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martes, 9 de mayo de 2017

Ensalada de col (Coleslaw)


Ingredientes:
- 400 gr. de col.
- 100 gr. de zanahoria.
- 50 gr. de manzana.
- 150 gr. de mahonesa.
- 100 gr. de yogur natural.
- 10 gr. de mostaza.
- 15 ml. de vinagre de manzana.
- 1 tsp. de sal.
- 1 tsp. de azúcar.
Elaboración:
   En un cuenco haz la salsa, mezclando la mahonesa, el yogur, la mostaza, el vinagre, el azúcar y la sal. Reserva todo mientras preparas el resto de ingredientes.
   Pica la col en juliana, ralla la zanahoria y corta la manzana en bastoncitos muy pequeños. Pon todo en un bol grande y añade la salsa que has preparado, removiendo bien. Deja que repose en la nevera al menos una hora, para que coja bien todos los sabores.
  
Notas:
   Tanto la col, como la zanahoria y la manzana están pesadas una vez limpias. Y dicho esto, sigamos con las mínimas explicaciones que hay que dar.


   En el caso de la col, como ya he dicho, la corto en juliana y siempre quito la parte más dura. Si os apetece una ensalada más "divertida" en cuanto a colores se refiere, podéis utilizar varios tipos de col. En la foto de la manzana podéis ver el tamaño de los bastoncitos. Se puede hacer más fino, pero me gusta sentirla al masticar. Lo de la manzana es opcional y se puede omitir, pero a mi me encanta el puntazo de frescor, mezclado con un pelo de acidez que le da al conjunto de la ensalada.


   Con la zanahoria tenéis dos opciones, picarla en bastoncitos, al igual que la manzana, como es el caso de la foto de la izquierda, o rallarla, como en la foto de la derecha. Normalmente, yo siempre la rallo, pero de las dos formas queda estupenda.


   Aunque en el apartado de apuntes cuento algunas cosas sobre la salsa y las diferentes opciones, aquí os digo que aunque yo utilice vinagre de manzana, se puede usar perfectamente vinagre de vino.


   Cuando aliñéis la ensalada mi consejo es que siempre reservéis un poco de la salsa para ponerla justo antes de servirla, de ese modo quedará, como decirlo... Como más fresca.


   Y poco más que decir de esta receta. Y no olvidéis eliminar el agua que se forme en el fondo si la tenéis varios días en la nevera. A mi me suele durar un par de días, tres como mucho, dependiendo del hambre que se gaste en casa.

Apuntes:
   Ya sé que no traigo nada nuevo con esta ensalada, pero seguro que hay gente que, a pesar de lo sencilla que es, no la ha preparado nunca en casa.
   Lo que cuento ahora es algo personal sobre esta receta, ya que como todo, es cuestión de gustos. Por ejemplo, desde hace bastante tiempo, he decidido que como más me gusta es con un reposo no muy largo, vamos, que como digo en la elaboración, con una hora tendrá más que suficiente para estar en su punto justo, ya que así las verduras mantendrán todo el crujiente y no le dará tiempo a la col a soltar mucha agua.
   Aunque os parezca una contradicción, para que la col se mantenga tersa por más tiempo (si se va a comer en el día no es necesario), es aconsejable ponerla una vez picada en un escurridor, añadir una cucharada de sal y dejarla un par de horas para que suelte el agua. Evidentemente, después habrá que secarla bien. De nuevo sé no estoy diciendo nada nuevo, ya que seguro que más de uno lo hace con calabacines, pepinos y demás.
   Sigo con el tema salsas, ya que esta ensalada admite varios aliños. El que he puesto arriba es el que más me gusta para acompañar el pulled de pollo (aquí el enlace al vídeo).
    Ni qué decir tiene, que el aliño más sencillo es el de aceite, vinagre, sal y pimienta, que es ideal para acompañar algunos tipos de pulled, como el "estilo de Texas",  elaborados con cerdo. Pero también se pueden hacer cambios a la mía, por ejemplo, podéis cambiar el yogur por buttermilk (que es suero de leche) o por sour cream (nata agria). O hacerla tan solo con mahonesa. También si le ponéis un poco de cebolla rallada queda genial. Eso ya lo podéis ir viendo vosotros.

   Y poco más que contar por hoy, si se me ocurriera algo nuevo, vengo, edito y os lo cuento, que sé que me estoy quedando (dejando, para ser más correcta) algo en el tintero y no hay forma de recordarlo... Madre mía, ¡¡¡cómo están las cabezas!!!

   Nos vemos en unos días... ¡¡Feliz semana a todos!!


lunes, 4 de mayo de 2015

Salsa Ketchup


Ingredientes:
- 800 gr. de tomate triturado.
- 130 gr. de azúcar blanca.
- 120 ml. de vinagre de vino blanco.
- 40 ml. de vinagre de manzana.
- 120 ml. de agua.
- 11'5 gr. de sal.
- 1'8 gr. de ajo en polvo.
- 2 gr. de cebolla en polvo.
- 0'5 gr. de pimienta molida.
- 0'5 gr. de mostaza en polvo.
- 0'2 gr. de clavo molido.
- 5 gr. de apio fresco.
- 1 ajo.
Elaboración:
   Para hacer esta receta tienes dos opciones, hacerla del modo tradicional, es decir, en olla y al fuego, vitro, o similar, o hacerla en una olla de cocción lenta (ármate de paciencia, que vas pa'rato...)
1.- Slow Cooker:
   Pon el tomate en la olla y con la cantidad de agua que doy en los ingredientes, "limpia" las latas y añade también a la olla. Echa el resto de los ingredientes (si no tienes báscula de precisión, en el apartado de "Notas" pongo una foto con las cantidades, aunque la sal no se ve muy bien).  
   Cuando tengas todo dentro, mueve para que se mezclen los ingredientes, pon la olla en "High" y deja que se haga, con la OLLA DESTAPADA, durante 10-12 horas, que es lo que tardará en reducir a la mitad, dependiendo del tipo de tomate triturado que utilices. Es importante que cada hora más o menos vayas moviendo la salsa. 
   Una vez que haya pasado el tiempo, puedes pasar la salsa por una batidora de mano y después por un colador, o directamente por un colador. Deja enfriar por completo antes de rectificar algún ingrediente.
2.- Modo tradicional:
   Es básicamente igual, con la diferencia de que se hará mucho antes. El modo de poner los ingredientes es el mismo, pero en este caso te recomiendo que tengas la olla con una tapadera, pero sin cerrar del todo. No olvides ir moviendo de vez en cuando, para que no se agarre al fondo y el fuego, por supuesto, siempre al mínimo.
   Al igual que si lo haces en la slow cooker, debes pasar la mezcla por un tamiz para que te quede fina. También espera a que enfríe por completo para rectificar alguno de los ingredientes.
   Cuando esté a tu gusto, la guardas en un bote y la conservas en el frigorífico, al igual que harías con un ketchup comercial.

Notas:
   Como podéis ver, esta es una receta para tener paciencia, nada recomendable para "cagaprisas" y similares. Ni que decir tiene, que las cantidades que doy son para la olla pequeña, es decir, la de 1'5 litros de capacidad. Si tenéis una más grande, debéis adaptar todos los ingredientes.
   Primera aclaración, no es imprescindible usar vinagre de manzana o vinagre de vino blanco, se puede usar el total de la cantidad de cualquiera de las dos clases, pero a mi me gusta como queda así, es decir, que podéis poner los 160 gr. de uno de los dos. Eso sí, recordad que el de manzana es más suave, por lo que tal vez al final os apetezca poner un puntito más.


   Por si os quedaban dudas, en la foto de las latas podéis ver el fin que tiene echar el agua en ellas. Es una forma de aprovechar todo el contenido, sin desperdiciar ni una gota de tomate, que para eso lo pagamos.


   A riesgo de parecer pesada, vuelvo a comentar la importancia de tener en nuestra cocina una báscula de precisión, que, como ya he dicho en muchas ocasiones, no es cara y nos puede ayudar a la hora de calcular los ingredientes cuando se trata de pequeñas cantidades. Mientras que vais a comprarla y no, seguiré poniendo fotos para que se vean las cantidades y de esa forma os podréis aproximar bastante.


   En serio, no desesperéis haciendo esta receta, al final os prometo que reduce y ahí tenéis la prueba de ello. No olvidéis que dependiendo del tomate triturado que se use, tardará más o menos, pero vamos, las 10 horas me da que no os las quita nadie (en este caso hablo de la slow cooker)


   El momento batidora os lo podéis ahorrar, de hecho, yo casi nunca lo paso por ella. Va directo a un colador (que por cierto, voy a tener que ir cambiando, ya que va estando algo perjudicado). Os aconsejo que os ayudéis de un cazo, puesto que si el tamizado lo hacéis con una cuchara, os vais a eternizar. Importantísimo rebañar la parte de abajo del colador una vez que esté todo pasado. De nuevo, no queremos desperdiciar ni una gota.


   Y por fin tenemos nuestro ansiado tomate ketchup!!! Como veis, yo hago el paso anterior en un plato, pero después lo paso a un bol para dejar enfriar antes de rectificar, si hiciera falta, la sal, pimienta... Está claro que directamente se puede hacer en el bol, con lo que después nos evitamos fregar el plato. Lo he dicho más arriba, IMPORTANTÍSIMO dejar que enfríe bien antes de rectificar cualquier ingrediente!!!
   Para conservarla lo mejor es tenerla en un bote de cristal o en un viejo bote de salsa que podáis reutilizar.

Apuntes:
   Y ahora viene mi hermana y dice: tía, tanto tiempo para hacer una cosa que vas a la tienda y lo puedes comprar?? Claro, no dice eso de los panes que le hago...

    Pues sigo dando uso a la olla de cocción lenta que me compré (compró y pago padre, la verdad). Os puedo asegurar que para este tipo de recetas va genial. Esta de hoy, reconozco que es un poco "tostón", puesto que debes estar pendiente cuando la haces, pero ayer hice unas judías bien ricas durante ocho horas mientras que dedicábamos el día a zanganear y comer filloas con nata montada y dulce de leche, todo hecho en casa, of course.
   Esta es la olla, es pequeñita, como podéis ver comparando el tamaño del bote de ketchup. La capacidad que tiene es de un litro y medio, por lo que va genial para salsas, chutneis, mermeladas... Si sois muchos en casa se queda corta para cocinar otras cosas, pero para dos es ideal a la hora de preparar ciertos platos, como las judías "simples", que hago solo a base de verduras y que están para rechupetearse los dedos. Si queréis otra receta hecha en ella tan solo tenéis que pinchar aquí para verla. (Es la receta de la semana pasada, la salsa "Coney Island" para perritos calientes).


   Bueno, qué tal vuestro puente de mayo? Nosotros al final decidimos no ir al pueblo, ya que mi hermana hizo un cambio de planes y lo ha retrasado un par de semanas. Creo que hicimos bien, puesto que dicen las malas lenguas que los atascos han sido hermosos. El viernes, que fue día 1, planificamos para estar en casa de tranquis, puesto que es uno de los poquísimos días que cierra todo en la Comunidad de Madrid.
   Por el contrario, el sábado decidimos ir al centro, ya que, aunque en los madriles seguía siendo festivo, las tiendas sí abrían y en el centro había bastante vida... Cuando llegamos no es que hubiera vida, es que creo que estaba allí toda la vida del mundo!! Todo hasta la bandera, pero como somos dos, siempre te puedes hacer un hueco en cualquier sitio. Iba con idea de localizar una tienda de especias que hay por Tribunal, aunque me la encontré cerrada, ya sé exactamente donde está, por lo que a la siguiente iré derechita a ella. Compra en ECI a última hora y a cenar a casa, que ya no podíamos con el cuerpo (a ver, es que vamos andando al centro cuando hace buen tiempo).
   Y el domingo tocó de nuevo estar en casita, de relax. Aunque por la tarde salimos a dar un paseo para deshacer las filloas de las que he hablado más arriba. Descubrí que algunas de las tiendas tienen hojas de plátano, por si las tengo que comprar de urgencia (que no creo). Al final fueron dos horas caminando por las calles del barrio.

    Y tan feliz que me despido hasta la siguiente recetilla, no sin antes volver a enseñaros la foto del bote de ketchup casero. Para mi es "LA RECETA", pero como todo, va en gustos. Una vez que la hagáis la primera vez, ya podréis decidir si la queréis con un toque más de pimienta, o tal vez clavo, aunque puede que alguno quiera echarle incluso un poco de cayena, para darle un toque picante.


   Por cierto, ahora que veo el bote, comentar que sale más cantidad, pero es que ayer ya le dimos un buen tiento, puesto que del anterior no quedaba ni gota y parte del menú de fueron unas patatas fritas, entre otras cosillas...

   Nos vemos en unos días... Feliz semana a todos!!!

lunes, 1 de diciembre de 2014

Spanakopita (rico pastel griego de espinacas y queso Feta)


Ingredientes:
- 500 gr. de espinacas frescas.
- 250 gr. de cebolla.
- 250 gr. de queso Feta.
- 60 gr. de aceite de oliva virgen extra.
- 15 gr. de perejil fresco.
- 7'5 gr. de eneldo fresco.
- 30 gr. de leche.
- 30 gr. de mantequilla.
- 2 huevos.
- 250 gr. de pasta filo.
- Sal.
- Pimienta.
Elaboración:
   Empieza la receta escaldando las espinacas en una olla con agua hirviendo durante un minuto. Pasado ese tiempo, ponlas a enfriar en un bol con agua bien fría, escurre y reserva.
   Pica la cebolla y pásala por la sartén un poquito, para quitar el sabor a crudo. Pica el eneldo y el perejil. Desmenuza el queso Feta y en un cuenco, bate (no mucho) los dos huevos. Derrite la mantequilla.
   En un cuenco grande mezcla todos los ingredientes, es decir, la cebolla, espinacas, queso, leche, huevos, eneldo, perejil y mantequilla. Echa un poquito de pimienta recién molida y sala al gusto.
   Coge un molde y con ayuda de una brocha (en este momento enciende el horno a 180ºC) unta el molde. Ve poniendo capas de masa filo, pincelando cada una con aceite. Cuando hayas puesto la mitad, añade la mezcla que tienes reservada y ve tapando con la otra mitad de las hojas, sin olvidar pincelar con aceite cada vez que pongamos una. Marca el pastel haciendo seis raciones, pincela con aceite y rocía con un poco de agua.
   Hornea durante una hora a 180ºC. Sirve templado o a temperatura ambiente.

Notas:
   Empecemos por el principio... La receta original lleva el doble de ingredientes, pero en casa somos dos y 12 raciones son muchas, aunque en casa haya un gallego y una extremeña...


   Para escaldar las espinacas, una olla bien grande, porque al principio abultan un montón. Importante que el agua en el que las refresquemos esté bien fría. Como veis en la foto, yo le suelo echar unos hielos. No las tengáis más de un minuto si no queréis tener unas espinacas "chuchurrías"... Y muy importante, cuando las escurráis, intentad que quede la menor cantidad de agua posible. Yo lo consigo apretando bien con las manos mientras que las tengo en el colador.


   En la receta original, va con cebolleta, pero como lo que siempre tengo a mano en casa es cebolla, pues hice el cambio (mínimo). Otra cosa que hago es pasar por la sartén la cebolla, pero no mucho, tan solo hasta que pierde el saborcillo a crudo (así padre la come).


   El queso lo podéis partir con un cuchillo o como yo hago, desmenuzándolo con la mano, que con este queso se puede hacer sin problema. Con respecto al eneldo, una vez pesado y antes de picarlo, le quito los tallos más gruesos.


   A la izquierda veis todos los ingredientes del relleno y a la derecha una vez que están mezclados. Lo sé, no tiene complicación, pero (y no me gusta repetirme), las fotos las tenía hechas y las he metido con calzador...


   Si habéis trabajado alguna vez la pasta Filo sabréis que es importante manipularla con rapidez, puesto que se seca rápido. Vuelvo a comentar algo de la receta original, que utiliza un molde redondo de 35 cm. de diámetro (recordad que esta que pongo en el blog es la mitad de la receta). Yo no, yo lo hago en uno rectangular de 16x21 cm aproximadamente. Sí, sí, aprox!!! A ver, es que el cristal es gordo y no se mide bien, que hay que decirlo todo!! Como veis en la foto, lo que hago para que quede con muchas capas es ir sobre poniendo capas y cuando las tengo todas colocadas y pongo el relleno, voy cerrando todas las hojas.


   Spanakopita terminada!!! Qué es lo que pasa cuando recibes un WhatsApp justo antes de meter el pastel en el horno diciendo que lo mismo cenas sola? Sencillo, que se te olvida rociar con agua y se te "empina de manos"!!! Lo sé, un desastre, pero el disgustazo me lo he llevado yo, porque lo mismo me tengo que comer la spanakopita sola...

Apuntes:
   Y ahora qué os cuento, si no tengo nada que contar?, este fin de semana ha sido un poco "caca de la vaca", porque el domingo me lo he pasado sola en el sofá...

   Bueno sí, os cuento que esta receta es del libro de la cocinera griega Vefa Alexiadou, el libro en cuestión se llama "La Cocina de Vefa", está en las librerías por unos 40 "lereles", vamos, que barato no es. Merece la pena comprar el libro? Si... No... No sé, depende de lo que os guste la cocina griega. A mi me apasiona, pero como todo, depende del uso que vayamos a dar al libro en cuestión. Si no os apetece gastar el dinero en eso, tranquilos, que ya iré poniendo más recetillas.

   El tema de los libros es algo delicado... Me encantan!!! Pero hay que comprar con cabeza. El que escribió Simón Ortega, 1080 recetas de cocina lo tengo y ¿lo uso? No, no he hecho ni una receta de esa buena mujer, que sí, que dicen que es como un libro de culto, muy bien, pero no soy yo de tener muchos dioses... Otra "biblia" dicen que es "El Arte de la Cocina Francesa", de Julia Child, no voy a decir que no, pero ahí lo tengo muerto de asco... Sobre libros de panes mejor no hablo... Para acabar haciendo al final lo que me da la real gana con las masas!!!

                        ¡¡¡Por favor, no me dejéis que me compre ni un libro más!!!

   Dicho esto, cambio radicalmente de tema... Padre, que de sobra es sabido por muchos que es un caprichoso, me manda un WhatsApp hace unos días y me dice...
- Niña, mira la foto que he subido de Carlota en el Facebook...
- Papi, estoy empezando a cenar, que hoy venimos tarde!! En cuanto cene la veo.
- Niña, entra en un momento, por favor, que veas la foto, que me quiero acostar!!
- Papi, aunque sea ceno como los pavos, pero deja que cene, que sabes que mesa y redes sociales no las llevo unidas...
- Hija, haz una excepción, que veas a tu sobrina, porfaaaa...
- Vooooooyyyyyyyyyyy... Hostiaaaaaa canaaaaaaaa!!! (perdón), papi, no me jodas (perdón) que te has comprado una KitchenAid????
- Jijijijijijiji... Sí, ya te dejaré que la uses cuando vayas al pueblo!! Jijijijijiji... Hasta mañana, que me voy a acostar... Sigue cenando!!
- Papi, papiiii, papiiiiiiii!!! Po's no que ma'colgao!!!

   Os parece normal? No, no lo es!!! Pero la verdad, mis padres molan, aunque lo mismo mi madre comenta la entrada para regañarme por decir hosti... y lo que sigue y jod... y lo que sigue... En fin, que voy a dar la vuelta al pan de Calatrava que tengo ya creo que frío...

Nos vemos en siete días... Feliz semana a todos!!!

domingo, 5 de mayo de 2013

Zanahorias aliñadas



Ingredientes:
- 500 gr. de zanahorias (ya limpias).
- 25 gr. de ajos.
- 4 gr. de comino en grano.
- 1 gr. de orégano.
- 6 cl. de vinagre de vino blanco.
- 6 cl. de agua.
- 2 gr. de sal.
- Aceite de oliva virgen extra.
Elaboración:
   Lo primero que hay que hacer es poner a cocer agua en una olla. Mientras que se calienta vas a ir cortando las zanahorias en rodajas  de un centímetro más o menos. Una vez que empiece a hervir, añade un poquitín de sal y las zanahorias. Debes empezar a contar cinco minutos desde que empiece a hervir de nuevo el agua. De esta forma no te quedarán muy blandas, pero tampoco te va a costar masticarlas.
   Mientras que cuecen las zanahorias prepara el aliño. En un mortero debes poner los ajos pelados y partidos en dos o tres trozos cada uno, el comino en grano y el orégano junto con la sal. Machaca hasta que se haya hecho una pasta y añade el vinagre y el agua, remueve y reserva.
   Cuando las zanahorias estén en su punto escúrrelas y ponlas en un cuenco. Aún en caliente añade el aliño y mueve bien para que se mezcle todo. Cuando enfríe ponlo en un tupper y déjalo reposar en el frigorífico al menos un día, para que las zanahorias cojan el sabor del aliño.
   Cuando lo vayas a servir ponlo en un plato y añade un chorro de aceite de oliva, rectificando de sal si fuera necesario.

Notas:
    Empezaré aclarando lo de las cantidades, seguro que hay gente que no se ha comprado todavía la báscula de precisión y a ellos les dedico estas fotos, jejejeje... Como veis, de comino es una cucharadita "de café" y de orégano es una cucharada y media. La cantidad de sal no la pongo, porque ya he dicho muchas veces que un gramo de sal es el equivalente a "una pizca" de las de nuestras madres o abuelas, es decir, la cantidad que coges con el dedo corazón, índice y pulgar.


      No hace falta que explique la forma de machacar en el mortero, pero sí os enseño como queda la mezcla de los ingredientes. Por cierto, los seis centilitros es algo más de la cantidad que entra en esas botellitas pequeñas de licores que te tocan en la feria al tirar con las escopetillas, jejeje...


   Y poco más... Bueno sí, el tema del ajo!!! La cantidad la pongo en gramos porque el tamaño entre unos y otros varía bastante en algunas ocasiones, por lo que prefiero orientaros en peso, aunque suelen ser cuatro o cinco más o menos. Si os gusta más suave siempre le podéis quitar un diente o dos, eso ya lo veréis vosotros. Y cuando lo vayáis a servir no olvidéis el chorrito del aceite de oliva y como ya he dicho, rectificar de sal si fuera necesario.

Apuntes:
   Empezar diciendo que esta no era la receta que tenía pensada para hoy, pero por mi mala cabeza he tenido que cambiar el orden, poner hoy esta y dejar la otra para el mes que viene... Sí, después de comprar unas judías que necesitaba para hacer el plato no las puse en agua un día y otro y otro... Diosssss, es sábado y no lo tengo!!! Pues a cambiar!!! He aprovechado que tenía unas zanahorias en el frigo para esta receta... A mi chico le encanta!!!

   La verdad es que esta receta no se hacía en mi casa, la conocí cuando fui a vivir a Sevilla, hace ya muchos años y me gustó tanto que la incluí en mi recetario. Es un plato muy agradecido en las fechas que llegan en nada, el verano!!! Esto con una cervecita está de vicio, os lo aseguro. Espero que os animéis a prepararlo.

   Un momento, que os dejo un ratín para comer y en nada termino esta entrada... ¡Ya he comido! Bufff, hoy ha tocado patatas huevos y gulas... Estoy que no me puedo mover, por lo que os voy a dejar para ver si hago la digestión tranquilita en el sofá... Ya veremos si salimos después a dar una vuelta o no.

   Por cierto, ¿os he contado que ayer me compré una falda? Sí, yo, una falda, eso sí, larga hasta los pilreles, ya os la enseñaré un día de estos... Y no me enrollo más, pendiente queda la receta que en teoría iba esta semana, pero que como ya he dicho antes, por mi mala cabeza ha sido imposible!!!

       Nos vemos en siete días... ¡Feliz semana a todos!

domingo, 7 de abril de 2013

Setas empanadas

Ingredientes:
- 250 gr. de setas Pleorotus Ostreatus.
- 2 huevos.
- Pan rallado.
- Harina.
- Sal.
- Aceite de oliva virgen extra (para freír)
Elaboración:
   Si las setas son muy grandes las cortaremos en trozos más pequeños. Una vez que tengamos ese paso hecho pondremos en un plato harina, en otro pan rallado y en otro batiremos los dos huevos.
   Ponemos el aceite en una sartén a calentar. Mientras que coge temperatura salaremos las setas y las vamos a ir pasando por este orden, harina, huevo y pan rallado.
   Cuando esté caliente vamos a ir friendo las setas y poniéndolas a escurrir en un plato con papel absorvente para que recoja el exceso de aceite.
   Las ponemos en un plato para servirlas y las acompañamos con una mahonesa de ajo... Deliciosas!!!

Notas:
   Esta vez el plato no tiene ninguna complicación y tampoco nada para explicar, porque que esta sección queda vacía este viaje!!! 
    Bueno, bueno, bueno, un momento!!! Sí que os diré que si queréis un empanado más gordito podéis dar una pasada doble por el huevo y pan rallado, es decir, huevo-pan rallado-huevo-pan rallado, también quedan genial!! 

Apuntes:
   Un domingo más y el mes de abril que poquito a poco va pasando... Esta vez no me voy a enrollar nada de nada, estoy para tirarme en el sofá y no moverme en todo lo que queda de tarde!!! Hoy ha sido día de domingueo, hacía mucho tiempo que tenía ganas de ir a probar las patatas bravas del Docamar, me habían hablado muy bien de ellas y hoy puedo decir que sí, que están riquísimas. El problema es que después de comer allí, en vez de coger el metro y volver de la misma forma que había llegado, noooooooo, hasta Sol ha sido a patita, pero con ese toque de paseo que tanto cansa!!!
 
   Y ahora voy al perreo del que os hablaba... Ahhhh, no, que como no he probado torrija ninguna esta Semana Santa las voy a preparar ahora!!! Estoy esperando a que se enfríe la infusión de la leche y a echarla por lo alto del pan. No tenía pensado hacerlas, pero mi padre me ha llamada para darme un truquín que utilizan en una panadería de Matalascañas. Lo que estoy haciendo va en contra de mis principios, pero quiero ver como quedan, ya os contaré si el resultado es bueno.

   Nos vemos en siete días... Feliz semana a todos!!!

domingo, 4 de noviembre de 2012

Col en salsa agridulce


Ingredientes:
- 1 col.
- 10 granos de pimienta.
- 2 cayenas.
- Aceite de oliva virgen extra.
Para la salsa:
- 2 cucharadas de salsa de soja.
- 1 1/2 cucharada de vinagre.
- 1 1/2 cucharada de azúcar.
- 1 cucharada de sal.
Elaboración:
   Quitaremos las hojas mustias de la col si las tiene y la partiremos en una juliana muy finita después de lavar todas las hojas cuidadosamente.
   En un bol mezclaremos los ingredientes de la salsa, que reservaremos.
   En una sartén pondremos un chorro de aceite de oliva y saltearemos las cayenas y los granos de pimienta. Echaremos la col y saltearemos unos minutos. Echaremos por encima la salsa que teníamos reservada y moveremos para que se mezcle todo muy bien, dejaremos que cueza unos cinco minutos y serviremos caliente.

Notas:
   Las cayenas tenéis la opción de echarlas enteras o partirlas en láminas. Yo las echo enteras, así se retiran más fácilmente (por si hay alguien a quien no le resulte agradable encontrarse el picante en la boca en plan bestia...)
   El punto de este plato es a gusto del consumidor, ya sabéis que cuanto menos cuezan, más "al dente" estarán, cuidado, porque si se pasan mucho el plato pierde algo de gracia.

Apuntes:
    Sabéis que las coles ya las cultivaban los egipcios 2500 años antes de que Cristo llegase a este mundo? En la Edad Media los marineros las tomaban por la cantidad de vitamina C que tienen, lo que les protegía de padecer escorbuto (vaya nombre feo que pusieron a la enfermedad).

Col blanca

 La col blanca, que es la de la foto superior y con la que hago la receta, tiene un sabor fuerte y es de aspecto duro, es más, esa dureza nos dirá la calidad que tiene, cuanto más dura, crujiente y compacta esté, mejor será.

Col de Milán

 La col de Milán o col rizada tiene las hojas arrugadas, es de color verde y en ocasiones algo azulada. También es conocida como col Savoy (lo siento, pero no la encontré entera para poder enseñarosla).

Col lombarda

      Por último os enseño la col lombarda, muy fácil de diferenciar por ese color violeta rojizo que muestra. Tiene un sabor dulzón y normalmente es de hoja lisa. Un truquito para que no pierda ese color tan bonito que tiene es añadir al agua de cocción una cucharadita de vinagre o un poco de zumo de limón, ya que las dos nos valen para fijar el color. Y si no queréis que las demás verduras cojan ese color, tenéis que cocerlas por separado.

   Ventajas de la col? Pues que tiene mucha fibra y también es bastante considerable la cantidad de agua que contienen, por lo que hace que sean muy buenas para dietas y cosas de esas de: "No me abrochan los pantalones"!!!

   Cómo conservarlas? Pues la col blanca y la lombarda, en el frigorífico dentro de una bolsa de plástico con agujeritos en el compartimento de las verduras. Y la col rizada fuera del frigo se conserva mejor. Otra forma de conservar en congelándolas después de cortadas y blanqueadas, pero recordad que así perderán un poco ese crujiente tan bueno que tienen.

Porqué a veces tienen ese olor tan desagradable al cocerlas? Simple, porque nos pasamos de cocción!!! Debemos echar la col cuando el agua esté hirviendo y retirarla del agua cuando las hojas se empiecen a encoger.

   Poco más que contar de las coles con repollo, el día que haga una receta con una col sin repollo os digo lo que sé de ellas.

   También decir que las coles no son nada fotogénicas!!! Le di mil vueltas, le hice fotos para aburrir y nada, nadaaaaaaaa!!! Parece mentira que con lo que me gusta este plato no fuera capaz de hacer una foto decente, pero mira, así se queda, que hasta la semana que viene no pienso hacerlo de nuevo y yo la necesito para ahora mismo.

   Nos vemos en siete días... Feliz semana a todos!!!

domingo, 4 de marzo de 2012

Espinacas a la crema.


Ingredientes:
800 gr. de espinacas congeladas.
- 1 cebolla mediana.
- 2 cuchradas de harina (33 gr.)
- 500 ml. de leche.
- Sal.
- Pimienta.
- Aceite de oliva virgen extra.
- 4 huevos.
- Queso rallado.
Elaboración:
   Lo primero que haremos será poner en una olla las espinacas, siguiendo las instrucciones que vienen en el envase para cocerlas. Cuando estén listas, las escurriremos bien y si hemos elegido espinacas en hojas, las cortaremos ayudandonos de unas tijeras.
   En una sartén con aceite, pondremos la cebolla cortadita en brounoise, y la sofreiremos hasta que esté blandita (no olvidéis salarla, para que se haga mejor).
   Cuando esté lista, añadiremos la harina y la "tostaremos" un poco, e iremos añadiendo la leche muy poco a poco, moviendo sin parar, y así,  ir haciendo una bechamel... Cuando la tengamos en su punto, echaremos las espinacas que tenemos reservadas y lo mezclamos todo muy bien.
   En una fuente que pueda ir al horno, ponemos las espincas a la crema y con ayuda de una cuchara, vamos haciendo cuatro huecos, ponemos una clara del huevo en cada uno de ellos, espolvoreamos con queso para gratinar y lo metemos al horno a 180º unos 10-15 minutos, hasta que veamos que la clara está cuajada. Cuando esté lista, sacamos la fuente, y encima de cada clara ponemos la yema que le corresponde, y de nuevo al horno, pero esta vez solo un par de minutos, para que se quede jugosita.
   Sacamos la fuente del horno y disfrutamos de un plato de verduras un poco tuneado, para los que no les guste mucho...

Notas:
   Ya sabéis que el secreto de una bechamel está en ir moviendo muy bien la mezcla, para que la harina no haga grumos. El tema de tostarla un poco es muy simple, así perderá ese sabor a crudo que tiene y además, hará que no sea indigesta.
   Por cierto, como podéis ver en la foto, esta la hice individual, en la "elaboración" la pongo para 4 raciones, porque es la cantidad justa... Por supuesto que hay otra forma de hacer los huecos en la fuente, y es con ayuda de aros de emplatar... Ahí va como lo hice esta vez (comía yo sola...)...


     Sencillo, verdad?, ponemos el aro en el sitio donde vayamos a echar las espinacas, centradito, para que quede bien, echamos las espinacas y la clara del huevo dentro, sacamos el aro y añadimos el queso, y directo al horno. Después sacamos la fuente, echamos la yema y dejamos nada de tiempo en el horno, para que nos quede jugosita.
   Ni qué decir tiene, que si os gusta bien cuajada, en vez de ponerla casi al final, ponéis todo junto desde el principio. Es una opción, pero a mi, me gusta jugosita.
   Si no os gusta la cebolla, no la pongáis en la bechamel, la hacéis simple, pero os aseguro que le da un toque muy bueno.
   Y una cosa importantísima!!!!!!!!!!! Por Dios, no os equivoquéis al coger el queso del estante de la tienda, es más, recomiendo que ralléis uno que gratine bien en casa... Se me fue la pincilla al cogerlo, y eso, en vez de gratinar, se quedó como quemado, jamás me había pasado, claro, que jamás había comprado antes esa porquería de queso, que dicho sea de paso, jamás volveré a comprar, y no tiro lo que me queda en el frigorífico, porque no soporto tirar comida (si se le puede llamar así a eso...)

Apuntes:
   Pues tenía otra receta preparada para la entrada de hoy, pero una de mis hermanas se ha puesto a dieta, porque ha dejado de fumar y dice que está engordando, por lo que aprovecho para poner esta recetilla sencillita, para que se anime a hacerla, no sé, tal vez le guste hasta a mi sobrino, ya me contará... Ni qué decir tiene que no está gorda, pero bueno, un poco de comida sana tampoco le vendrá mal. Bueno, ni a ella, ni a nadie, la primera a mi, que me da que estoy engordando solo con ver las recetas que preparan otros compañeros en sus blog...

   También es otra idea para comer los viernes de Cuaresma si seguís eso a rajatabla... Es curioso, aun recuerdo cuando mi abuela nos invitaba a comer todos los Viernes de Cuaresma, para así "asegurarse" de que no comíamos carne en casa... Y yo, que sabía como enrabietarla, le decía... "Lala, si es una tontería, si yo ya he desayunado tostadas con aceite, tomate y jamón!!!", y la pobre se hacía de cruces...
   Lo siento, pero con esa edad no me gustaba el potaje!!! Eso sí, me volvían loca las tortillas que hacía para acompañar, de espinacas, de patatas, de espárragos,... Todas las tortillas habidas y por haber. Seguro que en muchas de vuestras casas también se hacían... Uisss, me da que esto del potaje ya lo he contado en alguna que otra ocasión, pero es que es cierto, en fin...

   Ya sabéis que si no hablo de ningún vino en una entrada es porque esa vez, el plato lo he acompañado con agua, y este ha sido el caso, que es muy buena y llevo un tiempo con las buenas costumbres perdidas... Y chicos, poquita cosa más por hoy, bueno, sí, que si no os gusta el huevo, pues quitadlo de la receta, y si no os gustan las espinacas, os dais una vuelta por el blog hasta que encontréis algo que os guste.

Nos vemos en siete días... Feliz semana a todos!!!

lunes, 7 de febrero de 2011

Espinacas con garbanzos.


Ingredientes:
- 500 gr. de espinacas.
- 150 gr. de garbanzos cocidos.
- 2 ó 3 dientes de ajos.
- 1/2 cucharadita de cominos.
- 1 cucharadita de pimentón dulce de La Vera.
- 2 rebanadas de pan.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
Elaboración:
   Ponemos agua a hervir y echamos las espinacas. Mientras que se hacen, en una sartén freímos los ajos y las dos rebanadas de pan. Lo pasamos a un mortero, añadimos el comino y la sal, haciendo un majado. Cuando el aceite haya templado un poco, echamos el pimentón en la sartén, para que no amargue y movemos.
   Ponemos de nuevo la sartén al fuego, echamos en ella las espinacas y los garbanzos, añadimos el majado y cocemos a fuego lento unos 10 minutos.

Notas:
   No pongo el tiempo de cocción de las espinacas porque yo suelo utilizar las que venden congeladas, y siempre me guío por el tiempo que recomiendan en el paquete.
   Los garbanzos que utilizo son cocidos, y eso hace que la receta sea mucho más rápida, pero si disponéis de tiempo, podéis cocerlos en casa.

Apuntes:
   ¿Porqué este vino para acompañar la receta de hoy?, sencillo, porque es el que estaba tomando con el aperitivo mientras que hacía las espinacas y decidí no cambiar.
   Siempre me gustó este vino, que pertenece a las bodega González Byass, en Jerez de la Frontera ( por cierto, os recomiendo una visita a Jerez).
   Elaborado con la uva Palomino Fino, presenta un color amarillo pajizo, bastante brillante, por cierto. Con un interesante aroma salino y un toque de frutos secos. En boca es un vino potente, con cuerpo, seco y algo amargo.
   Por cierto, una de las cosas que más me gustan de este vino, además de que cada vez que lo bebo disfruto un montón, es su relación calidad-precio..., ¿mi opinión?, los vinos generosos son muy baratos para la calidad que tienen (no todos, por supuesto).

   No creo que nadie pueda decir que esta receta es difícil..., descubrí esta forma de cocinar las espinacas cuando estuve viviendo en Sevilla y de vez en cuando recuerdo esta ciudad, maravillosa, por cierto, a través del sabor de este plato.

   Feliz semana a todos, la mía empieza muy bien, descansando!!!!!

domingo, 9 de enero de 2011

Pudin de verduras.


Ingredientes:
- 4 huevos.
- 7 zanahorias.
- 1 brócoli.
- 1 calabacín.
- Sal.
- Perejil.
- Mantequilla.
- Pan rallado.
Elaboración:
   En una olla y por separado, cocemos en agua con sal, las zanahorias peladas, el brócoli y el calabacín pelado y partido en tiras.
   Mientras tanto, untamos de mantequilla el molde donde vayamos a hacer el pudin, ponemos papel vegetal, lo untamos también y lo espolvoreamos con pan rallado.
   En el vaso de la batidora ponemos los huevos con 5 zanahorias trituramos bien, salamos y echamos el perejil.
   Precalentamos el horno a 170º, y mientras tanto, en el molde, ponemos una capa de puré, una de zanahorias (que habremos partido en láminas ), otra de puré, el brócoli, más puré, el calabacín laminado y terminamos con la última capa de puré. Golpeamos suavemente el molde para que salga todo el aire y ponemos al baño María en el horno unos 45 minutos.
   Desmoldamos y servimos.

Notas:
   No pongo el tiempo de cocción de las verduras porque depende de cada uno, a mi me gustan "al dente", pero seguro que muchos dirían que están duras. Para que os hagáis una idea, las zanahorias van sobradas con unos 8 minutos, el brócoli más o menos y el calabacín, al ir laminado no necesita más de dos ó tres minutos, pero si lo queréis más blando, sin problema, un ratito más de cocción.
   El poner papel vegetal en el molde es para que no se pegue al fondo, es una forma de "curarse en salud", pero no es imprescindible, la verdad.
   El motivo por el que primero trituro los huevos con la zanahoria y después salo es sencilla, aun no sé el motivo, lo investigaré, pero cuando bato huevos con la sal, se quedan como aguados y no es que sea malo, pero no me gusta el aspecto que se queda, es una pequeña manía, nada más.
   Y por último, cuando hablo de tiempos de horno, siempre hablo del mío, pero en esta receta pasa lo mismo que cuando hacemos un bizcocho, si tenemos dudas, introducimos un palillo, y si sale seco, el pudin ya está.
   Se puede servir frío, yo es como lo tomo siempre.

Apuntes:
   Para inaugurar el año, que mejor que mostraros mi ginebra favorita desde hace ya algunos años, aun no he encontrado niguna que la supere...Hendrick's.


  Fue en Valladolid donde la descubrí, estaba haciendo una ruta por la maravillosa zona de Ribera del Duero, cuando en la barra de un bar escuché..."por favor, una Hendrick's" a lo que el camarero contestó..."¿con pepino ?" y el cliente, muy seguro dijo..."por supuesto". Terminé mis tapas, me tomé un café y llamé al camarero y la historia se repitió, no podía dejar de probar esa extraña mezcla, me puso la copa y dos rodajas de pepino para acompañar...sublime, me enamoró. Desde entonces nunca falta en casa.
   ¿Qué la hace tan especial?, pues no sé, tal vez sea que durante el proceso de destilación se le añade una infusión de rosas y pepino.
   También debo decir que lo primero que me llamó la atención es la botella en la que viene, me recuerda a las viejas botellas que había en las boticas.
   La he probado con diferentes tónicas, como Nordic, Feber Tree, ..., pero sin dudarlo me quedo con la clásica Schweppes y dos rodajitas de pepino. Ahh, por cierto, si os gusta el gin-tonic, probad a hacer en casa cubitos con tónica, así el combinado pierde menos. Espero que os guste y lo disfruteis.

   Prometo estar aquí de nuevo la semana que viene con una nueva receta!!!!!