Esta es una traducción de la página original en inglés.
Obsolescencia en el software privativo
El software que no es libre (privativo) a menudo es malware (diseñado para maltratar a los usuarios). El software que no es libre está controlado por quienes lo han desarrollado, lo que los coloca en una posición de poder sobre los usuarios; esa es la injusticia básica. A menudo los desarrolladores y fabricantes ejercen ese poder en perjuicio de los usuarios a cuyo servicio deberían estar.
Habitualmente, esto suele realizarse mediante funcionalidades maliciosas.
La obsolescencia programada es una de las funcionalidades maliciosas que pueden diseñarse en el software privativo.
La tecnología informática tiene inevitablemente un impacto medioambiental, pero el software privativo agrava el problema, ya que a menudo está diseñado para inducir o presionar a los usuarios a desechar los dispositivos antes de tiempo, al dejar de recibir mantenimiento, o bien a desechar equipos que podrían haberse reparado.
Aquí se presentan ejemplos de programas privativos que hacen que los dispositivos informáticos queden obsoletos de forma prematura.
Si conoce algún otro ejemplo que debería mencionarse en esta página, escríbanos por favor a <webmasters@gnu.org>. Incluya la URL de una o más referencias confiables que justifiquen su inclusión.
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2024-05
Spotify vendía un dispositivo de transmisión de música, pero luego interrumpió su mantenimiento. Debido a que no es libre, el dispositivo ya no se puede actualizar y ni siquiera utilizar. Los usuarios pidieron a Spotify que publicara como libre el software que se ejecuta en el dispositivo, pero la empresa se negó, por lo que estos dispositivos se han convertido en basura electrónica. Spotify ahora ofrece reembolsar a sus clientes el dinero que perdieron con la compra de estos productos, pero eso no impide que se conviertan en basura electrónica ni que Spotify maltrate a los usuarios. Este es un ejemplo de cómo el software que no es libre controla al usuario en lugar de que el usuario controle el software. Es también es una importante lección que nos enseña que antes de comprar un dispositivo debemos exigir que el software que contiene sea libre.
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2022-08
Algunas impresoras Epson están programadas para dejar de funcionar una vez han imprimido un número predeterminado de hojas, con el pretexto de que las almohadillas de impresión quedan saturadas de tinta. Esto constituye una inaceptable vulneración de la libertad de los usuarios de utilizar sus impresoras como deseen, y de su derecho a repararlas.
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2022-04
Los televisores «inteligentes» actuales empujan a la gente a someterse al rastreo a través de internet. Algunos no funcionan a menos que tengan la oportunidad de descargar software privativo. Además, están diseñados con obsolescencia programada.
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2021-01
El software de contabilidad personal Quicken tiene una política de cesación de servicios, o dicho de otra manera, obsolescencia programada, lo que es una injusticia hacia los usuarios. Un programa libre permitiría a los usuarios controlar el software. Pero cuando se utiliza software privativo no se tiene el control.
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2019-08
Los ChromeBooks están programados para quedar obsoletos: ChromeOS tiene una puerta trasera universal que es utilizada para las actualizaciones y que deja de funcionar en una fecha predeterminada. A partir de ese momento parece que el ordenador deja de recibir toda asistencia.
En otras palabras, cuando uno deja de ser ultrajado por la puerta trasera, empieza a ser ultrajado por la obsolescencia.
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2019-03
La cadena británica de supermercados Tesco vendía tabletas que tenían que conectarse a un servidor de Tesco para restaurar la configuración original. Tesco suspendió este servicio para los viejos modelos, de modo que si alguien trata ahora de restaurar la configuración de fábrica, la tableta se vuelve inutilizable.
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2019-02
Los cartuchos de HP «por suscripción» tienen un DRM que se comunica constantemente con los servidores de HP para asegurarse de que el usuario esté al día en el pago de la suscripción y no haya imprimido más páginas de aquellas por las que ha pagado.
Si bien con el programa de suscripción la tinta puede resultar más barata en algunos casos, se espía a los usuarios, y conlleva restricciones totalmente inaceptables en el uso de cartuchos de tinta que normalmente podrían seguir utilizándose.
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2018-10
Apple y Samsung reducen deliberadamente el rendimiento de los teléfonos viejos para obligar a los usuarios a comprarse uno nuevo.
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2017-06
Apple dejará de corregir fallos en los modelos viejos de las iCosas.
A la vez, Apple impide que la gente arregle los problemas por sí misma; es la naturaleza del software privativo.
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2016-04
Revolv es un dispositivo que controlaba las operaciones de una «casa inteligente»: encender las luces, poner en funcionamiento los sensores de movimiento, regular la temperatura, etc. Su software privativo depende de un servidor remoto para llevar a cabo esas tareas. El 15 de mayo de 2016, Google/Alphabet lo dejó intencionadamente fuera de uso al cerrar el servidor.
Si fuera software libre, los usuarios tendrían la posibilidad de ponerlo de nuevo en funcionamiento, de manera diferente, y entonces tendrían una casa que respeta la libertad en lugar de una casa «inteligente». No permita que el software privativo controle sus dispositivos y los convierta en ladrillos de 300 dólares sin garantía. ¡Exija ordenadores autónomos que utilicen software libre!
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2016-03
Electronic Arts, al clausurar sus servidores, ha hecho que uno de sus juegos quede definitivamente inutilizable. Este juego era muy dependiente de los servidores de la compañía, y como el software es privativo, los usuarios no pueden modificarlo para que se conecte a algún otro servidor. Si el juego fuera libre, la gente podría seguir utilizando el juego que compró.
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2016-01
La impresora 3D «Cube» fue diseñada con gestión digital de restricciones (DRM): no acepta consumibles de terceras partes. Es la Keurig de las impresoras. Esta impresora ha dejado de fabricarse, lo que significa que a la larga los consumibles autorizados no estarán disponibles, por lo que puede volverse inutilizable.
Con una impresora etiquetada como «Respeta Tu Libertad» (RYF), no existe la menor posibilidad de que esto suceda.
Es lamentable que el autor de este artículo diga que no había «nada de malo» en diseñar el dispositivo con restricciones de uso. Es como ponerse en el pecho un cartel que diga «engáñame y maltrátame». Ya deberíamos saber que es necesario repudiar a todas las empresas que se aprovechan de las personas como él. De hecho, es esa aceptación de la injusticia lo que lleva a las personas a dejarse pisotear.