas de ellas con claras huellas de inhibición por culpa de esa falta de educación. No cabe duda de que todo lo que se haga en bien de la humanidad es prioritario, espero que “No es Pecado” tenga éxito y sea un apoyo para la educación sexual de todos. Si tengo la oportunidad de conocer alguna de estas tiendas os lo contaré, si sois vosotros los que lo hacéis antes que yo no dudéis en informarme… y recordad: no es pecado.
sábado, 10 de marzo de 2007
CUANDO LA FICCIÓN SUPERA LA REALIDAD. SECOND LIFE
CUANDO LA FICCIÓN SUPERA LA REALIDAD. SECOND LIFE
¿Te gustaría tener otra oportunidad con tu vida? ¿Probarías con una doble vida? No hace falta que contestes ahora, tomate tu tiempo, no hay prisa. Confieso que yo lo he pensado alguna vez aunque no puedo quejarme de mi vida, Repetiría la mayoría de las cosas que me han ocurrido. Las experienciase son las que te confieren la personalidad y quiero entender que me gusto como soy.
Pero eso no es óbice para soñar. Siempre digo que soy un americano en España, me encanta lo poco que conozco del otro continente, del otro lado del océano y no puedo negar que me gustaría intentar vivir allí, aunque siempre tendría aparcada una parte de mi en España, eso es obvio y considero que nadie puede renegar de su lugar de nacimiento, el que lo hace no tiene alma ni corazón. No obstante estoy esperando una invitación formal para irme definitivamente a América… la única condición es: no trabajar y vivir mejor que aquí.
Pero olvidémonos por unos momentos de la realidad y profundicemos en un simulacro virtual en el cual están participando cerca de setecientas mil personas de todos los continentes de nuestro querido y cada vez más aperturista planeta. Se trata de un mundo que se denomina “Second life” (segunda vida) y que está inspirado en la novela Snow Crash de Neal Stephenson, describiendo una vida paralela en internet. Diseñas el personaje que deseas, como quieres ser e inicias una segunda vida creándose una versión digital de si mismo que se denomina avatar.
Como todo lo inventado en los Estados Unidos (la idea fue creada en 2003 por la empresa Linden Labs), los miles de habitantes de second life tienen una economía real, la propiedad es privada y si eres propietario de un negocio, un coche o tu casa nadie te lo puede quitar. La moneda se llama Linden Dolars y algunos usuarios han llegado a ganar miles de dólares comprando y vendiendo terrenos o empresas virtuales. De locos.
He intentado entrar en second life, pero al parecer tengo problemas para descargar el programa, esperaré, por tanto, para hacerme un prospero hombre de negocios. Lo que si he podido ver es su sede y el entorno de second life e incluso me he permitido rehacer mi físico en esta segunda vida: me llamo Nistal Karas, tengo 30 años y cuerpo atlético. Si algún día coincidimos salúdame, estaré encantado y con seguridad te hablaré de mi realidad actual sin profundizar en negocios, nunca han sido de mi interés. Hablaré de mi experiencia, recibiré con agrado consejos, profundizaré en temas culturales.
Edward Castronova, economista y profesor de universidad, en su reciente libro Mundos Sintéticos: El negocio y cultura de juegos on-line (Universidad de Chicago, 2005) afirma, "Estos lugares, que se designan y venden como juegos, son algo más que mera diversión. Funcionan como una alternativa fantástica a la vida cotidiana y por consecuencia presentan un desafío enorme a la sociedad ordinaria, a los mercados, a políticas públicas, a la ley y el romance."
Seguiré pensando que es un juego divertido pero mientras tanto intentaré ser el mismo que en este momento soy, no me considero mejor ni peor que nadie, soy amigo de mis amigos y sigo soñando en que algún día, espero que no muy lejano, pueda rehacer nueva vida en Sudamérica. Tendré paciencia y esperaré que alguien que me conozca bien y me quiera, pueda invitarme. No tengo sueños virtuales solo me interesan los reales.
viernes, 9 de marzo de 2007
UN MINUTO DEMASIADO LARGO
Carlos Pérez, colega que trabaja en un Centro de Educación Especial de Barcelona e imparte formación en Estimulación Basal, puso un ejemplo sobre la duración de un minuto a los asistentes a un curso dirigido por el. Mantuvimos silencio (yo participaba también) durante esa precisa fracción de tiempo y ciertamente acordamos que la intensidad y variabilidad que puede tener depende de los parámetros de cada momento y situación.
Vivimos en una sociedad que se mueve a velocidad frenética, cada día tenemos que realizar infinidad de cosas dentro de una escala temporal que nos agobia, olvidando aspectos importantes sobre algunos asuntos y sobre los demás que hacen que seamos cada vez más maquinales y por lo tanto más inhumanos.
El tema del minuto, aparte de tratarse de una confirmación individual, trataba sobre el ejemplo de Alicia, una persona con pluridiscapacidad, con problemas, por tanto, notorios y de reacción lenta a los estímulos, no obstante se esforzaba diariamente en mejorar su condición física y mental. No recuerdo bien si el ejemplo comentado por Carlos se desarrollaba en la calle o en su centro de intervención terapéutica, pero el caso es que Alicia, sentada en su silla de ruedas, permanecía a primera hora de la mañana en una zona por donde pasaba la gente. Al encontrarse con ella le saludaban: buenos días, y ella comenzaba a responder, aunque sus problemas motrices y sensoriales le impedían imprimir velocidad a todo el área que entra en contacto en el desarrollo del lenguaje hablado. Cuando Alicia completaba la frase con gran esfuerzo: “bu e nos dí as”, la persona que le había saludado ya no se encontraba dentro de su espacio visual.
Al cabo de no mucho tiempo Alicia dejó de saludar.
Ya sé que es poco probable detenerse ante una persona discapacitada, lo que intento hacer ver con este escrito es darnos cuenta de lo importante del tiempo y su traslación a ciertas personas. Tal vez podamos perder (yo diría ganar) un minuto de vez en cuando para saludarnos mirándonos a la cara, percibir nuestro entorno e interiorizar que convivimos en un mismo espacio.
jueves, 8 de marzo de 2007
NOSTALGIA CON CINEMA PARADISO
NOSTALGIA
En algún lugar he leído que la película italiana “Cinema Paradiso” debería ser de visión obligada para todos los aficionados al cine. Tengo que decir que estoy totalmente de acuerdo, nos traslada a un lugar perdido de nuestra memoria.
El cine ha marcado fuerte a mi generación y a algunas otras generaciones anteriores. En los años sesenta el proceso de proyectar una película era una labor artesana, requería de una cuidadosa preparación antes y durante la proyección. Más tarde en mi lugar de trabajo, un internado, he tenido la suerte de poder realizar esa función (en los últimos años de cine embasado en rollos kilométricos de película) y puedo afirmar, a pesar de multitud de problemas que entonces hicieron que blasfemara y me acordara de la familia del inventor de esos trastos, que se trató de momentos memorables para mi y para mis alumnos.
Primero hacer el pedido a una empresa de Barcelona con nombre de santo, luego percatarte de que la película te la han enviado a tiempo, cerciorarte que no se han confundido (alguna vez pasó), poner y quitar los rollos, estar atento ante posibles averías y disfrutar con el haz de luz que quedaba reflejado en la pantalla.
Hoy en día las producciones son digitalizadas, no hay prácticamente riesgo de avería, puedes adquirir la película en DVD y disfrutarla en casa cuantas veces lo desees, no abultan ni pesan, se incrementa la calidad y no tienes problema con el envío como ocurría con las cintas, pero se ha perdido la fantasía de lo pasado.
Yo empecé a ir al cine a los cinco años con mi abuela, la primera película que vi era de Joselito, un niño que cantaba y tenía gran éxito en España. Lo recuerdo perfectamente, perdí un anillo y fue angustioso. Se trataba del Teatro Pereda, en Santa Lucía, junto al Río de la Pila, un teatro y cine desaparecido que recordarán muchos santanderinos.
Cuando tenía unos años más empecé a ir los sábados a las tres y media al cine de los Padres Pasionistas, todo estaba lleno de chiquillos, casi siempre las películas que nos proyectaban eran de vaqueros. Recuerdo que eran momentos esperados por todos y el cine, una vez más, nos unía en nuestro ocio, acompañado casi siempre por gritos histéricos y aplausos ante imágenes de “vaqueros” que destrozaban a los “indios” en largas peleas a lomos de sus bravos caballos. En la adolescencia el cine Kostka, en la calle Guevara, y nuestros primeros ligues...
En Cinema Paradiso hay un cura que es censor de las películas que van a ver, momentos más tarde, sus parroquianos. Cuando llega un beso o una escena subida de tono, toca una campanilla y el operador coloca un papel en los fotogramas censurados para más tarde realizar el corte pertinente. Viví varios años la época de Franco y entonces muchas películas (al igual que libros o incluso discos) eran censuradas, por considerarse pornográficas, políticamente incorrectas o por otra serie de circunstancias ofensivas para los ciudadanos. Hubo una temporada que los españoles íbamos a ver cine a la vecina Francia y así poder comprobar que las artistas, que conocíamos por las revistas, tenían un precioso cuerpo desnudo e incluso hacían el amor.
Cuando murió Franco las pantallas lo celebraron a su manera y proyectaron todas las películas consideradas incorrectas. Pronto nos aburrimos de ellas, claro, la mayoría tenían unos guiones para echárselos de comida a los cerdos. Realmente no vi muchas películas con contenido erótico, aunque me gustaron dos, Belle de Jour y el último tango en Paris.
Estudiando en Valladolid me hice socio de un cine club que había en La Salle, allí pude deleitarme con los mejores directores de aquella época, Fellini, Antonioni, Coppola, Kubrick…
El cine ha marcado y marcará mi vida, forma parte de mi y tengo varias películas favoritas que no viene ahora a cuento enumerar, pero ciertamente, Cinema Paradiso es una de ellas y hoy he tenido la suerte de poder verla de nuevo en el salón de mi casa, cómodamente y al ritmo que yo he querido marcar. Sin embargo me ha hecho recordar otros tiempos y me ha transportado a momentos mágicos en mi infancia y en mi juventud. Cinema Paradiso trata de eso, de la nostalgia, y cuando alguien toca de esa manera tu interior siempre hay una lagrimita incontrolada que recorre tu cara y hace que acaricies tiempos en que ocurrían cosas diferentes a las de ahora. Merece la pena afrontar ese riesgo.
jueves, 1 de marzo de 2007
IRMA LA DULCE
Irma la Dulce la ha tomado conmigo, me ha echado una maldición. Dentro de un ciclo de cine de la UNED, que he comentado en otro apartado del blog, se ha programado al genial director Billy Wilder. El pasado lunes se proyectaba Irma la Dulce, una película que vi hace algunos años pero que no recordaba con nitidez.
El ciclo, si habéis leído la entrada del blog: CINE CLUB UNED, está siendo muy inusual por varias razones. En una de las películas, todas ellas en formato DVD, faltando un cuarto de hora desaparecieron los subtítulos en castellano y siguió en inglés, menos mal que el responsable del ciclo no se había dormido y pudo hacer que la película finalizara sin subtítulos pero en castellano. En la siguiente programada, (no estuve), me contaron que faltando pocos minutos para finalizar se estropeo el aparato y no se pudo ver el final.
El pasado lunes, a las ocho, estaba anunciada la proyección de Irma la Dulce. Eran las ocho y cuarto y el responsable no había hecho acto de presencia en la sala. (Habitualmente presenta la película durante unos diez minutos). Un tipo de las filas de delante se levantó y dijo: habrá que hacer algo ¿no? Como estaba en ese momento de pie y al lado de la puerta respondí: puedo hablar con el vigilante jurado, tal vez sepa algo. La entidad colaboradora del cine club cede la sala de proyección y el edificio lo cuida un guarda jurado. Hable con él y me dijo que el responsable de cine había telefoneado y le había dicho que llegaría muy ajustado pero que él gustosamente podía ponernos la película. Me personé en la sala y comuniqué a los asistentes mi conversación, cuando dije que el responsable vendría un poco ajustado todos rieron con ganas. El vigilante jurado, muy amable, programó el equipo y todos comenzamos a disfrutar con Wilder.
La película dura 140 minutos, cuando llevamos una hora y media de emisión sonó un teléfono móvil, la persona a la que iba dirigida la llamada tarda en responder, luego habla con su interlocutor en alta voz, contesta que no sabía que eran las diez y que se encontraba viendo una película en el cine. De repente unas diez o doce personas del público se levantan y abandonan la sala. Cuando faltaban doce minutos para terminar el film el aparato deja de emitir, el público abandona la sala sin decir nada. Unos pocos nos quedamos para pedir explicaciones, el responsable que llegó a las ocho y veinte, ironiza que casi es mejor así, que el guarda jurado tenía que haber salido de su trabajo media hora antes y sin embargo se había quedado allí por nosotros. Me puse de todos los colores y me trague las palabras que tenía preparadas. Un amigo le dijo que la máquina llevaba tres semanas estropeada y que había que arreglarla. Cabizbajo y con muy mal humor salí de allí.
Al día siguiente me dirigí a la biblioteca pública para intentar llevarme a casa el DVD de Irma la Dulce. Con un poco de suerte no estaría prestada pero lo dudaba cada vez más a medida que iba acercándome a la biblioteca. Tuve suerte, no estaba prestada, con una inmensa alegría me dirigí a mi casa para después de varias horas terminar de ver la trama final de Irma la Dulce.
Cuando lo tenía todo preparado en mi ordenador, el programa de reproducción de DVD me avisa que se encuentra caducado y que tengo que ingresar los dígitos de la clave de compra del programa, pero no dispongo de ella. Desinstalo el programa y lo reinstalo. Pasa una hora cuando está instalado otra vez. De nuevo aparece el mismo aviso: caducado. Busco un programa alternativo que no me tenga fichado y lo instalo. Al cabo de otros cuarenta minutos todo parece normalizado. No hay complicaciones añadidas y por fin acabo de ver los doce últimos minutos de Irma, película que empecé a ver, hacia en ese momento, precisamente, veinticuatro horas.
Tuve la acertada suerte de junto a “Irma la Dulce” llevarme de la biblioteca “Fedora”, película que cerrará el ciclo de Wilder el próximo lunes. Teniendo mis serias dudas, contrastadas, sobre el funcionamiento del proyector de la sala, he tenido el gusto de ver en mi casa, sin sobresaltos, la cinta de Fedora y es posible que, si tengo ganas, me acerque el lunes a las ocho al cine club, para estar menos pendiente de la película y mucho más de lo que pase alrededor de ella. Será divertido.
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