ARTE TORREHERBEROS: Griego
RICHARD ESTES. "Water Taxi, Mount Desert". Óleo sobre lienzo. Kemper Museum of Contemporary Art, Kansas City (Missouri).


BIENVENIDOS A TODOS Y TODAS. Este blog nace con la única pretensión de complementar y facilitar las tareas a los alumnos/as de Historia del Arte de 2º de Bachillerato del IES Torre de los Herberos de Dos Hermanas (Sevilla), así como hacer pasar un rato agradable a todos los amantes del arte. No tiene ninguna otra pretensión intelectual. De los textos es responsable el administrador del Blog, no así de las opiniones expresadas en los comentarios. Las imágenes o fotografías, videos y presentaciones están tomadas de internet mayoritariamente, citando la autoría siempre que ha sido posible; si en alguna de ellas no aparece, es por error o descuido, y ruego que me lo hagan llegar para subsanarlo. Casi todo lo que aparece en estas páginas es libre y abierto, y se puede descargar para otros fines, pidíéndose únicamente que se cite la procedencia.





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sábado, 10 de noviembre de 2012

COPIAS ROMANAS DE ESCULTURAS GRIEGAS. POST DE LÍNEA SERPENTINATA

                     POLICLETO. Efebo Westmacott. British Museum, Londres. Copia romana en mármol del siglo I aC de un original en bronce del 440 aC aprox. (Fot. British Museum)




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No suelo reproducir entradas de otros compañeros o blogs amigos, pero este post sobre las copias romanas de obras griegas de Gonzalo Durán (profesor del IES La Caleta de Cádiz), me parece realmente bueno y esclarecedor, además de muy acorde con lo que estamos dando ahora en clase de la escultura romana. Recomiendo a todos que visiten la página de Gonzalo, Línea serpentinata; últimamente publica poco, pero lo que escribe sienta cátedra. 
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Hace ya algún tiempo escribía en este blog sobre las dificultades que encontramos para apreciar en su justa medida el arte griego, y en especial la escultura, debido, por una parte, a la escasez de obras originales griegas y, por otra, a la ausencia de policromía de las copias que han llegado hasta nosotros. Entonces nos extendíamos sobre este último punto, hoy vamos a hacerlo sobre el primero.


Desde finales del siglo III aC empezó a notarse un interés creciente en Roma por la cultura griega en general, y por sus obras artísticas de manera especial. Ese interés se incrementó sobremanera con la ocupación de Grecia en el 146 aC, alcanzó su apogeo en la época de Adriano en el siglo II dC, y se tradujo en la adquisición de obras de arte griegas para el embellecimiento de villas y domus de las acaudaladas familias patricias, pese a la resistencia que opusieron algunos de los sectores más conservadores de la sociedad romana, partidarios de un gusto más austero y contrarios a la elegancia y refinamiento de la cultura helénica.

Amazona herida. Metropolitan Museum of Art, Nueva York. Copia romana en mármol del siglo I-II dC de un original griego en bronce del 450-425 aC aprox. (Fot. Metropolitan Museum of Art, NY)


No pasó mucho tiempo para que la demanda de estas obras se viese superada por la oferta, por lo que los romanos no tuvieron ningún reparo en acudir a la copia de las obras más famosas de la Grecia clásica, convirtiéndose esto en un próspero negocio para los talleres neoáticos de Atenas que exportaron un gran número de obras con destino a la península Itálica, cuando no fueron artistas griegos los que se instalaron en Roma. Pese al indudable mérito artístico que tienen algunas de estas copias, no puede ignorarse que, en la mayoría de los casos, no ofrecen más que una pálida visión del brillo que tuvieron los originales que los inspiraron, de los que  sólo nos ofrecen poco más que una visión general. La comparación entre originales y copias evidencian como las últimas carecen casi todas ellas del modelado sutil y delicado, del naturalismo asombroso y del tratamiento cuidadoso del detalle de las primeras. Tanto es así, que hay quien llega a afirmar que "más que iluminar, confunden la historia de la escultura griega" (H. Honour y J. Fleming, Historia del Arte, Barcelona, 1987, p. 107), y han contribuido a perpetuar en la cultura moderna una idea y una apreciación del arte griego totalmente académica y errónea.


Técnica del sacado de puntos. (Ilustración de J. Lillo Galliani)
Estas afirmaciones, aunque puedan sorprender por rotundas y contundentes, desde luego no carecen de argumentos, como intentaremos explicar en las líneas siguientes. En primer lugar, habría que referirse al método empleado para realizar las 
copias.
El procedimiento tradicional utilizado durante muchos siglos era el de sacado de puntos. Mediante un bastidor fijo con varillas ajustables, se tomaban las medidas de un vaciado en escayola de la pieza original, así se determinaban la posición y la profundidad de las partes fundamentales de la figura, y a continuación se trasladaban cuidadosamente al bloque de mármol del que se obtendría la copia. El proceso se repetía pacientemente, de modo que el modelo queda lleno de pequeños puntitos que luego se labran hasta darle la forma definitiva. Cuantos más puntos se saquen, más fiel será la copia al original. Los romanos parece que utilizaron ese mismo sistema, pero con algunas diferencias, ya que, como muestran las huellas de las esculturas, sólo sacaban un número muy limitado de puntos, y el resto se obtenían por un sistema de triangulación mediante compases, por lo que las copias obtenidas no  reproducían exactamente el original. Los mayores cuidados se dedicaban al rostro, que era el elemento central de la obra y lo que permitía identificar a dioses y figuras, pero incluso en ellos, jugaban los copistas griegos y romanos con los ángulos visuales y el modelado para incrementar la carga emotiva de las imágenes.



SCOPAS. Pothos. Museo Capitolino, Roma. Copia en mármol del siglo II dC de un original griego del siglo IV aC

Ahora bien, esto no sólo no importaba mucho a la clientela romana, sino que en muchas ocasiones eran ellos mismos los que exigían ciertos cambios, unas veces  por una simple cuestión de gusto. De este modo hubo copias que rejuvenecieron, embellecieron o disminuyeron la escala de los modelos originales, incluso a costa de desvirtuar el tema representado. Un ejemplo muy conocido de esto es el llamado Efebo Westmacott, con una belleza juvenil del rostro que hace prácticamente irreconocible el original en bronce de Policleto que se piensa que representaba a un pugilista llamado Cinisco de Mantieneia. Otras veces los cambios se hacían para adaptarlos al emplazamiento o la finalidad de la copia, que fuera del contexto para el que habían sido creados los originales, además de perder las referencias del mismo, quedaban convertidas en meros elementos ornamentales insertos en conjuntos monumentales, como ocurrió con el Pothos de Scopas, del que existen copias simétricas, vueltas a derecha y a izquierda para disponerlas una junto a la otra.

Por último, hay un tercer elemento a tener en consideración, y es que la inmensa mayoría de las copias están hechas en mármol, mientras que una buena parte de los originales griegos, por el contrario,  se habían realizado en bronce. Cada uno de estos materiales requiere una técnica de trabajo diferente. Las estatuas de bronce son mucho más livianas y adoptan posturas más flexibles  e inestables que sus equivalentes en mármol, por lo que se prestan a una gama más amplia de efectos formales. Las de mármol, por el contrario, si están pensadas para estar en posición vertical no pueden tener los pies muy separados, a menos que se disponga un tercer punto de apoyo que garantice su estabilidad, que en  muchas ocasiones consiste en un tronco de árbol. Estos apoyos son claramente antiestéticos,  por lo que las estatuas, la mayoría de las cuales se disponían en nichos, se colocaban cuidadosamente para ofrecer una visión limitada de manera que quedaban prácticamente ocultos e inapreciables. Cuando esto no era posible, el copista recurría al engaño, intentando integrar el apoyo como un elemento narrativo o decorándolo con símbolos que permitían identificar la figura.

A la vista de estas circunstancias podemos entender que muchas de las copias que se hicieron de obras famosas griegas del período clásico eran, en realidad, adaptaciones más o menos libres, y no reproducciones exactas.

lunes, 5 de noviembre de 2012

COMENTARIO DE ALUMNOS. LOURDES OJEDA. SEPULCRO DE CORREDOR DEL ROMERAL. PAULA MARTÍNEZ. PINTURAS DE LA TUMBA DE NEBAMON




Lourdes Ojeda Carmona


ENCUADRE

TÍTULO: Sepulcro de corredor de la Cueva del Romeral (Málaga).
GÉNERO: Arquitectura. Monumento funerario. Interior.
CRONOLOGÍA: obra perteneciente al Calcolítico o Edad del Cobre (3500-2000 a.C). 
ESTILO: Arte Prehistórico.
OTRAS OBRAS: de la misma época, como sepulcros de corredor pueden citarse al poblado de Matarrubilla (Sevilla) y Los Millares (Almería), y como galerías dolménicas, la Cueva de Menga (Málaga) y el Dolmen de Soto (Trigueros – Huelva).


ANÁLISIS

En la imagen podemos observar que el único material de esta obra arquitectónica es la piedra, en concreto enormes bloque de piedras, colocados de forma vertical y horizontal, formando dólmenes corridos. Este tipo de construcción con grandes piedras se denominan megalitos. Es un ejemplo de la típica arquitectura funeraria adintelada o arquitrabada de la Edad del Cobre.
Este corredor esta formado por dos grandes filas de piedras alineadas (menhir) y adinteladas (dolmen) que se prolongan en una cámara cerrada (de forma circular) con falsa cúpula por aproximación de hiladas concéntricas, que reducen progresivamente su diámetro en altura y se juntan en el centro. El exterior se solía cubrir con un amontonamiento de tierra hasta formar un montículo artificial para camuflarlo. Las paredes de este corredor están cubiertas en pizarra y el techo de losas.


COMENTARIO

El uso de grandes bloques de piedra, la unión de elementos sin ningún tipo de argamasa y la apariencia robusta son rasgos inconfundibles de la arquitectura prehistórica.
Se trata de una obra arquitectónica con función funeraria, ya q este corredor llevaba a una cámara que tenia un uso similar a lo que en la actualidad conocemos por panteón. Se hacen para enterramientos colectivos y son la muestra de la primera arquitectura de la historia.
Ya hemos visto que con el Neolítico llega la agricultura y la ganadería, pero también la cerámica, el telar y la arquitectura. En esta era de cambios decisivos surgen las primeras viviendas construidas y los primeros poblados. En el cuarto milenio a.C., la agricultura se encontraba extendida en Europa dando origen, junto a la experiencia metalúrgica del cobre, a las construcciones megalíticas (construcciones en grandes piedras).
 Los estudios prehistóricos han desvelado la importancia de los cultos neolíticos, entre los que destaca el que tributa cada poblado a sus muertos. Este culto ha dejado su huella en los más antiguos monumentos conservados en nuestro continente, los Megalitos. En su mayoría los megalitos son monumentos funerarios, tumbas, constituidos por enormes bloques de piedra desbastada, a los que se intenta dar una forma más o menos geométrica. Su existencia implica unas vivencias religiosas avanzadas, pero además una estructura social de cierta complejidad, ya que exigen trabajo coordinado y una autoridad reguladora de la vida colectiva. Por tanto, el fenómeno megalítico se caracteriza por el entierro colectivo en tumbas de colosales piedras.
La cultura megalítica y, por tanto, la arquitectura megalítica se extiende por toda la costa atlántica de Europa, desde Escandinavia hasta la Península Ibérica, pasando por las Islas británicas, los Países Bajos y la costa occidental de Francia.
La tipología de los megalitos es variada: simples bloques de pieda hincados en el suelo, los menhires, alineados como las Alineaciones de Carnac (Francia), en círculo: Cromlech (Stonehenge) y el dolmen, con dos piedras verticales que soportan una horizontal (Dolmen de Dombate, Galicia). Si los dólmenes se suceden dan lugar a las galerías dolménicas, con un pasilo y una sala para enterramientos colectivos adintelados (Cuenva de Menga en Málaga o Dolmen de Soto en Huelva); otra variante es el sepulcro de corredor, que termina en una sala circular cubierta por falsa cúpula por aproximación de hiladas (Cuenva del Romeral en Málaga o poblado de Los Millares en Almería).

 
CONTEXTO HISTÓRICO

El arte prehistórico supone las primeras manifestaciones artísticas conocidas por el hombre. Estas primeras manifestaciones plásticas ofrecen tal perfección técnica y corresponden a un período tan avanzado en la historia humana que debemos suponer que las creaciones primordiales se han perdido, y sólo ha llegado a nosotros una mínima parte de lo creado. A lo largo de la evolución del hombre es muy difícil determinar cuando surgieron los primeros indicios de "arte".  Seguramente lo que existió fueron formas de danza, canto, quizá se hicieron tatuajes en el cuerpo y a lo mejor alguna decoración sobre materiales de cestería. Algunas de estas manifestaciones pudieron ser actividades lúdicas o pre-religiosas.
         Del arte paleolítico sólo conocemos sus formas parietales en las cuevas y esporádicamente al aire libre (arte rupestre) y los objetos con representaciones pintadas, grabadas o labradas sobre materiales no perecederos (arte mueble). Además de la continua aplicación del ocre rojo y de la presencia de unos ajuares, que tienen que acompañar al difunto en su viaje al más allá, alguno de estos enterramientos proporciona datos de gran interés que también hay que interpretar en relación con las actividades artísticas. Todas las manifestaciones artísticas conocidas se han producido en el final del Paleolítico, etapa que abarca desde la aparición de los primeros seres que podemos considerar como humanos hasta el 5000 a.C. aproximadamente.

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Paula Martínez Martínez



ENCUADRE

TÌTULO: Nebamon y su familia en una cacería de patos salvajes.

ESTILO: Arte Egipcio.

GÉNERO: Pintura  mural.

AUTOR: Desconocido. 
CRONOLOGÍA: Pintura del Imperio Nuevo, de la dinastía XVIII ( 1470-1439 a.C.), procedente de la tumba nº 146 de Tebas. Se encuentra en el Museo Británico, Londres.
OTRAS OBRAS: Cámara de ofrendas de la tumba de Nefertari (1265 a.C.). Valle de las Reinas, Tebas ; Busto de Nefertiti (1350 a.C.).


 
ANÁLISIS

Esta obra es una pintura egipcia que se concibió para decorar la tumba de Nebamon y así ayudar al difunto a alcanzar la eternidad. Ésta imagen es hierática, ya que los personajes no muestran ninguna expresión en sus caras, esto suele aparecer sobre todo en entidades divinas, especialmente en los faraones, esto hace que se alcance un efecto de sobriedad y distanciamiento en las imágenes.
La técnica que se utiliza es el temple aplicado sobre un soporte de leche y cal.
Los colores que se usan son colores intensos. Son figuras planas, no tienen volumen ni sombras. Aparece la ley de frontalidad típica en estas pinturas; no existe la profundidad, las figuras se yuxtaponen en el plano. Estas imágenes representan la vida cotidiana de las familias nobles, lo que solían hacer diariamente.
Nebamon, es el personaje principal de esta pintura, se encuentra armónicamente proporcionado, ya que cumple, con la longitud de los dieciocho puños, y otra de sus características es la visión rectilínea.
También aparecen representados animales, hay una escasa composición y frecuente dinamismo. 
En esta obra se pueden apreciar muchas características de la plástica egipcia: la visión rectilínea o esa manera de representar a las figuras de perfil cabeza y extremidades y de frente el ojo y el tronco, tanto en pintura como en relieves, la ausencia de perspectiva o profundidad, primando la perspectiva jerárquica, en la que la figura principal aparece con un tamaño mucho mayor que el resto. Por otro lado es muy importante la flora y la fauna del Nilo, río que da vida y hace posible la existencia de los egipcios. Es en la pintura donde aparecen los aspectos vitales de los egipcios: la alegría y el color.




COMENTARIO

Esta obra pertenece al Arte Egipcio, exactamente al Imperio Nuevo. Las obras se caracterizan por los temas religiosos y acontecimientos de la vida cotidiana de la nobleza y sobre todo de los faraones de la época.  En esta imagen podemos ver como Nebamon sale de caza con su mujer y su hija; representa una actividad de su vida cotidiana en la que aparecen los personajes en perspectiva jerárquica, es decir, están representados en un mismo plano pero debido a su posición social se muestran en diferentes estaturas: Nebamon, el más importante de la obra se encuentra representado en un primer plano su figura es mayor que las demás; su mujer emerge en un segundo plano, ya que se encuentra jerárquicamente en una posición inferior o menos importante que Nebamon; y por último, aparece su hija debajo de él sosteniendo en la mano una flor de loto que es uno de los símbolos del arte egipcio. Se reconoce que están representados en un plano, ya que los tres personajes que aparecen se encuentran subidos en una barca que representa una sola línea en el plano. 
También se puede apreciar la vestimenta y complementos que llevan puestos y el rasgo de los ojos almendrados típico de esta época. Se les solía representar con una peluca negra, la vestimenta blanca y con complementos o adornos que embellecían la pintura. Los colores utilizados son intensos (blanco, ocre, negro, rojizo, azul, amarillo y verde) y se marcaban los contornos y formas con líneas oscuras.
La ley de frontalidad se da en esta pintura. Esto consiste en una técnica que usaban los egipcios para representar las distintas partes del cuerpo humano que son consideradas desde puntos de vista diferentes: la cabeza, las piernas y los brazos se encuentran de perfil, mientras que el tronco se encuentra de frente. Esta técnica también se aplicaba en los relieves escultóricos.
Nebamon se encuentra armónicamente proporcionado según el canon de los dieciocho puños: dos para el rostro, diez desde los hombros hasta la altura de las rodillas y seis para las piernas y los pies.
El amor a la naturaleza es una constante: hojas, espigas, pájaros, peces, crean una atmósfera de oasis. A diferencia de la escultura, la pintura es un arte para la vida. Las escenas de las tumbas representan temas de alegría, ya que lo que querían era que el alma del difunto goce en la otra vida de todos los placeres y bellezas. Como se ve en esta pintura, se aprecia un gusto por la naturaleza, una alegría de vivir y una riqueza colorista que está en contraste con la solemnidad, la abstracción y el simbolismo de la plástica oficial de los altos personajes.
Otras tumbas egipcias:
-          Tumba de Nefertari. Cielo estrellado y la reina jugando al ajedrez; vida de ultratumba.
-          Tumba de Rekhmiré. Fabricación de vasijas.
-          Tumba de Nakt. Escenas de caza y pesca, mujeres tocando instrumentos musicales.

 Otro ejemplo de pintura mural en la Tumba de Nebamon

CONTEXTO HISTÓRICO

La geografía de Egipto favorece la creación de una cultura que evoluciona con continuidad y en la que las influencias exteriores son relativamente escasas. La civilización egipcia nace en torno al Nilo y vive gracias a él, los primeros egipcios llegaron incluso a divinizarlo.
Egipto es una civilización fluvial de base agraria, viven gracias a un rio que con sus crecidas periódicas  fertiliza a un desierto, pero el Nilo también fue la principal vía de comunicación que atravesaba el territorio faraónico y la frontera natural entre las ciudades de los vivos y la tierra del más allá. El egipcio tenía una visión cíclica y sus dioses mueren y resucitan constantemente.
 La sociedad egipcia estaba estructurada en varios grupos: en primer lugar se encontraba el faraón y su familia; a continuación los altos funcionarios y los sacerdotes; después los funcionarios menores como los escribas, los mercaderes, campesinos y los últimos en el peldaño de la sociedad eran los esclavos.
 El faraón concentraba todo el poder y era el encargado de conservar ese orden; era considerado un dios, además el faraón es el guardián del orden inmutable y generador de la paz, la  justicia y la abundancia, tiene un carácter sagrado, es un dios en la tierra y esto explica  la existencia de un pueblo que vivió para construir las tumbas de sus reyes. En ellas se pintan escenas de la vida, del difunto en la tierra y se le dejan objetos riquezas, instrumentos y adornos para su vida eterna. Para ellos la muerte no termina con la vida es simplemente el paso hacia la religión misteriosa donde Osiris juzga a los muertos y vela por ellos.

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Como en años anteriores, iniciamos la publicación de los comentarios de los alumnos y alumnas; no se trata de seleccionar, pero iremos publicando los más claros y que más se ajusten al esquema de comentarios y al temario. Es una forma de motivar y tener enganchado al alumnado, así que esperamos ir publicando más.
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