Cruzamos el antiguo puente sobre el Río Cávado para penetrar en una de las ciudades más emblemáticas del arte popular "minhoto".
Es una antigua ciudad, situada en un emplazamiento con restos arqueológicos destacables, desde la Prehistoria pero, fue en el s. XII, cuando comenzó su historia, primero al serle concedido fuero por D. Afonso Henriques que la convirtió en villa y, después, cuando D. Dinis, en 1298, quiso gratificar a su mayordomo-mayor João Afonso y lo convirtió en conde, donándole la población en título.
En 1385, el Condestable Nuno Álvares Pereira se convirtió en el 7º Conde de Barcelos. Entregaría Barcelos como dote en la boda de su hija Dª. Beatriz con D. Afonso, bastardo del rey D. João I. Entonces comenzó una época de gran desarrollo y dinamismo para Barcelos.
En el paseo por Barcelos acabamos en el tradicional Largo da Feira. También conocido como Campo da República, donde se encuentran las Iglesias del s. XVIII del Bom Jesús da Cruz, y de Nuestra Señora del Terço y donde todos los jueves, Quintas-feiras, se realiza la mayor feria de artesanía del País.
De todas las piezas allí expuestas destaca el vistoso Galo de Barcelos, es el más representativo, sin olvidar las bandas de música y las figuras que representan hábitos y costumbres de la región.
El mercadillo estaba llegando a su fin, todo el mundo recogiendo y el clima nada apacible.
Pero dio para comprar...
Aún nos quedaba Viana.