LOS ÁNGELES MÚSICOS DE LA CATEDRAL DE VALENCIA
El redescubrimiento de las pinturas murales de los Ángeles
músicos del Presbiterio de la Catedral de Valencia, realizadas por los
italianos Paolo de San Leocadio y Francesco Pagano, y ocultas durante siglos
bajo el recubrimiento barroco, ha supuesto un importante trabajo de
restauración de lo que sin duda es uno de los ejemplos más significativos de la
pintura protorrenacentista europea. Con ese motivo y dada la precisión de sus
detalles se han podido reproducir los instrumentos musicales que ahora se
muestran, y de los que se van a hacer diversos conciertos.
Los frescos fueron hallados el 22 de junio de 2004 durante las obras de restauración del altar mayor de la Seo, después de permanecer más de 300 años ocultos tras la bóveda barroca.
La exposición, que se encuentra en la Catedral de Valencia, se compone de reproducciones a tamaño natural de los ángeles músicos de la bóveda de la catedral, de una maqueta de la Catedral de Valencia tal y como era en el siglo XV, así como de reproducciones a escala de la bóveda barroca realizada en 1670 por encargo del arzobispo de Valencia Luis Alonso de los Cameros, y de la bóveda renacentista que fue encargada el 28 de julio de 1472 por el cardenal y arzobispo de Valencia Rodrigo de Borja.
La muestra también incluye las réplicas del conjunto de instrumentos musicales medievales que llevan los Ángeles en las manos, que han sido reconstruidos a partir de los modelos reproducidos en los frescos de la catedral y que se conservan en el Institut Valencià de la Música.
La historia
El esplendor artístico de Valencia se refleja en su Catedral.
Ésta ofrece una sucesión y superposición de estilos que van del tardo románico
al máximo esplendor del gótico, del renacimiento más puro al barroco más
exuberante, para terminar en el neoclasicismo más académico. Esta riqueza
artística es el reflejo de una ciudad rica y abierta a todo tipo de corrientes
culturales.
Los ángeles músicos de la Catedral de Valencia fueron realizados
en el periodo conocido como la Edad de Oro de Valencia, época en que la ciudad
brilló por si sola en el Reino de Aragón.
En 1472, el cardenal Rodrigo de Borja, arzobispo de Valencia,
fue enviado como legado del papa Sixto IV al reino hispano para obtener su
colaboración en la cruzada contra el turco y para resolver los defectos de
forma existentes en el matrimonio de Fernando de Aragón e Isabel de Castilla.
En el séquito que acompañaba al futuro pontífice Alejandro VI se encontraban
los pintores italianos: Paolo di San Leocadio y Francesco Pagano.
En Valencia, el 28 de julio de 1472, el cardenal, el cabildo y
los mencionados pintores estipularon un contrato por valor de 3.000 ducados
para la decoración de la capilla mayor. El contrato especificaba, entre otras
cosas, cual debía ser la técnica de ejecución, las condiciones y los materiales
a emplear.
En 1670 el arzobispo de Valencia Luis Alonso de los Cameros
encargó una nueva y espectacular decoración barroca. Una nueva bóveda ocultó
los frescos renacentistas, que se hallaban ennegrecidos por el humo de las
lámparas de aceite y velas. Desde ese momento los ángeles músicos nunca más se
volvieron a ver.
El 22 de junio de 2004, durante los trabajos de restauración de
la capilla principal de la Catedral de Valencia, a través de una abertura
existente en la bóveda barroca, los frescos de los ángeles músicos volvieron a
ser vistos y fotografiados. Su estado de conservación y la alta calidad de la
pintura era tan sorprendente que motivó un pormenorizado estudio y una
reflexión en la que participaron historiadores, ingenieros, biólogos, químicos,
físicos, arquitectos y restauradores para decidir que se hacía con la capilla.
Después de muchos estudios y del consecuente trabajo de
restauración, desde 2006 se pueden ver de nuevo los frescos de los ángeles
músicos de la Catedral de Valencia, uno de los principales ejemplos de su Edad
de Oro.
Los instrumentos
Ángeles tocando instrumentos musicales han sido representados
cantando a la Virgen con el Niño en la pintura medieval y renacentista para
simbolizar la armonía y gloria celestial. Los doce ángeles músicos de la
Catedral de Valencia se insertan de pleno en esta tradición cultural.
Los instrumentos musicales reproducidos en los frescos
pertenecen a tres tipologías: instrumentos de cuerda, aire y percusión. Así,
vemos un laúd, un arpa, una vihuela de mano, una vihuela de arco, una cítara,
una dulcema, dos trompetas, una flauta doble, una chirimía , un órgano portátil
y un aro de sonajas respectivamente.
Los instrumentos fueron reproducidos fielmente y utilizados en
el concierto que se ofreció al papa Benedicto XVI con motivo de su visita a
Valencia.